martes, 29 de octubre de 2024

GP de Méjico 2024

 


                     Red hot Chili peppers





Sensacional victoria de Carlos Sainz, apodado “Chili” desde pequeño, que fue intratable durante todo el fin de semana. Hizo lo que hasta la Q2, parecía iba hacer Norris. Sin duda el Ferrari ha mejorado un montón, pero el Mclaren no se queda atrás, sin embargo, los pilotos de Ferrari parecen estar más acertados. Eso y que no tienen a Verstappen con una fijación casi enfermiza respecto a Norris. Al menos esta vez, le metieron una doble sanción de 20” al holandés por su conducta antideportiva. ¿Aprenderá la lección?

En esta carrera Alonso celebraba su GP n.º 400, creo que publiqué en otro artículo, basándome en las estadísticas de “Stats F1”, que esto lo haría en Las Vegas, ya que tiene tres “no participaciones”. Me equivoqué, según esa cuenta, sería en Catar, pero dependiendo de como se mire la cosa, esta varía, ya que sus únicas “no participaciones” han sido EEUU 2005 y Rusia 2017, en las que se retiró en la vuelta de reconocimiento -en EEUU de forma voluntaria- y por tanto, no tomó la salida. La tercera sería Bélgica 2001, que si la tomó pero abandonó con problemas de cambio cuando hubo una bandera roja y no tomó parte en la segunda salida, partiendo la carrera de cero a partir de entonces. En ese caso no se la puede considerar “no participación” y por tanto, en Las Vegas llegará a su carrera n.º 400. Sobre las otras dos, al abandonar en las vueltas de reconocimiento, tal vez sí se puedan considerar participaciones y, en ese caso, la celebración es correcta. Cada cual que saque sus propias conclusiones, la mía es que la doy por buena. Como anécdota pensaba sería Max el primero que llegaría a esta cifra, pero me equivoqué y, si no hay retirada sorpresa, Hamilton también llegará a esa cifra en un par de años. Max, por su parte, de aguantar tanto como estos, llegaría al medio millar que, dadas las cifras de GGPP actuales, ya no descarto para ninguno de los dos antes mencionados, por improbable que sea. De hecho, si Alonso no se hubiese retirado dos años, estaría rozando los 450 GGPP, eso sin contar su año de probador en 2002.



Sin suerte, Alonso no pudo acabar su GP número cuatrocientos.


Y como Alonso celebraba sus 400 carreras, llevaba casco especial, como los pilotos de Ferrari, aunque para mí el más bonito y emotivo erra el de Franco Colapinto en homenaje al del gran Carlos Reutemann.

Cinco pilotos probadores salían a libres uno: Bearman con Ferrari, Antonelli con Mercedes, O´Ward con Mclaren, Drugovich con Aston y Shwartzman con Sauber. El de Ferrari tuvo un accidente con Albon en los libres 1, saliendo el tailandés el peor parado. En principio se culpó a Bearman, pero Albon lo disculpó.

Los Mclaren y Sainz sacaban músculo en los libres, en los que Verstappen tenía problemas teniendo que cambiar el motor, aunque sin sanción. Pero si él tenía problemas, muchos más su compañero Pérez que corría en casa.

La Q1 vio a Norris fortísimo, a diferencia de Colapinto, Piastri, Pérez, Ocon y Zhou, que no pasaron de ahí. Nada que objetar al bravo argentino, pero lo de Piastri, con ese coche, no es de recibo. Pérez tenía muchos problemas y su coche, pese al gran partido que le saca Verstappen, parece en dificultades. Ocon tiene lo que tiene, aunque en estas dos últimas citas Gasly está sacando un mucho mejor provecho del Alpine, toda vez que Zhou parece abonado al último lugar. A destacar que Bottas, muy a gusto en esta pista -como en la de Rusia- , pasó el corte.



Colapinto: in memoriam Carlos Reutemann.


En Q2, cancelada antes por el accidente de Tsunoda, se quedaron este, su compañero Lawson, Alonso, Stroll y Bottas, con un Norris que se perfilaba para pole toda vez que Sainz, muy confiado, parecía estar un paso por delante de Leclerc.

La sorpresa en Q3 fue que Norris se estancó y apenas mejoró en su segundo intento su tiempo de Q2 -el primero fue pésimo- toda vez que Carlos Sainz metía una marcha más y realizaba la pole de forma incontestable, siendo el único en bajar del 1´16, aunque con el tiempo de su primer intento le habría servido. Verstappen fue segundo pese a que en su primer intento le anularon la vuelta, por delante de Norris y Leclerc, todos en un pañuelo. Russell, Hamilton, Magnussen, Gasly, Albon y Hulkenberg completaban los diez primeros.

