lunes, 15 de junio de 2015

GP de Mónaco de 2015

   El regalo



La cosa fue así: a pocas vueltas del final: una fina lluvia mojó ligeramente la pista, haciendo perder el control al líder Alain Prost a falta de tres vueltas, estrellando su Renault en la piscina. Ricardo Patrese tomó el relevo, pero en la siguiente vuelta fue él quien perdió el control en Loews calando su Brabham Cosworth. Didier Pironi y su Ferrari tomaron el liderato para quedarse tirado sin electricidad en la última vuelta en el túnel. Andrea De Cesaris (Alfa Romeo) y Derek Daly (Williams Cosworth), que perseguían al Ferrari, no podrían aprovechar la oportunidad al quedarse así mismo Llegó el GP de Mónaco, una de las carreras más emblemáticas de la historia del automovilismo, aunque un tanto sobrevalorada a mi modesto entender. El GP monegasco forma parte de las triple corona, un trofeo inexistente físicamente que obtiene el piloto que logra ganar el GP de Mónaco, las 24 horas de Le Mans y las 500 millas de Indianápolis. Hasta la fecha sólo lo ha conseguido el malogrado y mítico Graham Hill. A Mario Andretti le faltaron las 24 horas, aunque casi lo logra, y de los actuales, sólo Montoya está en disposición de lograrlo. Claro que para ello tendría que ir a Le Mans, y no parece el caso.




Graham Hill



El Gran Premio de Mónaco se viene disputando desde 1929 (ganado por “Williams”en un Bugatti), con alguna que otra interrupción. Siempre se disputó con coches de “gran premio”, lo que hace tiempo conocemos como F1, pero que antes no se llamaba así, a excepción de 1952, que se disputó con coches de GT/Sport con Ferrari y sus 225S copando las cinco primeras posiciones.
En 1982 tuvo lugar la edición con final más emocionante, no ya de Mónaco, sino de la F1 y del automovilismo en general.
La cosa fue así: a pocas vueltas del final: una fina lluvia mojó ligeramente la pista, haciendo perder el control al líder Alain Prost a falta de tres vueltas, estrellando su Renault en la piscina. Ricardo Patrese tomó el relevo, pero en la siguiente vuelta fue él quien perdió el control en Loews calando su Brabham Cosworth. Didier Pironi y su Ferrari tomaron el liderato para quedarse tirado sin electricidad en la última vuelta en el túnel. Andrea De Cesaris (Alfa Romeo) y Derek Daly (Williams Cosworth), que perseguían al Ferrari, no podrían aprovechar la oportunidad al quedarse así mismo tirados en el circuito: sin gasolina en su sediento Alfa V12 (De Cesaris) y con el cambio gripado (Daly) Los comisarios, a todo esto, empujaron el Brabham de Patrese para apartarlo de la situación embarazosa dónde se ubicaba, con lo cual el Brabham arrancó de nuevo y cruzó la bandera a cuadros en primera posición ante el asombro del director de carrera y del propio Patrese, que no sabía sí había ganado. De no haber arrancado el coche con la ayuda de los comisarios, el triunfo hubiera sido para Lotus, que habría logrado el doblete con Nigel Mansell y Elio de Angelis, ¡a pesar de estar a casi dos vueltas de los líderes! El podio lo completaron Pironi y De Cesaris.

Ricardo Patrese, el sorprendente ganador del GP en 1982, precediendo al Ferrari de Pironi, a la postre segundo.



Este GP estuvo ausente del campeonato del mundo de F1 desde 1951 hasta 1954 (ambos incluidos) y es, por tanto, el 2º circuito más usado tras Monza (que sólo faltó en 1980) y el cuarto país con más Gps tras Italia, Inglaterra y Alemania, que siempre han tenido GP, aunque este año y por vez primera no habrá GP en este último país. Una pena, pero los germanos no están por la labor de tener un GP con pérdidas.

Este año, la principal noticia, antes del GP iba a ser Hamilton, cuya renovación por Mercedes hacía efectiva. Al acabar el GP, Hamilton sería el foco de atención de nuevo, pero por otros motivos.

