miércoles, 26 de enero de 2022

El caso Hamilton



                              Pataleta





De niño pequeño y de mal perdedor: él y Mercedes, que con su actitud poco hacen a favor de sus respectivas imágenes. Sin decir ni una palabra, ni escribirla en redes, que hoy día es casi lo mismo, Lewis Hamilton a dado más titulares que nunca. Es libre de no hacerlo, y quizá se esté riendo -en el buen sentido- de lo que se publica, pero es una falta de respeto no aclarar nada en torno al rumor de su posible retirada. Bajo mi punto de vista, no se va a retirar, ya que en caso de hacerlo, lo habría dicho para que Mercedes buscara sustituto, ya que no creo que esto lo pueda llevar tan en secreto, a menos que MB ya tenga la bala en la recámara y pueda esperar hasta el último momento. Que quiera presionar a la FIA con su posible retirada para sacar tajada en alguno de sus caprichos sería otra opción. No me parece serio ni lo primero, ni lo segundo. Lo primero porque sea lo que sea le ronde la cabeza, con un breve comunicado, valdría para acallar los rumores y lo segundo, porque es un chantaje de alguien que se cree más importante de lo que es. La F1 de 2022 seguirá perfectamente sin él, ya que no es insustituible, nadie lo es, salvo quizá Ferrari, cosa que no quiero comprobar.



Momento inolvidable para Ham y Max, aunque cada un o lo recordará de modo opuesto.



Dicho esto, entiendo le doliera mucho perder como perdió en Abu Dhabi, pero debería dejar de mirarse el ombligo y pensar cosas como que ya tiene siete títulos, o que Massa lo perdió en 2008 de forma al menos, igual de dolorosa. Y en el caso del brasileño no hubo más oportunidades.

Eso sin contar que Verstappen, el campeón, de no haberlo ganado, casi lo habría sufrido igual, ya que veía como pese a su gran hacer, nada podía contra el binomio Hamilton-Mercedes en las cuatro últimas citas. Y sin quitar mérito a Hamilton, haciendo honor a la verdad, no era por el magistral pilotaje de Ham que este ganaba como ganaba, sino por la superioridad de su máquina. Y ver eso es igual de doloroso, más aún no habiendo ganado un título todavía y habiendo sido perjudicado en dos carreras, Inglaterra y Hungría, por errores de los demás, cosa que a Ham no le pasó. Eso sin mencionar el regalo de la FIA -de este y de muchos otros Ham no dice nada-, de Barhéin. Sin una de estas tres cosas, a Max le habría valido ser segundo -o menos- en la cita final. Así que, ¡menos lobos, caperucita!

Respecto a lo acontecido en la última carrera, es cierto que hubo irregularidades por parte de la FIA, que no aplicó el reglamento al pie de la letra. A este respecto quizá me equivoque, ya que no conozco la letra pequeña, ni la potestad del director de carrera, pero por lo visto deben desdoblarse todos los pilotos, no sólo algunos. Tal vez no fuese lo más correcto según las reglas, pero sí lo mejor de cara al espectáculo. Claro que al que le perjudica, no le hace ni pizca de gracia pero, ¿no adelantó con bandera amarilla Vettel en Brasil 2012? Sí, y no tuvo sanción, de haberla tenido, Alonso campeón. Ni él, ni Ferrari, armaron un numerito como Mercedes y Luisito.



Michael Masi en la picota. Dicen que Mercedes y Ham quieren su cabeza.


Por otro lado, ¿no estaban las ruedas de Hamilton fuera de rango -presión- en Italia 2015? Sí, pero no tuvo sanción, y eso que de haberla tenido, podría haber ganado el Ferrari de Vettel. Sin embargo, por lo mismo, a Massa ese mismo año se lo descalificó en Brasil.

Y eso por no hablar de los múltiples regalos de la FIA a Mercedes y Hamilton, como México 2016, con Ham saltándose las tres primeras curvas que, por mucho que lo quieran justificar, es una ilegalidad como la copa de un pino. Por cierto, algo parecido, pero no tan acusado, volvió a hacer Ham en Abu Dhabi este año.

De manera que, menos quejas, no siempre la balanza se decanta al lado de uno. La vida y, por tanto, la F1, no siempre es justa. ¿Saben lo peor? Que si esta situación se hubiera dado al revés y Hamilton se hubiera aprovechado de ella para ser campeón, estaría la mar de contento y él y su equipo alabarían a Masi por su valor y por mirar por el espectáculo, dirían algo como: “las carreras son carreras”, y cosas así. ¿O acaso creen que habrían renunciado al título por dicha injusticia deportiva, tal y como claman ahora? Para nada, ni siquiera habrían dicho no estar de acuerdo con la decisión, sino al contrario. Y a los hechos me remito, porque en general, cuando uno hace una ilegalidad y se la perdonan, no la reconoce pero, cuando se la hacen a él, monta en cólera. Pues dado que está montado así, ajo y agua, ahora toca aguantar. Lo que ha quedado bien claro es que como persona Hamilton no vale nada, pero nada de nada. Ojo, con esto no digo que sea mala persona, sino simplemente que no es persona.



