lunes, 24 de octubre de 2016

GP de Estados Unidos 2016

      Hamilton cincuentenario








La quinta edición del GP de EEUU celebrado en Austin es la trigésimo octava en total del GP de EEUU en sí, a la que habría que añadirle ocho de EEUU este y otras tantas de EEUU Oeste, con lo cual el número total de carreras en suelo yankee asciende a la nada desdeñable cifra de cincuenta y cuatro.
La principal novedad antes de arribar a suelo texano era el fichaje del alemán Nico Hulkenberg por Renault. A la tercera va la vencida tras no poder fichar a Sainz porque Red Bull no lo dejó marchar ni a Pérez, este último porque no quiso.
Otra noticia curiosa es la crisis de autoridad que tiene Ron Dennis en su equipo, Mclaren, en el que los accionistas lo quieren largar y él, logicamente, no se va. Dennis, que tiene el 25% de las acciones de Mclaren, tenía previsto comprar el 50% que posee una sociedad de capital de Barhein -que triste- y el otro 25% de su socio de toda la vida -al menos desde los 80- Mansour Ojjeh, de TAG. Pero no consiguió el dinero suficiente para hacerlo y los accionistas, que no están contentos con él dado los resultados obtenidos -si es que lo conseguido por Mclaren estos dos últimos años se puede considerar así-, piden su cabeza. Continuará...



Dennis ha pasado mejores momentos al frente de Mclaren, pero que nadie lo de por muerto. 



En el transcurso del GP se supo de Daniil Kvyat seguiría el año siguiente como piloto de Toro Rosso, evitando así los rumores que lo situaban en Force India. Caso insólito el del ruso, ya que generalmente Red Bull suele arruinar las carreras en F1 de sus pilotos a la mínima. Parece que le han dado una segunda oportunidad, cosa que no hicieron con Vergné, Buemi y Alguersari, a los que largaron de mala manera.
Los libres vieron un dominio de Mercedes con Red Bull cerca. De hecho, los austríacos dominaron la última sesión dónde los Mercedes pasaron de usar el superblando.
Lo más destacado fue el lento ritmo mostrado por los equipos en los libres. Está claro que las condiciones no eran buenas, porque debían haber sido mucho más veloces.
Mclaren mostró ir mejor que en Japón, como era de esperar, mientras que Ferrari, que nunca ha ido bien aquí, dio un nuevo bajón tras la buena prestación -que no resultados- de Japón. Todo hacía prever que Ferrari estaría aquí como en Alemania, es decir, el tercer equipo en tierra de nadie.
Los entrenamientos vieron como se quedaban sin pasar el primer corte: Grosjean, Magnussen, Button, Wehrlein, Nasr y Ocon. Button se quejó de tránsito, que no de tráfico -el tráfico es de influencias- en la última parte del circuito, en la que tuvo que pasar a dos coches perdiendo un valioso tiempo.



"Corte" para Button en la Q1.



En el segundo corte se quedaron: Pérez, Alonso, Kvyat, Gutiérrez, Palmer y Ericsson. Sorprende que Pérez no pasase, aunque no es grave la cosa. Alonso rozó la Q3 pero no pudo ser, aunque dijo que esperaban ir mejor en carrera. Sea como sea, siguen lejos. Ericsson, por su parte, bastante hizo con meter el Sauber eu Q2.
Los Mercedes y el Red Bull de Verstappen pasaron el corte con blandas y de ese modo partirán con diferente táctica.
La Q3 no tuvo mucha emoción pese a lo ajustado de los resultados. Hamilton se impuso a Rosberg sin darle opción de cara a la enésima primera fila de Mercedes, mientras que Red Bull ocupó la segunda con un Ricciardo que no dio opción a Verstappen. Los dos bastante cerca del dúo de las estrellas.
Raikkönen se impuso a Vettel por segunda carrera consecutiva, ocupando los Ferrari la tercera fila a “un mundo” de los Mercedes. Más de un segundo los alejaron.
Hulkenberg, Bottas, Massa y Sainz completaron los diez primeros.
Hamilton hizo la pole con récord de la pista incluido en 1,34”999, pero si tenemos en cuenta que en 2014 -cuando debutaron este tipo de F1s- se rodó en 1,36”067, queda bien claro que las condiciones son mucho peores, porque los coches en estos dos años han progresado mucho más que un segundo.



Los tres primeros en parrilla también lo serían al finalizar el GP.



La parrilla no tenía cambios -esta vez no había sanciones- y era de esperar que Hamilton no fallase esta vez. Se preveía una lucha a cuatro bandas por la victoria en caso de que Red Bull confirmase las expectativas. En ese caso habría que ver si la táctica de Ricciardo de salir con superblandos -por blandos de sus rivales- era acertada o no. El resto, en condiciones normales, no contaba de cara al triunfo.
En la salida no hubo sorpresas en el sentido de que Hamilton no la pifió y mantuvo su privilegiada posición toda vez que Ricciardo se imponía a Rosberg y Raikkönen a su “amigo” Verstappen.
Hulkenberg y Bottas se tocaban en la primera curva, teniendo que abandonar el primero por problemas de dirección y el segundo detenerse en boxes a cambiar su rueda pinchada. Su carrera, a partir de ahí, fue un martirio ya que con el encontronazo dañó el suelo del coche y perdió mucha carga.
Instantes después, en la curva 11, Kvyat se llevaba puesto a Pérez, cayendo el mejicano al décimo séptimo lugar mientras que Kvyat sería sancionado con 10”.
Sin finalizar la primera vuelta Vettel acosó duramente a un Verstappen que no cedía, logrando el holandés mantenerse por delante a pesar de salirse de la pista.
La primera vuelta culminó con Hamilton por delante de: Ricciardo, Rosberg, Raikkönen, Verstappen, Vettel, Massa, Sainz, Alonso, Gutiérrez, Button, etc...
Destacar que Button pasó de décimo noveno a undécimo. Nada mal para el “viejo” inglés que se retira este año.



Salida, primera curva y lio.



La posiciones se fueron estabilizando entre los seis primeros y, por increíble que parezca, los Ferrari aguantaban el tipo bastante mejor de lo esperado. Ricciardo y Raikkönen fueron los primeros en parar en la vuelta número nueve y, una vuelta después y contra pronóstico, Verstappen, que de ese modo no aprovechaba la diferente táctica de neumáticos.
Los Mercedes no picaron el anzuelo y mantuvieron el plan previsto entre otras cosas porque los que venían por detrás no iban mucho más rápido.
Rosberg paró en la vuelta once y Hamilton en la doce, manteniendo posiciones y distancia. Vettel fue el último de los líderes en parar, haciéndolo en la vuelta quince y dejando entrever una táctica distinta a la de su coequipier.
Acto seguido Gutiérrez abandonaba por problemas de frenos en la vuelta dieciseis.
Las posiciones una vez todos hubieron parado eran: Hamilton, Ricciardo a 5” con Rosberg a 2” y con Verstappen, que había adelantado a Raikkönen sin oposición -como si la cosa no fuera con él- recortando tiempo. Los Ferrari de Raikkönen y Vettel estaban por detrás a 3” y 8” de Verstappen respectivamente. Destacar que todos montaron blandos salvo Rosberg, que montó medios. Massa, Sainz y Alonso venían a continuación.
Kimi paró de nuevo en la vuelta veinticinco y puso superblandos y dos giros después lo hizo Ricciardo, poniendo medios. Era evidente que Kimi pararía de nuevo mientras que Ricciardo no.
Verstappen paró a continuación sin avisar, y como el equipo no se lo esperaba, perdió más de 10” mientras le sacaban las cubiertas -medias- y se reincorporó séptimo. A Massa se lo ventiló sin problemas justo antes de que un problema en la caja de cambios lo obligara a abandonar.