La única modificación en la parrilla era que Ocon partiría de boxes por no respetar el parque cerrado.

La carrera se preveía a una parada, partiendo la mayoría con medias, con algunas excepciones como Pérez y Piastri, al estar fuera de posición -sobre todo el Mclaren- y otros como Colapinto, Ocon y ambos Sauber, que partieron con duras.  



Norris y Verstappen se volvieron a ver las caras. Y de nuevo hubo polémica.


Por mucha parte sucia que digan, sobre todo desde Ayrton en Japón 90, eso son excusas, como demostró Verstappen con su arrancada, superando a Sainz, el cual intentó hacerle un exterior a Max en la uno, y este lo mandó fuera. Sainz se puso líder al saltarse, que remedio, las tres primeras curvas, al estilo de Hamilton en 2015, sólo que este lo hizo porque se pasó de frenada el solito y no quería perder la posición, y el infame Charlie Whiting se lo consintió. Sainz fue forzado, pero no protesto y cedió posición poco antes de que saliera el coche de seguridad por el accidente de la salida de Tsunoda y Albon, con abandono de los dos. La carrera se reanudó en la vuelta siete por este orden: Verstappen, Sainz, Norris, Leclerc, Hamilton, Russell, Magnussen, Huleknberg, Gasly, Lawson etc.… y al segundo paso lanzado por meta Sainz le hizo un interior en la uno a Max impresionante, apurando la frenada desde las “quinbambas”, sorprendiendo así a un Max que no tuvo tiempo de reaccionar. Aderezó el adelantamiento con una cruzada botando en el bordillo de la 2 para evitar el bolardo. Ya era líder, pero no se despegaba. Entonces llegó la lucha Verstappen-Norris, un clásico este año en la que el holandés no destaca por su limpieza y, tras sacarlo -de nuevo- de pista en la cuatro, al ser superado hizo una apurada sin sentido en la siete que acabó con ambos fuera, siendo superados por Leclerc, pero con Max delante de Lando.

Los Ferrari se escapaban, y Leclerc parecía tener más ritmo, acercándose a Sainz y tomándole DRS, a lo que el español se quejaba, aduciendo estaban forzando demasiado. Podrían parecer quejas, pero los hechos le dieron la razón, porque a partir de entonces su ritmo fue siempre mejor al de Leclerc, al que llegó a aventajar en 9” antes de que este parase, cosa que hizo antes que Sainz, lo cual le beneficiaba, pero es que la ventaja de Carlos era tal, que era lo lógico, ya que Norris -que estaba a 15” de Sainz y a 6” de Charles-, acababa de parar (vta. 31) y había que “cubrirlo”.



Buen "rollo" entre Ferrari y Mclaren. Eso es deportividad.


A todo esto Alonso había abandonado por problemas de frenos, Pérez, que tuvo una penalización de 5" por estar mal colocado en parrilla, paró a poner medios tras tocarse con un correoso Lawson y Russell había dado cuenta de Hamilton, aunque dañó su alerón delantero izquierdo, lo que iba a ponerle, a la larga, en dificultades.

Tras las paradas de los líderes, la situación era la siguiente en la vuelta treinta y cuatro: Sainz líder, Leclerc a 8”8, Norris a 13”6 y Russell cuarto a 25”, ya sin opciones. Verstappen, que había parado y cumplido su sanción en la vuelta veintiséis -le retuvieron casi 25” en lugar de los 20”- estaba a más de medio minuto y remontando. Se pensaba que tal vez podría llegar a los Mercedes, pero nada de eso, su alta degradación no lo permitía y al final tuvo que controlarla para no perder la posición ante un sensacional Magnussen, que todo el fin de semana fue mejor que Hulkenberg.

Los Mercedes se enfrascaron en un bonito duelo que duró un montón de vueltas, casi media carrera, hasta que a seis del final Hamilton se impuso a Russell, cosa que seguramente no habría conseguido de no haber tenido este el alerón dañado.