Los libres no dijeron gran cosa, aunque el hecho de que lloviese a la media hora de iniciarse la segunda sesión, no ayudó. En ella hubo una bandera roja provocada por el accidente de Merhi a la salida del túnel justo antes del chaparrón, sin más consecuencias.
Roberto Merhi perdiendo el control de su Manor a la salida del túnel.
En la tercera, Kimi y Verstappen sufrieron sendos accidentes en St. Devote que les impidió prepararse al 100% de cara a la clasificación al no poder probar el neumático blando.
Verstappen y Sainz lo hicieron la mar de bien, más aún en el caso del holandés que nunca había rodado físicamente en el casino -perdón, principado- de Mónaco. Pero se hinchó a dar vueltas en el simulador. Eso y su talento obraron el milagro.
Vettel se mostró el más veloz absoluto y creó una falsa expectativa de cara a la hora de la verdad.
En la primera ronda se quedaron los dos Manor (como era de esperar) con Merhi pisándole los talones a Stevens, los Sauber de Nasr y Ericsson y, emparedado entre ellos el Williams de Bottas. Sorpresa negativa del día. Muchas veces en los libres, los Williams se esconden para ir apareciendo poco a poco y finalmente estar arriba, pero parecía que las cosas en Mónaco no les iban nada bien y que no se estaban guardando nada, como así fue. Aunque pasó desapercibido,  Sainz se pasó un control de pesaje e iba a caer sobre él una sanción que podría arruinar su trabajo.
En la segunda ronda se quedaron Grosjean, Button, Hulkenberg, Massa y Alonso. Los Mclaren parecían tener ritmo para aspirar a Q3, pero problemas eléctricos en el coche de Alonso (se quedó sin electricidad, a diferencia de Barcelona en febrero en la que al parecer tenía mucha) y una bandera amarilla impidió a Button mejorar. Así todo, no estaban tan sobrados como decía Alonso: “hubiese sido 6º o 7º...”
A todo esto, los Mercedes estaban en otra galaxia y los Red Bull un poco más entonados.
La ronda final fue para Hamilton, que no dio opción alguna. Además, Rosberg arruinó en St. Devote su último intento. El primero del resto fue Vettel, que en una óptima vuelta redujo un poco la brecha y, a su espalda y muy cerca, los Red Bull de Ricciardo y Kvyat que superaron a un Raikkönen que tal vez estuvo muy timorato. Sergio Pérez fue un extraordinario 7º con su modesto Force india, precediendo a un brillante Sainz, Maldonado y Vestappen.

El tiempo de Hamilton, 1,15”098 se quedó más de 1,5 del recórd del circuito de Raikkönen en 2006 (1,13”532) aunque yo me esperaba que este año cayese. En mi descargo he de decir, que si esto no fue posible fue en parte culpa de las bajas temperaturas, pero sobre todo de Pirelli, que desde 2013 trae cada año compuestos más duros e ineficaces, lo cual es lamentable. Para que se hagan una idea, el Marussia de Bianchi el año pasado marcó 1,19”332 frente a los 1,20”904 de Merhi con el Manor este año. Es decir, 1,6 más lento. Pongo este ejemplo porque el Manor de Merhi (ya confirmado como peor en motor y chasis que el de Stevens) es el Marussia de 2014 y que apenas ha evolucionado. Por tanto, este año se rodó mucho más lento. Hagan ustedes sus cálculos, pero está claro que con las ruedas del año pasado la pole hubiera estado entre 1,13”5 y 1,14...
Como colofón final del día, sanción morrocotuda a Sainz que lo relegaba a salir de boxes en una nueva muestra de lo arbitraria e injusta que es la FIA a la hora de sancionar. Luego en carrera, veríamos más ejemplos.
Carlos Sainz, brillante en calificación con su Toro Rosso.
Romain Grosjean, por sustituir caja de cambios retrocedía hasta el puesto 15 y junto a lo de Sainz, esto dejaba a Alonso 13º
Por cierto, la pole de Hamilton era la 25º consecutiva de un motor Mercedes, batiendo el recórd de Renault.

La salida se dio sin incidentes y en ella Kvyat superó a su compañero Ricciardo mientras que Alonso, emparejado con Hulkenberg en Mirabeu, blocó las ruedas y envió al alemán a las protecciones, en un claro lance de carrera. Pero los comisarios no lo vieron así, y le metieron 5 segundos de penalización.
La primera vuelta finalizó con Hamilton, Rosberg, Vettel, Kvyat, Ricciardo, Raikkönen, Pérez. Maldonado, Verstappen, Button, Alonso, Sainz 17º y Merhi 18º tras las paradas de Massa y Hulkenberg, este tras su toque con Alonso.
Hamilton se distanció unos dos segundos de su compañero, al cual Vettel seguía de cerca. Por detrás, todo se mantenía igual con los coches separados por escasos segundos entre ellos. Nadie mostraba un ritmo arrollador.