Verstappen no tuvo su día en Austin, pero se defendió.




Mientras Verstappen renqueaba por la pista, Vettel paró y puso medias mientras que los Mercedes seguían a lo suyo. Una lástima para Seb porque de haber aguantado una vuelta más se habría aprovechado del safefty car virtual que salió cuando Max dejó el coche en posición “peligrosa”. Lo cierto es que Max lo hizo muy bien y dejó el coche dónde no molestaba a nadie ni era un peligro, pero con la sicosis de la F1 actual, sacaron el cochecito virtual ese, que le vino de perlas a Rosberg para imponerse a Ricciardo, al igual que Sainz a Massa. Los Mercedes montaron medias, por blandas de Sainz.
Cuando se relanzó la carrera en la vuelta treinta y cuatro la cosa estaba así: Hamilton lideraba con 9” sobre Rosberg, el cual aventajaba en 5” a Ricciardo y otros tantos de este a Raikkönen con Vettel por detrás. El trío Sainz-Massa- Alonso que venía a continuación estaba a más de medio minuto del alemán de Ferrari.
Raikkönen hizo su última parada en la vuelta treinta y ocho. El equipo, que no anda muy rápido en las paradas ultimamente, tampoco anda fino, y dejaron a Kimi una tuerca mal apretada teniendo que abandonar. El “hombre de hielo” metió el coche marcha atrás en los boxes para mayor seguridad, y Ferrari recibió una multa de 5000€ por “hábiles”. Un poco exagerados habida cuenta que no hubo peligro alguno.
Con los cuatro primeros estabilizados estaba todo el pescado vendido y la realización se centró en el duelo por la quinta plaza entre Sainz, Massa y Alonso.
Sainz aguantaba a Massa pese a algunas dificultades, pero el brasileño no aguantó a un Alonso desencadenado que se le coló por sorpresa por el interior de la curva 15 y como Felipe no se lo esperaba, trazó como si nada y se tocaron. Massa pinchó una rueda y perdió toda opción, mientras que Alonso siguió y, unas vueltas después, por punta y con las ruedas en mejores condiciones -llevaba medias-, se imponía a Sainz en la anteúltima vuelta en la curva 12. Y eso a pesar de que se pasó de frenada.



Vettel no subió al podio, pero se consoló con la vuelta rápida.



Ajeno a todo esto, Vettel, que no tenía a nadie por delante a quien acosar ni a nadie por detrás que lo acosara a él, decidió -como esperaba- parar a cambiar ruedas -superblandas- para hacerse con la vuelta rápida definitiva, 2” más veloz que la siguiente, que era la de su compañero Raikkönen. Y es que a Seb, como a mí, le van las estadísticas.
La carrera finalizó con la victoria número 50 de Lewis Carl Hamilton seguido de: Rosberg, Ricciardo, Vettel, Alonso, Sainz, Massa, Pérez Button y Grosjean.
Pérez, al igual que Hulkenberg y Bottas, habría dado mucho juego en la carrera, pero los accidentes de la primera vuelta lo retrasaron irremisiblemente. Al menos logró puntuar.
Aunque Verstappen fue elegido por los aficionados como el piloto del día, lo cierto es que el mejor fue Sainz.
Hamilton se resiste a dar por perdido el campeonato, pero no depende de si mismo, cosa que sí haría con el sistema de puntuación de 10, 6, 4, etc.. vigente desde 1991 hasta 2002. Así que eso que nos quisieron vender de que este sistema favorecía más las victorias en una falacia. No hacía falta ese cambio que tergiversa cualquier comparación posible con tiempos pasados.
En el podio hizo las entrevistas el actor norteamericano Gerald Butler que dijo: “te odio” a Ricciardo, cuando este le “hizo” beber de su bota. Esta cerdada parece que gusta. En fin, una vez -y por algo más que un podio, puede tener gracia, pero de continuo harta.



Sainz realizó su mejor carrera de F1 hasta la fecha, sacando el máximo partido de su monoplaza.



Me gustaría finalizar con una queja a los comisarios, que por lo visto, sólo están para sancionar accidentes.
Puedo entender la sanción a Kvyat, por reincidente (Rusia) y estoy de acuerdo en no sancionar a Alonso por su adelantamiento a Massa, dado que fue el brasileño quien cerró la puerta con Alonso emparejado, pero permitir a un piloto mantener posición cuando se ha salido de la pista -como Hamilton en Montecarlo- me parece ridículo. Verstappen se salió de pista cuando Vettel lo acosaba en la primera vuelta y Alonso, tras pasar a Sainz, se fue largo. Sí eso te pasa una vez, o dos como mucho, sin nadie acosándote, entiendo que no haya sanción, pero si te has salido a causa de una lucha lo suyo es devolver o ceder posición. ¿Que hubiera pasado de no haber escapatorias asfaltadas? Pues que Verstappen y Alonso hubieran abandonado o, en el menor de los casos, hubieran sido superados por sus perseguidores. Los comisarios deberían haberles obligado a ceder posición. Mientras no nos entre en la cabeza que los límites de la pista se han de respetar siempre y que las escapatorias asfaltadas están sólo por seguridad y que no son parte del trazado en sí, mal andamos.
Por cierto, que sacar el coche de seguridad virtual cuando Verstappen aparcó en un sitio seguro es absurdo. Vamos, que aunque lo hubiera dejado en Júpiter, lo hubieran sacado igualmente. Que pena de F1.



Las estrellas Lindsey Vonn (sky) y Venus Williams (tenis), se unieron a la celebración de Mercedes.



En una semana los F1 cruzarán la frontera de EEUU camino de México, no huyendo de la justicia como en las películas, sino camino de la siguiente carrera.  

miércoles, 19 de octubre de 2016

Trienio Mercedes

     Flechas de hoy, ayer y anteayer









Tras el pasado GP de Japón Mercedes celebró la consecución, por tercer año consecutivo, del título de marcas, el tercero de su historia. Lo que no celebró, y por tanto pasó más desapercibido, fue la consecución del título de pilotos. Lógico teniendo en cuenta que aún no saben quien de los dos va a ser, pero es que Rosberg acabó el GP con 101 puntos de ventaja -con 100 en juego- sobre el primer no Mercedes, el “redbulista” Daniel Ricciardo, lo cual hace que ya nadie, salvo su compañero  Hamilton, le pueda quitar el título a él, y por tanto, a Mercedes.
Título que se van a jugar entre los dos pilotos de Mercedes. Cosa que, al igual que en el apartado de marcas, era sabido al menos desde el verano.
De modo que aunque los dos pilotos de Mercedes pillen hepatitis, o un caco robe todos los Mercedes W07 y no se presenten a ninguna de las cuatro últimas citas, el título es suyo.
Con eso Mercedes consigue su quinto título de pilotos al sumar los dos de Fangio (54-55) y de Hamilton (2014-15) al de este año, sea de quien sea.
Este éxito no es fruto de la casualidad, ni mucho menos. Mercedes a obtenido este título con un dominio sin precedentes, y si bien su dominio de 2014 podía achacarse a su mejor adaptación a las nuevas reglas con un grupo propulsor mucho más eficaz que el de la competencia, lo logrado en estos dos últimos años con unos rivales que han podido reaccionar, demuestra un trabajo excelente en todos los apartados en un equipo donde no hay una cabeza visible a la que atribuir los éxitos, sino un gran trabajo homogéneo de todos ellos.
Aquí no hay un Newey al que otorgar los éxitos -pero no así los fracasos- ni tampoco un “dream team” como el formado en Ferrari a finales del siglo XX con: Schumacher-Brawn-Byrne-Todt y Martinelli. En Mercedes no sobresale nombre alguno y sus resultados son fruto del trabajo serio de un equipo muy bien dirigido.



