lunes, 26 de agosto de 2019

Los récords de Hamilton



                               ¿Es tan bueno?








Pues no. Así de claro y así de sencillo. Pero esa es mi opinión, otros opinarán otra cosa. Dicho lo cual, voy a explicar el por qué pienso que Hamilton, por muchos récords que tenga -y los que pueda llegar a tener-, no es tan bueno. Tan bueno como los que son, para mí, los mejores de la historia: Fangio, Clark, Senna y Schumacher.
En todo deporte del motor, y en la F1 más, el coche, la máquina, es lo preponderante, y es por ello que los resultados, aún mirándolos en porcentaje, no sólo en bruto, no necesariamente manifiestan el valor real del piloto. Y eso es válido para todas las épocas.
Muchos ningunean a Vettel y sus cuatro títulos en Red Bull, el mejor coche entonces, pero olvidan que Hamilton lleva desde 2014 con una máquina superior a la de aquel y que, a diferencia de este, no ha podido hacerse siempre con el título pese a los regalitos que le hizo la FIA en 2016 -Mónaco, México-, perdiendo ante Nico Rosberg.
Además, ha sido superado por su compañero de equipo en más ocasiones, como con Button en 2011. Un Button que en más de una ocasión lo ha dejado en evidencia. Y eso sin contar como Bottas, un piloto bueno pero nada más, ocasionalmente lo ha barrido, algo que con los anteriormente citados no ocurría ni en broma.



Ya quisiera Hamilton codearse con estos dos. El creerá que sí, pero no.



Algunos dicen que Schumacher ganaba por tener el mejor coche -como si Hamilton o Senna no lo hubieran tenido- y que el equipo lo apoyaba a muerte. Evidentemente olvidan dos cosas básicas, que Schumacher destruía a sus compañeros de equipo -Bottas con Schumi no se come ni los mocos-, de ahí el apoyo, y que bregó muchos años con el segundo mejor coche, de lo contrario lo jalonarían más títulos. Dicho esto, el Kaiser, al igual que Loeb en los rallyes, ha estado muchos años solo en el poder. La cuestión es si había menos nivel o si el suyo era demasiado alto. Quizá un poco de todo. Sin duda, sin la muerte de Senna, las cosas habrían sido muy distintas, al enfrentarse -y por tanto restarse triunfos- dos colosos. Eso le podría haber pasado a Fangio con Ascari, mientras que Clark, que podría tener tres títulos antes de su prematura muerte, se quedó en “apenas” dos.
Volviendo a Hamilton, lo mejor que ha hecho de entrada fue plantar cara en su primer año a Fernando Alonso, estando sublime. Pero ha tenido más años y se ha visto su verdadero nivel: altísimo, pero no como el “poker de ases” antes mencionado.



Mansell podría tener cuatro títulos, y  supera a Hamilton en espectacularidad y carisma por goleada.



Diría Hamilton es un grande como lo son Prost, Lauda y Stewart, más o menos, aunque a este último no sé si ponerle como repoker o de puente entre ambos niveles. Lo mismo que a Ascari.
Sea como sea, vemos que con la maquinaria que ha dispuesto Hamilton, Prost, por citar sólo a uno, habría tenido el mismo éxito. Y es que Alain, a nada que su suerte hubiese sido mejor, tendría siete títulos pese a haberse enfrentado a Senna, Piquet y Mansell. Este último, el León, que sí tenía el día podía aplastarlos a todos -lo que pasa es que no siempre lo tenía- también podría tener cuatro títulos si la fortuna le hubiese sonreído. El de 1987, como ya expliqué, sin su abandono al salírsele una rueda en Hungría, habría sido suyo pese a no disputar los dos últimos GGPP.
A Hamilton, un grandísimo piloto, le ha sonreído la suerte, y ha tenido -y tiene- “estrella”, nunca mejor dicho, y es por eso que tiene tanto éxito, pero de ahí a ponerlo en el Olimpo de los Dioses, como que no. Y es que si Hamilton habría mantenido su palabra de hacer toda su carrera en F1 con Mclaren, ahora mismo sólo tendría un título en su poder y nadie hablaría de él. Así son las cosas.



Si no abandona Hamilton Mclaren, ahora mismo sólo tendría un entorchado.




