Rosberg, regulando pero a tope
En su carrera número 200 Rosberg se mostró sólido como una roca y no cometió fallo alguno pese a la fuerte presión a la que se vio sometido por un gran Daniel Ricciardo al final. Vettel recuperó del fondo de la parrilla hasta el quinto lugar tras su compañero Raikkönen, al que la mala estrategia de Ferrari -o la buena de Mercedes- lo privó del podium.
El gran circo llegaba al trazado
nocturno por antonomasia, Singapur, con nuevo dueño: Chase Carey, de
Liberty Media, que se paseaba por el paddock de la manita de quien es
y sigue siendo “de verdad” el dueño, Bernie Eclestone. Este le
iba contando los secretos de su nueva adquisición.
Por muy americanos que sean los nuevos
dueños habrá que esperar para ver, pero dudo mucho que cambien gran
cosa del campeonato. El que espere una F1 americanizada, estilo
F-Indy, que espere sentado.
Chase Carey se paseaba por el paddock de Singapur al lado de Bernie Ecclestone, que no ha dicho su última palabra. |
Algunos pilotos dieron sus opiniones
cuando se les preguntaba acerca del nuevo dueño y de como mejorar la
F1. Vettel pedía el regreso de los V12 y Alonso, diciendo una gran
verdad, comentó que la F1 era igual de divertida ahora que antes de
cara al espectador, no así para los pilotos: “porque los coches
son más aburridos. Y como los nuevos dueños no van a construir los
coches...”
En el tema deportivo, nuevos rumores de
las posibles trampas, llamémoslo como son y dejemos los eufemismos,
de Red Bull y Mercedes. Ya se rumoreaba hace un tiempo que estos dos
equipos disponían de un sistema con el que calentaban las ruedas
para burlar las presiones mínimas obligatorias. Ahora el tema se
refiere a las suspensiones. La trasera en Red Bull y la delantera en
Mercedes.
La de Red Bull parece interactuar con
el DRS para alcanzar mayor velocidad punta a igualdad de carga
mientras que la de Mercedes busca equilibrar mejor la carrocería
reduciendo su balanceo. Con esto el coche es más manejable y su
rendimiento aerodinámico más fluido.
Sea como sea, el problema de estas
acciones, de estas burlas al reglamento, está en que muchas veces
uno no sabe diferenciar lo que está o no permitido. A veces es
sencillo y se actúa burdamente, como con el peso y la altura libre
al suelo de los 80, que incomprensiblemente coló y apenas hubo
sanciones -sólo unas pocas al peso y no a todos- pero otras veces la
cosa no es tan sencilla y se puede ver desde diferentes puntos de
vista. Claro que una solución, o posible solución, es poner en
conocimiento de la FIA todos los dispositivos del coche, para que
esta diga si son o no legales. Y parece ser que no siempre es así,
tal vez por miedo a ser copiados si se da a conocer su artilugio o
por si se considera ilegal y no pueden usarlo. Sea como sea, ya que
hay de todo, el Mass-Dumper de Renault era legal y fue puesto por
parte de Renault a disposición de la FIA desde el principio, a
diferencia de otros dispositivos de otros equipos.
El diseño de red Bull, de nuevo bajo los focos. |
Lo cierto es que
una vez descubierta la trampa, el equipo infractor se va de rositas.
Como mucho les prohíben el uso de su dispositivo de cara al
siguiente GP. Y eso en el peor de los casos. Pues no, sino es legal,
lo suyo es una sanción como es debido, incluso anulándoles los
resultados del año. Duro, sí, pero de ese modo tal vez se lo
pensarían a la hora de “jugar” con el reglamento. Pero como
saben que no les va a pasar nada...
Dicho esto, mientras no se demuestre lo
contrario, no doy credibilidad a los rumores sobre Red Bull y
Mercedes, ya que es muy fácil hablar.
Y respecto a los castigos, me gustaría
recalcar la falta de consistencia y criterio de la FIA, que aplica el
reglamento de manera muy permisiva con los equipos que ganan, pero
que con los que no están en la pomada no les tiembla el pulso. No
hay más que ver como actuaron el año pasado con Hamilton en Monza,
que tenía las presiones por debajo de lo permitido y con Massa en
Brasil, con las ruedas con mayor temperatura. Lewis conservó su
victoria mientras que Felipe fue desposeído de su octavo lugar. Esa
falta de criterio me mata.