Mercedes hace los mejores coches de la historia de la F1 de manera discreta, sin grandes nombres, pero sí con grandes profesionales.



Toto Wolff es el artífice de esta gran dirección. Son de agradecer su amabilidad, respeto y buenas maneras, a diferencia de las de su antecesor, Norbert Haug. Si Wolff es un tipo amable, Haug era todo lo contrario. Mucha parte del éxito de Mercedes viene de que Toto Wolff nunca da nada por sentado y respeta siempre al rival, a diferencia de Red Bull, que solo lo respeta cuando son ellos los que ganan.
Dije que Mercedes está dominando como nadie, y es cierto. Nadie a dominado tres campañas seguidas con tanto éxito. Cierto que Mclaren en 1988 y Ferrari en 2002 y 2004 dominaron con más autoridad, y Ferrari sigue siendo la que tiene el récord de campeonatos consecutivos, cinco de pilotos y seis constructores, pero en tres años seguidvos nadie -repito- ha dominado con tanta superioridad.
En los años 50 Alfa Romeo (1950), Ferrari (1952-53) y Mercedes (1955) dominaron más o menos como Mercedes en estos tres últimos años y, en prestaciones puras -que no en resultados- Mclaren en 1984 -en carrera-, y Williams en 1992-93, fueron mejores. Pero la constancia de Mercedes durante estos tres años no la ha logrado ningun otro equipo, en parte gracias al mayor control de las carreras -es más difícil dar la sorpresa- y a la mayor fiabilidad de los coches hoy día, que son casi indestructibles. Si a eso le añadimos más carreras, tenemos los ingredientes para tan insultante dominio y apabullantes resultados.
En apenas tres años y 55 GGPP -y aún quedan cuatro carreras- Mercedes a logrado: 47 victorias, 52 poles, 34 vueltas rápidas y 27 dobletes. ¿Alguien da más?
Y eso que averías y accidentes les han privado de ganar unas cuantas carreras más. De hecho, sólo han sido superiores en 2015 los Ferrari en Malasia, en Singapur los Ferrari y los Red Bull y este año en Mónaco los Red Bull. De modo que sin accidentes y fallos de fiabilidad Mercedes habría obtenido más triunfos todavía. Y gracias que los han dejado luchar entre ellos, que sino...¡menudo rollo! 



Mercedes W196, son el mismo coche, aunque no lo parezca. La versión carenada se desechó porque a Fangio no le gustaba el no ver las ruedas.



Los artífices de tal éxito son Toto Wolff como jefe de equipo, Paddy Lowe como director técnico, Aldo Costa como diseñador (formado en Ferrari en la época gloriosa de Schumi y luego despedido al no triunfar a la primera) y Andy Cowell en los motores, ahora llamados unidades de potencia.
Poco que añadir a tales logros, sólo queda felicitarlos y, aunque Toto Wolff me cae muy bien, esperar que su dominio acabe pronto.
El hecho de no haber campeonato de marcas hasta 1958 le ha quitado a Mercedes dos títulos más -y a Ferrari tres- pero eso es así y no hay que darle más vueltas.
En lo que Mercedes sí gano y obtuvo títulos de Europa y del mundo fue en las carreras de Gran Premio, lo que para muchos historiadores son las carreras de F1 anteriores a la creación de dicha categoría, ya que fueron las precursoras de lo que luego se denominó F1.
Mercedes ganó los títulos de Europa de pilotos -no había de marcas- en 1935, 1937 y 1938 con Rudolf Caracciola con los W-25, W-125 y W-154 respectivamente.






También ganó el campeonato del mundo en 1938*, que ese sí era para las marcas.
Todo esto fue debido, entre otras cosas, gracias a los medios y presupuestos mucho mayores que tanto Mercedes como Auto Unión tenían gracias al gobierno nacional socialista del Tercer Reich de Adolf Hitler, que quería demostrar la superioridad alemana e invertía en las carreras a modo de propaganda política. De ahí lo mucho que le dolió al Führer en 1935, cuando en el GP de casa en Nurburgring, Tazio Nuvolari, para muchos el mejor piloto de todos los tiempos, impuso su modesto Alfa Romeo de la Scuderia Ferrari a la todopoderosa armada alemana de Mercedes y Auto Unión. Pero eso es otra historia...

* Dato que no he podido contrastar.

lunes, 17 de octubre de 2016

Kimi Räikkönen




Me cae bien Kimi, no lo puedo ocultar. No sé si se debe a que es finlandés -me caen bien los finlandeses, tal vez por los Alen, Vatanen, Salonen, Toivonen y otros muchos pilotos de rallyes- o a que debutó en F1 con medio Ferrari, al correr para Sauber, o por la suma de ambas cosas.
Además, su carácter, totalmente distinto, lo convierte en todo un personaje. Como dice mi hermana, de antipático que es, cae bien. Y es que verle casi siempre serio, hablando en tono monocorde, y con un rostro al que apenas se le mueve un músculo, ayuda a crear esa imagen mística de hombre de hielo. Y el hecho de ser un rubio del norte contribuye de manera decisiva a ese mote.
Pero no nos engañemos con Kimi: de hielo nada. De ahí el titular. Porque Kimi es puro fuego. Tiene mala leche y se le nota sino: ¿de que sus contestaciones por radio? Como la de Abu Dabi 2012, o sus empujones a comisarios -Hockenheim 2005 y Malasia 2006-, porque si eres “de hielo” se supone que nada te afecta o, en caso de hacerlo, no lo demuestras.
Cierto que tenía motivos para reaccionar como lo hizo y estos hechos no tienen importancia alguna, solo que demuestran que no es de hielo. Sus contestaciones, de hecho, son bastante divertidas. El tío es espontaneo. Genio y figura.
Le conocí en 2001 cuando iba a debutar con Sauber como flamante campeón del británico de Fórmula Renault. El hecho de haber disputado muy pocas carreras de monoplazas, karting aparte, puso en duda su superlicencia, que se la dieron con carácter provisional a la espera de acontecimientos. Y cumplió con nota. A los 20 años debutaba en F1 logrando puntuar al lograr el séptimo puesto en Australia. Claro que para mí, puntuar “de verdad” es acabar al menos sexto, y Kimi fue séptimo, pero eso son cosas mías. Y demostró talento a raudales.



Tras un buen año en Sauber, Kimi dio el paso hacia un grande: Mclaren.



Tras un buen primer año en Sauber, rechazó -como Alonso en su momento- una oferta de Ferrari, seguramente porque la sombra de Schumacher era demasiado larga, y se pasó al enemigo, a Mclaren, donde bajo mi punto de vista brilló más como piloto.
En 2002 estuvo a punto de conseguir su primer triunfo en F1 en Francia, pero patinó en el aceite de otro coche y sirvió en bandeja el triunfo al Kaiser Michael Schumacher. Tuvo que esperar al GP de Malasia de 2003 para ganar en F1 por primera vez, ahí fue donde perdió “su virginidad”.
2003 fue un gran año para él, logró -como dije- su primera victoria en F1 en Malasia, y aunque en principio volvió a ganar en Brasil, esta carrera fue al currículum de Fisichella -también la primera de Físico-, ya que hubo un error en el cuenta vueltas. La carrera se suspendió por bandera roja por el accidente de Webber que provocó luego el de Alonso y, al momento de detenerse la carrera, Kimi era líder. Pero el reglamento dicta que para la clasificación hay que contar la última vuelta completa justo antes de la bandera roja, y en ese momento el líder era Físico, que en la siguiente se detuvo en boxes con el motor en llamas...
Pese a ello y con un sólo triunfo le disputó el título a Michael Schumacher hasta la última carrera.
2004 sin embargo, fue un año de sinsabores, con un Mp4/19 falto de competitividad y fiabilidad, aunque fue mejorando hasta poder ganar en Bélgica, su GP fetiche, contra pronóstico -Barrichello dijo que si ganaba un Mclaren ese año daría una vuelta desnudo a Interlagos- justo por delante de Schumi, que se proclamaba campeón por séptima -y última- vez.
En 2005 tuvo un coche rápido y optó al título, pero su falta de fiabilidad le impidió luchar hasta el final contra el Renault de Alonso.



