Las crónicas carmesí
O cómo Vettel y Ferrari tiñeron de
rojo una carrera gris. Gris plata concretamente.
Y es que el sábado Mercedes volvió
por sus fueros. Su dominio no fue aplastante pero sí contundente, a
lo que habría que sumar unos incordiantes Red Bull, más cerca que
nunca de los Ferrari. De hecho, Ricciardo se intercaló entre ellos.
Para que Ferrari y Vettel pudieran dar
la vuelta a la situación hicieron falta varios factores. El primero
era tener un coche competitivo, y lo tenían; lo segundo era acertar
con la estrategia, y acertaron; y lo tercero era tener un poco de
suerte, y la tuvieron.
La suerte fue que el Mercedes de la
pole era “el Mercedes equivocado”, el de Bottas, el cual estuvo
en carrera falto de ritmo no pudiendo ayudar a su compañero. Cosa
que habría sucedido de haber estado intercalado entre Lewis y Seb,
pero no fue el caso, ya que fue Seb el que se intercaló entre él y
Lewis.
La buena salida de Vettel -en la
frenada más bien- le granjeó media victoria. La otra media fue la
acertada táctica de equipo de anticipar la parada para adelantar en
boxes -underut que se dice- al Mercedes de Bottas y así ponerse
líder. La cosa estuvo a punto de salir mal por la salida, como en
China, del coche de seguridad por el accidente entre Sainz y Stroll,
en lo que fue un “Lance” de carrera. Culpa de español, sin duda,
pero lance al fin y al cabo, ya que no hubo mala intención.
El caso es que Vettel pudo ponerse
líder a pesar del coche de seguridad y Hamilton fue sancionado
merecidamente con 5” por hacer hueco entre él y Bottas para no
verse superado en la parada por los pilotos que le seguían, algo que
está prohibido desde que en Bélgica 2005 Raikkönen lo hiciera para
evitar ser adelantado cuando rodaba tras su compañero Montoya. Se
prohibió de cara al siguiente GP, en una línea muy FIA, no
previendo las cosas y teniendo que actuar a remolque.
Vettel aguantó el empuje en la resalida de Bottas, que lo apretó de lo lindo. |
Total, que en la reanudación, pese a
que Bottas puso contra las cuerdas a Vettel, este mantuvo su
posición, toda vez que Hamilton superó a un Ricciardo que se
hundía.
Al estar todos ya con pista libre,
Vettel y Bottas con superblandos, por los blandos de Lewis, el teutón
se convirtió en el hombre más rápido en pista, seguido de Bottas y Hamilton, el
cual sólo pudo superar a su compañero -que le abrió la puerta- y
acercarse a Vettel cuando los superblandos de los líderes perdieron
eficacia.
Las parada de Vettel dejó líder a
Hamilton, el cual tenía que parar otra vez -más cumplir la sanción-
y, salvo milagro, la suerte estaba echada. De no ser por los 5” de
sanción y quizá, de poner superblandos en lugar de blandos, la
carrera habría tenido un final de lo más emocionante, de infarto. Máxime cuando el Ferrari no hacía muy bien el último sector. Pese
al empeño y brabura de Hamilton, la diferencia sólo se pudo reducir
hasta 6”, para luego estabilizarse. Vettel controló con maestría,
ya que demostró al final tener más ritmo si fuese necesario.
Hamilton estuvo señorial en el podio:
reconoció su error y pidió disculpas al equipo; agradeció a Bottas
el que lo dejase pasar -dos veces- y felicitó a Vettel, ¿que más
se puede pedir? Pues que esta deportividad sea recíproca y que dure
todo el año.
Vettel por su parte, prefiere mantener
la calma e ir carrera a carrera, algo en lo que estoy completamente
de acuerdo. Aunque él de momento no se ve como candidato al título,
los demás sí. Lógico ya que ha ganado dos carreras de tres -y no
ganó en China por el coche de seguridad- demostrando el Ferrari ser
un buen coche. Un pelín más lento que el Mercedes en calificación,
pero a su altura -o casi- en ritmo de carrera.
Vettel feliz, acompañado de un caballeroso Hamilton y un decepcionado Bottas. |
De los segundas espadas, decir que
Bottas ha demostrado rapidez en calificación, pero falta de
constancia en carrera, en tanto que Kimi parece un tanto apático.
