Tercer Reich
Mercedes ha logrado dominar de forma
contundente por tercer año consecutivo la F1 en su tercer periplo
por -como dicen los argentinos- “la máxima”.
Luego de arrasar en las carreras de
Gran Premio, las precursoras de la F1 -o la F1 de antes- en la época
de la propaganda nacional socialista del Führer en los años 30,
ganaron de forma aplastante igualmente después de la guerra, en los
50. En ambos casos bajo la dirección de Alfred Neubauer. Ahora, en
su tercer periodo, Toto Wolff a recogido el testigo con éxito.
Se acabó la temporada 2016, y es hora
de hacer un análisis “técnico”. Lo entrecomillo porque es un
análisis dentro de mis posibilidades, sin más datos de los que ud.
querido lector, puede tener. Por tanto este análisis, más que
técnico, es deportivo.
Para empezar, un poco sobre mi tema
favorito -Ferrari aparte- que son los motores.
Este año había cinco en liza:
Mercedes, Ferrari, Renault, Honda y...¡Ferrari! No me he vuelto
majara, no, y es que Ferrari, que equipó a Hass y Sauber con su
motor 2016, dio a Toro Rosso la unidad de 2015 que obviamente no ganó
ni un sólo CV a lo largo de la temporada. Ferrari obró así por
temor a que la eficaz estructura de Faenza, ya sin problemas
económicos gracias a Red Bull, les sacase los colores. Ferrari
estaba en su derecho y no engañó a nadie, pero muy deportivo no es.
Pero al menos fueron de frente, como en Austria 2002.
Tampoco es de extrañar, puesto que
sólo a Renault parece no importarle que le ganen sus equipos cliente
si llega el caso. Mercedes, que equipó a: Williams, Force India y
Manor, tampoco está por la labor y, al igual que Ferrari, se negó a
equipar a Red Bull. Por cierto, que la negativa de Mercedes para con
Red Bull no es sólo de este año. Ya les negaron sus motores en
2010.
Renault equipaba, aparte de a sí
mismo, a Red Bull, aunque estos bajo denominación TAG-Heuer, que era
quien pagaba las facturas. Evidentemente TAG no intervenía en el
diseño de los propulsores galos, como tampoco lo hizo en el de los
Porsche de Mclaren de los 80. Y mejor así, porque si los hacen tan
buenos como sus relojes -que son una M- estarían listos.
Honda siguió en exclusiva con Mclaren,
lo cual les venía al pelo a los de Woking -que a su vez negó sus
propulsores a Red Bull el año pasado- no sólo para que Honda
siguiese pagándoles las facturas, sino para evitar que se viesen sin
ningún tipo de duda las deficiencias del chasis Mclaren, que tampoco
era gran cosa.
¿Que motor era mejor y cuanta potencia
daban?
Interesantes preguntas cuya respuesta
desconozco. Se ha hablado de que Mercedes a llegado a los 1000CV con
el sistema híbrido -163CV- incluidos, lo que representa 840CV del
motor “de toda la vida”. Luego irían Ferrari, Renault, Honda y
el Ferrari de 2015.
Claro que nada es seguro. Sainz dijo
que sin el sistema híbrido se quedaba en 650-700CV. Lo cual es
bastante pobre por muy motor de 2015 que sea. Como anécdota
divertida, una publicación dijo que Renault estaba a 47CV de
Mercedes. No es que la noticia esta en cuestión sea más divertida
otras que daban 920CV -al completo- a Honda, o que Renault en 2014
estaba a 150CV de Mercedes, con unos irrisorios 500CV -sólo el
motor-, pero me llama la atención como la noticia se limitaba a eso,
a los 47CV. Ni 40 o 50: 47, ¡con dos cojones! Pues si se sabe tan
bien que Renault está 47CV de Mercedes, complete ud. la noticia y
diga las potencias exactas de ambos propulsores, porque sin lo uno,
es imposible saber lo otro.