Wolff y Hamilton, muy majos cuando todo les va bien, muestran su verdadera cara cuando no.


Lamentablemente esto es cada vez más común, pero es lo que hay. Si Hamilton hubiera dicho que lo de México 2016 -por ejemplo- era de sanción, que lo que hizo no fue correcto, seguramente lo hubieran sancionado, por eso se calló, y como en ese aspecto, más o menos todos obran así, luego no tienen ningún valor a la hora de quejarse de las injusticias que les ocurren. Lo dicho, si les hubiera beneficiado, o simplemente, hubieran ganado, no habrían dicho ni mu. Por eso mismo sus protestas carecen de valor y credibilidad y ¿saben qué? ¡Que les den!

jueves, 20 de enero de 2022

Crashgate 2008

 



                      El robo de Fernando




Y de todo el equipo Renault. Sí, es verdad, es un titular sensacionalista, pero me lo puedo permitir y además, lo voy a explicar porque, pese a la resolución oficial donde se daba a entender que sólo Piquet, Simonds y Briatore estaban al tanto, yo soy de los que no se lo tragan. Todos en Renault lo sabían, Fernando entre ellos. No tengo pruebas, pero razonando la lógica no da la razón a la resolución de la FIA que, bajo mi punto de vista, dio un castigo para que todo siguiese igual y hacer como que hacían algo. De hecho, si es por ellos, hubieran preferido el tema no saliese a la luz. Otra cosa hubiera sido, y ahí lo dejo caer, ya que lo mismo es falso, que la FIA ya sospechase hubo tongo en 2008 y lo dejase correr.

Respecto a que todos en Renault estaban al tanto de dicha artimaña, trampa para ser más exactos, es de lógica, ya que las tácticas de equipo se hacen de forma conjunta -en equipo-, más aun cuando de lo que se trata es de que un compañero ayude al otro.



Piquet se estrella para que salga el coche de seguridad que beneficia... ¡a su compañero!


Es evidente que Alonso no hizo la táctica que hizo de no saber que Piquet se iba a estampar, entre otras cosas, porque entonces había repostajes y neumáticos Bridgestone. ¿Y eso qué? Dirán uds. Pues que en esa época era más rápido estar en pista con neumáticos gastados y depósitos vacíos que al revés, a lo que Bridgestone contribuía al tener unos neumáticos muy consistentes. Salvo en Barcelona y Magny Cours, esa táctica era la más rápida, más aún cuando un coche rápido calificaba atrás. ¿Por qué? Porque al ser más veloz, podía ir igual de rápido -o más- que quienes le precedían con más peso y luego, al parar estos y cargar combustible, todavía más, abriendo brecha para adelantarlos. Cuanto más tarde parase, mejor. De modo que realizar una táctica más lenta no se sustenta salvo que hubiese algo que lo justificase. Y aquí la justificación quedó clara casi un año después: que Piquet chocó aposta para que saliera el coche de seguridad. Y como entonces había una absurda regulación del coche de seguridad que impedía la entrada a boxes hasta que todos se reagrupasen, la jugada estaba clara: parar pronto, esperar la salida del coche de seguridad -provocada por su compañero- y superar a los rivales cuando estos parasen una vez reagrupados. La jugada era sencilla a causa de una regulación estúpida, otra cosa era atreverse a hacerlo. Y lo hicieron.



Massa iba camino de la victoria... hasta que apareció Piquet.


Es este el razonamiento que me lleva a pensar que todos en Renault estaban al tanto de dicha jugada, y no sólo unos pocos – y mucho menos sólo tres, Piquet, Simonds, Briatore-, al margen de que, como dije al principio, las tácticas de equipo no se elaboran en secreto dentro del mismo. O al margen unos de otros. Claro que, evidentemente, si pudieron obrar al margen de Alonso y su equipo de mecánicos, pero cuando Alonso toma una táctica contra natura, no me cuadra, y por tanto, no me lo creo. Otra cosa es que esto hubiera sucedido en Barcelona o Magny Cours, circuitos en los que parar pronto sí era beneficioso. Entonces sí me lo habría creído, o cuando menos, tendría dudas. En este caso, no. Y los otros casos controvertidos en los que Alonso ha estado implicado -espionaje a Ferrari en 2007 y el calambrazo de pretemporada de 2015-, en los que no ha sido nada claro, no fluyen a favor de que crea a mi compatriota cuando afirmaba no estar al tanto de los tejemanes de Piquet-Simonds-Briatore. También eso es uno de los motivos que no me animan a comprar su biografía, porque creo no va a ajustarse a la realidad en determinadas situaciones.



Sin la jugada de Renault, seguramente Hamilton no hubiera sido campeón ese año.


