lunes, 17 de octubre de 2016

Kimi Räikkönen




Me cae bien Kimi, no lo puedo ocultar. No sé si se debe a que es finlandés -me caen bien los finlandeses, tal vez por los Alen, Vatanen, Salonen, Toivonen y otros muchos pilotos de rallyes- o a que debutó en F1 con medio Ferrari, al correr para Sauber, o por la suma de ambas cosas.
Además, su carácter, totalmente distinto, lo convierte en todo un personaje. Como dice mi hermana, de antipático que es, cae bien. Y es que verle casi siempre serio, hablando en tono monocorde, y con un rostro al que apenas se le mueve un músculo, ayuda a crear esa imagen mística de hombre de hielo. Y el hecho de ser un rubio del norte contribuye de manera decisiva a ese mote.
Pero no nos engañemos con Kimi: de hielo nada. De ahí el titular. Porque Kimi es puro fuego. Tiene mala leche y se le nota sino: ¿de que sus contestaciones por radio? Como la de Abu Dabi 2012, o sus empujones a comisarios -Hockenheim 2005 y Malasia 2006-, porque si eres “de hielo” se supone que nada te afecta o, en caso de hacerlo, no lo demuestras.
Cierto que tenía motivos para reaccionar como lo hizo y estos hechos no tienen importancia alguna, solo que demuestran que no es de hielo. Sus contestaciones, de hecho, son bastante divertidas. El tío es espontaneo. Genio y figura.
Le conocí en 2001 cuando iba a debutar con Sauber como flamante campeón del británico de Fórmula Renault. El hecho de haber disputado muy pocas carreras de monoplazas, karting aparte, puso en duda su superlicencia, que se la dieron con carácter provisional a la espera de acontecimientos. Y cumplió con nota. A los 20 años debutaba en F1 logrando puntuar al lograr el séptimo puesto en Australia. Claro que para mí, puntuar “de verdad” es acabar al menos sexto, y Kimi fue séptimo, pero eso son cosas mías. Y demostró talento a raudales.



Tras un buen año en Sauber, Kimi dio el paso hacia un grande: Mclaren.



Tras un buen primer año en Sauber, rechazó -como Alonso en su momento- una oferta de Ferrari, seguramente porque la sombra de Schumacher era demasiado larga, y se pasó al enemigo, a Mclaren, donde bajo mi punto de vista brilló más como piloto.
En 2002 estuvo a punto de conseguir su primer triunfo en F1 en Francia, pero patinó en el aceite de otro coche y sirvió en bandeja el triunfo al Kaiser Michael Schumacher. Tuvo que esperar al GP de Malasia de 2003 para ganar en F1 por primera vez, ahí fue donde perdió “su virginidad”.
2003 fue un gran año para él, logró -como dije- su primera victoria en F1 en Malasia, y aunque en principio volvió a ganar en Brasil, esta carrera fue al currículum de Fisichella -también la primera de Físico-, ya que hubo un error en el cuenta vueltas. La carrera se suspendió por bandera roja por el accidente de Webber que provocó luego el de Alonso y, al momento de detenerse la carrera, Kimi era líder. Pero el reglamento dicta que para la clasificación hay que contar la última vuelta completa justo antes de la bandera roja, y en ese momento el líder era Físico, que en la siguiente se detuvo en boxes con el motor en llamas...
Pese a ello y con un sólo triunfo le disputó el título a Michael Schumacher hasta la última carrera.
2004 sin embargo, fue un año de sinsabores, con un Mp4/19 falto de competitividad y fiabilidad, aunque fue mejorando hasta poder ganar en Bélgica, su GP fetiche, contra pronóstico -Barrichello dijo que si ganaba un Mclaren ese año daría una vuelta desnudo a Interlagos- justo por delante de Schumi, que se proclamaba campeón por séptima -y última- vez.
En 2005 tuvo un coche rápido y optó al título, pero su falta de fiabilidad le impidió luchar hasta el final contra el Renault de Alonso.