Respecto a cual es el mejor, teniendo
en cuenta los resultados, el Mercedes lo sería sin lugar a dudas,
aunque no son pocos los que dicen que el Ferrari está a su altura,
sino por encima. Desconozco cual de los dos es mejor, pero me inclino
más por una ventaja en chasis-aerodinámica de Mercedes respecto a
Ferrari a la hora de marcar diferencias en pista, que al propulsor.
Por tanto, los dejo en tablas. Pero no niego ser un poco parcial
aquí, la tradición tira mucho, y los Ferraristas siempre miramos
con más cariño al motor.
Keke Rosberg fue campeón del mundo en 1982 con un déficit de CV considerable |
Por otro lado Keke Rosberg ha dicho que
Mercedes dispone de 50CV más que la competencia... sin aclarar si
esa diferencia la tienen también con sus equipos cliente.
Luego estarían Renault, no muy lejos,
y Honda, ya con un rendimiento aceptable. El motor Ferrari 2015 sería
el menos eficaz de todos y el principal causante del bajo rendimiento
a final de temporada de Toro Rosso.
No quiero acabar el capítulo dedicado
a motores sin hablar de los motores oficiales y los alquilados.
Soy de la opinión de que no hay
diferencia alguna en principio. Luego, cuando llegan las mejoras, el
primero en equiparlas es el equipo oficial, como es lógico, pero
salvo eso, son iguales. Lo mismo que el motor de un Seat o Skoda es
igual al de un VW o Audi. Aunque a este respecto hay mucho pijo y
listo que dice que no, que los motores “malos” del grupo VAG van
a las marcas menos representativas. Tonterías, y lo mismo para los
motores de F1 suministrados a equipos cliente.
Antes de analizar equipo a equipo, un
breve comentario acerca de los coches de un mismo equipo. Más de una
vez hemos oído algo así: “tal piloto corre menos que su compañero
porque el equipo le da peor material” lo cual es falso. Esto
incluso con más razón que lo anteriormente comentado. ¿A que fin
iba a hacer un equipo un coche bueno y otro “malo”? Creo que no
hace falta responder.
Hamilton no supo aceptar con deportividad su infortunio |
Pero a lo que yo iba es a las
excepciones, a cuando un equipo -pequeño- no puede preparar bien dos
coches y por tanto, uno no es competitivo, dando lugar a que la
afirmación antes citada sea cierta.
Una de las múltiples normas estúpidas
de la F1 actual, es que los equipos sólo pueden alinear dos coches
-no un máximo de dos- y por tanto, los equipos de un sólo coche,
que evitaría este eventual problema, no están permitidos. Equipos
pequeños alineando un único monoplaza son más viables para
pequeñas estructuras.
Este viene a cuento de cuando el año
pasado se decía que el Marussia de Merhi era peor que el de su
compañero Will Stevens, más que nada en el motor. Al margen de lo
patriótico de dichos comentarios -estos venían de la prensa
española- lo cierto es que Merhi nada podía contra Stevens, un
piloto sin mucho renombre, pero que sin embargo dominaba al hispano
con autoridad. No es que Merhi fuera la leche, pero había despuntado
más en fórmulas menores que el inglés. Por tanto era un poco
extraño el dominio tan aplastante del inglés. Aunque cuando
realmente fue aplastante ese dominio -pero al revés- fue en Mónaco
y cuando llovía. Entonces sí, Merhi le daba “pal pelo” a
Stevens. Casualidad o no, lo cierto es que mosquea un poco y -sin
confirmar nada- esto es algo más probable en equipos pequeños,
donde no hay medios, siendo tal vez necesario sacrificar a uno en
beneficio del otro. No sé si en Manor o Sauber ha pasado este año
algo parecido, ya que ambos estaban en números rojos, pero de haber
dado este año algún equipo un coche peor preparado a uno de sus
pilotos, lo lógico es mirar en la parte baja de la tabla y no a los
equipos “top”. Siempre hay excepciones para todo, es verdad, pero
salvo que me demuestren lo contrario, los equipos que pueden dar
idéntico material, lo dan. Y comentarios sugiriendo lo contrario
-como los de este año de Hamilton- deben sustentarse con algo más
que con quejas.