Convendría recordar que tanto Lewis como Seb son dos pilotazos, y
que quedar detrás de ellos no es ninguna deshonra. Claro que Kimi lo
está haciendo un poco peor que su compatriota, más si cabe si
tenemos en cuenta que él es todo un campeón.
Pedro Martínez de la Rosa, en los
micrófonos de Movistar TV dijo: “Raikkönen nunca pisa el
simulador, es Vettel quien lleva el peso del equipo, como antes lo
era Alonso...”. No veo por qué Pedro ha de mentir, aunque a mi eso
me suena más a leyenda que realidad porque, de ser así, no
comprendo el motivo de Ferrari de mantener a un piloto que ni trabaja
-según De la Rosa, ojo- ni marca la diferencia en pista. Algo tendrá
Kimi para que le hayan renovado y el equipo haya mantenido su fe en
él. Pero de seguir así no lo veo en Maranello en 2018, y es una
triste forma de acabar para el hasta ahora “último campeón
Ferrari”.
Massa y Pérez estuvieron muy bien en
carrera, este último recuperando de 18º a 7º, toda vez que
Hulkenberg fue muy brillante en los entrenamientos, pero no tanto en
carrera.
Carlos Sainz fue el claro culpable del
incidente entre él y Lance Stroll, aunque su sanción -tres puestos
en parrilla en Rusia- me parece excesiva.
Pascal Wehrlein volvió a las pistas
luego de su lesión en la Carrera de los campeones, y con nota.
Estuvo de matrícula a lo largo de todo el fin de semana. De seguir
así, habría que preguntarse el por qué ni Mercedes, ni Williams,
le dieron una oportunidad.
En referencia a Max Verstappen, esta
vez el niño prodigio falló, pasándose de frenada luego de un gran
inicio de carrera. Cosas de las carreras, todos cometemos errores. Lo
que no me gusta es su actitud. Eso de criticar a Massa porque le
estorbó cuando calentaba ruedas de cara a su último intento en Q3,
me parece más pataleta por verse superado por Ricciardo que otra
cosa. Y no es la primera vez. No me vale la excusa de que es joven ni
nada por el estilo. Tiene gente a su alrededor para aconsejarlo. Lo
malo es que esta gente, más que aconsejarlo, se limita a “darle
jabón”. Tampoco es la primera vez que sucede. De hecho, parece lo
habitual: Vettel, Hamilton y Alonso, en su momento, vivieron
situaciones parecidas.
Acabaremos con Mclaren. Esta vez su
déficit de velocidad punta era de unos razonables 10 km/h, aunque ya
sabemos que para la punta en un F1 cuenta mucho el apoyo
aerodinámico. Por tanto, no quiere decir que haya habido progreso.
De hecho, el no poder alinear el coche de Stoffel Vandoorne en
carrera, es un motivo más de preocupación.
Lo que no me vale son las quejas de
Alonso vía radio diciendo que lo han adelantado en recta cuando
estaban 300 metros por detrás. Ni sucedió en China, ni mucho menos
aquí. Vale que en el calor de la batalla, y con el motor menos
potente de largo, uno pueda decir estos exabruptos. Pero eso no
quiere decir que sean ciertos, más allá de que en una determinada
vuelta el Mclaren haya podido tener más problemas de los habituales.
Que no son pocos.
Excelente Wehrlein -algún día sabré escribir su apellido- en su regreso a la F1. Para callar bocas. |
He visto al Mclaren luchar contra los
Renault y Sauber, y de eso nada. Se defendía bien. De perder esa
distancia, no habría durado ni un suspiro. Ni tampoco habría
pasado a Q2 Alonso. De hecho, serían los últimos de largo, y no es
el caso. Por tanto, falta de potencia, sí. Pero no nos pasemos.
Tal falta de potencia no nos deja ver
las virtudes de un chasis que, esta vez sí, parece bueno. Esperemos
que Honda mejore pronto y así podamos ver las verdaderas virtudes
del MCL32, en caso de que las tenga.
De cara al mundial, veremos si la cosa
sigue así, es decir, al rojo vivo.
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