Los libres de Singapur tuvieron dos
dominadores: Rosberg y Verstappen, pese a algún que otro incidente.
Los Mclaren tuvieron varios problemas, Hamilton no estuvo muy fuerte
y Raikkönen se mostró rapidísimo, al igual que Hulkenberg, toda
vez que Vettel parecía estar un poco a la expectativa, como
Ricciardo. Aunque el aussie marcaba más de cerca a su compañero que
Seb al suyo.
Como anécdota el lagarto -un varano-
que se le cruzó a Verstappen. ¿Estamos en la selva o en la ciudad?
No es pequeño precisamente el lagarto ese. Aunque no sería el único
invitado a la pista este fin de semana.
El varano se pasea ajeno a todo por la pista de Singapur. No sabemos si fue multado. |
Todo parecía indicar que podría haber
lucha por la pole no sólo entre Mercedes y Red Bull, sino entre esos
dos y Ferrari. A priori esta iba a ser la sesión de clasificación
más interesante del año.
La primera ronda fue inicialmente
extraña, con los Mercedes rodando a un ritmo bajo, tanto es así que
Alonso se quedó a apenas dos décimas de ellos mientras que
Verstappen y Raikkönen los superaban por poco. Sólo Ricciardo marcó
un tiempo acorde a lo visto en los libres.
Los problemas en la suspensión trasera
derecha -un problema con la barra estabilizadora- del Ferrari de
Vettel mandarían a este al último lugar, dejando un hueco libre más
para pasar a la Q2, algo que aprovechó Markkus Ericsson. No se veía
un Sauber en Q2 desde Hungría.
No pasarían: Magnussen, Nasr, Palmer,
Wehrlein, Ocon y el mencionado Vettel. En esta pista los Manor
mostraron sus carencias no estando nada a gusto, siendo los dos
últimos claramente.
Visto lo sucedido en Q1, uno se
preguntaba si Mercedes tendría dificultades, como el pasado año,
pero con un impresionante 1,43”020 Rosberg dejaba claro que no y
además, se postulaba como claro favorito de cara a la pole, pese a
que los red Bull, que se quedaron a un segundo, pasaron el corte con
superblandas, por las ultrablandas del resto.
Pese a un accidente de Grosjean al
final, que provocó una bandera amarilla y el retraso del arranque de
la Q3, Alonso logró in extremis colarse, a diferencia de su
compañero Button, que se pasó de frenada al final cuando parecía,
a su vez, capaz de lograrlo. Quienes no lo lograron fueron los dos
Williams de Bottas y Massa, el mencionado Button, Gutiérrez,
Grosjean y Ericsson, que bastante hizo con llegar adónde llegó.
En Q3 Rosberg no defraudó y con
1,42”584 marcó la vuelta más rápida jamás dada a Singapur en
cualquiera de sus trazados. Su diferencia con el resto fue tal que su
pole no se vio amenazada en momento alguno. Su superioridad recordó
a la de otros grandes pilotos de otros tiempos. Mas que Nico Rosberg,
parecía Keke Rosberg.
Rosberg logró su pole número 29 sin oposición. |
Hamilton se quedó a siete décimas y
rondando el segundo: Raikkönen, Ricciardo y Verstappen. Todo eso en
el primer intento.
En el segundo muchos fallaron, entre
ellos Hamilton -dos veces- y el propio Rosberg, aunque le daba lo
mismo. Quienes no fallaron, para no variar, fueron los pilotos de Red
Bull y, grata sorpresa, los de Toro Rosso.
Eso permitió a Ricciardo pasar de
cuarto a segundo al superar a Raikkönen y a Hamilton, y a Max ser
tercero al rebasar a Raikkönen, que finalmente fue sólo quinto,
mientras que Sainz se afianzaba en un espléndido sexto puesto justo
por delante de su compañero Kvyat, con Hulkenberg, Alonso y Pérez
completando los diez primeros.
Impresionante la prestación de los
Toro Rosso con el motor Ferrari de 2015. ¿Que lograrían con uno
actual? Pues en más de una ocasión incordiarían a sus hermanos
mayores. Y a Ferrari, por supuesto, de ahí que los de Maranello se
cubrieran las espaldas de antemano.