Luis Pérez Sala y el Minardi en 1988, o como un buen piloto se "desvanece" |
Al hilo de lo que pudo pasarle a Merhi
-no lo confirmo ni mucho menos- le pudo pasar a Luis Pérez Sala en
su periplo en la F1 con Minardi. Frente a los que lo defendían a
capa y espada estaban los que ponían las listas de tiempos para
demostrar lo que todos sabíamos, que Sala era barrido por su
compañero Pierluigi Martini.
Se hablaba de que Minardi y Pirelli
daban mejor material a Martini que al español algo que, de ser
cierto, se repitió en el equipo con los sucesivos sustitutos del
español, hasta que en un momento dado, dejó de pasar.
Lo comento porque Pérez Sala, una vez
que Campos se retiró y regresó Martini al equipo, fue siempre un
pelo más rápido que el italiano hasta que, de repente, el
rendimiento del español dcayó en picado. Lo cual es, como mínimo,
extraño.
Tras estas aclaraciones, vayamos con
los equipos.
Mercedes
Por tercer año consecutivo Mercedes
aplastó a la competencia con 19 victorias, 20 poles, 8 dobletes y 9
vueltas rápidas, mejorando lo conseguido en las dos temporadas
anteriores, ya que sólo dejaron escapar dos triunfos, por tres de
2014 y 2015.
Durante estos tres años, en la nueva
“era turbo”, Mercedes ha logrado todos los títulos -6- y sólo
ha dejado escapar 8 victorias y 3 poles a lo largo de 59 GGPP.
Simplemente acojonante. Lo nunca visto. De momento no ha llegado a
los cuatro años como campeona consecutiva de Red Bull. tanto en
marcas como en pilotos, ni a los seis y cinco de Ferrari en esos
apartados respectivamente, pero todo se andará. Ahora mismo parece
imparable. El nuevo reglamento, que siempre perjudica más a quien
domina, dudo mucho los vaya a bajar del pedestal.
A principio de temporada parecía que
Ferrari les iba a dar guerra, pero a partir del regreso a Europa ya
se supo que eso no iba a suceder y, Red Bull, que recogió en parte
el testigo, tampoco lo haría, salvo en Mónaco.
Sus pilotos estuvieron muy igualados,
saliendo brillante vencedor un Rosberg que supo aprovechar muy bien
sus oportunidades. Hamilton tuvo varios problemas de motor que lo
retrasaron en China y Bélgica, así como numerosos fallos en las
salidas. Rosberg también tuvo algún que otro problemilla, como en
Mónaco con los frenos, donde caballerosamente dejó pasar a su
compañero, el cual ganó -como luego haría en México- saltándose
una chicane.
Rosberg fue injustamente penalizado en
Silverstone, donde logró un segundo puesto sin mácula pero que
perdió a raíz de una sanción por recibir ayuda vía radio. Lo
curioso, lo injusto en realidad, es que esa plaza la heredó un
piloto -Verstappen- que se salió dos veces de pista -Rosberg
ninguna- pero que apenas perdió tiempo en ello por las escapatorias
asfaltadas. Luego se cambió la normativa de las instrucciones de
radio. Pero el mal ya estaba hecho.
Claro que Rosberg no fue siempre el
niño bueno, tanto en Barcelona como en Austria -sobre todo en
Austria- el fue el responsable de la colisión de ambos Mercedes.
Hamilton, por su parte, sacó de pista
a Rosberg en Canadá -como ya hizo en 2015 en Japón y EEUU-
arruinando la carrera de su compañero. Al final, tal para cual, o
casi.
