lunes, 10 de abril de 2017

Shanghái surprise

        Verstappen y los españoles




Verstappen fue el héroe del día.




En realidad sorpresas no hubo muchas, pese a lo que reza el titular, pero las condiciones climatológicas dieron lugar a una carrera bonita con varios pilotos dando el do de pecho.
Max Verstappen estuvo soberbio de nuevo y ganó con todo merecimiento su plaza de podio así como el ser elegido piloto del día.
Claro que al igual que muchas veces los árboles no dejan ver el bosque, la deslumbrante demostración de Verstappen cegó con su luz la de otros que, en el caso de Alonso, fue tan buena como la del holandés.
Y es que pasó exactamente lo mismo que en Hungría 2006, donde la exhibición de Alonso no dejó ver la de Schumacher, que fue igual de buena. Lo que pasó entonces es que Schumi estaba lastrado por unos Bridgestone de agua muy inferiores a los Michelín. Y en China Alonso estaba lastrado con un coche inferior, tanto en chasis como, sobre todo, en motor.
Y es que la remontada de Alonso, con ese caldero que tiene, fue tan buena como la de Verstappen. Es decir, que de haber contado con un material similar, hubieran sido dos los héroes del día.
De Max poco más que decir, al menos bueno. Excelente en las primeras y complicadas vueltas, y más de lo mismo después, adelantando como si nada a Raikkönen y Ricciardo, de una manera tan “facil” que sólo parece estar a su alcance. Claro que eso cuando está cómodo. Cuando no lo está sufre, e incluso se queja injustificadamente. Eso de decir que el doblado le perjudicaba al quitarle aire limpio... ¡Pero si estaba a más de 100 metros, por favor! Esos pilotos quejicas -y hay más de uno-, que sólo ven lo que les conviene, no los aguanto. Por lo demás, matrícula de honor para el chaval, como lo llama Hamilton.



Alonso traicionado por su mecánica. El abandono es lo de menos, lo preocupante es la falta de prestaciones.



Alonso fue el segundo héroe del día, al nivel de Verstappen, pero con un coche con casi 30km/h menos de punta que los de cabeza, poco más se le puede pedir. Una primera vuelta excepcional, de 13º a 8º (Verstappen de 16º a 7º) y casi todo el GP en 7ª posición, muy por delante de las posibilidades de su coche, hablan por si solas de lo meritorio de su actuación.
El tercero en discordia fue Carlos Sainz, el más audaz y el único que acertó con la estrategia, que era salir con lisos. De no haber habido ningún coche de seguridad, se hubiera puesto en cabeza y, visto el ritmo que tuvo al principio, habría aguantado bastante. Tal vez luego su posición final no hubiera variado mucho, pero su carrera habría sido más lucida, cosa que merecía. Fue el primero del resto.
Respecto a los de cabeza, Hamilton logró el tercer “Grand Chelem” de su vida -pole, vuelta rápida, victoria y líder todas las vueltas- controlando la carrera con autoridad y de manera inteligente, adaptando su ritmo al de sus rivales. Dio la impresión de tener “ese poco más” que marca la diferencia y que esta vez el Ferrari no era el más rápido. Claro que calificar a dos décimas y acabar a apenas 6” demuestran que Ferrari va por el buen camino. Pronto todavía para darlos como candidatos al título, pero pronto asimismo para descartarlos. A día de hoy parece que Mercedes y Ferrari están muy cerca, a otro nivel, en tanto que Red Bull está lejos. En media carrera, los energéticos se dejaron 40” sobre Hamilton y Vettel.



Sainz no tuvo la recompensa que merecó por su audaz actuación.



Hay que decir que Vettel y Ferrari fueron los únicos de los líderes que aprovecharon el coche de seguridad virtual y que, de no haberse estrellado Giovinazzi que, ironías de la vida, es piloto de pruebas de Ferrari, habrían ganado la carrera. Pero este accidente que provocó la salida del coche de seguridad real, permitió a Hamilton y Mercedes (y a Red Bull) no sólo enmendar su error, sino sacar tajada, y así Hamilton pasó de haberse visto superado por Seb cuando le tocase hacer su parada, a ser aún más líder al meter tres pilotos entre él y Seb, su mayor rival. Y no fueron cuatro por el trompo de Bottas.
Para cuando Vettel se deshizo de sus rivales ya había pasado media carrera y Hamilton tenía unos confortables 10” de margen que no tuvo problema alguno en administrar, pareciendo siempre estar en disposición de tirar aún más que el Ferrari si fuese necesario.
Bottas, como dije, arruinó su carrera por un trompo del que luego no se recuperó; en tanto que Raikkönen estuvo apagado de nuevo. Se quejó mucho de falta de potencia, pero lo cierto es que su máximo jefe, el presidente de Ferrari Sergio Marchionne, no estaba contento y declaró: “Kimi parecía tener otras cosas que hacer” y que “Arrivabene tendrá que sentarse a hablar con él”.
Como fuere, ahora viene Barhein, un circuito que se le da bien y en el que puede desquitarse. Pero las excusas se le acaban.



En China Kimi parecía "tener otras cosas que hacer" como dijo su presidente.



Para finalizar, de nuevo con Vettel, que realizó el adelantamiento de día a Ricciardo y que se libró de una merecida sanción al colocarse en la salida donde le dio la real gana. Tal vez la FIA lo revise de cara a las próximas carreras. Claro que si a un piloto le dejan merendarse medio circuito sin ser sancionado, no veo por qué se ha de sancionar a alguien que desplaza medio metro su coche en busca de una mejor tracción pero sin adelantarse a su lugar de partida. Al fin y al cabo, la caradura en este último caso, ha sido menor.

Bromas aparte, se libró.

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