Horas después sabríamos de la doble
sanción a Pérez por adelantar con doble bandera amarilla a su
compatriota Gutiérrez -tres puestos- y otros cinco por no reducir lo
suficiente la velocidad en Q2 cuando se accidentó Grosjean, que fue
cuando marcó el tiempo que le dio el pase a Q3. Además le metieron
3 puntos de carné. Lo que decía líneas más arriba, el doble
rasero de los comisarios. Muy duros aquí con Pérez y sin embargo
cuando un piloto saca de pista adrede a otro -reconocido por el
ínclito- y luego se le cruza a más de 300km/h, no pasa nada. Muy
bonito. Normal que las sanciones no sean creíbles.
Fuera como fuera, el caso es que Pérez
retrocedía hasta el puesto 18, que sería el 17 al cambiar caja de
cambios Grosjean, que no levanta cabeza en esta carrera luego de no
rodar en los libres 1 y accidentarse tanto en los libres 2 como en la
calificación. Partirá desde el puesto número 20.
Vettel, sin nada que perder, hizo lo
obvio, cambió motor y caja de cambios.
Fumar perjudica tu salud -y tu libertad- que se lo digan a Arrivabene. |
Maurizio Arrivabene se quedó seis
horas -nada menos- detenido por arrojar una colilla al suelo. Al que
le parezca esto normal que se lo haga mirar. Desde luego que países
así es mejor no visitar. Me pregunto si luego ellos -los
“singapurienses”- se portan igual de “bien” cuando están
fuera o se desmadran.
De cara a la carrera los Red Bull
partían con distinta estrategia y habría que ver si Hamilton y
Verstappen, muy fallones ultimamente en las arrancadas, lo enmiendan
esta vez.
Grosjean redondeó su accidentado fin
de semana no saliendo siquiera a pista el domingo por un problema de
frenos, dejando un hueco en la parrilla.
La arrancada tuvo movida ya que la
nueva -y van tres seguidas- mala salida de Verstappen provocó un
accidente entre Sainz y Hulkenberg al esquivarlo, abandonando el
alemán, y en el que también se vieron involucrados Bottas y Button,
con pinchazo y rotura de alerón respectivamente.
Carrera corta para Hulkenberg. Verstappen se libró por milímetros. |
Alonso hizo un salidón, como en 2013
(de 7º a 3º), en este caso de 9º a 5º y a un pelo de superar a
Raikkönen. Más que arrancar bien, que también, apuró -como en
2013- la primera curva de manera excepcional. Por poco no se sitúa
cuarto.
Sin llegar los coches al primer sector
ya salió el coche de seguridad para retirar el Force India del
desafortunado Nico Hulkenberg. Los pilotos pasaban por boxes mientras
los comisarios despejaban la pista. Bottas y Button pararon a reparar
desperfectos reincorporándose en las dos últimas posiciones. Vettel
ya era décimo octavo sin haber efectuado ni un solo adelantamiento.
En la vuelta tres se reanudó la
carrera por este orden: Rosberg, Ricciardo, Hamilton, Raikkönen,
Alonso, Kvyat, Sainz, Verstappen, Massa, Magnussen, etc... con susto
para Rosberg al encontrase a un comisario en la pista, como le
sucedió a Vettel en Rusia el año pasado, sin más consecuencias que
el susto para ambos.
Los Mercedes no corren tanto, los comisarios les sacan los colores. |
Pérez y Vettel, los únicos equipados
con el compuesto blando -el más duro disponible- eran décimo
tercero y décimo octavo respectivamente.
Sainz, con una parte del coche dañada,
tuvo que detenerse en boxes en la vuelta siete para quitarla al
mostrarle los comisarios la bandera negra y naranja, ya que de no
hacerlo corría el riesgo de ser descalificado. Era muy pronto para
parar, y eso lo relegó al último lugar. Vettel, tras adelantar a
los Manor y con la parada de Ericsson era décimo tercero.
El cuarteto de líderes se había
estabilizado con Rosberg líder con 5” sobre Ricciardo, el cual
tenía otros tantos sobre un Hamilton que no lograba separarse más
de 2” de un motivado Raikkönen.
Alonso mantenía su espléndida quinta
plaza pero cediendo casi 1” por vuelta respecto a su predecesor con
Kvyat y Verstappen al acecho.