Red Bull
Tras unos inicios titubeantes, Red Bull
se puso las pilas a partir del GP de España, en donde hicieron
debutar a Verstappen. Un Verstappen que resultó ser la revelación
de la temporada, y al que Red Bull ascendió al equipo “gordo”
con éxito. Bien es cierto que Verstappen y su entorno hicieron
presión, pero sin su innegable calidad, no habría sido posible. Si
alguien cree en el destino, visto lo que sucedió en Barcelona, todo
parece indicar que Verstappen estaba predestinado a vencer ahí y, de
paso, convertirse en el piloto más joven en lograr la victoria en
F1, desbancando a Vettel. A la auto-eliminación de los Mercedes
habría que añadir el bajón de rendimiento en calificación de los
Ferrari, que eran más rápidos, y que luego en carrera no pudieron
adelantar a los RB, resignándose a estar todo el rato bloqueados a
su espalda. Si a esto le sumamos que la táctica elegida por Red Bull
para Verstappen era, a priori, la menos favorable, pero que a la
postre fue la mejor, queda meridianamente claro que los astros se
alinearon a su favor. Eso sí, pilotó de una manera excepcional, sin
duda, y ya no es es promesa, sino realidad. Ganará muchas carreras
y títulos en el futuro salvo sorpresa.
A partir de ahí, Red Bull se confirmó
como el segundo equipo, sobre todo gracias a su superioridad en
calificación respecto a una inconstante Ferrari. Ricciardo mereció
el triunfo en Montecarlo, pero un error de su equipo, que le hizo
parar a cambiar ruedas sin estar estas preparadas, unido a la
permisividad de los comisarios, que permitieron a Hamilton saltarse
la chicane a la salida del túnel para evitar ser superado por el
australiano, lo impidieron. Al menos se encontró con el triunfo en
Malasia cuando a Hamilton le reventó el motor.
De cara al año que viene, con el
cambio de reglas y un motor Renault cada vez mejor, Red Bull podría
volver a optar a todo. Veremos si Newey -o el que sea- da una
sorpresa con la “interpretación” de las normas para sacar
ventaja, de lo cual este equipo es todo un especialista. Y tanto
Ricciardo como Verstappen no van a dejar pasar la oportunidad.
Ferrari
La decepción del año fue sin duda
Ferrari. Tras unos inicios esperanzadores, la Scuderia se fue
viniendo abajo poco a poco y, de inquietar a Mercedes, pasaron a
defenderse de Red Bull, que los acabó superando en la tabla. El
SF16H sufrió muchos problemas con la temperatura de los neumáticos,
lo que condicionó su rendimiento. A poco que la pista cambiase de
temperatura, el Ferrari perdía -o ganaba- mucho agarre en función
de si hacía llegar o no a los neumáticos a su zona óptima de
funcionamiento. Esto les costó la victoria en Barcelona y tal vez en
Méjico.
La bandera roja de Melbourne, así como
la pronta retirada del coche de seguridad virtual en Canadá, no
beneficiaron a Ferrari, que sin esas circunstancias tal vez podría
haber logrado la victoria. De esta manera Ferrari quedó, de nuevo,
huérfana de triunfos en 2016. Pero no hay excusas, ni el coche ni el
equipo -a nivel táctico- funcionaron. Lo único positivo fue
Raikkönen, que parece haber recuperado la confianza en si mismo y
está cada vez más cerca de Vettel. De hecho, en calificación, en
las últimas cinco carreras, superó al alemán.
Para el año que viene, todo son
incógnitas.
Force India
El equipo de Vijay Mallya cuajó otra
sólida temporada, merced a un gran motor montado en un chasis
correcto, a una dirección de equipo adecuada y a contar con una
sólida pareja de pilotos. Tanto Pérez, que logró dos podios
-Mónaco y Europa- como Hulkenberg, que los mereció, demostraron con
creces sus credenciales para un volante mejor. Pero también a veces
hace falta un padrino -y suerte- y de momento, estos dos bravos
pilotos no están teniendo las oportunidades que merecen.