Maldonado, en una magnífica octava posición, tenía serios problemas de frenos y tras ser superado por Verstappen en la vuelta cinco, se retiró. Menudas dos últimas temporadas lleva.
En las últimas posiciones, Sainz, una vez superado Stevens, se encontró taponado por el Sauber de Ericsson, optando por parar a cambiar ruedas en la vuelta once con la intención de adelantar posiciones de ese modo. Pero los que le precedían copiaron la táctica y le salió mal la jugada.
En cabeza no había variaciones ni de distancia entre los tres primeros, en menos de cinco segundos.  Como su ritmo no era muy alto, sus perseguidores perdían poco terreno y, aunque con la dificultad de calentar ruedas parar antes tal vez no era lo ideal, ¿verdad Fernando y Ferrari en 2012 cuando regalasteis la victoria? La escasa distancia con sus perseguidores lo desaconsejaba totalmente debido al tráfico.
Merhi adelantó a su compañero Stevens en la vuelta veintitrés y lo dejó tirado como nada, y de no ser por el coche de seguridad, lo habría doblado. ¿Problemas en el coche de Stevens para justificar tal diferencia? Tal vez. El caso es que se hizo un poco de justicia, ya que el buen nombre de Roberto estaba un poco en entredicho. Ambos Manor todavía estaban por delante de Massa.

En la vuelta veintisiete Kvyat inicia el turno de las paradas. A priori iba a ser una sola, y tras efectuar todos la suya (el último en parar fue Hamilton en la vuelta treinta y ocho) la cosa quedó así:
Hamilton, Rosberg a 7”, Vettel a sus talones y ya más atrás, Kvyat, Raikkönen, Ricciardo, Pérez, Button, Alonso, Nasr, etc...

No varió apenas nada, salvo que Raikkönen logró superar a Ricciardo al adelantar su parada y, sobre todo, que en Toro Rosso la liaron de nuevo y arruinaron la carrera de Verstappen, al tenerle parado cuarenta segundos en boxes, con lo que cayó hasta el décimo tercer lugar tras Bottas. Los Mclaren estaban en los puntos, realizando una brillante carrera, aunque no tan brillante como la de Pérez, que los precedía. No hay que olvidar que el Force India no es un buen coche, y que en carreras anteriores apenas superaban a los Mclaren. En Barcelona, de hecho, estaban claramente por  detrás, de modo que el mejicano lo estaba haciendo extraordinariamente bien. A Alonso la sanción no le afectó en absoluto, aunque igual daba, ya que con problemas de cambio se retiró en la vuelta cuarenta y uno.

Por detrás, Massa superó al fin a los dos Manor, y no pasó de ahí en una carrera nefasta para los Williams, totalmente inadaptados al trazado monegasco.
Verstappen fue quien puso la pimienta en una carrera aburrida. Al encontrarse detrás de Bottas sin posibilidad de adelantar, optó por parar de nuevo en la vuelta cuarenta y cinco, montar blandas y ver qué pasaba. Lo que pasó es que sólo perdió una posición (con su compañero Sainz) y que iba como un tiro. Se pegó a la caja de cambios del Ferrari de Vettel cuando este lo dobló y aprovechó de ese modo para adelantar a Sainz y Bottas cuando estos se apartaron para dejar paso al Ferrari. Posteriormente, el dúo Vettel-Verstappen llegó a Grosjean, el cual estaba avisado de la jugada, y se le acabó el chollo al holandés. El Lotus iba lentísimo en comparación al Toro Rosso, pero Grosjean no iba a ceder al ímpetu de Verstappen así como así.




Max Verstappen puso la emoción a un aburrido GP, antes y después de su accidente.