Respecto a los tres primeros, había que ver el ritmo que tenían con duros y, en este caso, el del Mclaren parecía un poco mejor, recuperando parte de lo perdido al principio con medios, cuando los Ferrari iban mejor. En parte por eso, por otra porque dicen el Mclaren no es tan efectivo con los depósitos llenos. Eso y que Lando a veces parece entonarse a medida que avanza la carrera. Sea como sea, el Mclaren tenía más ritmo, pero los Ferrari lo tenían controlado. O eso parecía, Sainz no tenía problemas, y tampoco los hubiera tenido sin las vueltas al principio tras el coche de seguridad que, al acortar la carrera, podrían haber perjudicado a Lando en caso de acortar el último relevo. Pero Charles si tenía problemas, de repente su ventaja se diluyó, en parte porque tardó más en doblar que Lando y luego, tratando de mantener el tipo, casi se estampa en lo que queda de “peraltada”, dejando el segundo lugar a Norris y adiós al doblete. Al menos marcó la vuelta rápida, ya que tenía una parada gratis, y ese punto podría ser importante al final en el caso de que pueda Ferrari luchar por el título de constructores. Eso lo veremos con más claridad tras el GP de Brasil.






De modo que Sainz ganó con comodidad, como en Australia, controlando, por delante de Norris, Leclerc, Hamilton, Russell, Verstappen, K-Mag, Piastri -remontó desde el décimo séptimo lugar y acabó acechando a Magnussen-, Hulkenberg y Gasly como pilotos con derecho a puntos.

Podio fantástico y gran celebración de Sainz y Ferrari en la “foro sol”, a pesar de que Leclerc estaba un poco cabizbajo por no haber podido con Lando, dando la impresión de estar enfadado con Carlos. Por lo demás, genial, fue muy bonito el podio y ver a sus padres -la madre casi nunca va a las carreras-, amigos y familiares celebrando la victoria de Sainz, un piloto rápido, eficaz y trabajador incansable -como su padre- que, a diferencia de este, todo hay que decirlo, jamás dice una palabra más alta que otra y que es todo un caballero en la pista y fuera de ella. Ferrari verá lo que ha hecho al despedirlo, veremos si no se arrepiente, yo creo que sí. Lo que está claro es que siempre podrá regresar.

Antes de despedirme de cara a Brasil, decir que fue muy bonito que Zak Brown, de Mclaren, se uniese a la foto celebración de Ferrari, al igual que Sainz lo hizo en la de Mclaren, algo impensable en los tiempos de Ron Dennis. Eso es deporte. Espero que si luchan por el título de constructores, esta buena relación no se deteriore.


miércoles, 23 de octubre de 2024

GP de Austin 2024

 



                      Dos duros de Texas


 



Ferrari se impuso en Austin, al igual que lo hiciera a principios de septiembre en el mundial de resistencia, en este caso con doblete y con un ritmo impresionante. Les faltó un poco en calificación y eso no les permitió ganar la carrera corta, pero en la larga no tuvieron rival, dejando a los que se juegan el título, Verstappen y Norris, como meros comparsas a pesar de que fueron ellos, los que con su duelo, dieron emoción a la carrera. Lástima que en muchos casos, como este, estos duelos no acaben bien por las malas formas de algunos (Verstappen) y pésimas decisiones de otros (los comisarios).

Las novedades a la llegada de esta carrera eran dos, el retorno de Liam Lawson a la F1 en Visa RB, lo que era Alpha Tauri, y el patrocinio, apoyo, asociación o lo que sea de Toyota Gazoo a Haas. Y es que no dejan de llamarme la atención estos acuerdos. Toyota apoya a un equipo con motores Ferrari, mientras Aston Martin, al que se le supone un constructor, usa motores Mercedes y, de cara a 2026, Honda. Será la globalización.

En lo reglamentario, la novedad es que de cara a 2025 se elimina el punto por la vuelta rápida, y pilotos como Sainz se muestran de acuerdo, aduciendo esto no tiene sentido y que dicho punto debería ir, en todo caso, a la pole. Pues no, totalmente en desacuerdo, porque la pole todos la buscan, ya que es la mejor manera de afrontar un gran premio, pero la vuelta rápida es algo de lo que todos pasan y que, salvo raras excepciones, a diferencia de la pole, nadie busca. Ahora, al dar un punto por ella, sí. Pues tiene lógica, es una forma de incentivarla, de lo contrario, a nadie le importaría.



Héroe del sábado, Sainz cedió el testigo a Lelcerc el domingo.


Sobre las decoraciones especiales, Mclaren traía otra, nada agraciada, como la mayoría de las que ha llevado, incluída la oficial, aunque la de Mónaco a mí me gustó al recordarme por detrás a un Benetton de 1992-93 y por delante a un Minardi; mientras Alpine por su parte, traía otra con tonos naranjas que lo hacía parecer un Mclaren. Claro que lo suyo es que corriera como tal, no hacerlo coincidir cromáticamente.