Respecto al equipo, teniendo en cuenta
sus medios, su temporada ha sido muy buena, y el hecho de superar a
Williams -con el mismo motor- ha sido para ellos toda una
satisfacción.
Williams
De capa caída de nuevo el equipo de
Sir Frank, que apenas logró un podio, el de Bottas en Canadá, y es
que la falta de medios no ayuda a este histórico equipo. Su coche,
evolución de los dos anteriores, adolecía de las mismas virtudes
-una gran velocidad punta- y defectos, poco apoyo aerodinámico. Lo
primero les permitió batir el récord de velocidad en F1 al alcanzar
Bottas durante el GP de Europa los 378km/h pero, al margen de lo
bonito de estas marcas, lo cierto es que no te dan puntos por ellas y
el coche ya dio lo máximo que se podía esperar de él.
Por tanto, no hubo poles, como en
Austria 2014, ni se luchó por triunfos, como en Austria 2014 e
Inglaterra 2015, y al final no pudieron resistir el empuje de Force
India.
Massa se retiró y dejó el hueco al
joven Stroll, que esperará que los nuevos cambios den “alas” al
tercer equipo más emblemático de la F1, como sucedió en 2014.
Mclaren
El equipo de Ron Dennis, aunque al
final lo hayan apartado del mando los inversores, siguió su puesta a
punto de su “proyecto para volver a ganar” consistente en
asociarse a un constructor. Los resultados del equipo este año
fueron, logicamente, infinitamente mejores que los del año anterior.
Lo cual, aunque algunos lo quisieran vender como oro, alegando que
sus tiempos por vuelta eran los que más habían progresado de todos
-lo cual es cierto- no deja de ser una forma parcial de ver las
cosas, porque eso era lo mínimo que se les podía exigir viniendo de
donde venían y con los medios que dispusieron. No es un secreto que
el paso más importante es el último, y que es mucho más fácil
recortar un segundo cuando estás a dos o más de la cabeza que medio
cuando estás a uno. Por tanto, coincido con las palabras de Jo
Ramírez cuando dijo, crudamente: “Mclaren ha hecho un trabajo de
mierda y de seguir así perderán a Alonso”
Los resultados obtenidos por el binomio
Mclaren Honda este año han sido un poco peores de lo que yo me
esperaba de ellos... en 2015.
Al final dos quintas posiciones y una
sexta, es decir, cinco puntos si nos atenemos al sistema de
puntuación “de toda la vida”, ese en el que sólo puntuaban los
seis primeros. Algo mejor que el año pasado -un quinto y un sexto-
aunque por prestaciones han estado mucho mejor. Así todo llevan
cuatro años sin ganar, el equivalente a 78 GGPP -su peor racha- que
todavía no ha acabado. Y eso que en 2013 el motor que tenían, el V8
Mercedes no era el problema, y mucho menos en 2014, cuando tenían el
mejor motor de todos de largo, y así todo no lograron victoria
alguna.
Su nuevo jefe, Zak Brown, intentará
conseguir patrocinadores, que han rehuido al equipo al mantener
Dennis las tasas igual de altas que cuando eran campeones. Aunque
dice que hasta 2018 no podrá conseguir nada.
Que se de prisa, porque aunque Mclaren
sigue en la pomada de presupuestos -mas de 400 millones de euros al
igual que Mercedes, Red Bull y Ferrari- por lo visto es Honda quien
paga las facturas. Y habrá que ver lo que aguanta esta si los
resultados siguen sin llegar. Y como apuntaba más de uno, el
problema de Mclaren no es sólo el motor. Está a partes iguales
entre éste y el chasis.
Las nuevas normas les vendrán bien,
aunque hará falta algo más que eso para que vuelvan a la senda de
la victoria. Eso sí, que nadie los de por muertos.