Si quieren saber lo que habrían logrado Clark Y Senna de no haberse encontrado con la muerte, miren los siguientes enlaces, un saludo.

http://elsofadelaf1.blogspot.com/2017/02/jim-clark.html
http://elsofadelaf1.blogspot.com/2016/12/y-si-senna-no-se-hubiese-matado.html

domingo, 18 de agosto de 2019

Didier Pironi: ¿Y si Prost no se le hubiera cruzado en su camino?




                                 5 años más








Bajo el diluvio de Hockenheim ´82, Didier Pironi saltó por los aires al colisionar contra el Renault de Prost cuando creyó que Derek Daly, que lo precedía, le daba paso, cuando en realidad estaba adelantando a Prost, que circulaba muy lento.
Este aparatoso accidente, muy similar al sufrido por su compañero Gilles Villeneuve meses antes en Zolder contra el March de Jochen Mass, no fue mortal, a diferencia de aquel, pero provocó a Pironi tan graves lesiones que ya no pudo volver a pilotar más en F1, y eso que Enzo Ferrari le dijo que, tan pronto volviese a estar listo, tendría para él un monoplaza sin necesidad de tener que recurrir a un tercer coche.
Lo primero que perdió Pironi en ese accidente, del que salvó las piernas de milagro -una a punto estuvieron de amputársela- fue el título de ese año. Baste decir que pese a perderse las cinco últimas carreras, acabó subcampeón a 5 puntos de Rosberg, y en Hockenheim habría ganado sin problemas. Eso para empezar.



Agosto fue un mes fatal para Didier. En 1982, el día 7, este accidente, 5 años después, el 23, otro, en lancha. No sobrevivió.




Lo siguiente que perdió fue su carrera en la F1, ya que nunca estuvo en condiciones de volver a pilotar, pese a subirse a los Ligier y AGS de F1 para ver como se le daba. Pero sus piernas no estaban por la labor, al no tener la suficiente movilidad y fuerza.
Lo último que perdió fue la vida, sí, la vida. Y es que de no haber chocado en Hockenheim, aparte de ser campeón del mundo -el primer campeón del mundo francés- habría seguido corriendo en F1 y por tanto, no se habría matado cinco años después en un accidente de off-shore, la F1 del mar, junto a Bernard Giroix y Jean-Claude Génard.
Y es que Didier corría en lanchas por su pasión por la velocidad, y así colmaba sus ansias de riesgo, romántico como era, dado que no podía hacerlo en la F1. De modo que cuando chocó contra Prost Didier murió, pero no en el acto, tuvo una prórroga de cinco años, la suficiente para dejar embarazada a su mujer, que tuvo unos gemelos a los que llamó Didier y Gilles, nacidos en enero de 1983, cinco meses después de la muerte de su padre.



Catherine, la viuda de Pironi, con sus hijos gemelos: Gilles y Didier.



Lo que hubiera logrado Didier en F1, al margen del título de 1982, es mera utopía, pero bien podría hacer valer lo que puse en mi artículo “Gilles vivo” de marzo de 2017, para el francés.
Creo que podría haber repetido título en 1983 y, a partir de ahí, ¿quien sabe? Y menos aún si su compañero Gilles hubiera sobrevivido a Zolder. Lo mismo era campeón un par de veces -o más, como Gilles en mi relato- o ninguna.
Sea como sea, en 1982, la parca se cebó en los dos grandes pilotos de la Scuderia Ferrari.
Descansen en Paz.


domingo, 11 de agosto de 2019

GP de Hungría y primera parte del año




                             Aburrida emoción








El GP de Hungría vio la pole número 100 de un piloto de F1, conseguida por Max Verstappen en su GGPP 93, devolviendo el récord de mayores ganadores de GGPP sin poles a Bruce Mclaren y a Eddie Irvine, con cuatro cada uno.
Max consiguió la pole por los pelos, apenas 18 milésimas por delante de Valtteri Bottas, que le apretó de lo lindo, justo cuando todos esperaban fuese Hamilton el que lo hiciera. Cabe recordar que pese a su récord de poles, Hamilton es más fuerte en carrera que en entrenamientos. Muchos olvidan que Nico Rosberg fue más veloz que él en 2014 en calificación. El impresionante récord de Hamilton en poles se debe a varias circunstancias, entre ellas al hecho de haber corrido para Mercedes toda la era híbrida. Para nada le quito mérito, pero las cosas como son. No creo que Hamilton sea más rápido ni mejor que Fangio, Clark, Senna y Schumacher, por mucho que los supere -o pueda superar- en las estadísticas.
Los Ferrari se defendieron en los entrenamientos, pero en carrera iban a hacer su peor papel del año, pese al podio de Vettel. Mclaren se confirma claramente como el cuarto equipo siendo Norris rapidísimo en calificación y Sainz un coloso en carrera.
Hubiera sido estupendo ver a un Williams en Q2, pero por milésimas Russell se quedó a las puertas. A ver la próxima vez que tal.