Volviendo a Lawson, este “hereda” la sanción que le correspondería a Ricciardo por pasarse de elementos del motor. Eso disipa mis dudas, de si dichos elementos iban por coche, o por piloto. Está claro es por coche.

El GP, como retornaba al formato esprint, sólo tenía unos libres en los que la mayoría optaron por ir con duras, reservando así las medias, que falta les iban a hacer para la cuali esprint, que les obligaba a usarlas en sus dos primeras rondas.

En la SQ1 cayeron Piastri, Ocon, Albon, Bottas y Zhou. Lo de Piastri fue toda una sorpresa, pero es lo que tiene no respetar los límites de pista. Albon no pudo pasar a causa de un espectacular trompo en la 19, a diferencia de su compañero Colapinto, que además de rápido, es muy espectacular. Pérez, Gasly, Stroll, Alonso y Lawson fueron los que no pasaron del segundo corte, llamando la atención como Pérez se quedó fuera mientras su compañero Verstappen exhibía un fuerte ritmo.

La lucha por la pole de la esprint estaba muy abierta, surgiendo como candidato a ella un sorprendente Russell, que hasta ese momento estaba siendo claramente superado por Hamilton, un Hamilton que apenas mejoró milésimas con las blandas. El tiempo de Russell fue tan bueno que sólo un inspirado Verstappen pudo superarlo por apenas doce milésimas. Leclerc fue tercero precediendo a Norris y Sainz, todos en un pañuelo, Hulkrenberg era sexto y, al igual que Russell, despertó para esta sesión, estando superado anteriormente por su compañero Magnussen. Un decepcionado Hamilton fue séptimo delante de Magnussen, Tsunoda y Colapinto, que se salió de pista y no pudo optar a más.



Haas lo hizo bien en casa, el día del estreno de Toyota en el equipo. Puntuó los en las dos carreras.


En la arrancada de la “minicarrera” Verstappen no dio opción, toda vez que Norris pasaba de cuarto a segundo al aprovechándose del duelo entre Russell y los Ferrari. Hamilton era sexto seguido de Magnussen, Tsunoda y Hulkenberg.

La carrera, divertidísima con grandes duelos rueda a rueda, fue tan espectacular que diría ha sido la más bonita del año. En cabeza Max nunca se vio inquietado. Norris, en cambio, sí. Tuvo un pequeño bajón que le hizo ser acosado por Russell, aguantó, se recuperó y fue a por Max, sin éxito, sucumbiendo en la última vuelta ante el héroe del día, Carlos Sainz, que tras pasarse y repasarse repetidas veces con Leclelrc, acabó superando a este en la vuelta cinco para, a continuación cepillarse a Russell en la vta. nueve, esta vez con menos dificultades, ya que el Mercedes se iba “pa tras” y, en la siguiente vuelta y en el mismo sitio, era Leclerc quien lo superaba. Los Ferrari remontaron y Sainz ascendió al segundo lugar en la última vuelta en detrimento de Norris, mientras Leclerc no pudo hacer podio por muy poco ante un Norris que defendió al límite y quizá más allá de él. Como no hubo toque, no hubo sanción, pero por menos han sancionado a otros, como a Alonso y Sainz.

Los Mercedes entraron a continuación en formación, al igual que los Haas de Magnussen y Hulkenberg, que coparon las últimas plazas con derecho a puntos, precediendo nada más y nada menos que al Red Bull de Pérez. Piastri acabó noveno pese a su sanción de 5” por tocarse con Gasly, pero lo guapo fue su gran duelo con Tsunoda, al que su equipo en un momento dado pidió dejase pasar al australiano, y la respuesta del japonés fue para enmarcar: “sí, seguro que lo voy a dejar pasar”. Esto no molestó a esta FIA de mierda, esta que lo multó por decir “putos retrasados” en la radio. Lo que está en la radio debe tratarse como privado y no emitirse más que las cosas que de verdad importan. Pero la FIA está al “pasteleo” y a sacar dinero. Y a seguir imponiendo la dictadura progre.



Colapinto, rápido y espectacular, llama a la puerta de la F1 con fuerza. 


La cuali fue cuatro horas después y resultó sorprendente. Lo más llamativo, para bien, fue la gran mejora de Alpine, de Gasly sobremanera y, para peor, la pésima actuación de Hamilton, que falló en su vuelta y quedó décimo octavo, superado por Valteri Bottas con el Sauber que, a día de hoy es el peor coche sin lugar a dudas. Los Williams de Albon y Colapinto tampoco pasaron y el último fue, ¿lo adivinan? Guanyu Zhou, que la verdad está teniendo una temporada en la que no se está ganando el puesto precisamente.