Los mejores años de Kimi en F1 fueron en Mclaren, aunque tuvo que ir a Ferrari para lograr el título. En la foto la que es, posiblemente, su mejor carrera: Japón 2005, de 17º a 1º



Tuvo que irse a Ferrari en 2007 para conseguir su ansiado título, aprovechando la retirada del Kaiser de las carreras, aceptando, esta vez sí, la llamada de Maranello.
Fue un campeonato agónico, estuvo a la par de su compañero Massa, y los pocos problemas mecánicos que tuvieron los Ferrari se pagaron caros ante un Mclaren casi indestructible. Al final Massa perdió toda opción y quedó una remota para Kimi.
Por caprichos del destino logró el título, ayudado por la guerra interna de Mclaren, una Mclaren que no debía optar a título alguno por el caso de espionaje a Ferrari. Pero el no sancionarlos añadió emoción y otorgó mayor mérito al título de Raikkönen, título que sin duda merecía.
En 2008 la balanza se decantó a favor de Massa y fue el brasileño el que peleó al final por el título en un buen año del brasileño -que no ganó por los pelos- y en el que Kimi nunca estuvo a gusto y pareció una sombra de si mismo.
El cambio de normativa de cara a 2009 no sentó bien a Ferrari y Kimi fue finalmente despedido para que entrase al equipo Fernando Alonso. Así todo ganó en Bélgica por cuarta vez y se retiró de la F1 pasando a competir en los rallyes. Como tenía contrato con Ferrari de cara a 2010, esta le tuvo que pagar ese año fuera de las pistas.



Los rallyes no le salieron como esperaba, pero se lo pasó bien. Sus mecánicos no tanto.



Volvió a la F1 con Lotus en 2012 tras su no muy exitosa campaña en los rallyes, devolviendo a tan mítico nombre los laureles del triunfo 25 años después al ganar en Abu Dabi 2012 con el precioso Lotus E20 con decoración retro, a lo JPS.
2013 empezó genial, con victoria en Australia, pero entre la recuperación de Red Bull, y el cambio a mitad de temporada de la construcción de las Pirelli, que favorecía a los austríacos y les perjudicaba a ellos -y a Ferrari- lo alejaron de la lucha por el título. Con problemas de espalada y desavenencias con su equipo, que no le pagaba a tiempo, ni siquiera acabó la temporada. Por entonces ya había fichado para volver a Ferrari. Y hasta ahora, aunque sin el éxito esperado.
Se dicen muchas cosas de Kimi, no sólo la de Iceman, sino que es un gran talento que no trabaja lo que debiera. Al igual que no me creo lo primero -por las razones que aduje- tampoco me creo lo segundo. Dudo mucho que un equipo de primera mantenga a un piloto que no da el callo.
También hubo un sector que decía -y se quedaba tan campante- que Kimi era un rompecoches debido a sus múltiples roturas en 2005, lo que era un fallo de ingeniería, no de pilotaje. El tiempo los puso en su lugar y a día de hoy Kimi es el piloto que más GGPP consecutivos ha finalizado en los puntos, con 27. Si eso es ser un rompecoches, que venga Dios y lo vea. 
Para mí, Kimi formó parte de la estirpe de pilotos, pocos, que me gustaban sin haber pilotado para Ferrari -aunque él finalmente lo hizo- como Depailler, Watson, Laffite, Keke Rosberg -penoso que tenga que poner Keke, ya que para mí Rosberg es y será siempre Keke, pero seguro que más de uno se confunde con su hijo, Nico-, y pocos más.



Raikkönen devolvió el nombre de Lotus a la lista de ganadores de la F1 25 años después.



Cuando fue a Mclaren, el enemigo, no quise que ganase, pero me siguió gustando, lo mismo que cuando corría para Sauber primero y para Lotus después.
Para mí fue toda una alegría su fichaje por Ferrari, lo mismo que su regreso a la F1 y su segundo periplo de rojo.
Soy de la opinión de que Kimi todavía tiene algo que decir, aunque sus mejores años, sus mejores actuaciones, fueron entre 2003-05 con Mclaren, sobre todo aquella victoria en Japón 2005 remontando desde el puesto 17 sin coches de seguridad. En Ferrari me decepcionó un poco, ya que esperaba algo más de él, pero también hay que reconocer el gran trabajo y talento de Massa en su primera fase y, en su segunda, que Alonso y Vettel, sobre todo Alonso, son unos superclase.
A día de hoy a recogido el testigo de Jody Scheckter como “ultimo campeón Ferrari”, en el sentido de que hace ya mucho tiempo que la Scuderia no gana el título de pilotos. Esperemos que eso cambie, cuanto antes mejor.


miércoles, 12 de octubre de 2016

San Marino 82, apuntes

Revelaciones


En el mes de julio de 2015 publiqué un artículo sobre la carrera de San Marino de 1982, esa de la famosa “traición”. El motivo de ese artículo era hacer justicia y contar la verdad, los hechos objetivos, algo que muchos fans entusiastas -o no tan entusiastas, sólo fanáticos- no querían reconocer.
Me molestaba como después de más de 30 años todavía se llamaba traidor a Pironi y como nadie lo dejaba descansar en paz.
En primer lugar: no sería la primera vez -ni la última- que un piloto desobedecía las órdenes de equipo, como hicieron Reuteman en Brasil '81, Arnoux en Francia ´82 o Vettel en Malasia 2013, por poner sólo tres ejemplos. Pero en ninguno de estos casos -ni en otros- hubo ensañamiento por parte de los aficionados, a diferencia de San Marino ´82.
Sin duda la sombra y carisma de Villeneuve influyeron de manera decisiva para que el aficionado se posicionase de manera tan vehemente.
Lo curioso del caso, tal y como relaté, es que además Didier no desobedeció orden alguna, ni tampoco tenía contrato de número dos, a diferencia de Reutemman en Brasil ´81.
Por si esto fuera poco, Didier fue apoyado por el capo de Ferrari, el mismísimo Comendatore.
Pero en lo que estaba errado en mí artículo fue cuando afirmé que sí hubo órdenes y que estas fueron a favor de Pironi.






Esta foto que encontré por casualidad demuestra que no hubo órdenes de equipo, tal y como decía en su época la revista Grand Prix International, en la que se comentaba: “Ferrari es en parte responsable del malentendido que opone actualmente a Villeneuve y Pironi. ¿Cómo pensar que un simple panel de ir mas lento puede bastar para calmar a dos hombres sedientos de victoria y que durante cincuenta vueltas han estado cambiando de posición? La orden era ambigua, Gilles y Didier la comprendieron cada uno en función de su interés...”
Si no hice caso a este comentario fue debido a que no lo compartía, ya que para mí el cartel estaba claro, no había ambigüedad. Y estaba claro porque aparte de poner “slow”, ponía las posiciones, y hasta ahora, todas las fotos que vi de esos carteles eran con Didier en cabeza, de ahí que dedujese que había órdenes a favor de Didier. Ahora sé que no fue así.
He vuelto a ver la carrera para refrescarla y disipar dudas, y en ella sólo vi lucha en todo momento, primero entre Arnoux, Villeneuve y Pironi y luego, eliminado el primero, entre Villeneuve y Pironi. Por tanto, Villeneuve no tenía motivos para sentirse traicionado y, aunque en la retransmisión no se ven los carteles, en la crónica de la carrera de esa misma revista -publicada en el artículo- decían que la primera vez que se pusieron era con Didier en cabeza, de modo que ni siquiera se pusieron por vez primera con Gilles líder, lo que desmonta cualquier argumento de órdenes a su favor.
No las hubo y Gilles, de sentirse traicionado, debía sentirse así con el equipo, no con Pironi.
Hecha esta aclaración, que no hubo órdenes, el resto lo mantengo. Fue una carrera con pocos coches pero que al público italiano no importó, ya que hubo lucha hasta el final, aunque no ganase su favorito. Fue, como dije, una pataleta de Villeneuve al perder. Hasta los más grandes pierden carreras y los papeles. Lamentablemente, la muerte de Villeneuve dos semanas después impidió una reconciliación que a buen seguro hubiera llegado.