Luego está el tema de la carrera en sí. Massa parecía lanzado a ganar el primer GP de Singapur -y nocturno- de la historia, toda vez que Hamilton y Raikkönen se disputarían la segunda posición. Pero la “bromita” de Renault precipitó el fallo en boxes de Felipe y Ferrari que, pese a los problemas en su semáforo, sin la presión de tener a Ham a sus talones -los cinco segundos se esfumaron con el coche de seguridad- más Kimi teniendo que esperar, seguramente no habría sucedido.

Como fuere, nunca lo sabremos y es casi igual. El caso es que esa carrera, adulterada, no debió de contar para el campeonato del mundo, y con ello el título se habría quedado en Maranello, con Massa como sucesor de Kimi.

Por otro lado, si Massa nunca hubiera estado en posición de podio -el zalamero de Ham decía estar conservando, como si alguien se lo fuese a creer- quizá se podría obviar un poco lo que pasó. Pero la “jugada” de Renault no sólo le costó a Massa y Ferrari el triunfo, sino el título. Si realmente la FIA sospechó algo en su momento, debió investigar y anular ese GP. Pero todo eso en el año en curso. Para cuando se destapó el tema, en 2009, veo lógico no cambiar nada. Puede que la F1 sea cada vez más como el fútbol, pero afortunadamente no es como el atletismo y ciclismo, y los resultados no se cambian años después. Y en ese sentido, me parece bien.








lunes, 3 de enero de 2022

Schumacher Netflix

 



                         El documental





Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que hoy es el 53 cumpleaños de Michael Schumacher, escribiré unas pocas palabras sobre el documental que sobre su persona a tenido a bien realizar Netflix.

No es cuestión de hablar de todos los documentales de F1, y menos ahora que parece se están haciendo un montón, pero cuando se trata de una de las figuras más legendarias es casi obligatorio hacerlo, y para ello esta es la mejor fecha.

El documental dura casi dos horas y narra, a grandes rasgos, la carrera deportiva de Schumacher. Como es obvio, pasa muchos detalles por alto, fórmulas de promoción, sports y demás, ya que de comentarse todo, a poco que uno se centre, más que un documental, habría que hacer una serie, cosa que por otra parte, tampoco estaría mal.






Es un documental amable, como suelen serlo todos en tipo de situaciones. Raro sería -no conozco ningún caso- en el que se hace un documental sobre un deportista célebre para criticarlo, aunque hubiese motivos para ello. Y con Schumi los hay, como con otros tantos. Algunas situaciones se pasaron por alto, y otras se trataron con amabilidad. Uno no puede estar de acuerdo en todo, y respecto a Spa 1998 yo tengo una opinión distinta a la comentada en el documental, lo mismo que respecto a Jerez 1997, aunque sin quitarle su responsabilidad, que es que lo hizo aposta, aunque aquí lo tratasen de otra manera, como una reacción instintiva. ¿Quién sabe?

Personalmente, lo que más me gustó, de largo, fue lo que dijo Damon Hill, rival durante muchos años, que me pareció de un caballero de verdad. Dijo, respecto a lo acaecido en Adelaida 1994: “ estando un punto por delante en el campeonato, no sé que habría hecho yo en su situación”. Que diga esto quién perdió un título por una maniobra, cuando menos cuestionable, es toda una muestra de señorío. Luego algunos, como yo, pueden hablar de las cuatro carreras de sanción de Schumi, tan cuestionables o más que dicha maniobra, pero a efectos de los que sucedió aquel día, “chapeau” para Damon Hill.



No todo es competición en el documental.


El documental esta bien, entretiene y gustará a los fans del Kaiser, toda vez que quien busque críticas feroces, o duras, se sentirá decepcionado, pero es que este no es el lugar, como tampoco lo era el de Senna, que trató ciertos temas comprometidos de Ayrton con mano izquierda. Respecto a este documental, del que algunos dijeron era “la mejor película sobre la F1”, sin duda pasándose de frenada tres pueblos, decir que el de Schumi, no se queda corto, es igual de bueno. Ambos lo son, pero en realidad, ninguno es excepcional. He visto otros documentales, más cortos eso sí, de otros pilotos, Gilles Villenuve por ejemplo, y son igual de interesantes. Un documental excepcional es: Ferrari, race to inmortality”, comentado en este blog, al igual que el de Senna o “F1 life on the limit” que es genial.

De modo que, y como resumen, véanlo, les gustará y se entretendrán, incluso aunque quieran escuchar críticas, es un buen documental sobre un piloto, un gran piloto, y los no fans verán la otra cara del Kaiser, una cara amable, generosa como ninguna otra con su equipo. Fue a él al que yo escuché por primera vez la frase: “ganamos y perdemos juntos” y, en su caso, era verdad. Otros no pueden decir lo mismo, salvo palabras vacías.






Ocho años después de su fatídico accidente, Schumacher sigue en la mente y los corazones de muchos aficionados y es todo un detalle que Netflix se haya acordado de él.

Suerte Schumi, y mucha fuerza, sin duda la necesitas.