Tsunoda, Hulkenberg, Ocon, Stroll y Lawson se quedaron en Q2, en el caso de Lawson sin marcar tiempo alguno, sólo salió para dar un rebufo a su compañero Tsunoda, total, para salir último, ¿para que gastarse? Hulkenberg perdió toda opción al fallar en la primera curva, de lo contrario habría pasado a Q3 sin problemas, aprovechando su fallo su compañero Magnussen.

A diferencia del día anterior, Russell no estaba para pole, pero Lando sí, y este marcó el mejor tiempo en su primer intento pese a una bonita cruzada en la 19 con 31 milésimas sobre Verstappen. Los Ferrari de Sainz y Leclerc eran tercero y cuarto por delante de Piastri, Russell y Gasly, todos ellos en una décima. Octavo y noveno eran Alonso y Magnussen. Pérez, que tenía ritmo para estar entre los cinco primeros, se quedó sin tiempo porque el “zambombazo” de Russell en la 19 en el segundo intento de este provocó la bandera roja y, como no había tiempo para más, el fin de la sesión. Y así nos perdimos la emoción final. ¿Hubiera podido Max con Norris? Nunca lo sabremos, pero estaba la mar de ajustado. Una pena, la verdad.

De cara a la parrilla, Russell partiría de boxes por modificar el coche en el parque cerrado, aparte de repararlo y Lawson saldría décimo noveno por su sanción antes comentada. Zhou también tenía una, pero como era último y las sanciones de los otros dos eran mayores, partiría décimo octavo.



Lawson retorno a la F1 con éxito, puntos... ¡y con fricciones con Alonso!


Antes de la salida, la cosa se animaba con las animadoras, cheerleaders que dicen por allí, y que siempre gusta ver. Se preveía una carrera a dos paradas y que sólo Ferrari podría ir a una, cosa que yo no creía. Al final casi todos a una, pese a lo visto el día anterior, con una Mclaren mucho mejor, pero insuficiente ante una Ferrari imperial que dominó con autoridad pese a que su táctica no me acabó de convencer, ya que creo hicieron parar a sus dos pilotos muy pronto, visto su ritmo. Pero dado el resultado, ¿quien soy yo para contradecirlos? Los hechos les dieron la razón.

En la parrilla todos montaban medios, salvo Stroll, Colapinto, Lawson y los dos Mercedes, que partieron con duros.

En la arrancada Norris salió bien, pero con Max uno debe tener no cien, sino mil ojos, y este le metió el coche a los bestia, sacándolo de pista, de haber un muro, acaban ahí, hecho que aprovechó Leclerc para situarse primero, toda vez que Sainz era tercero tras Max al verse obstruido en su trazada por el dúo Max-Norris, siendo este último cuarto por delante de Piastri, Gasly, Magnussen, Tsunoda, Alonso, Hulkenberg y Hamilton, que pasó de décimo octavo a décimo segundo en la primera vuelta... para salirse de pista en la segunda. Y salió el coche de seguridad. Había alguna duda sobre Leclerc, que tuvo un fuerte blocaje al finalizar la primera vuelta, pero cuando esta se reanudó (vta. 6), no dio opción y Sainz prosiguió con sus ataques a Verstappen, al estilo de los del día anterior con Leclerc -ya en la primera vuelta intentó un interior un tanto optimista en la recta opuesta-, pero sus ataques se vieron frenados por unos pequeños problemas de motor que le hicieron replantearse su carrera. Pasó de querer pasar pronto a Max para ir a por Leclerc, a limitarse a seguir al holandés para adelantarlo más adelante a la vez que controlaba a los Mclaren que venían a continuación.



El duelo Norris-Verstappen acabó a favor de este último gracias a sus malas artes y a la permisividad de los comisarios.


Mientras Leclerc se escapaba del binomio Max-Carlos, cuya distancia entre ellos no sobrepasaba los dos segundos, estos le metían 3”5 a Lando y este otros tantos a Piastri, mientras Gasly, con el Alpine mimetizado a Mclaren parecía correr tanto como estos, pero al ir a dos paradas, perdió toda opción, al igual que K-Mag. Alonso también se venía abajo, pero en este caso porque el Aston no corría nada. A todo esto, Russell, en su remontada, había sido penalizado con 5” por sacar a Bottas de pista, pero la verdad es que fue un adelantamiento correcto. Pérez, por su parte, se ubicaba sexto, pero sin opciones de ir más arriba.