De esa guisa, con Max Verstappen encendido y emulando a su tocayo “Mad Max”, llegaron a la vuelta sesenta y dos en la que en un gran error de apreciación por parte de Verstappen provocó el abandono del holandés con un espeluznante accidente en St.Devote al clavar su coche contra las protecciones frontalmente. Afortunadamente salió ileso, al igual que el coche de Grosjean, que en el lance perdió dos posiciones y quedó fuera de los puntos. Este incidente provocó la salida del coche de seguridad virtual y casi en el acto, del real, y fue aquí dónde la carrera dio un giro dramático. Algunos equipos decidieron parar a sus pilotos para cambiar ruedas. Ricciardo lo hizo porque de ese modo tendría un final de carrera fortísimo con ruedas blandas nuevas y porque, logicamente, mantendría la posición por la distancia acumulada. Eso mismo pensaron que sucedería en el caso de Hamilton, pero no fue así y se reincorporó tercero casi a la par de Vettel. El coche de seguridad tardó en irse ocho vueltas, “ayudado” por los pilotos que al tenerse que desdoblar retrasan aún más el relanzamiento de la carrera. Parece mentira que esto siga así tras lo sucedido el año pasado, en el que Chilton arruino (sin querer) la posibilidad de podio de Raikkönen. Con lo fácil que es dejar caer a los doblados a su posición real, evitando tales problemas y de paso, agilizando la carrera.

La carrera se reanudó en la vuelta setenta y uno, a ocho del final. Rosberg calentó sus ruedas mejor que Vettel (más bien es que Mercedes calienta mejor las ruedas que el Ferrari) y se largó como nada del alemán. En Mirabeau, Ricciardo adelantó a Raikkönen en una maniobra totalmente antideportiva. Cierto que no hubo mala intención, sino error de cálculo, pero lo cierto es que debería haber devuelto la posición al finlandés. Evidentemente, no lo hizo y esperó la decisión de los comisarios que, increiblemente, le perdonaron por su acción, cuando antes, a Alonso, por una acción menos punible, lo sancionaron. ¿Uds lo entienden? Yo no. Acto seguido, su compañero Kvyat, aleccionado desde boxes, lo dejó pasar y el aussie se colocó cuarto. Todo esto duró dos vueltas, justo las que tardó Vettel en colocar sus ruedas a tono y poder aguantar sin ya  problemas a Hamilton hasta el final de carrera. En la última vuelta, Ricciardo dejó de nuevo adelantar a su compañero al no poder progresar más.
La bandera a cuadros se dio así: Rosberg, Vettel, Hamilton, Kvyat, Ricciardo, Raikkönen, Pérez, Button, Nasr, Sainz, etc...
En el pódio, Rosberg estaba sin podérselo creer, Vettel contentísimo y Hamilton...imagínense, su cara lo decía todo, aunque él se limitó a decir lo políticamente correcto.

Hay que destacar que los Williams no acabaron los últimos por la presencia de los Manor, en un GP lamentable para el equipo de Sir Frank. Menos mal que en quince días llega Canadá con sus largas rectas y los Williams volverán a estar ahí.
Mclaren sumó sus primeros puntos, nada destacable si tenemos en cuenta que hoy en día puntúa todo quisque, aunque bien es cierto que cada vez están más cerca de dónde deben estar. En Canadá tendrán una dura prueba en un circuito de motor en el que se supone van a sufrir. Alonso es muy optimista con su equipo, algo que no comparto, ya que creo todavía les queda mucho por hacer y lo más duro está por llegar. Una cosa es ir alcanzado y superando a equipos pequeños, y otra muy distinta es llegar a la cumbre.
Carlos Sainz acabó en los puntos de nuevo, pequeño consuelo tras la decepción del sábado.
Ferrari pareció estar más cerca de Mercedes esta vez, pero no hay que hacerse ilusiones, ya que en Mónaco este año todos estuvieron más cerca de todos. Ojalá puedan dar batalla en Canadá, pero será difícil. Además, ahí estarán de nuevo los Williams muy fuertes, no lo duden. En cuanto a Kimi, sexto hoy, está pagando en carrera sus no muy buenas calificaciones. En carrera muchas veces tiene el ritmo de Vettel, pero al salir en tráfico se ve ralentizado.
Hamilton se ha dejado aquí 17 puntos con Rosberg por un gravísimo error del equipo. Veremos si le pasan factura o no para el campeonato. Ahora llega Canadá, una de sus carreras favoritas dónde buscará resarcirse. Saludos.




Nico Rosberg contento en el podio tras el "regalo" de Hamilton, que no puede creer que eso esté sucediendo. Vettel también sacó tajada.

3 comentarios:

  1. Bien Dani, esta es una buena manera de comenzar a dar "tú"punto de vista sobre los Grandes Premios.
    Ánimo. Salu2

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  2. Respecto del récord de Kimi en 1.13"532, si bien es cierto que es el tiempo más veloz, ya no vale porque el trazado se modificó ligeramente ese año -me acabo de enterar (¡!) y, aunque apenas varía, en todo caso es más veloz, de cara a las estadísticas ya no contaría.

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