Toro Rosso
El lastre del motor Ferrari 2015 ha
pesado demasiado y ha sido lo que les ha impedido quedar en una
posición más alta en la tabla.
Los inicios fueron buenos, calificando
entre los diez primeros en varias carreras a principio de temporada.
Pero la inexistente evolución de su motor anuló la de su chasis
respecto a la competencia. Si a eso le añadimos que Verstappen fue
ascendido y que el descendido Kvyat nunca se llegó a sentir a gusto
-ni en el coche ni en el equipo- en el que la “mala fortuna” de
Sainz pareció irse a su lado, deja bien claro el por qué el modesto
pero eficiente equipo de Faenza, lo que era Minardi, no cuajó
mejores actuaciones. Así todo, el hijo del “matador”, logró
buenos resultados. Tal vez no los suficientes como para descender a
Ricciardo -al insoportable Verstappen ni tocarlo- pero sí como para
no dejarlo marchar, ya que tenía una oferta de Renault que red Bull
se encargó de truncar. Kvyat, a pesar de no cuajar una gran
temporada, consiguió mantener la confianza de Red Bull, que no es
poco.
Hass
El equipo de Gene Hass, no confundir
con Carl Hass, que estuvo antes en F1 con el Lola-Beatrice que
estreno el turbo de Ford en F1 en 1986, era una especie de equipo B
de Ferrari, ya que aparte del motor y cambio, usaban más piezas
comunes. Con base en EEUU y el apoyo en Europa de Dallara, el equipo
se ha mostrado muy sólido, logrando puntuar en su debut con un sexto
puesto, lo que para mí es puntuar “de verdad”.
Sin nada que perder lo ha hecho
estupendamente, pero el año que viene se le va a exigir más, y no
lo va a tener fácil. Aunque como su debut ha sido bueno, sin más,
tal vez lo consiga.
Renault
Ya el año pasado -bajo el nombre de
Lotus- pese al podium de Grosjean en Bélgica, se sabía que su
chasis no era gran cosa. Pero su motor Mercedes le permitía camuflar
ciertas faltas. Pero este año con su propio propulsor -que por mucho
que haya mejorado todavía no está a la altura del Mercedes- las
cosas no mejoraron, ya que su bastidor mantuvo su nivel de
prestaciones, ya de por sí bastante bajo. En algunas carreras, como
en Europa, fueron el peor equipo.
Es de esperar, de cara al año que
viene, que las cosas les irán mejor pese a no contar un presupuesto
como el de los cuatro grandes. En este aspecto, Renault ha sabido
sacar partido como nadie.
Sauber
Salvado por la campana. Más bien por
Nasr en su gran actuación bajo el agua en Brasil, que con maestría
aupó al Sauber, en uno de sus peores años, a la novena posición,
lo que reportó dos valiosos puntos que valen su peso en “oro”,
ya que aupó al equipo al décimo lugar en la tabla. Sin apenas
dinero, se mantuvieron como buenamente pudieron. La espantada del
Banco de Brasil de cara a 2017 no les ayudará -ni a Nasr-, sumado a
eso el hecho de montar motores Ferrari de 2016 por decisión -según
dicen- propia, para así poder trabajar antes en el modelo del año
que viene con una base conocida, tampoco.
Manor
Subió mucho cualitativamente, no sólo
por desarrollar un chasis nuevo, sino por contar con un motor actual,
el Mercedes. El año pasado contaron con el Ferrari 2014, que encima
no era gran cosa.
Pascal Wehrlein brilló a gran altura,
metiéndose varias veces en Q2 y logrando un excelente décimo puesto
en Austria. Claro que Rio Haryanto no desmereció y Estaban Ocon, que
sustituyó al Indoneso cuando a éste se le acabó la guita, también
estuvo a la altura. Destacando del francés sobremanera su gran
actuación bajo el diluvio en Brasil. Mereció acabar en los puntos,
pero no pudo ser, aunque la demostración quedó ahí, para quien le
pueda interesar. De momento ya recaló en Force India de cara a 2017,
en tanto que Werhlein todavía no sabe donde estará.