De los de cabeza, Sainz fue el primero en parar en la 22, cuando estaba a menos de 2” de Max, a 10” de Leclerc y con 3”5 sobre Norris. Max paró cinco vueltas después, cuando ya no tenía ritmo y estaba a mas de 10” de Leclerc, el cual tenía casi 14” con Lando, decidiendo parar a continuación. Como dije, no me gustó esta táctica, porque su ritmo era equivalente al de Mclaren, pero al final dio igual. Estos siguieron cinco vueltas más a fuerte ritmo, pero ya no había más.



Las Dallas Cowboys Cheerleaders animaron el cotarro. Se echa de menos a las chicas de las parrillas.


En la vuelta treinta y tres, a falta de veintitrés, con los líderes habiendo efectuado su única parada, la situación era la siguiente: los Ferrari de Leclerc y Sainz lideraban separados por ocho segundos, con Max cuatro por detrás y Lando a otros seis. Aunque Piastri no andaba muy lejos, no estaba en condiciones de acechar a nadie. Russell, Lawson y Colapinto, con duros y sin parar, iban a continuación, por delante de Pérez, Magnussen y Hulkenberg.

Los Ferrari mantenían un ritmo acelerado que impedía a Max y Lando acercárseles siquiera, aunque Lando si se acercaba a Max. Lo acabó cazando y libró un vibrante duelo con él, adelantándolo en la 12 en la vuelta 51, a cinco del final, tras casi una decena de vueltas de lucha. Lo hizo por fuera de la pista, pero unicamente porque Max lo sacó, de haber trazado, se chocan. Pues nada, que lo penalizaron al tío. Le metieron 5” por evitar un accidente. Y es que lo que hizo Max no se debe hacer, pero incomprensiblemente, se lo permiten. No sólo eso, lo premian. Pues no, además, Max también se salió de pista, pero es que aunque no lo hubiera hecho, me es igual, ya que forzó a su rival fuera cuando iban en paralelo. Y eso no se hace, hay que respetar la pista y trazar como si hubiera un muro. Lamentable por su parte, peor por la de los comisarios. Esa mala actitud, antideportiva a todas luces, no quita que ganase la carrera al esprint el sábado y que luchase por el podio con un coche que, en manos de Pérez, acabó séptimo y lejos, muy lejos. Checo en realidad no fue octavo por el abandono de Lewis. De modo que el partido que le saca Max es impresionante, a día de hoy el mejor piloto de la parrilla y su RB quizá el cuarto coche.



Gran carrera de Lelcerc el domingo. Sólo un pequeño fallo en la primera vuelta, luego dominó a placer.


Y fue así como los Ferrari firmaron un merecido doblete, con Verstappen tercero por delante de los Mclaren de Norris y Piastri, Russell fue sexto pese a su sanción, al superar en los compases finales al Checo Pérez. Hulkenberg fue un sólido octavo, Lawson un gran noveno y Colapinto un genial décimo, dejando muy claro Russell, Lawson y Colapinto, que partían desde boxes, décimo noveno y décimo sexto respectivamente, que la opción de partir con duros era la idónea, al menos en su caso. Ocon, por su parte, puso blandas al final y marcó la  primera vuelta rápida de su palmarés -y de Alpine-, arrebatándosela a Colapinto pero, más allá de ello, es que así Alpine le quitaba un punto a Williams, cosa de capital importancia, ya que apenas los separan cuatro.

En siete días, Méjico lindo y querido, a ver como se desarrolla la cosa. Si Ferrari mantiene el pulso, podría haber una gran lucha en el mundial de constructores, pero creo eso es emocionarse demasiado. Lo mejor es como en 2007, ir carrera a carrera y, si el coche va, los resultados llegarán por si mismos y sino, que nos quiten lo bailado.



¿Mclaren? No, un Alpine, que se mostró un poco mejor que últimamente.


miércoles, 16 de octubre de 2024

Jacques Laffite

 



                  Simpático, enjuto… y veloz





Dado que empecé a seguir la F1 en 1981, vi correr a Jacques Laffite, un piloto francés al que me era imposible no asociarlo siempre al equipo de sus amores, Ligier, con los colores de la tabacalera francesa Gitanes. Gitanes que significa “gitano”, aunque su apodo nunca fue ese, pese a que encajaba muy bien en él, lo llamaban “Jacquot”.

Aunque nunca fui seguidor suyo, siempre fue un piloto de mi agrado y de los que recuerdo con más cariño. La verdad es que eso me pasa mucho con los pilotos de los primeros años ochenta y que en mi juventud consideraba, más que ídolos, Dioses. Pero aunque muchos me gustaban y guardo de ellos un grato recuerdo, son otros, como Jacques Laffite, los que destacan en mi memoria.

