lunes, 1 de mayo de 2017

Adrián Newey

¿El mejor?




No voy a ser yo el que diga que no lo es, pero tampoco lo contrario. Lo que sí es cierto es que Adrián Newey, genio de la aerodinámica, es uno de los mejores diseñadores contemporáneos, pero no es sinónimo de garantía. Es decir, que ficharlo no te garantiza el éxito. Ni él ni nadie.
Esto viene a cuento porque Newey es el diseñador mimado de la F1, de hecho, es como si sólo él fuese capaz de diseñar un F1 ganador. No me gustan los consentidos, aunque en este caso -a diferencia de otros- el protagonista no es culpable de su situación. Él se limita a trabajar, son los demás los que le doran la píldora.
Este año se esperaba mucho de Red Bull, porque con las nuevas normas y con un Newey “más implicado”, nadie lo podría, a priori, hacerlo mejor, y la mejor opción de Mercedes para mantener su supremacía consistía en el motor. Ahora vemos que, salvo sorpresa mayúscula, Red Bull no plantará cara a Mercedes este año. Pero nadie le echa nada en cara a Newey, nadie habla de que no ha hecho “un buen trabajo”.



Nunca ha querido ir a Ferrari, sin embargo, le gustan. Aquí junto a su 512F.



Tampoco tienen por qué, pero lo que no me gusta es el trato de favor que recibe. Me gusta la objetividad, y me molesta que para algunos solo haya parabienes, que hagan lo que hagan todo esté bien, y que a otros no se les pase ni una. Por tanto, si siempre se le nombra cuando sus coches ganan, lo mismo debe hacerse para cuando esto no es así, y no exculparlo largando las culpas a terceros.
Definir quién diseña qué en un coche, dar la autoría de un monoplaza, nunca es sencillo, pero parece que con Newey sólo son suyos los monoplazas que ganan, en tanto que otros que ha firmado que no lo han hecho, no cuentan, como si no hubieran existido.
Al bueno de Adrían se le atribuyen todos los éxitos de Red Bull, pero los fracasos no, esos son culpa de Renault. Y por supuesto, los diseñadores de los coches que le han ganado, no cuentan.
También se le atribuye la autoría de los campeonísimos Williams FW14B de 1992, luego el 15 y así hasta el 18 de 1997.
Impresionante currículo aumentado posteriormente con los Mclaren Mp4/13 y 14 de 1998-99.
Lo que pasa, es que en los Williams, estaba Patrick Head al mando. Decir que esos Williams fueron suyos -sólo suyos- no es justo.
Nadie discute, por ejemplo, que el Lotus 79 efecto suelo, es de Chapman. Sin embargo, entorno a este monoplaza había un staff técnico en el que destacaba Peter Wright -el verdadero artífice del efecto suelo-, que no es muy recordado por la alargada sombra del genial Chapman, el visionario. ¿Quién sino él podría haber dicho?: “los fluidos sustituirán al acero como elementos de suspensión” en clara referencia a la suspensión activa (como si las otras no lo fueran).
En resumen: que lo mismo que Chapman no estaba sólo, Head tampoco.



Mclaren Mp4/18, tal vez su mayor patinazo. Quiso ir demasiado lejos.




Esos Williams campeones -y los demás- se hicieron bajo el mando de Head, y es mucho suponer que la aportación de Newey fuera mayor que la de su jefe. El que se recuerde más a este es por la fama.
En Mclaren primero y en Red Bull después, Newey sí estaba al mando, y es ahí cuando la autoría de los monoplazas debe atribuírsele sino en exclusiva, si como principal artífice. Como -en sus años- Chapman en Lotus, Head en Williams, o Forghieri en Ferrari.
En su época con Mclaren, al margen de olvidar todo quisque su estrepitoso fracaso con el Mp4/18 de 2003 -tan malo que ni debutó siquiera- o el de su sucesor, el 19, que apenas ganó un GP, su genialidad nada pudo contra la maquinaria “Schumacher-Brawn-Byrne-Todt-Martinelli” de Ferrari, una vez esta comenzó a funcionar.
Con esto no quiero decir que no sea el mejor diseñador, pero lo que no aguanto es que sólo se mencionen sus triunfos y se olviden sus fracasos, amén de darle éxitos a él cuando no era el máximo responsable, en referencia a su época de Williams.
¿Se imaginan a Red Bull plantando cara a Mercedes este año? Todos alabarían a Newey, dirían que su chasis es el mejor, y que si no ganan es por culpa del motor. Ferrari es quien está plantando cara pero ¿habla alguien de su diseñador? ¿Y del de Mercedes? A eso me refiero.

No hay sólo Newey bajo el sol.

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