martes, 16 de abril de 2024

GP del Japón 2024

 



                      Honda, como en casa





Se estrenaba este año el GP del Japón con cambios en su calendario, pasando de finales de octubre-principios de noviembre, a primeros de abril. Es un GP que gusta por el excelente trazado y por lo apasionado y educado de su público.

Reb Bull Honda corría en casa y esta última logró el doblete, como en 1988, 1991 y 2022, las dos primeras con Mclaren y las dos últimas con Red Bull. Algunos apuntarán que en 2022 el motor era un “RBPT”, es decir, un Red Bull Power Train, pero este no era otro que el Honda bajo otro nombre. Sí RB llega a hacer ella el motor, Max se habría largado del equipo, ya que difícilmente hubiera puntuado.

Tras unos libres en los que Williams volvió a tener tarea, esta vez por el accidente de Sargeant, todo estaba preparado para la cuali, en la que RB y Max pintaban como favoritos, aunque con todos los rivales acechando.

Stroll, Gasly, Magnussen, Sargeant y Zhou no pasaron de la Q1 destacando, para mal, Stroll, cuyo Aston es de Q3 y Zhou, muy lejos de los tiempos de Bottas. Ricciardo, Hulkenberg, Bottas, Albon y Ocon corrieron la misma suerte en Q2. Está claro que meter el Alpine en Q2 ya es un logro. Por otra parte, Ricciardo no pasó a la ronda final por “culpa” de su compañero Tsunoda, el héroe local, que volvió a superarlo.



En plena forma, Sainz firmó otro meritorio podio. Tres de tres.


Y llegó la hora de la verdad del sábado, con Max en pole, si bien nada sencilla, ya que por 66 milésimas no lo superó su compañero Pérez, mientras Norris, a sólo tres décimas, estaba al acecho de un error de los RB que no llegó. Cuarto, a medio segundo, el primer Ferrari, el de Sainz, que al ahorrar ruedas gozó de dos intentos, a diferencia de su compañero Leclerc. Quinto, en otra demostración personal, Alonso, con un Aston que debería ser noveno. Tras el hispano: Piastri, Hamilton -que dominó claramente a su compañero-, Leclerc, Russell y Tsunoda, que volvió a colarse en la ronda de los “diez elegidos”.

El domingo se preveía una carrera dura a causa de la degradación, a dos paradas y, pese a que no hubo lucha por la victoria, fue una carrera bonita.

En parrilla casi todos partían con medios, con excepciones como Alonso, blandos. Tras la arrancada, el choque entre Albon y Ricciardo causaba una bandera roja y otro trabajo extra para los mecánicos de Williams, que a este paso se van a hacer de oro en horas extras a causa de los accidentes de sus pilotos.

La segunda salida se dio con el orden en la que estaban los coches al paso del primer sector antes de que se sacara la bandera roja, a diferencia de antaño, que si no se había corrido no una, sino dos vueltas, el orden era el de la salida, aunque el único cambio entre los primeros fue Hulkenberg, décimo a costa de Tsunoda.

Como hubo bandera roja, algunos cambiaron neumáticos y estrategia. Sainz montó otro juego de medios nuevos, mientras los Mercedes pusieron duros.



Faltos de competitividad, al menos los Mercedes no perdieron tiempo entre ellos.


Nueva salida con la carrera acortada en dos vueltas. Lo poco destacable fue que Leclerc superó a Hamilton y que Tsunoda volvió a su punto de partida, el décimo lugar. Sin cambios en cabeza, el primero en parar -en la vta. 11- fue Norris, tal vez para evitar el “undercut” de Sainz. Alonso, con blandas, paró una vuelta después, y Sainz cuatro. El resto fueron parando a continuación, siendo Russell el último en hacerlo en la diecisiete. A destacar que los Mercedes intercambiaron posiciones, cosa extraña al ir con la misma táctica, dejando un obediente Ham paso a Russell.

El que no siguió el guión fue Leclerc, que no paró, y de ese modo tomó el liderato, un liderato que le duró cuatro vueltas, lo que tardo Max en volver a su puesto natural. Pérez, que venía por detrás remontando, tras pasar a Norris, no pudo con Leclerc hasta que este se fue largo en la nueve, momento que el monegasco aprovechó para hacer su única parada -vta. 26-, justo al tiempo que Norris se detenía por segunda vez. Y como venía justo detrás de Charles, salió ahí, ya sin paradas pendientes para ninguno, es decir, con todo a favor del Ferrari.

Sainz lideró justo antes de su ultima parada -vta. 36-, reincorporándose quinto tras los RB de Max y el Checo, el Ferrari de su compañero Leclerc y el Mclaren de Norris, precediendo a Alonso, Piastri y los MB de Russell y Ham. Comentar que sólo Leclerc fue a una parada (medios-duros), llendo el resto a dos: medio-duro, duro, salvo los MB, duro-duro-medio y Alonso, blando-medio-duro, todo esto tras la bandera roja.



Sauber no brilló, pero al menos no la pifiaron en las paradas, aunque tampoco fueron buenas.


Las últimas dieciocho vueltas vieron la remontada de Sainz, que se cepilló a Norris en ocho vueltas y a Leclerc en dos más, en este caso sin oposición, “volando “ a su tercer podio del año. Alonso, por su parte, usaba la táctica de Sainz en Singapur 2023, que ya es un clásico, es decir, dar DRS a su perseguidor, Piastri, para defenderse de los ataques del siguiente, en este caso Russell. Y le funcionó, aguantando el “rush” final de los Mercedes, que iban como flechas -chiste fácil- en la última fase gracias sus medios con menos vueltas que los duros del resto.

Si bien Alonso aguantó, Piastri no, y Russell acabó séptimo. A Hamilton le faltaron un par de vueltas para poder atacar al segundo Mclaren, acabando en un paupérrimo noveno lugar tras haber realizado una gran clasificación, a diferencia de su carrera. Décimo fue el héroe local Yuki Tsunoda, primero de los demás.

La clasificación fue, por si alguien se ha liado, esta: Max, Checo, Sainz, Leclerc, Norris, Alonso, Russell, Piastri, Hamilton y Tsunoda, es decir, RB, RB, Ferrari y Ferrari al comando.



Si en algo lidera Williams es en accidentes. Poca fortuna para tan mítica escuadra.


En quince días -menos desde que escribo estas líneas- más, en China, que vuelve al calendario tras su ausencia desde 2019 a causa del Covid con el primer fin de semana del año con formato esprint. La verdad es que elegir este formato en una carrera en Asia para el público Europeo no es lo más acertado, ya que si se quiere ver todo, no se puede dormir de seguido, fuera aparte de que el viernes a las 9:30, con todo quisque trabajando, es la cuali para la esprint. Luego, el sábado, calificación a las 5 de la mañana y carrera corta a las 9 no es algo lógico, pero bueno, ¿qué esperar de unos dirigentes de la F1 que han perdido el norte, llevando esta a donde no debe -países que no respetan los derechos humanos-, a circuitos urbanos menos seguros y, de colofón, prohibiendo la presencia a las chicas de parrilla en la mayoría de los GGPP? Pues exactamente eso, carreras a horas intempestivas. Que les den y lo vea rita.


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