martes, 15 de marzo de 2016

Pretemporada 2016

                       A la caza de la estrella





Como dijo acertadamente alguien una vez: “los tiempos de pretemporada pueden significarlo todo...o nada” y bajo esa premisa con la que estoy totalmente de acuerdo se me hace muy cuesta arriba hacer pronósticos.
Al margen de lo que cada uno pruebe o deje de probar, del sistema de trabajo, cargas de gasolina y gomas elegidas (unos priorizan la velocidad y otros la fiabilidad) también está la posibilidad de que los equipos tengan en pista coches ilegales, así, sin comillas.
Los motivos para ello son varios, y el principal es que pueden. Lo único que se les exige -salvo que haya cambiado la cosa- es pasar el crash test y poco más. Es decir, nadie va a poner un coche con un motor mayor, ruedas más anchas, alerones de tamaño superior al permitido, etc... pero en cambio, sí que pueden poner un coche con un peso mínimo inferior al permitido, o un motor sin limitador -de vueltas o de flujo de combustible- sencillamente porque les interesa. En ambos casos el coche es más veloz, y lo que se busca es conseguir unos resultados llamativos a la caza de un patrocinador. Algo que se ha hecho en el pasado pero que creo no es el caso en los últimos años. Un coche por debajo del límite de peso, aparte de más rápido, es más fácil de evolucionar según dicen algunos expertos. Ni entro ni salgo al respecto. En cuanto a lo del  motor, dudo que se haya hecho jamás, pero sería posible y un equipo pequeño -o un grande en apuros- podría hacerlo con el fin de enmascarar sus defectos de cara a lo de siempre, buena prensa y más dinero. Que luego, a la hora de la verdad, sea un bluff es lo de menos.
Respecto a los test, son patéticos, muy pocos y con sólo un coche por equipo. Alonso, con toda la razón del mundo, se quejó de que apenas se puede entrenar. Al menos alguien lo dice, aunque ese alguien fue de los muchos que calló -tal vez porque le convenía, tal vez porque no le quedó más remedio- cuando todos los equipos quisieron limitar primero, y prohibir después, los test, con el único fin de perjudicar a Ferrari (para más información leer el artículo: Críticas de Alonso a Ferrari) y, al igual que en la política española, cuando a algún espabilado se le ocurre una memez, está perdura en el tiempo, pese a que ese "iluminado"ya no esté.
Alonso también dijo, acertadamente, que la F1 actual era lenta -y por tanto, de cara el piloto, menos emocionante- que no se buscaba solucionar las cosas y que para algo que funciona, la calificación, la cambian.



Joylon Palmer, hijo del expiloto de F1 Jonathan, debuta con Renault.



Esa es una de las pocas novedades de esta temporada, aparte de los pilotos debutantes: Joylon Palmer (Renault), Rio Haryanto y Pascal Werhlein (en Manor los ados) y los equipos nuevos:  Hass y Renault, lo que era Lotus, que repesca a Kevin Magnussen. Hass contará con Romain Grosjean y respesca a Estaban Gutiérrez.
De los que estaban a destacar el cambio de motores de Manor, que montará Mercedes y de Toro Rosso, que usará los Ferrari de 2015, algo que antes prohibía el reglamento -se obligaba a usar el mismo propulsor en los equipos clientes- pero que Ferrari hizo cambiar a la FIA a fin de ceder sus motores. Lógico desde el punto de vista de Ferrari, para que no le saquen los colores sus equipos clientes,  pero algo totalmente cutre y antideportivo. Pero nada que no se haya hecho antes, y por lo menos, no lo ocultan.
Red Bull le birló el patrocinio histórico de Tag-Heuer a Mclaren y, al igual que estos años antes, ahora su propulsor se llamará Tag-Heuer. Aunque no dejará de ser Renault, (lo mismo que en los 80 el TAG era Porsche y Mercedes Illmor, aunque en este caso por la adquisición a principios de los 90 de dicha empresa por parte de los germanos) pero el que paga, manda.
El histórico equipo Lotus, que sólo tenía  del original el nombre, vuelve a su enésimo cambio de denominación, a saber:  Toleman-Benetton-Renault-Lotus-Renault.





Hass, un nuevo equipo que debuta en la F1.


Respecto a qué esperar de la nueva temporada, no cabe duda de que Mercedes es el claro favorito. Y eso es así no sólo por cómo han dominado las dos últimas temporadas, sino porque al no haber cambios en la reglamentación, es casi imposible que fallen. Su nuevo coche será competitivo, ya que les basta con mejorar el ya existente y, en el poco probable caso de un patinazo, no tendrían más que volver al coche de 2015 y con él disputarían el título.
La única manera de darle vidilla al cotarro es que Ferrari mejore lo suficiente como para ponerse a su altura. Y ahí sí es más probable un fallo por parte de los de Maranello, ya que están obligados a arriesgar más. Aunque esperamos que lo consigan y que este año el título sea, cuando menos, cosa de tres, de cuatro mejor.
Red Bull y Williams optaran a victorias aisladas, sobre todo los austríacos, ya que Williams a día de hoy no tiene unos pilotos con la garra suficiente y su equipo todavía menos. Salvo sorpresa,  no los veo como candidatos a los títulos.
Mclaren (ver artículo) será el equipo que más mejore de todos, nada excepcional teniendo en cuenta de dónde vienen, mientras que Toro Rosso y Force India pueden dar alguna que otra sorpresa, al igual que Renault, que además tiene en Magnussen a un gran piloto.
Manor y el debutante Hass lucharán por no ser la cenicienta, y Sauber es toda una incógnita.
Al respecto de los tiempos, todos muy ajustados, sin grandes diferencias entre los primeros, con muchos equipos por medio, y una pequeña brecha de dos segundos entre los menos rápidos y la cabeza. El tiempo más veloz, el del Ferrari de Kimi, apenas aventajó en 3"1 al del último, el Manor de Harjanto.
Dentro de muy poco arranca el mundial que irá despejando todas las incógnitas poco a poco, pero no será hasta que empiece la temporada europea hasta que nos podamos hacer una idea clara de las jerarquías en la que va a ser, con sus 21 GGPP, la temporada más larga de la historia.
En España nos las tenemos que apañar esta vez sin canales en abierto. Ahora, los que cargaban contra quienes la emitían (Antena3, antes la Sexta y Telecinco) por poner demasiados anuncios, ya no tendrán queja de este tipo, porque no habrá carrera que cortar. Los que sufrimos la F1 con TVE estábamos la mar de agradecidos de poder verlas en directo tal y como la emitieron las cadenas privadas desde 2005.
Ahora sólo queda esperar a ver el inicio de la nueva temporada, una temporada en la que si Ferrari da en el clavo, puede ser apasionante.

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