martes, 19 de marzo de 2019

GP de Australia 2019



                  Bottas y Ferrari rompen la baraja








El primero para bien y los segundos... para mal.
Sea como sea, si bien eran muchos los que esperaban una Ferrari dominante, a nadie debe sorprender que el dominio haya sido de Mercedes. Es cierto que los primeros han hecho una gran pretemporada -como casi siempre- y que las dos últimas temporadas han puesto en jaque a los segundos; unos segundos que llevan años tirando balones fuera con una desvergüenza que asquea.
Que Mercedes domine no es sorpresa, que Ferrari haya ido tan mal, sí. A todo esto, que Valtteri Bottas se torne en protagonista, no dando opción a su compañero, el aclamado Hamilton, ha sido toda una sorpresa, y muy agradable, por cierto.
El año pasado pudo ganar en Barhein, China, Baku, Alemania y Rusia -y superó ampliamente a Hamilton en Canadá-, pero por un motivo u otro, no pudo consumar. Es verdad que Bottas puede superar a Hamilton -incluso de modo contundente-, pero no es menos cierto que eso sólo lo puede hacer durante 4 o 5 carreras al año, dejando las otras 15 o 16 a favor del británico. Si logra igualar marcadores, podrá optar al título. De lo contrario, sólo a victorias parciales, por brillantes que sean, como es el caso.
Y es que cuando Bottas gana brillantemente muchos sólo piensan en qué ha fallado Hamilton. Si a eso le unimos que muchos lo llaman, con desprecio: “segundón”, “inútil que sólo corre en Rusia” y cosas así, es comprensible el mensaje de radio del finés: “para los que me criticáis, jodeos”.
Ferrari, por su parte, ni apareció. Esperemos se trate de un mal fin de semana y de aquí en adelante puedan plantar cara. Pero eso sí, que espabilen a base de bien porque una mala carrera tiene un pase y un coche malo, también, son cosas de la vida, pero no parar a Leclerc al final para poner ruedas nuevas e ir a por la vuelta rápida no tiene justificación que valga, es de incompetentes. Si actúan así en las demás áreas, normal que no tengan éxito.



Decepción roja en Melbourne. Esperemos haya sido un mal fin de semana, como el mío, con gripe.



Respecto a las ordenes de equipo, no dejando a Leclerc atacar a Vettel, se puede entender partiendo de la base de que el mejor ritmo del monegasco venía dado por su mejor táctica -hecha por el equipo-, no por su conducción, aunque lo suyo es le hubieran dejado atacar y luego, si no podía pasar, mandarlo parar para ir a por la vuelta rápida y, de haber pasado, parar a Vettel para que fuese a él a por ella. Deberían dar explicaciones de por qué no lo han hecho. Mal en todos los aspectos la Scuderia este fin de semana.
En cuanto a Hamilton, puede que tuviese razón en que sólo falló en la salida, lo que pasa es que aparte de eso, Bottas lo superó en todo y, diga lo que diga, lo sabe. Mercedes falló clamorosamente con él en la táctica, porque con 4" sobre Seb en un circuito donde los “undercuts” de marras no siempre funcionan -al tardar mucho las ruedas en coger temperatura-, no había motivo para parar, y mucho menos viendo como le fue a Raikkönen. Eso y que los parciales de Seb no eran gran cosa, no le llegó a coger ni un segundo. Se precipitaron, sin duda, cosa que no les pasó con Bottas, que disponía de 4"3 con Lewis. 
Lo que me pareció lamentable es que Hamilton preguntase más tarde por qué lo habían parado tan pronto. Tanta prueba -en las carreras, fuera está prohibido- simulación de carrera, etc... y los equipos no saben donde están y los pilotos, menos. Pues que menos que no parar si tus ruedas están bien. ¿Te exijo mucho Lewis? Tal vez, porque esos errores también los han cometido otros, como Alonso, pero ya que últimamente te doran la píldora hasta la saciedad, es bueno que alguien te ponga las pilas. Eso a Schumi y a Button no les habría pasado, porque a ellos no les hacía falta un montón de tíos alrededor para que les dijeran lo que tienen que hacer.
Max Verstappen salvó el honor de Red Bull con una gran carrera y un adelantamiento excepcional sobre Vettel. Consiguió el primer podio para Honda desde el de Rubens Barrichello en Inglaterra 2008. Fue el podio 175 del motorista nipón. Bottas y Mercedes eran demasiado para él. Tuvo ritmo para acechar a Hamilton, pero este lo tuvo siempre bajo control. El fallo que tuvo en la curva 1 perdiendo dos segundos no cambió el resultado.