Para 2017 no hago previsiones, más
allá de que Mercedes es el favorito y que Red Bull y Ferrari serán
los principales aspirantes. Para eso no hace falta ser un lince. Pero
nada está escrito y puede haber sorpresas. Más aún si cabe
teniendo en cuenta los cambios reglamentarios que basicamente son
coches con más apoyo aerodinámico, con más agarre mecánico
-chasis y ruedas más anchas-, más potentes -evolución y 5kg más
de combustible- y más peso. Lo único negativo es el peso, pero como
es poco, apenas se notará, en tanto que todo lo demás redundará en
coches más veloces, entre 3 y 5 seg por vuelta que, aunque parece
mucho, no lo es tanto, ya que se limitarán a batir los récords en
calificación -en carrera está por ver- de hace más de una década.
Es decir, que si volviéramos al reglamento de 2004, tendríamos
coches mucho más veloces que los que vamos a tener en 2017. De modo
que no es para tanto, aunque se agradece la mejora de velocidad. Y es
que tanto tiempo involucionando hartaba.
Me da la risa ese estúpido snobismo de
la F1 pijotera de hoy día que insiste en complicar las cosas sin
necesidad. Kilos para medir la gasolina. ¡Pero si todos la medimos
en litros! Anda que no son gilipollas. Que ganas de liarla sin más.
Bueno, pues el año que viene unos 7 litros (5kg) más de combustible
por carrera. Y se podrá evolucionar los motores lo que se quiera.
¿Lo que se quiera? Jajajajajjajajajajaj, ¡pero si hay 4 motores por
año! Es decir, uno cada cinco carreras. Mucho, lo que se dice mucho,
no se va a poder evolucionar, en fin, pilarín.
Triste que en la nueva reglamentación
no se hable de los neumáticos de lluvia a fin de no limitarlos; ni
de la estúpida ley de parque cerrado, para poder reglar el coche
para agua; ni del regreso de los muletos, para evitar que una avería
o accidente a última hora deje un coche sin salir a pista.
¿Que le vamos a hacer? Así es la F1
moderna, tan compleja y sofisticada para unas cosas y tan estúpida e
ignorante para otras.
Rosberg en el podio de Abu Dabi, su último podio en f1. No lo dijo pero lo pensaba: "Amigos, me retiro". |
No puedo cerrar este artículo sin la
noticia “bomba” del año: Nico Rosberg se retira. Sólo puedo
desearle lo mejor en el futuro, y por supuesto que no comparto el
“cabreo-decepción” de algunos seguidores que piensan que Nico
debería seguir para defender el título, como si hubiese una ley no
escrita que obligase a ello. Cada uno se retira cuando le da la gana,
y si no desea disputar más campeonatos, es su decisión y punto.
Algunos pilotos sólo viven para correr y su ambición no tiene
límites. Me parece genial, pero lo mismo para los que tienen un
objetivo y, una vez cumplido, no desean seguir. Parece ser que
Rosberg ha acabado la temporada harto. Bueno, que se arregle con
Mercedes, con la que tenía contrato, y a vivir la vida.
Mercedes, por su parte dudo que tenga
muchos problemas a la hora de buscar sustituto. Al fin y al cabo el
suyo es el asiento más deseado.
¿Cogerá Mercedes a algún piloto con
contrato pero que se ofrezca? Alguien como: Alonso, Vettel,
Verstappen o Ricciardo o, como Williams en 1993 como Damon Hill,
¿dará la oportunidad a una promesa? Lease Pascal Wehrlein.
En breve lo sabremos, va a ser
divertido. Al final resultó que en Abu Dabi se retiraron tres, sólo
que uno lo hizo a lo grande, como campeón del mundo. ¡Ahí es nada!
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