Su aspecto enjuto, casi descuidado y con aspecto de “su patrocinador” durante muchos años, de “gitano”, lo hacían parecer mayor incluso de joven, todo un veterano. Y cuando yo lo vi correr ya lo era, estando entre los que más GGPP habían disputado.


Con el ISO Marlboro en 1974, cuando debutó en la F1.


Con 42 años y en plena forma, en 1986 disputaba su décimo tercera temporada de F1 e iba camino de superar al mítico Graham Hill como piloto con mayor número de GGPP disputados cuando un accidente en la salida del GP de Inglaterra, disputado en Brands Hatch, en el que se fracturó las piernas y la pelvis, puso fin a su carrera en F1, no pudiendo superar las 176 carreras de “Mr. Montecarlo”, número al que había llegado justo en esa carrera. Lo que si tuvo, en su momento, fue el récord de carreras con el mismo constructor, 132 con Ligier, algo que entonces parecía inalcanzable.

Mis recuerdos de él en su época no son justos, al estar eclipsado en 1983-84 en su estancia en Williams por el exuberante Keke Rosberg que, en la parrilla de Rio 1983 marcó la pole y le metió a Jacques la nada desdeñable cifra de 3”7, calificando este décimo octavo. Peor le fue en el GP de Europa en Brands Hatch de 1983, el de su accidente tres años después, como si se la tuviera jurada dicho circuito, cuando no se calificó, quedando a 3”3 de Keke y lo que es peor, a “8 del debutante Jonathan Palmer, que debutaba en F1 con el tercer Williams y él sí se calificó. Pero nada de eso hacía palidecer la estrella de Laffite, ni siquiera que tras dos años en Williams sólo superase dos veces en parrilla a Rosberg, porque Jacques era un gran piloto y lo volvió a demostrar en su regreso a Ligier, donde volvió a brillar a un gran nivel, al nivel que Jacquot merecía.

Laffite llegó a la F1 por méritos propios, tras ganar la Fórmula Renault francesa en 1972, la F3 francesa en 1973 y ser campeón de Europa de F2 en 1975, compaginándolo con su carrera en F1, en la que había debutado el año anterior con un Iso-Marlboro del equipo de Frank Williams con el que disputó cinco grandes premios. En el mundial de resistencia, con Alfa Romeo disputó tres carreras junto a Arturo Merzario, “el pequeño artista”, al volante del 33TT12, ganándolas todas: 1000km de Monza, 1000km de Nürburgring y 800km de Dijon, mientras en F1 corría diez GGPP ya con Frank Williams como constructor, logrando un más que brillante segundo lugar en el “infierno verde” de Nürburgring.



1975: campeón de Europa de F2, piloto de F1 y tres victorias con Alfa en resistencia.


En 1976 se pasó al “equipo de sus amores”, Ligier, con los maravillosos motores V12 Matra, sobre todo por su sonido, por algo los llamaban, los “Stradivarius”, logrando su primera pole en Italia. Corrió tres carreras de F2 y en el mundial de marcas con Renault con el Alpine A442 logrando tres poles pero ninguna victoria.

En el GP de Anderstop de 1977, en Suecia, ganó su primera carrera de F1, no pudiendo repetir hasta 1979, año en el que Ligier cambió los V12 Matra por el Ford Cosworth DFV marcando un espectacular arranque de temporada: dos victorias en las dos primeras carreras, Argentina y Brasil, con sendas poles, que parecían catapultarlo al título y convertirse así en el primer campeón del mundo francés. Pero el equipo se desinfló y pese a la victoria de Depailler en España, en la que Jacques marcó la pole, y su segundo puesto en Bélgica tras el Ferrari de Jody Scheckter luego de conseguir otra pole, Jacques sólo pudo conseguir terceras posiciones en Alemania, Austria y Holanda, insuficientes para optar al título.

1980 más de lo mismo, muy buenas prestaciones aisladas con el Ligier JS 11/15, evolución del JS 11 de 1979, que generaba mucho efecto suelo, quizá más que ninguno, pero no acababa de ir fino. La pole en Francia, en Paul Ricard, desataba la euforia de los franceses y todo su chauvinismo, más aún cuando los tres primeros en parrilla eran del país, pero Alan Jones, que no les tenía mucho cariño precisamente -decía que lo peor de los franceses era que nadie tenía mejor opinión de ellos mismos que ellos-, se hizo con la victoria con su Williams. Jacques se desquitó ganando la siguiente carrera, en Alemania.