Los neumáticos superblandos de
Ricciardo no le iban a durar más que los ultrablandos de sus
competidores y entre las vueltas quince y dieciocho todos ellos
pararían, montando superblandas Ricciardo y Kimi, mientras que
Rosberg y Hamilton montarían blandas. Sin cambios en el panorama.
En esa fase de la carrera, tras los
cuatro líderes y sin haber parado se encontraban Checo Pérez y
Vettel, que había dado cuenta de Nasr, el resto se le habían
quitado de en medio al parar en boxes.
En el intervalo entre las vueltas
veinticuatro y veinticinco pararon Seb y Checo respectivamente,
reincorporándose en los puestos doce y trece, con Seb por delante al
haber adelantado al Checo en boxes. Con la pista libre la situación
le era ideal ya que había montado ultrablandos y podía tirar a su
gusto.
Alonso, Kvyat, Verstappen y Massa
volvían a sus puestos iniciales. La lucha entre Kvyat y Verstappen
fue dura y limpia, con el ruso herido en su orgullo no dispuesto a
ceder posición. Pese a todos sus intentos, Max finalmente no pudo
pasar.
Raikkönen demostró por qué es campeón del mundo, pero la estrategia no funcionó. |
Rosberg y Ricciardo mantenían su situación más o menos estable, pero Raikkönen fue acercándose poco a poco a Hamilton y no paró de acosarlo hasta que este falló en la vuelta treinta y uno y lo adelantó en pista, algo que en coches de prestaciones similares, es toda una hombrada. Nada más hacerlo, paró por segunda vez en boxes.
Luego lo hicieron el resto de líderes,
no cambiando la cosa, aunque la monta fue de blandos para todos.
Las paradas de Verstappen y Alonso,
permitieron a Vettel acceder al sexto lugar después de haberse
ventilado -en una vuelta- a Sainz y a Gutiérrez. Luego le tocó el
turno a Magnussen. Poco después caería Kvyat, situándose quinto,
casi a la vez que Bottas abandonaba por problemas de temperatura.
A Verstappen, que paró pronto para
librarse del tráfico, le salió la jugada redonda, ya que Alonso y,
sobre todo, Kvyat, estiraron tanto sus paradas que lo dejaron la mar
de tranquilo. Eso sí, su ritmo no fue gran cosa y estaba claro que
Vettel estaba fuera de su alcance.
Seb paró por última vez en la vuelta
cuarenta y tres montando ultrablandos y ubicándose sexto a 10” de
Verstappen. Le quitó casi 5” en una vuelta, pero no tuvo necesidad
de pasarlo en pista ya que Max paró a continuación y le dejó el
camino libre mientras Button abandonaba por un problema en los
frenos.
Hamilton, que había caído a 6” de
Raikkönen, fue reduciendo poco a poco la distancia hasta situarse a
2” justo antes de parar y jugársela de nuevo Mercedes a Ferrari en
los boxes.
Alonso exprimió al límite y más allá de él a su Mclaren. Un séptimo lugar fue su pobre recompensa. |
Hamilton paró en la vuelta cuarenta y
seis, y Kimi a continuación, perdiendo la posición que tan
brillantemente había obtenido en pista. A ello contribuyeron los
mecánicos de Mercedes, más veloces que los de Ferrari, y sus
estragas. Y es que esta “bromita” ya se la ha hecho Mercedes a
Ferrari varias veces y ya va siendo hora de que espabilen en
Maranello. Hamilton puso superblandas por las "ultra" de Kimi.
Ricciardo, que estaba a 2” de
Rosberg, decidió parar y montar superblandas, cosa que pilló a
contrapie a Rosberg, que no paró por temor a perder posición. De
modo que Ricciardo inició un sprint final con vuelta rápida
incluida en la que fue recuperando los 30” de desventaja a razón
de más de 2” por vuelta, hasta 3”6 le llegó a recuperar en la
que fue su vuelta más veloz..
Mientras Ricciardo echaba el resto, su
compañero Verstappen, a más de un minuto, adelantó sin problemas
gracias a sus neumáticos nuevos a: Kvyat, Pérez y Alonso situándose
sexto. Que tardara tanto en deshacerse de estos coches demuestra que
no tuvo su día -su noche en realidad- en Singapur, y que no sólo es
oro lo que reluce en Verstappen.