Gran piloto Russell, sacando petróleo del Williams.



La carrera fue un duelo a dos -Verstappen-Hamilton- al quedar Bottas eliminado por un toque involuntario que le propinó a su alerón delantero Charles Leclerc, toda vez que los Ferrari eran un segundo clavado más lentos por vuelta.
Hamilton tenía un ritmo superior, sobre todo a partir de la parada, que hacían parecer al Red Bull un Williams, o un GP2 por eso del motor Honda, si prefieren, pero Max es mucho Max y Hamilton, que también es mucho, no pudo pasar a pesar de tener un coche muy superior.
Así las cosas, en Mercedes decidieron probar con otro plan: parar una vez más y ver que tal. La táctica les salió de perlas, teniendo Max que claudicar a cuatro vueltas del final, cuando a la superioridad del Mercedes hubo de añadirse la de los neumáticos. Algunos “simples” se fliparon con la táctica de Mercedes y lo “arriesgada” que era pero, francamente, de arriesgada nada. Lo peor que les podía pasar era acabar donde estaban incluso si se les trababan las cuatro ruedas en la parada. Estuvieron “vivos” en Mercedes y Hamilton sensacional, pero no hicieron nada que otros en circunstancias similares no habrían hecho. Cuando tienes el mejor coche, puedes probar estas cosas y, si eres Michael Schumacher, sin él, que así les ganó varias veces a coches mejores, como a los Mclaren en 1998, aunque muchos se limiten sólo a recordar cuando ganaba de calle por tener el mejor coche, aplastando por cierto, a su compañero.



Este incidente con Pérez impidió a Ricciardo pasar a Q2. No se reía nada acabar la sesión el amigo Daniel.



La carrera tuvo emoción final -y en el medio-, con la lucha Hamilton-Verstappen, pero fuera de eso, fue un peñazo y, al ganar el de siempre, que quieren les diga, un rollo. Sería genial que tras el parón veraniego a Hamilton se le torcieran las cosas para ver si puede haber algo de emoción de cara al título, pero me da que no va a ser.
Respecto a la primera parte de la temporada, poco que decir: Mercedes sigue siendo el mejor de calle mientras Red Bull mejora poco a poco, toda vez que Ferrari ha demostrado no estar a la altura, salvo en circuitos de baja carga aerodinámica. Es por ello que creo Ferrari puede ganar en Spa y Monza -ahí con nuevos récords de velocidad- pero nada más, el resto para MB y RB y a esperar al año que viene.
Mclaren ha dado un gran paso y es claramente el cuarto equipo, pudiendo lograr algún podio a poco que tengan suerte, cosa que con Alonso en el equipo tal vez habrían logrado. Pero francamente, no creo Alonso se conforme ya a estas alturas con eso.
Los demás están muy igualados, variando el tema según las pistas. Los Alfa parecen ir bien, como Ferrari, en circuitos de baja carga, mientras Williams es la nueva “cenicienta”. Una pena ver así a este equipo pero es lo que hay, al menos por ahora.



Un cambio de táctica permitió a Vettel superar al final a Leclerc por el tercer lugar.



Tanto Kubica como Giovinazzi, más incluso que Stroll, están siendo los pilotos con peores prestaciones, mientras el carismático Raikkönen parece estar pasando una nueva juventud.
Eso sin olvidarnos de Pierre Gasly, totalmente eclipsado por Max Verstappen. Sin duda el Red bull es un coche difícil y mientras el holandés le saca partido, el francés pasa las de Caín, de ahí que algunos le busquen sustituto. Nico Hulkenberg es uno de los candidatos, pese a no ser tan rápido en calificación como Ricciardo, en carrera es tan rápido o más que el australiano y si llueve y hay cambios de agarre, mucho mejor.
A la vuelta del verano veremos si acierto con mis predicciones, salvo que se me ocurra otro “articulaco”, ¡hasta entonces!