Para todo aquel que quiera leer el artículo anterior:http://elsofadelaf1.blogspot.com.es/2015/07/gp-de-san-marino-1982.html

martes, 11 de octubre de 2016

María de Villota




Tres años hacen hoy de la muerte de María de Villota en un hotel de Sevilla, ciudad en la que se encontraba para dar una conferencia, por las lesiones sufridas más de un año antes probando un F1. Fue un día triste no sólo para los seguidores del mundo del automovilismo -y el deporte en general- sino para todos, porque María era una persona muy querida, entrañable.
Me enteré de su muerte el mismo día nada más levantarme, justo antes de ver un resumen de los libres del GP de Japón, en los que su amigo Antonio Lobato recibió en directo la noticia y la contó -como es lógico- notablemente afectado.
Como muestra de los deshumanizada que está la F1 actual, está el hecho de que a los pilotos no les dejaron hacer un minuto de silencio en su honor antes de la salida. Y eso a pesar de que Jean Todt, presidente de la FIA, estaba a favor de ello. Lo tuvieron que hacer en un garaje a título particular. Casi parecía que lo estaban haciendo clandestinamente.

A María la conocí tarde, algo habitual en mí ya que no sigo las fórmulas de promoción, aunque con ese apellido, ya sabía que “de casta le viene al galgo” porque a Emilio De Villota, su padre, lo conocía de cuando hacía lo imposible por correr en F1.
Como anécdota divertida un año, corrían los 80, expusieron en Orense el Williams con el que De Villota corría en F1 -¿o era el de la Fórmula Aurora que ganó en 1980?- en un banco. Me entró entonces la duda de si de mayor iba a ser piloto de F1 o camionero. Justo ese día, además, vi una tractora Pegaso de tres ejes que llevaba un semiremolque con otros tantos, algo muy raro de ver entonces, que me encantaba y yo, inocente de mí, ¡no sabía por que decidirme!
Volviendo a María, tuve la oportunidad de verla en TV batiéndose el cobre en ese campeonato de monoplazas, “superleague fórmula”, en la que representaba al Atlético de Madrid en una carrera en el Jarama. Y lo hizo fenomenal, acabando en séptima posición con una espectacular lucha rueda con rueda al final.






Luego vinieron sus pruebas en Lotus, su paso a Marussia como piloto de pruebas...¡y su desafortunado accidente!
Porque eso es lo que fue, un desafortunado accidente en el que lamentablemente, el equipo de lavó las manos. Y no, no me malinterpreten, no estoy buscando culpables, pero es que ningún piloto que se sube a un F1 puede cometer tan fatal error en condiciones normales. Algo hubo, fallo del coche, mala información del equipo a la piloto que pudo tocar dónde no era, etc...
Eso al margen de que el camión no debía estar ahí, y menos con la rampa abierta.
Claro que en este mundo tan buenista, dónde no se da la cara por temor a represalias y en el que nadie se hace responsable de sus actos, uno puede entender -que no estar de acuerdo- que Marussia callara cobardemente.
¿Y si hubieran dicho que hubo un fallo en el coche y que éste aceleró el solito al, por ejemplo, entrarle el sistema anticalado?  En ese caso tal vez alguien -la familia Villota seguro que no- hubiera querido llevar a los dirigentes de Marussia a juicio por el accidente. Y eso tampoco.
Lo que quiero decir es que María se subió a ese coche porque quiso, porque amaba ese deporte, y que el accidente fue mala suerte, independientemente de las causas o de que pudiera haberse evitado. Hay que averiguar las causas, sí, pero no buscar culpables para castigarlos, ya que hay que aceptar las reglas del juego. De esto ya hablé más veces, como por ejemplo en el artículo de Mark Donhoue.
Por este accidente María perdió un ojo salvando la vida de milagro.
Se acabó su carrera de piloto, pero no sus ganas de vivir. Se casó, colaboró con Antena 3 en los previos de las carreras de F1, se centró en mejorar la seguridad vial y escribió un libro, del cual iba a hablar en Sevilla el día de su muerte.
Su familia, en una demostración de entereza que todavía emociona dijo: “ queremos dar las gracias a Dios por habernos dejado disfrutar un año y medio más de María antes de llevársela”.
Y se le puede aplicar a ella lo mismo que dijeron los seguidores de Nuvolari cuando este murió: “Ahora correrá más deprisa por las carreteras del cielo”

Amén.



domingo, 9 de octubre de 2016

GP de Japón 2016

  Rosberg, con el freno de mano


Y es que Nico Rosberg, que ganó la carrera con un margen de 5 segundos, dio la impresion de limitarse a mantener esa ventaja y que, de haber querido, podría haber triplicado esa distancia sin mucho esfuerzo. 








Al Gran Premio del Japón se llegaba con los ánimos algo más tranquilos tras la pataleta de Hamilton, que dinamitó al equipo con sus injustificadas quejas, buscando manos negras dónde no las había. Pasado el calentón, pidió disculpas. ¡Que menos!
Típico de Hamilton -y de otros pilotos- quejarse amargamente cuando no le salen las cosas como ellos quieren. Esos lloros son típicos de un niño bien, de un mimado, curiosamente lo que él llamó a su compañero Rosberg cuando dijo que él tenía más hambre de victoria por haberse criado sin nada, a diferencia de Rosberg, que tenía de todo. Pero es Rosberg el que se comporta como un hombre.
Mercedes no planea, dado que no considera a Red Bull, y menos a Ferrari, amenazas, usar los 6 tokens que le quedan para el resto de temporada, dando así las mismas oportunidades a sus pilotos, ya que Nico podría usarlas sin penalización, a diferencia de Luisito.
Mclaren, Honda en realidad, recupera un token de los usados en Malasia, ya que se usó por fiabilidad, no por rendimiento, aunque no van a notar gran diferencia.
Me llama la atención como la FIA controla estas y otras cosas como: el régimen máximo del motor, caudal de combustible, caballos y tiempo que se usan de la parte eléctrica, etc... Al igual que las demostraciones matemáticas del instituto “nos lo tenemos que creer” y luego esos mismos que controlan todo esto son incapaces de ponerse de acuerdo en algo tan simple como la presión de los neumáticos, dimensiones del coche, peso etc... No creo que haga falta poner ejemplos, pero los hay a montones de como en algo simple no controlan nada, y luego nos tenemos que creer que controlan el resto. En fin.
Como nota divertida las declaraciones de Helmut Marko en las que decía que Hamilton rompió en Malasia por la presión a la que le sometieron sus pilotos. Que gracioso el tipo, no se lo cree ni él. Y por si fuera poco, dice que tenían posibilidades de victoria lo mismo sin la rotura del Mercedes. Helmut, Helmut, que no estamos en 2013, a ver si te enteras. El motor se rompió porque tocaba, si iba a fondo, tus pupilos, a más de 20” también. ¿O es que nos quieres vender la moto de que ibais conservando?