Mientras Hamilton controlaba a
Raikkönen, Rosberg hacía lo mismo con un Ricciardo que iba como un
tiro, deseando que las ruedas del australiano desfallecieran y las
suyas no. Más o menos eso pasó. Ricciardo no pudo seguir
recuperando tanto tiempo -de ser así lo habría alcanzado a falta de
cuatro vueltas- y las ruedas permitieron a Rosberg mantener su
cadencia de 1,50 hasta el final, logrando pasar la última vuelta con
2” sobre Ricciardo. La suerte estaba echada. Rosberg llegó
pidiendo la hora, pero controlando, y logró su 22º triunfo en Gran
Premio cuando celebraba su carrera número 200. A Ricciardo le
faltaron un par de vueltas o una al menos, pero no las tenía.
Hamilton completó el podio con Raikkönen a su espalda. Los cuatro
primeros en 10”, y el quinto, Vettel, que había partido último, a
apenas 27”, sexto fue un gris Verstappen a más de 1,11 precediendo
a: Alonso, Pérez, Kvyat y Magnussen como pilotos con derecho a
puntos.
Kevin Magnussen puso al Renault en los puntos, muy por encima del nivel del coche. |
A destacar la magnífica décima plaza
de Magnussen con un Renault que no es gran cosa. Sí Alonso sacó
petróleo del Mclaren, Magnussen estuvo igual de genial con su
Renault.
Sainz estuvo muy desafortunado y al
margen de su incidente inicial, tuvo problemas con el MGU-K de su
coche, quedándose sin la energía eléctrica y por tanto, sin opción
a luchar por los puntos. Se quedó con sólo 600-650CV, según él. Y
si esta es la potencia que da un V6 turbo actual -otras fuentes
hablaban de más de 700- entonces estos motores son un auténtico
fraude, al margen de su lamentable sonido.
Kvyat, con su noveno lugar dio un par
de puntacos a Toro Rosso en su GP número 200, que es el 540 del
equipo si sumamos los 340 de Minardi. Que pena perder ese nombre,
como tantos otros.
Verstappen falló en la salida por
tercera carrera consecutiva, claro que en Red Bull lo han justificado
diciendo que fue el embrague el que falló, no el piloto. Igualico
que hace quince días dijo Mercedes de Hamilton. Parece que a la moda
de impedir a los pilotos hablar mal del coche, aunque sólo sea
diciendo lo obvio, ahora se suman los equipos justificando los fallos
de sus pilotos. En fin.
El caso es que la mala salida de Max
condicionó, perjudicó, jodió -como diría él- la carrera de otros
pilotos. Le vendría bien reflexionar al respecto, ya que si bien es
cierto que no lo hizo adrede, tampoco lo hizo adrede Vettel en Spa -y
menos Kimi- y se picó buscando venganza. No creo que le pareciera
razonable que Hulkenberg, por ejemplo, se ensañase con él en
Malasia, ¿no? Pues que se aplique el cuento.
Al hilo de Max, que sin duda es un
talento, no es el talento del siglo, ni mucho menos. Ni tampoco el
sucesor de Senna o Schumacher. Decir eso es sacar los pies del
tiesto. Ser el ganador más joven no te convierte en el mejor piloto
de la actualidad, ni tampoco hace entrar a uno en el club de los más
grandes. Para eso habrá tiempo. De momento, aunque Verstappen es
muy bueno, también está muy sobrevalorado.
Vettel estuvo sensacional y fue elegido piloto del día. Claro que mejor hubiera sido ganar. Al menos se divirtió. |
Vettel fue elegido con todo
merecimiento como piloto del día, toda vez que Ferrari sí estuvo en
la estrategia acertado con él. Sin el problema de la clasificación
tal vez hubiera optado al triunfo. Nunca lo sabremos. Lo que sí
sabemos es que en quince días llega Malasia, circuito que a priori
puede venir bien a los outsiders de Mercedes para arrebatarles el
triunfo. Es uno de los pocos circuitos que quedan en los que
Mercedes podría ser vulnerable. Red Bull irá bien y Ferrari, que
ganó de forma contundente el año pasado, también. ¿Reeditará
Ferrari su triunfo? ¿Conseguirá Ricciardo su primera victoria del
año?
Esta y otras respuestas dentro de
quince días, en Sepang.
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