Con el Ligier JS11 que, de haber tenido más constancia, hubiera podido ser campeón.


Con neumáticos franceses -Michelín- en el equipo, el apoyo del constructor Talbot que trajo de vuelta los V12 Matra, 1981 fue el mejor año de Laffite en F1. Logró su última pole en F1 en España y sus dos últimas victorias, memorables las dos, en Austria y, sobre todo, la de Canadá bajo un fuerte aguacero en la que fue, simplemente, inalcanzable. Esas victorias, junto a otras posiciones de honor: segundo en Bélgica y España, esta con un gran duelo final con Villeneuve, y tercero en Mónaco, Inglaterra y Alemania, lo dejaron en la cita final con posibilidades de ser campeón junto a Reutemanny Piquet, que lo aventajaban en seis y cinco puntos respectivamente. Lo tenía difícil y no pudo ser, pero fue la única vez que llegó a la última cita con posibilidades de ser campeón.

A partir de ahí, el ocaso, o lento crepúsculo si prefieren, Jaques no volvió a ganar en F1. En 1982 Ligier fue un desastre y en su retorno a Williams en 1983-84, no se adaptó a los coches de Sir Frank, a diferencia de Rosberg, a sus anchas en ellos. Volvió por sus fueros a Ligier en 1985 con neumáticos Pirelli y motores Renault turbo, pero los Ligier estaban superados, no eran coches para ganar, sino para lograr buenos resultados aislados, que fue lo que hizo Laffite: tercero en Inglaterra y Alemania ´85, cerrando el año con un segundo lugar en Australia, arrancando 1986 con un brillante tercero en Río. En Detroit fue segundo, su 32º y último podio, dos carreras antes del accidente que puso fin a su trayectoria en F1, que no estuvo nada mal pese a los números que se estilan hoy en día -antes también, pero no tanto-, ya que Laffite compitió en la era dorada de la F1, la de mediados de los ´70 a mediados de los ´80, cuando esta era más abierta y bonita que nunca.

En todos esos años de F1, como vimos, no sólo corrió allí, disputó algunas carreras sueltas de F2 y corrió en Le Mans, donde había debutado en las míticas 24 horas en 1972 con Ligier, repitiendo en 1973. En 1979 y 1980 corrió el campeonato Procar monomarca y “monomodelo” con los preciosos BMW M1, que hacían de teloneras de la F1 -con pilotos de F1- ganando una carrera.



Con el Williams -en la foto en San Marino 1983- con el que nunca estuvo a gusto del todo.


Desde entonces hasta su accidente, sólo F1. En 1987 corrió en el mundial de turismos con un Alfa Romeo 75 de Alfa Corse, pero nada podía hacer frente al poderío de los BMW M3 y Ford Sierra Cosworth. En 1988 disputó el Europeo de turismos -se canceló el mundial- con un M3 de Bigazzi, con el que logró una victoria. Del ´90 al ´92 corrió el DTM con Mercedes, sin éxito y en 1994 y 95 corrió el Superturismo francés con un Opel Vectra, logrando ganar una carrera en 1995, eso más varias participaciones en Le Mans, aunque nunca en equipos de punta, más varias participaciones aisladas en diversas carreras, como las del campeonato FIA de GT3 en 2007-08, llegando al año 2013, cuando colgó el casco tras disputar el trofeo Megane.

Cuñado de otro gran piloto francés, Jean Pierre Jabouille (RIP), tuvo dos preciosas hijas, Camille y Margot, que también hicieron sus pinitos en el automovilismo. A punto de cumplir 81 años, no pierde la sonrisa y su característico buen humor pese a padecer parkinson. Desde aquí todo mi ánimo y apoyo al genial Jacques Laffite.

Antes de finalizar, un par de anécdotas:

-Long Beach 1983, Laffite, pese a su escaso tamaño y peso, defendió a un fotógrafo al que estaban pegando unos seguratas. ¡Bravo Jacques!





-En agosto de 1985, tras sus podios de Inglaterra y Alemania, Giy Ligier, el patrón de su equipo, participaba en un debate televisivo con preguntas de los espectadores vía telefónica. Uno de ellos, con voz de falsete preguntó: señor Ligier, ¿no cree que ud. que con los resultados de Laffite en Silvertone y Nürburgring habría que renovarle el contrato para 1986?”. A lo cual Ligier respondió que, en efecto, sería conveniente hacerlo. La voz, ya con un timbre bien distinto, absolutamente conocido y jocoso contestó: “gracias Guy, soy Jacques Laffite, ¡recuerda que lo has prometido por televisión!