Max Verstappen junto al "simpático" Helmut Marko.




Y respecto a ganar sin esa avería, bueno veo que el señor Marko tiene sentido del humor, buen chiste. Ahora di que vas a ganar el título este año y lo redondeas. Estás para el club de la comedia.
Respecto a los libres, estos vieron un dominio total de Rosberg, primero en las tres sesiones, aunque sin marcar ningún tiempo significativo. Ricciardo tuvo problemas en los libres dos y poco más que destacar, al margen del trabajo de cada uno.
La Q1, con la pista en cada vez mejores condiciones, vio como Mercedes y Red Bull pasabab el corte con los medios, dejando firmar a Ferrari un “falso” 1-2 al montar las blandas. Su diferencia respecto a Red Bull -Mercedes parecía intocable- de ocho décimas, hacía prever que lucharían con los toretes por la segunda fila.
Quien no iba a luchar sería Button, y casi tampoco Alonso, que pasó el corte por los pelos. Ultimamente como profeta no tengo precio. Dije que Ferrari iría bien en Malasia y que Mclaren lo haría en Japón, y ya ven, no doy una.
El caso es que atrás las décimas están carísimas, y a poco que te descuides pasas de luchar por entrar a Q3 a apenas pasar la Q1. Mclaren sufre altibajos, como todos, pero no está de más recordar que no sólo es Honda quien no está al 100%
Junto a Button se quedaron: Magnussen, Ericsson, Nasr, Ocon y Wehrlein. Segunda vez consecutiva que Ocon supera a Wehrlein.
La Q2, con todos con blandas, vio las líneas por equipos: Mercedes, Ferrari, Red Bull, Hass y Force India, que pasaban el corte, quedando fuera los Williams (Bottas-Massa), Toro Rosso (Kvyat-Sainz) y cerrando el grupo de caídos, Sainz y Palmer. Sainz hizo un trompo en su último intento que tal vez le costó un puesto, pero casi es lo mismo, ya que no iba a entrar en Q3 ni de coña.
Hass metió sus dos coches en Q3 por primera vez en su historia. Normal porque han debutado este año.



Hass -Gutiérrez en la foto-  metió sus dos coches en Q3.



En la Q3 sólo los equipos “gordos” hicieron dos intentos ya que tenían ruedas suficientes, a diferencia de los demás.
Y se clasificaron por equipos ordenadamente y como buenos chicos: Mercedes, Ferrari y Red Bull.
Rosberg tuvo que esperar al segundo intento para superar a su correoso compañero por el estrecho margen de ¡13 milésimas!
Raikkönen y Verstappen dominaron a sus compañeros, permitiéndose Kimi el lujo de ser segundo provisional por delante de Rosberg bajando al 1,30, el único en hacerlo al margen de los Mercedes.
Al final se quedó a apenas tres décimas de la pole.
Pérez fue séptimo empatado a tiempo con un estupendo Grosjean, que colocó su Hass en una espléndida octava plaza, precediendo al Force India de Hulkenberg con Gutiérrez cerrando con el otro Hass el “top 10”.
Para los que enterraban a Ferrari, un aviso de que las cosas no están tan mal. Cierto que los objetivos para este año no se han alcanzado y que la temporada para Ferrari en ese aspecto ha sido un fracaso, con fallos de sus pilotos, de estrategia y mala suerte, amén de que el coche no ha sido lo suficientemente bueno, ni rápido ni fiable, pero a poco que les hubieran salido bien las cosas podrían haber sido ellos y no Red Bull “los otros ganadores”. Como fuere, en un circuito de chasis y aerodinámica, han superado en calificación a los Red Bull que tan bien suelen ir en pistas como esta. Y eso que la calificación no es lo suyo los últimos tiempos en Ferrari.
De cara a la parrilla, Vettel retrocedía, en principio, al séptimo lugar al cumplir la penalización por la salida de Malasia, pero la sustitución de la caja de cambios de su compañero Raikkónen lo ubicaba sexto, siendo este octavo.
Wehrlein también cambiaba la caja, pero como era último, igual le daba, incluso recuperaba una posición al cambiar varias partes del motor Button, con el equivalente a 35 posiciones.
La cacareada lluvia no llegó y la salida fue, como toda la carrera, en seco. En ella Hamilton arruinó su GP al fallar de nuevo estrepitosamente cayendo hasta la octava posición.
La salida fue movida, y suerte de que no hubo ningún accidente. Los Ferrari anduvieron al límite entre ellos.



Vettel superando a Pérez al inicio de carrera.




Vettel estuvo simplemente sensacional en las dos primeras vueltas, demostrando el tetracampeón que es ventilándose a Ricciardo y a Pérez en un santiamén. A destacar el el adelantamiento a Ricciardo por el exterior de la 130R. Cierto que ya lo había pasado antes de la entrada, pero eso fue, aunque un poco más ajustado, lo mismo que le hizo Alonso a Schumi en 2005, y no me cabe duda de que el adelantamiento de Seb no va a tener ni la centésima parte de repercusión...
En la vuelta tres la cosa estaba así: Rosberg, Verstappen y Vettel por un lado, Pérez, Ricciardo, Hulkenberg, Raikkönen y Hamilton por otro, estos últimos perdiendo terreno claramente. Los Hass de Grosjean y Gutiérrez comandaban el pelotón de los desheredados, pelotón en el que no iban a brillar los Mclaren Honda.
En la vuelta seis Raikkönen superaba a Hulkenberg y, en la siguiente, era Hamilton el que lo hacía.
En la vuelta diez, los Red Bull de Verstappen y Ricciardo hacían un doble pit-stop que les vendría de perlas ya que el primero aumentaría la ventaja sobre un Seb que lo acosaba y el otro se ventilaba a Pérez. Hamilton, que fue el último de los hombres de cabeza en parar, se aprovechó de la lucha entre Palmer -que aguantaba sin cambiar ruedas-, Ricciardo, Pérez y Raikkönen para superarlos a todos ellos, cuando la lógica dictaba lo contrario.
Tras varias vueltas de luchas y con los pilotos de punta -a excepción de los tres primeros- remontando puestos a los pilotos que no habían parado, la cosa se estabilizó en la vuelta veinte con Rosberg al comando, Verstappen a 6” y Vettel a 8” recuperando de nuevo poco a poco al holandés lo perdido en la salida y en los boxes. Hamilton era un cómodo cuarto a 20” claramente distanciado ya del dúo Ricciardo y Raikkönen, que se alejaba de los Force India de Pérez-Hulkenberg.
En la vuelta veintisiete Raikkönen paraba por segunda vez para birlarle la posición a Ricciardo luego de haberle ido recuperando tiempo poco a poco. En análoga situación estaba Vettel con Verstappen, pero ahí Ferrari decidió probar otra táctica alargando el relevo y haciendo uno al final más corto y con blandas, ya que los líderes -todos- salvo al principio, siempre montaron duras, salvo Seb.
De modo que sin saberlo, Verstappen paró sin tener que cubrir a nadie, cosa que sí hizo Rosberg con Max, aunque Nico dio la impresión de ir toda la carrera con una marcha menos.
Hamilton y Ricciardo optaron, como Vettel, por alargar la segunda parada, parando Ricciardo en la vuelta treinta y dos y Hamilton en la siguiente y, una después, Vettel.



Tras su mala salida a Lewis no le quedó otra que remontar, por poco no acaba segundo.



