GP de Méjico 2023

 

                      Max iguala al "profesor"

Bueno, casi, claro que es lo de menos, ya que va a superar ampliamente al Profesor. Poco importa que tenga un porcentaje de GGPP/victorias mejor que Alain. Pero digo casi porque aunque oficialmente tiene 51 triunfos, considerar triunfo su pole en Spa 2021 no es de recibo, de ahí el casi.

Sobre el GP en sí, da gusto ver el ambiente, con el público totalmente volcado, sobremanera en Checo, cada vez que salía a pista, esta parecía se iba a desmoronar. No recuerdo carrera en la que se escuchase tanto al público, la verdad que así da gusto. Sólo por eso, y pese haberse cargado la peraltada, este GP debe estar siempre presente en el campeonato.

Poco que contar de los libres, en los que se intuía el bajón de Aston -pero no tanto- y donde los Alpha Tauri iban la mar de bien, sobre todo Ricciardo, al igual que Albon que, lamentablemente, encontró su Williams menos efectivo a la hora de la verdad: “parece otro coche” comentó al no tener el mismo agarre. Lo mismo le pasó a su compañero Sargeant.

A destacar el incidente en los libres tres entre Sainz y Stroll, que molestó al español en su intento de vuelta rápida. Los libres tres no cuentan para nada, cierto, y por tanto no habría que dar más vueltas por esto, salvo reiteración o, como fue el caso, por peligrosidad. Sainz tuvo que efectuar un trompo para evitar el accidente. Creo Stroll debió ser sancionado.

Un exceso de ímpetu por parte de Pérez acabó con su carrera apenas se apagó el semáforo.

La calificación fue muy entretenida, gracias sobremanera a esta pista tan especial, no sólo por su altura, sino por lo cambiante que es dando lugar a sorpresas. En los 90 se daba la feliz circunstancia de que en carrera algunos monoplazas mejoraban su tiempo de entrenamientos por dicha circunstancia. Prost bajó más de un segundo su tiempo en 1990, Mansell un par de décimas el suyo en 1991, para quedarse a milésimas de la pole de Patrese y, en 1992, Berger mejoró ocho décimas su registro de calificación. Y eso rara vez, en condiciones normales, por no decir ninguna, sucede.

Ocon, Magnussen, Stroll, Norris y Sargeant se quedaron en Q1, Norris por un error de pilotaje. Una pena porque como se vio el domingo, aspiraba, como poco, al podio. Gasly, Hulkenberg, Alonso, Albon y Tsunoda no pasaron de la segunda ronda. Albon sí lo hizo inicialmente, pero cayó por exceder límites de pista y Tsunoda podría haberlo hecho, pero al estar penalizado por cambiar piezas del propulsor, no se molestó en marcar un buen tiempo. Sainz, que falló en su vuelta buena, pasó noveno sin problemas, pero de haber estado Norris y Tsunoda en condiciones, lo mismo palma.

Como dato negativo, los atascos en la salida de boxes por eso de buscar hueco y apurar. Un poco ridículo, la verdad, pero sucede por el tiempo mínimo exigido entre lineas del coche de seguridad para evitar atascos en pista. Arreglas una cosa y fastidias otra. Hubo muchas investigaciones por infracciones entre Q1 y Q2, pero sólo se sancionó, por adelantar en bandera amarilla, a Sargeant que, dada su posición, le era igual.

Como en los viejos tiempos. Ricciardo sacó petróleo del Alpha Tauri. 4º en entrenamientos y 7º en carrera.

La hora de la verdad se solucionó casi con un solo intento. Verstappen marcó la primera referencia bajando cuatro décimas su registro de Q2, que no era aplastante, pero sí muy bueno. Pero que justo después Ricciardo se quedase a una décima auguraba que se podía ir más rápido. Dicho y hecho, de la nada salieron los Ferrari para hacerse con la primera línea provisional. Carlos, en la que definió como “mi primera vuelta buena del fin de semana buena” se puso primero para ceder instantes después ante Leclerc, que más o menos diría lo mismo. Mejoraron 1,1 segundos y 8 décimas respectivamente sobre sus tiempos de Q2, claro que Sainz lo hizo entonces con usadas.

Nadie, ni ellos mismos, pudieron mejorar ese registro, de modo que ahí se quedaron. Seguramente fue una vuelta perfecta de los dos, tanto de conducción, como de condiciones. Me recuerda un poco a Portugal 1988, cuando Prost hizo la pole y se pasó los últimos 20 minutos de paisano viendo el resto de sesión desde el muro de boxes. Dijo, aproximadamente: “yo no puedo mejorar el tiempo que he hecho, por tanto no tiene sentido alguno salir más, veremos si alguien es capaz de superarlo”. Y nadie, ni siquiera Senna, pudo hacerlo. Pues aquí hubiera sido igual, a los Ferrari no les hizo falta el segundo intento, en el cual no pudieron mejorar.

Los diez mejores, de ese modo, quedaron de la siguiente manera: Leclerc, Sainz, Verstappen, Ricciardo, Pérez, Hamilton, Piastri, Russell, Bottas y Zhou. Aparte de la sorpresa Ferrari con la “doblepole”, destaca Ricciardo con su excelente cuarto lugar y, en menor medida, Pérez con el quinto, pero apenas a 160 milésimas de su compañero Max.

Piloto y héroe de la carrera, quién sabe hasta donde podría haber llegado de no fallar el sábado.

