Aprovecho para escribir esto antes del GP de Barhein. Tras
el esperpento de la calificación, debo reconocer que no me lo esperaba. No me
gustaba el cambio porque lo liaba todo sin necesidad. Y además, se cambiaba
algo que funcionaba. Me extrañó esa chorrada de que se quedasen dos solos
luchando por la pole al final, de hecho, me pareció tan absurdo, que no lo
creí, pensé que se habían expresado mal. No tenía sentido ya que eso quitaba
toda emoción. Así que decidí esperar para ver como realmente era. Y resultó ser
una basura. Pare ser que no se dan cuenta de que lo bonito, lo que da emoción,
es que todo se resuelva en el último
momento, no al principio.
Pilotos, jefes de equipo y aficionados se mostraron
totalmente en contra de un sistema totalmente absurdo. No tardaron en llegar noticias
de que se volvería al sistema anterior. Teniendo en cuenta como funciona el
mundo –la F1 es un claro reflejo- no me lo acabé de creer. Luego dijeron que se
dejaba la Q3 del año anterior pero se mantenían las dos primeras sesiones con
el nuevo formato, etc…
Mareando la perdiz. Total, que no se cambia –de momento- la
calificación. Dicen que no pueden. ¿Qué no pueden? Vamos, no me jodas. Pueden
pero no les da la puta gana, está claro que eso de reconocer los errores y
rectificar no va con ellos. El ser humano es el único animal que tropieza dos
veces en la misma piedra.
No se cambia y aducen cosas del pacto de la concordia y
chorradas por el estilo. El pacto de la concordia, que data de los años 80
cuando había una guerra de poder en la F1 entre la FISA (Federación internacional del deporte del
automóvil) y la FOCA (Asociación de constructores de F1) que acabó sellando un
pacto, la paz si se prefiere, en la plaza de la Concordia de París, dónde se
reunieron FISA y FOCA, de ahí el nombre. Ese pacto imponía unas condiciones de
estabilidad reglamentaria que impedía cualquier tipo drástico de cambio a menos
que hubiera unanimidad de los equipos. Más o menos así. Luego el 80% y eso.
Bueno, lo estoy simplificando. El caso es que cuando ha hecho falta –por motivos
de seguridad casi siempre- la FISA, ahora la FIA, ha tomado cartas en el asunto
y se ha pasado por el arco del triunfo ese pacto, por un bien mayor. Ahora no.
Lamentable. Y eso que a nadie gusta este sistema.
Bernie Ecclestone (izda) y Jean Marie Balestre (dcha), flanquean a Enzo Ferrari, que hizo de mediador entre ellos muchas veces a lo largo de su feroz enfrentamiento. |
Sistema parido por el grupo de estrategia de F1. ¿Quiénes son?
¿Qué pintan? Ni idea, pero son totalmente prescindibles, y no lo digo por este
resbalón tan grave. Lo digo porque quieren hacer una F1 más rápida y más
emocionante. Y para eso no hace falta grupo alguno.
Me explico, para que los F1 sean más rápidos no hay que
devanarse los sesos, es muy sencillo, ya que no estamos hablando de hacer más rápido
algo rapidísimo, sino que estamos hablando de hacer más rápido algo que, por
motivos reglamentarios, está capadísimo y es lentísimo. Un F1 de hoy corre
menos que uno de hace más de 12 años (véase el artículo de este blog: La velocidad actual
en la F1 ). Eso demuestra hasta que punto son de lentos. Que cualquiera compruebe
los tiempos por vuelta, sobre todo en carrera, y verá que lo que digo es
cierto. De modo que quitando un poco de peso y añadiendo un poco de ala, ya
está, chupao, no hay más.
Respecto a la emoción, pues lo mismo. La F1 sólo es
emocionante cuando hay igualdad, y si no la hay porque un equipo sobresale del
resto, hay que aguantarse y esperar épocas mejores. Salvo que quieran conseguir
la igualdad artificialmente a base de lastrar coches, invertir parrillas, o
ambas cosas, no hay nada que hacer. Los mejores ganarán siempre y punto. La
otra opción, convertir la F1 en un GP2 mundial, o Indy europea, es decir, los
equipos con cuatro perras y con uno o dos fabricantes de chasis y motor, no la
acepta ni san pedrana.
Para finalizar, el otro día en el dentista tuve la suerte de
encontrar una revista de hace dos años en la que Sir Stirling Moss y Lewis
Hamilton charlaban sobre la F1. Y cuando Moss le preguntó a Hamilton sobre si
hoy día tenían miedo a los accidentes Hamilton dijo que no, que sólo había unas
pocas curvas realmente peligrosas, y que como mucho se preocupaba de si se
perdería los siguientes entrenamientos. Que las curvas tenían escapatorias
inmensas y que, si te salías del trazado, ni te penalizaban.
Stirling Moss y Lewis Hamilton el día de su charla sobre F1 disfrutando de unos maravillosos "juguetes" |
Hamilton constataba dos hechos, que los F1 a día de hoy son
segurísimos, y que se pueden saltar los límites de la pista sin consecuencias. Sobre
esto último me llevo quejando años, es lamentable. ¿Alguien tomará cartas en este
asunto de una vez? No se molesten en contestar, ya se lo digo yo: no.
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