Dado que Hamilton le había recuperado 8” a Seb a lo largo del relevo -gracias a su menor degradación- y que en su vuelta de salida de boxes estuvo rapidísimo mientras que Vettel en ese momento era lentísimo -en parte por los doblados- le endosó otros 4” en una sola vuelta y se situó tercero. La táctica de Ferrari volvió a fallar y en lugar de superar a Verstappen, se vieron superados por Hamilton. Al menos Kimi pudo con un desdibujado Ricciardo.
Vettel, pese a los neumáticos blandos no iba a poder dar réplica a Hamilton, quedando finalmente descolgado, mientras que Lewis le recortaba los casi 6” a Verstappen para disputarle la segunda plaza.
A menos de cinco vueltas Hamilton ya respiraba en la nuca de Verstappen y a falta de dos giros lanzó el ataque, sin éxito, en parte porque Verstappen volvió a hacer de las suyas cruzando el coche bruscamente para cerrar trayectoria, lo que provocó una reclamación de Mercedes, aunque curiosamente Hamilton no está de acuerdo. En mi opinión, al límite de nuevo Max, aunque sin llegar a ser sucio. Que Hamilton no esté de acuerdo con la reclamación habla a su favor, a favor de Max para no ser sancionado y de Hamilton por no buscar excusas. Me gustaría ver la reacción de Max en caso contrario, dudo que hubiera sido tan consecuente como Hamilton, que ahí se portó.
Rosberg cruzó la meta primero, con Max y Lewis acompañándole en el podio. Vettel, Raikkönen, Ricciardo, Pérez, Hulkenberg, Massa y Bottas fueron el resto de pilotos que entró en los puntos.
En contra de lo que muchos esperaban, yo el primero, Mclaren no fue nada bien aquí, aunque desde luego yo no era de los que esperaban una Mclaren disputando la posición a Ferrari, a diferencia de otros.






Al respecto de decir Ferrari no tuvo una recompensa real para las prestaciones de su coche, pero penalizaciones y errores tácticos pesaron demasiado.
Verstappen, aparte de su defensa de posición, estuvo sensacional y machacó a Ricciardo, mientras que Rosberg aumentó su distancia como líder del mundial a 33 puntos que, con 100 en juego, están muy lejos de ser definitivos, aunque la cosa parece ponerse a su favor.
Quisiera destacar que por primera vez en lo que va de temporada Ocon ha logrado superar a su compañero Wehrlein, además de manera clara. Le vendrá bien al francés, más que nada porque sus inicios no han sido nada buenos, parece que va cogiéndole el tranquillo a la cosa.
En quince días más, y ojalá que mejor.

lunes, 3 de octubre de 2016

GP de Malasia 2016

    Rosberg ríe, Hamilton llora y Ricciardo hereda




Claro que reir, lo que se dice reir, el que reía era Ricciardo, que tras aguantar el embite de su corajudo compañero se encontró de repente en cabeza al reventársele al desafortunado Hamilton el motor.





Al GP Malayo se llegaba sin grandes novedades. Por un lado estaba el cambio del motor del Mclaren de Alonso, motor más evolucionado pero que no iban a usar aquí gracias a las lagunas reglamentarias, de modo que Alonso penalizó para tener un motor nuevecito y mejor en Japón.
Por otro, su compañero de equipo, Jenson Button, celebraba su GP número 300, siendo el tercer piloto en llegar a esa cifra, tras el récordman Barrichello (323) y Schumacher (308 ya que yo sí le cuento Magny Cours 96)
Se daba por hecho que Sergio Pérez seguiría en Force India, a la espera de un posible paso a Ferrari cuando Kimi se vaya, ya que no quería firmar un contrato de tres años con Renault, mientras se rumoreaba que Eric Bouiller, de Mclaren, podría pasarse a Ferrari como ayudante de Arrivabene.
Respecto al GP en sí, el nuevo asfalto gustaba a todos los pilotos, aunque decían que en la última curva complicaba un poco más las cosas.



1 a 0 en contra del Halo. Magnussen salió pitando.



Lo más destacado de los libres, aparte del buen ritmo del Mclaren de Alonso, fue el incendio del Renault de Magnussen, que puso en tela de juicio la viabilidad del Halo, ya que con ese elemento el piloto no habría podido escaparse tan rapidamente de las llamas. Al final es buscar los pros y los contras, aunque yo lo tengo claro: no al Halo. Y digo no por tradición. Un F1 debe ser abierto y de ruedas descubiertas. Sí es un poco menos seguro, que así sea, no hay seguridad 100% a menos que se corra en simuladores. Y eso también lo dicen algunos pilotos, como Hulkenberg. También es bueno recordar que un F1 con ruedas carenadas sería más seguro -y más rápido- pero perdería su esencia, al igual que con habitáculos cerrados. Dejemos al Mercedes W196 de 1954-55 como único F1 carenado y los Halos y demás como una anécdota.



Mercedes W 196, lo crean o no, es un F1.



La Q1 vio a Alonso, sin nada que ganar , hacer un tiempo y largarse. Eso dejó un hueco más para pasar a la Q2, que lo aprovechó de manera formidable Magnussen.
Los dos Manor y Sauber, más el Renault de Palmer, se quedaron haciendo compañía al, tal vez, mejor piloto de la actualidad. Y es que es una pena la de años que lleva perdidos Alonso por malas decisiones. Ocon superó por primera vez a Wehrlein, ya va siendo hora, porque eso de que ganó a Verstappen en fórmulas menores no le va a servir de mucho en F1 si no es capaz de plantar cara a su compañero y, hasta la fecha, no lo ha hecho mucho mejor que Haryanto.
En la Q2 se quedaron sin pasar el corte: Bottas, Grosjean, Gutiérrez, Magnussen, Kvyat y Sainz. A destacar positivamente: Magnusen y negativamente: Toro Rosso y, ¿por que no? a Ferrari por suministrarles un motor obsoleto. Claro que eso ya lo sabían cuando firmaron, pero aún así...
Tanto en Q1 como en Q2 Mercedes lideraba por delante de Red Bull y Ferrari, y al la hora de la verdad, así fue, aunque al principio Verstappen se posicionase segundo tras el inaccesible Hamilton que, con 1,32”850 hizo la pole récord de Malasia, pero no la vuelta más rápida. Alonso en 2005 rodó en 1,32”582. Pero como la pole entonces era la suma de las vueltas del sábado (sin gasolina) y del domingo (con la de carrera) pues como que no contó. Menos mal que esa estupidez sólo duró seis GGPP.



Alonso sigue un año más como el hombre más rápido de la historia en Sepang con su registro de 2005. Este año sigue a verlas venir.



El caso es que Rosberg logró, pese a algunas dificultades en la última curva, posicionarse en primera línea por delante de los RB de Verstappen y Ricciardo. Vettel le ganada por los pelos a Raikkönen la quinta plaza, en parte porque el finlandés abortó su última vuelta. Por detrás se clasificaron los Force India de Pérez y Hulkenberg, precediendo al Mclaren de Button y al Williams de Massa. Gran prestación de Button, más aún cuando no esperaban pasar el corte.
Sin siquiera comenzar el GP, Massa se tuvo que ir a boxes al no arrancarle su FW38 en parrilla, dejando su hueco vacío y partiendo desde boxes.
La salida prometía, al tener a Hamilton y Verstappen primero y tercero y no estar ultimamente ninguno de ellos muy fino cuando se apagan los semáforos, sobre todo el holandés.
Pero fue Vettel el que la armó en la salida, al igual que hace un mes en Bélgica, aunque esta vez por apurar mucho la frenada. Se fue largo y tocó al pobre Rosberg que pasaba por allí enviándolo a la cola del pelotón. Él, con la rueda delantera izquierda destrozada, abandonaba. Muy mal Seb, y peor aún después de tus quejas hacia Kvyat en China. Sólo que Kvyat no hizo ahí nada malo, a diferencia de ti aquí.



Vettel no anda muy fino en las salidas ultimamente. Aquí en su digamos, "actuación".