Llegó el domingo, el gran día, y los astros continuaron alineándose con Verstappen -como si lo necesitara- ya que si bien el sábado Norris se quedó fuera de la lucha por su pésima calificación, el domingo hizo lo propio un Pérez que largó como un tiro pero que erró en la primera frenada, autoeliminándose. Y es que en la salida los RB partieron como disparos y se ventilaron a los Ferrari, pero con el fallo del Checo -al pobre le pudieron las ganas-, el primer giro concluía con Max liderando por delante de los Ferrari de Charles y Carlos, Ricciardo, Hamilton, Piastri, Russell, Hulkenberg -que ganó cuatro posiciones-, Gasly, etc.…

No hubo grandes cambios; el alerón dañado de Leclerc en su lance con Pérez no parecía afectarle y cuando se desprendió su lateral, evitó tener que parar a sustituirlo. Hamilton se ventiló a Ricciardo en la vuelta diez y no hubo más cambios en cabeza hasta que, nueve después, Max paraba y dejaba entrever que si bien la opción mayoritaria era hacer una parada, él podría ir a dos.

Ham, incapaz de superar a Sainz, paró en la veinticuatro, Sainz en la treinta y uno, dos después de ser superado por Max y Leclerc, el último de los líderes, lo hizo en la siguiente, con Max a poco más de 6”. Pintaba bien para Max pese a la parada extra, y para Ferrari, aunque Ham había superado a Carlos por parar antes, ya que habían estirado mucho el medio. Pero no habían pasado ni dos vueltas desde que paró Leclerc, cuando el accidente de Magnussen provocó un coche de seguridad primero -aprovechado por Max para realizar su segunda parada y seguir liderando-, y una bandera roja después, que permitió a pilotos como Hamilton, Russell y Norris, entre otros, realizar su segunda detención sin ninguna pérdida de tiempo, ni de posiciones, lo cual, como vengo diciendo desde hace tiempo, no es justo y debe cambiar.

Primera línea Ferrari con Lelcerc en pole. Ni ellos mismos se lo esperaban.

Poco más de media hora de parón y la carrera de reanudaba con salida parada con este orden: Verstappen, Leclerc, Hamilton, Sainz, Ricciardo, Piastri, Russell, Tsunoda, Hulkenberg, Norris, y cía, es decir, los demás. Hamilton, Piastri, Russell, Hulkenberg y Norris optaron por medias, las de los Mercedes usadas, y los demás dejaron sus duras, algunas de ellas con muy pocas vueltas, como las de Max, Leclerc y Sainz, y otros ponían nuevas.

La segunda largada -que dicen los argentinos- fue más tranquila y en ella el único cambio es que Russell pudo con Piastri y Ricciardo y que Albon progresaba de décimo segundo a noveno mientras Norris se hundía y pasaba de décimo a décimo cuarto al tener que levantar el pie para evitar un accidente .

No hubo grandes cambios, Hamilton adelantó a Leclerc a las cuatro vueltas del reinicio y como sus medias no desfallecieron, el Ferrarista no tuvo ni la más mínima oportunidad de devolverle el “favor”. Russell no pudo con Sainz, que se defendió de maravilla, como es habitual en él, sin mostrar el más mínimo resquicio y con total limpieza. Russell se quejó de que se movía en frenada, pero cuando sus medios flaquearon, fue él el que de verdad lo hizo para defenderse de Ricciardo. Que bien hubieras estado callado, chaval.

Hamilton rascó un punto más al realizar la vuelta rápida -quitándosela a Max- en el último giro, toda vez que Tsunoda tuvo un incidente con Piastri y arruinó su carrera, justo cuando iba camino de buenos puntos. Hulkenberg, muy sólido con su Haas “destrrozaruedas” tuvo que claudicar al final ante los Alpine y Tsunoda y se quedó sin su merecido punto en su GP número 200.

Hulkenberg no pudo celebrar su GP 200 con puntos, pero lo hizo muy bien.

Pero hubo más, mucho más, y eso tenía nombre y apellido: Lando Norris. Remontó de décimo cuarto a quinto tras superar a: Bottas, Gasly, Ocon, Hulkenberg, Albon, Piastri -este sin oposición- Ricciardo y Russell, con más que brillantes adelantamientos. Lo habitual era a fin de recta, pero no siempre: Albon y Ricciardo sucumbieron por el exterior de la curva cuatro y Russell por el interior de la seis. ¡Sublime, magnífico! Y a la primera, sin dudar ni un instante. Eso es automovilismo puro. Lando Norris fue el piloto y héroe del día, un talento puro al que, como a tantos otros, su palmarés no le hace justicia.

Verstappen, Hamilton, Leclerc, Sainz, Norris, Russell, Ricciardo, Piastri, Albon, Ocon y Gasly fueron los pilotos que puntuaron. Debacle de Alfa, que no puntuó pese a partir sus dos coches entre los diez primeros y ser un circuito al gusto de Bottas. Pero si hablamos de debacle, ¿que decir de Aston Martin? Totalmente hundidos en clasificación y carrera, prácticamente fueron el peor coche de esta carrera. Tras el parón veraniego han ido cada vez peor.

Ferrari hubiera podido acabar segundo y quizá tercero de no haber habido bandera roja, pero la hubo y los medios de Ham, contra pronóstico, aguantaron. Lo mismo se podría decir del Checo y Norris, de no haber abandonado el primero y de haber calificado bien el segundo, habrían estado en la lucha por el cajón y quien sabe si tal vez por el triunfo.

Sin apenas descanso nos vamos a Interlagos, Brasil, en otro fin de semana cargadito, por la carrera al esprint y su cuali, ya saben, una carrera que, por las condiciones del trazado, puede ser la más emocionante del año. Mercedes, ganador allí el año pasado, y Mclaren, muy en forma -con Norris sobre todo- en las últimas carreras, pueden hacer sudar a los RB, a Max concretamente. Pero no olvidemos al Checo, por si acaso…. Ni a los Ferrari.