domingo, 6 de noviembre de 2022

GP de Méjico 2022

 



                      Récord soporífero




En una carrera aburrida donde las haya, Max Verstappen se hizo con el récord de victorias en un año, con catorce, superando así las trece de Schumacher y Vettel en 2004 y 2013 respectivamente. Con 18 carreras el primero y 19 el segundo por 20 de Max, le quedan dos citas más al holandés para ampliar su récord y, en caso de lograrlo, superar porcentualmente al Kaiser, aunque por poco. Aunque nunca sabremos cuantos triunfos hubieran logrado Schumi y Seb en caso de haber corrido 22 citas en sus respectivos años de récord. Como fuere, apenas superará -en caso de ganar en Brasil y Abu Dhabi- por décimas a Schumi -72,73% por 72,22%- aunque sin llegar al 75% de Alberto Ascari en 1952, cuando este ganó 6 de 8.

Datos aparte, en Méjico vimos una carrera aburrida. Al principio pareció haber emoción cuando Hamilton mantuvo en jaque a Verstappen, cuya ventaja sobre el inglés nunca llegó a los tres segundos y Max partía con blandas por medias del inglés, lo que daba, a priori, ventaja a Hamilton ya que podría estirar más y poner blandas al final y tirar sobre un Max que tendría que conservar ruedas, so pena de parar otra vez. Pero la buena gestión de las medias de Max primero, y la timorata táctica de Mercedes después, que montó duras a Ham, dieron por finiquitada la carrera en la vuelta treinta de las setenta y una de las que constaba, ya que salió a 6” de Max -1"6 cuando este paró- y la distancia entonces no hizo más que crecer.



Alonso recuperó el séptimo lugar de Austin, que no pudo reeditar en Méxijo.


Antes de la carrera se supo de la sanción a Red Bull por superar el límite presupuestario: 7,5 millones de dólares y un 10% menos de uso del túnel aerodinámico y, sobre la absurda sanción a Alonso en Austin, esta quedó desestimada, pero no por lógica, es decir, no a lugar dicha reclamación, sino por presentarla fuera de plazo. Vamos, que la FIA sigue actuando de forma incomprensible. Luego no pretenda comprendamos, ni mucho menos compartamos, algunas de sus decisiones. Si cuando lo tienen fácil lo complican, ¿qué esperar cuando lo tienen difícil?

Sobre el GP en sí, los libres del viernes no significaron nada, sobre todo al utilizar la segunda tanda para probar los Pirelli de cara a 2023. Así todo ahí se destapó el Mercedes de Russell y, en los libres tres, fueron los dos MB los que comandaron con tanta autoridad, que muchos los dieron como claros favoritos por la pole.

A la hora de la verdad se las vieron con Verstappen, hueso duro de roer, que no se dejó doblegar y así logró su sexta pole del año, decimonovena de su carrera y primera en Méjico, toda vez que perdió la 2019 por no respetar las banderas amarillas. Los Mercedes de Russell y Hamilton acabaron a continuación, por delante de Pérez, que poco a poco se iba entonando más en “su” pista, con Sainz, ¡Bottas! Y Leclerc a continuación. La verdad es que la prestación de Valtteri con el Alfetta en calificación fue soberbia. Norris, Alonso y Ocon completaron los diez mejores. Por atrás los Williams cerrarían la parrilla de no ser por las sanciones de Magnussen y Stroll, el primero por motor y el segundo por la que armó en Austin. Como curiosidad, la pole de Max se quedó a una milésima del récord de vuelta de Bottas del año pasado.



Hamilton no pudo con Verstappen. Parecía más peligroso que nunca, pero ni con esas.


De cara a la carrera hubo diversidad de tácticas, algunos como partieron con blandas, como los Red Bull y Ferrari y otros, como Mercedes, con medias. Visto lo visto, la táctica buena pareció ser la de partir con blandas y luego poner medias -lo que hicieron los Red Bull-, pero visto el descomunal ritmo final Ricciardo, que hizo la táctica de medias-blandas, quizá no. Paró en la vuelta cuarenta y seis cuando iba séptimo y reincorporó décimo tercero a 19” de Alonso, séptimo y primero del resto. Y como fue capaz de superarlos a todos y distanciarlos lo suficiente para compensar los 10” que le pusieron por sacar de pista a Tsunoda, tal vez su táctica fue la más acertada. Vale que Alonso tuvo problemas y abandonó, pero a Ocon le metió más de 25” en 25 vueltas. De modo que esa táctica, o una agresiva a dos paradas blanda-media-blanda tienen pinta de ser las mejores. Pero a Red Bull no le hizo falta, ya que Mercedes no se atrevió a hacer lo de Ricciardo, en la que fue, quizá, su mejor carrera del año. Y es que Mercedes, al no estirar mucho la primera parada, Hamilton cinco vueltas y Russell diez respecto a Verstappen, -tres más sobre Pérez- y poner duras, se hizo el harakiri. Pensaban sus ruedas iban a darles ventaja al final cuando decayesen las del los Red Bull, pero ya se veía que eso no iba a ser, porque Pérez, pese a para antes y forzar más que Max, no perdía comba sobre Hamilton. Y como no hubo ningún coche de seguridad que alterase nada, todo se puso de cara para que Verstappen lograse la décimo cuarta y, con Ham por medio, no tuvo el dilema de decidir si dejar o no ganar al Checo en casa.



Mejor carrera del año para Ricciardo, piloto del día y como colofón, su equipo tardo menos de 2" en cambiarle las ruedas.


Max Verstappen ganó en una de las carreras más aburridas del año, pese al gran ambiente de las gradas, precediendo a su “amigo” Hamilton, Pérez, que no pudo ser segundo por la mala parada en boxes de su equipo, que se dejó tres segundos de más; Russell, que como en Austin paró al final en busca de la vuelta rápida; y unos desconocidos Ferrari que acabaron a casi un minuto del ganador. Ricciardo, Ocon, Norris y Bottas completaron el cupo de pilotos con derecho a puntos. A destacar la mala carrera de Bottas en comparación con su brillante calificación -de diez-, cediendo terreno a sus rivales. Debió luchar por el séptimo y fue décimo de chiripa.



Intercalado entre los Ferrari en entrenamientos, Bottas fue de más a menos desde entonces.


En quince días Brasil, obrigado.



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