Los mejores años de Kimi en F1 fueron en Mclaren, aunque tuvo que ir a Ferrari para lograr el título. En la foto la que es, posiblemente, su mejor carrera: Japón 2005, de 17º a 1º



Tuvo que irse a Ferrari en 2007 para conseguir su ansiado título, aprovechando la retirada del Kaiser de las carreras, aceptando, esta vez sí, la llamada de Maranello.
Fue un campeonato agónico, estuvo a la par de su compañero Massa, y los pocos problemas mecánicos que tuvieron los Ferrari se pagaron caros ante un Mclaren casi indestructible. Al final Massa perdió toda opción y quedó una remota para Kimi.
Por caprichos del destino logró el título, ayudado por la guerra interna de Mclaren, una Mclaren que no debía optar a título alguno por el caso de espionaje a Ferrari. Pero el no sancionarlos añadió emoción y otorgó mayor mérito al título de Raikkönen, título que sin duda merecía.
En 2008 la balanza se decantó a favor de Massa y fue el brasileño el que peleó al final por el título en un buen año del brasileño -que no ganó por los pelos- y en el que Kimi nunca estuvo a gusto y pareció una sombra de si mismo.
El cambio de normativa de cara a 2009 no sentó bien a Ferrari y Kimi fue finalmente despedido para que entrase al equipo Fernando Alonso. Así todo ganó en Bélgica por cuarta vez y se retiró de la F1 pasando a competir en los rallyes. Como tenía contrato con Ferrari de cara a 2010, esta le tuvo que pagar ese año fuera de las pistas.



Los rallyes no le salieron como esperaba, pero se lo pasó bien. Sus mecánicos no tanto.



Volvió a la F1 con Lotus en 2012 tras su no muy exitosa campaña en los rallyes, devolviendo a tan mítico nombre los laureles del triunfo 25 años después al ganar en Abu Dabi 2012 con el precioso Lotus E20 con decoración retro, a lo JPS.
2013 empezó genial, con victoria en Australia, pero entre la recuperación de Red Bull, y el cambio a mitad de temporada de la construcción de las Pirelli, que favorecía a los austríacos y les perjudicaba a ellos -y a Ferrari- lo alejaron de la lucha por el título. Con problemas de espalada y desavenencias con su equipo, que no le pagaba a tiempo, ni siquiera acabó la temporada. Por entonces ya había fichado para volver a Ferrari. Y hasta ahora, aunque sin el éxito esperado.
Se dicen muchas cosas de Kimi, no sólo la de Iceman, sino que es un gran talento que no trabaja lo que debiera. Al igual que no me creo lo primero -por las razones que aduje- tampoco me creo lo segundo. Dudo mucho que un equipo de primera mantenga a un piloto que no da el callo.
También hubo un sector que decía -y se quedaba tan campante- que Kimi era un rompecoches debido a sus múltiples roturas en 2005, lo que era un fallo de ingeniería, no de pilotaje. El tiempo los puso en su lugar y a día de hoy Kimi es el piloto que más GGPP consecutivos ha finalizado en los puntos, con 27. Si eso es ser un rompecoches, que venga Dios y lo vea. 
Para mí, Kimi formó parte de la estirpe de pilotos, pocos, que me gustaban sin haber pilotado para Ferrari -aunque él finalmente lo hizo- como Depailler, Watson, Laffite, Keke Rosberg -penoso que tenga que poner Keke, ya que para mí Rosberg es y será siempre Keke, pero seguro que más de uno se confunde con su hijo, Nico-, y pocos más.



Raikkönen devolvió el nombre de Lotus a la lista de ganadores de la F1 25 años después.



Cuando fue a Mclaren, el enemigo, no quise que ganase, pero me siguió gustando, lo mismo que cuando corría para Sauber primero y para Lotus después.
Para mí fue toda una alegría su fichaje por Ferrari, lo mismo que su regreso a la F1 y su segundo periplo de rojo.
Soy de la opinión de que Kimi todavía tiene algo que decir, aunque sus mejores años, sus mejores actuaciones, fueron entre 2003-05 con Mclaren, sobre todo aquella victoria en Japón 2005 remontando desde el puesto 17 sin coches de seguridad. En Ferrari me decepcionó un poco, ya que esperaba algo más de él, pero también hay que reconocer el gran trabajo y talento de Massa en su primera fase y, en su segunda, que Alonso y Vettel, sobre todo Alonso, son unos superclase.
A día de hoy a recogido el testigo de Jody Scheckter como “ultimo campeón Ferrari”, en el sentido de que hace ya mucho tiempo que la Scuderia no gana el título de pilotos. Esperemos que eso cambie, cuanto antes mejor.


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