Verstappen empieza con fuerza y muestra sus credenciales. No están tan lejos los RB-Honda.



Por detrás, todos muy agrupados -menos Williams- por eso de ser “el cuarto equipo”. Se puede decir que están todos en medio segundo. Esta vez ganó Haas, pero podría ser cualquiera. Racing Point puntuó gracias a Stroll, que pese a ser ampliamente superado por Pérez en los entrenamientos, se vio favorecido por la táctica de carrera. Eso y que pilotó muy bien, todo hay que decirlo.
Sainz rompió su flamante -ahora ya no tanto- V6 Renault, Grosjean casi pierde una rueda -como en 2018- y Ricciardo reventó su alerón en la salida, arruinando su carrera.
En su “retorno” a la F1, Alfa Romeo sumó puntos al acabar octava con Kimi, al igual que Kvyat -décimo- mientras que Pierre Gasly tuvo un debut en Red Bull para olvidar.
Pero para olvidar, lo de Williams. Se confirmaron todas las sospechas, su coche está a más de un segundo del que lo precede -que variará según la pista- y a unos tres o cuatro de la cabeza. Russell acabó a dos vueltas y Kubica, a tres. El retorno del polaco no ha sido nada bueno, y es que no es lo mismo un test que un GP. Espero equivocarme y que mejore, pero de seguir esta linea, quedaría claro que su retorno no acabaría de consumarse. En los siguientes GGPP lo iremos viendo, pero lo que vimos en Australia, es que su compañero Russell lo machacó.
Volviendo a Williams, están tan mal como Mclaren en 2015, pero sin la excusa del motor. Al nivel de los Marussia y HRT de antaño. Les deseo lo mejor porque, de lo contrario, el futuro del tercer equipo histórico de la F1 no será nada halagüeño.
Respecto a la vuelta rápida, al puntuar, por fin se sabe en todo momento quién la hace y el tiempo. ¡Ya era hora!
Fue a por ella Bottas y la consiguió en 1´25”580, que para tratarse del tercer año de los F1 “más rápidos de la historia”, como los denominaron en 2017 algunos, siguen sin batir el récord de Schumacher de hace tres lustros -2004- en 1´24”125. De hecho, la distancia de carrera en 2004 la completó el propio Schumi en 1´10” menos que Bottas este año.






Aunque para ser justos del todo, hay que decir que aunque la pista es la misma -no se ha modificado el trazado-, las condiciones no, y estas pueden jugar a favor o en contra. No sé si en 2004 estaban mejor las condiciones que ahora, pero sí que este año no eran las mejores, porque en 2017 Vettel cubrió la distancia -estimando su última vuelta en 1´29”, ya que el GP duró una vuelta menos- apenas en 13” más que Valtteri. Osea, que habría sido segundo. Y todos sabemos que los coches de este año son más rápidos. Más rápidos que los de 2018, que los de 2017 ni te cuento.
Sí, más rápidos, porque los pequeños cambios para favorecer los adelantamientos efectuados sobre los alerones delanteros de los monoplazas, pese a hacerlos más lentos, realmente no lo son, porque el progreso lo ha compensado de sobra. Eso nos hará ver nuevos récords de velocidad en Monza, tanto de pole, como de punta, ya que el DRS se abre ahora dos centímetros más, favoreciendo la velocidad máxima.
Para finalizar, mis condolencias a familiares y amigos de Charlie Whiting, que se fue prematuramente por una embolia pulmonar a los 66 años de manera totalmente repentina. Desde 1997 era el director de carrera de la F1, destacando su lado humano, su cercanía. Tenía un aspecto estupendo y, aunque no era ya un jovenzuelo, sin duda se ha ido más pronto de lo que debería.
Descanse en paz.

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