lunes, 20 de marzo de 2017

Elecciones

       Saber elegir...








Es muchas veces más importante que el talento en sí. Ya saben, más vale caer en gracia que ser gracioso. Todos conocemos más de un ejemplo en el que alguien menos talentoso, o menos hábil, etc... tiene un trabajo de “P” madre gracias a una hábil elección. O por otras cosas que no vienen al caso.
Lo que quiero decir es que eso que pasa en todos los ámbitos de la vida, y el automovilismo no es una excepción. A este respecto y en la F1, más que referirme a los muchos que se han quedado por el camino, ya sea por falta de medios o por tomar decisiones que luego se tornaron equivocadas -como cuando Jordi Gené firmó por el proyecto de equipo Bravo de F1 a principios de los 90-, el tema va por los grandes pilotos que se han quedado sin un palmarés acorde a sus posibilidades luego de no haber tenido nunca los medios mecánicos adecuados.
Todos nos acordamos de Chris Amon, un gran piloto al que algunos comparaban con nada más y nada menos que con Jackie Stewart. Tal vez un poco exagerado, pero sin duda ilustra a la perfección como un buen piloto, un muy buen piloto, puede quedarse en blanco por no haber estado en el sitio adecuado nunca. Jean Alesi, de haberse ido a Williams en 1991 en lugar de a Ferrari, podría tener una decena de victorias, incluso un título.



Chris Amon, un talento desperdiciado. Aparte de su mala suerte, nunca estuvo en el sitio adecuado.



Otro ejemplo es Fernando Alonso, grandísimo piloto de palmarés envidiable que, sin embargo, este se antoja pequeño si lo comparamos no ya con algunos coetáneos, como Vettel y Hamilton, sino simplemente con lo que él mismo podría haber conseguido de haber elegido mejor. Bien es cierto que hoy día con contratos tan largos y demás es difícil cambiar de equipo -y no digamos ya acertar- pero no es menos cierto que los últimos años de Alonso en Mclaren son un auténtico desperdicio.
Sí hay algo que supe desde que empecé a ver la F1, más que saberlo lo creía así y luego resultó que estaba en lo cierto, es que el factor máquina es lo más importante. Nunca critiqué a los pilotos de Ferrari por no ganar carreras ni títulos, ya que siempre consideré que si no lo hacían era porque Ferrari no hacía un coche lo suficientemente bueno.
De modo que a principios de los 80, cuando veía a los Renault, Ferrari y Brabham dominar, nunca pensé que fuera por la calidad de sus pilotos -excelente por otra parte- sino porque sus mecánicas eran las mejores. Y es que así era, ha sido y será, el que tiene Padrino se bautiza.
Claro que al igual que dinero llama a dinero, buen coche llama a buen piloto, pero así todo ni el mejor piloto puede colocar un coche que no es bueno en la lucha por las victorias. Es por ello que muchos pilotos que han ocupado el asiento idóneo han ganado carreras e incluso se han convertido en campeones del mundo sin necesidad de ser los mejores. Ejemplos de esos hay a mares. Y ejemplos de campeones que luego no han hecho nada por falta de máquina también hay por doquier. Por eso Senna se ofreció gratis a Williams en 1993, porque sabía que ni siquiera él, el mejor piloto del momento -y uno de los mejores de la historia- podía ganar sin el mejor coche. O sin uno, al menos casi tan bueno como el de la competencia.



Ni siquiera las manos mágicas del gran Ayrton Senna podían compensar la ventaja mecánica de sus rivales.




Al igual que las órdenes de equipo, de las que “todos” están en contra hasta que les conviene, el factor máquina influye lo que nos parece. Si el que gana es nuestro piloto, es porque es muy bueno, en caso contrario, es que los rivales tienen mejor coche “porque de lo contrarío no ganarían”. Esto incluso se dice entre compañeros de equipo: “gana porque le dan mejor material” y cosas así.
Al final todos reconocen, directa o indirectamente, que lo que más cuenta es el material. Una relación 70% coche 30% piloto se ajusta más a la realidad que la de 50-50 tan cacareada.
A todo esto, hay muchos que se engañan diciendo que “el coche es lo más importante ahora, antes el piloto contaba más”. Craso error, el coche siempre es lo más importante, de lo contrario no habría habido equipos dominantes en todas las épocas, desde la preguerra a la actualidad.
Alfa al principio de los 20 hasta que el Führer decidió inyectar pasta en Auto Unión y Mercedes y estas arrasaron años después. Luego volvió Alfa a dominar en los primeros años de la F1, Ferrari tomó el relevo en 52-53, Mercedes 54-55, etc... hasta nuestros días, con periodos más o menos largos de igualdad entre dos o más equipos de vez en cuando interrumpidos por el dominio de uno en concreto. Claro que tendemos ha olvidar el pasado. Fue divertido escuchar a uno echar de menos una temporada “tan abierta como la de 1988”, esa en la que Mclaren ganó 15 de 16...
A principios de los 60 y durante los 70 hubo una época dorada en la F1 en la que esta estuvo más abierta que nunca, pero eso ya pasó y hemos vuelto a lo habitual, a periodos cíclicos de dominio de uno u otro equipo, con sus correspondientes excepciones.



Fangio, uno de los mayores talentos de siempre, tuvo una carrera corta en F1, pero al estar siempre donde había que estar, no dejó títere con cabeza. Dudo que nadie vuelva a dominar como él lo hizo.



Por eso lo de elegir bien es vital. El genio de Balcarce, Juan Manuel Fangio, para muchos el mejor piloto de la historia de la F1 -motivos para afirmar esto no les faltan- aparte de su inconmensurable talento, siempre tuvo el don, o la suerte, de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Salvo en 1953, que estuvo en Maserati y sólo pudo ser un incordio de vez en cuando para la dominante Ferrari, los otros años siempre estuvo o en el mejor equipo, o en uno lo suficientemente bueno como para luchar por el título. Y sus manos hicieron el resto.
Es una auténtica pena ver como Alonso ha desperdiciado varios años con decisiones a todas luces equivocadas. Y que luego diga -para quedar bien con su equipo supongo- que ha tenido contactos con Mercedes pero que estaba contento en Mclaren... en fin.
Como dijo Jo Ramírez, si realmente tuvo la posibilidad de ir a Mercedes, es para tirarse de los pelos el no haber ido porque Mclaren, como también dijo el mejicano: “ha hecho un trabajo muy malo estos dos últimos años”

Lo dicho al principio, y para que nadie dude, el campeón de pilotos no siempre es el mejor piloto, pero sí la mejor combinación coche-piloto. En cambio el campeonato de constructores raro es que se le escape al mejor equipo, es decir, al que hace el mejor coche.

2 comentarios:

  1. Así es.. Por cierto, en honor a la verdad, cuando dices que"todos nos acordamos" de lo bien valorado de Chris Amón, por lo menos en mi caso no es que no me acuerde, es que no tenía ni idea de ello.
    No te acostarás...

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    1. A veces uno da por supuestas ciertas cosas. Pero es verdad que muchos aficionados desconocen a Chris Amon. Lo desconocen porque no les interesa la historia de la F1, sino que se limitan a disfrutar del momento, de lo actual. Normal, máxime si tenemos en cuenta que los pilots de F1, con excepciones como Vettel y poco más, tampoco tienen ni idea de la historia del deporte que practican. Y no les importa. No les hace más rápidos.
      De no haber muerto el año pasado Chris Amon, casi nadie lo recordaría.

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