También hubo más toques, entre Kvyat y Magnussen, más el pinchazo de Gutiérrez. Todos ellos aprovecharon el coche de seguridad virtual para parar a boxes para reparar desperfectos y cambiar ruedas. Massa también aprovechó. Eso situó a Alonso en décimo segunda posición tras ventilarse en la primera vuelta a Palmer, Werhlein y Nasr. Claro que Ocon era nada más y nada menos que décimo justo por delante de Sainz tras haber salido en el puesto veinte.
En la vuelta tres se reanudó la carrera con Hamilton por delante de: Ricciardo, Pérez, Raikkönen, Vestappen, Button, Hulkenberg, Bottas, Grosjean, Ocon, etc...
Verstappen, fiel a su estilo -cuando pilota así y no abre la boca da gusto- se ventiló con insultante facilidad, como si fueran GP2, a Raikkönen y a Pérez en esa misma vuelta. Kimi tardaría un poco más en deshacerse del Checo, una vuelta más exactamente. Cuando eso pasó, Alonso ya era décimo tras pasar a Sainz y a Ocon, el cual iniciaba su inevitable retroceso.
Grosjean se salió en la última curva en la vuelta ocho provocando otra salida del coche de seguridad virtual, aprovechado de manera muy hábil por varios pilotos para cambiar ruedas, ya que de ese modo se ahorraban unos 10”, que es lo que no pudo hacer por un pelo Ferrari en Canadá.



Verstappen estuvo muy hábil en la estrategia y espectacular en carrera, pero no pudo con su compañero.



De los líderes fue Verstappen el único en hacerlo, y era una jugada muy astuta, montando blandas, por las medias de y duras del resto. Otros que lo hicieron fueron los Force India, los Mclaren y Rosberg, que en ese momento era undécimo y cayó tres puestos.
En la vuelta once se reanudó la carrera con Hamilton precediendo a Ricciardo, Raikkönen, Verstappen -con ruedas frescas- Bottas, Sainz, ¡Ocon!, Ericsson, Pérez, Palmer, etc...
La alegría de Ocon duraría poco, no sólo porque no iba a mantener el ritmo, sino porque tuvo dos sanciones por exceso de velocidad en boxes en el transcurso de la carrera.
Hamilton y Verstappen eran los más veloces en pista, un poco más el joven holandés, que fue poco a poco limando los 7” que le llevaba Raikkönen hasta situarse a su rebufo en la vuelta veinte, que fue cuando Kimi entró a boxes justo a la vez que el líder Hamilton. Ricciardo lo hizo en la siguiente -todos montaron duras- y Max se puso líder con 10” sobre un Hamilton que empezó a limarle poco a poco la ventaja.
Y a todo eso Rosberg ya era quinto.
En siete vueltas Hamilton le quitó 4” a Max justo cuando este paró a boxes y se reincorporó tercero a 3” de Ricciardo y a 17” de Hamilton.
Un Rosberg que perdía terreno paró poco después y Kimi lo imitó, en lo que era una táctica agresiva. El hecho de tener antes de la parada 3” sobre Nico y que en la misma le metieron 0”9 los mecánicos de Ferrari a los de Mercedes (ya era hora), permitió al finés salir por delante con 1”9 sobre Rosberg, el cual lo iba a empezar a acosar.
En la vuelta treinta y ocho Rosberg adelantaba agresivamente a Raikkönen en las enlazas, con toque incluido, al no esperárselo el Ferrarista. Esta acción, un poco a límite pero no sucia -para mi es peor cuando mandan a propósito al adversario a la escapatoria- fue objeto de sanción, cayéndole 10” a Nico, que tenía que metérselos a Kimi en pista si quería clasificarse delante de él.



Rosberg, que de blando no tiene más que la cara, no dudó a la hora de "meter" el coche a Raikkönen.



Una vuelta después de esto, Verstappen, que se había pegado a su compañero Ricciardo, inició un ataque en las enlazadas -curvas 1 y 2- que se prolongó en un duelo rueda con rueda en paralelo hasta la curva 7 (Klia) aguantando Ricciardo como un jabato. Lo que no sabía él es que había aguantado un ataque que le iba a dar la victoria, porque apenas un par de giros más -en la cuarenta y uno- Hamilton abandonaba con su Mercedes en llamas, saliendo de nuevo el coche de seguridad virtual que fue aprovechado por todos para poner ruedas, blandas en su mayoría, quedando la carrera vista para sentencia, ya que la ventaja de neumáticos de Verstappen se esfumó. Y sin ella, era harto difícil que pudiese superar a su compañero.
Se reanudó definitivamente la carrera en la vuelta cuarenta y cuatro con Ricciardo y Verstappen separados por 2”, con Rosberg a 22” Kimi a 29”. Rosberg ya era consciente en ese momento de que tenía que endosarle los 10” a Kimi y se convirtió, de largo, en el piloto más veloz en pista marcando dos vueltas rápidas consecutivas y dejando a Kimi fuera del podio.
A todo esto, Gutiérrez abandonaba al salírsele la rueda delantera izquierda en las narices de Raikkönen. Multa de 5000 € para el equipo Hass.



Bottas fue un excelente quinto sin hacer ruido, pero sí una gran carrera.




Tras esta última ronda de paradas, Alonso consumó su gran remontada al situarse séptimo delante de Hulkenberg, que no podía con él. Fenomenal pues, el asturiano.
En cabeza la lucha estaba servida entre los Red Bull, eso parecían indicar los movimientos del coche de Verstappen, sin embargo, por ritmo, no lo parecía tanto, ya que Raikkönen tenía el mismo y pilotos mucho más lentos, como Alonso, apenas cedían.
Como fuere lo sabrán ellos, pero si hacemos caso a lo que declaró Max, les permitieron luchar. Total, como su gasolina, que Red Bull logró el doblete y Ricciardo una merecida victoria, sobre todo tras los sinsabores de Barcelona y, sobre todo, de Montecarlo.
Tras los chicos del doctor Helmut Marko entró Rosberg, afianzando más su liderato, mientras que Raikkönen era un triste cuarto clasificado en una carrera en la que se esperaba mucho de Ferrari, pero que fue un nuevo bluff de la Scuderia.
Quinto fue Bottas, en una excelente carrera de su parte, sobria pero muy efectiva -el Williams no es gran cosa este año- seguido de Pérez, Alonso -en otra de sus exhibiciones personales-, Hulkenberg, Button, Palmer -que lograba su primer punto en la F1-, Sainz, etc...
En el podio estaba Mark Webber para las entrevistas. El “de los carburadores” procuró salir tarde para no tener que beber de nuevo -una vez y basta- de la bota de Ricciardo, la cual arrojó al público. Si en Japón Ricciardo no concede muchas entrevistas por hongos en la boca, ya sabrán de dónde provienen.



Webber regaló un "souvenir" al público, y de paso, se quitaba gérmenes de en medio.



Tras la carrera se supo de la sanción a Vettel, tres puestos en Japón por su maniobra de la salida. No me gustan estas sanciones, cuando el infractor ya pagó abandonando. Ese tipo de sanciones ha de hacerse en carrera, y si en ella no se puede cumplir, no se debe sancionar, salvo que la cosa haya sido muy grave, de cara al siguiente GP. Claro que si la sanción viene condicionada por reiteración, ya que lleva armándola un par de veces en las salidas en muy poco tiempo este año -Bélgica y aquí- me parece bien. Una especie de: “chaval céntrate”.
De cara a Japón optimismo en Mclaren, que si se adapta bien puede hacer un buen papel, siendo el cuarto equipo con claridad. Su progresión es buena, pero todavía están lejos, ya que el nuevo sistema de puntuación maquilla sus pésimos resultados. Para los veteranos como yo, que consideramos puntuar de “verdad” acabando entre los seis primeros, Mclaren sólo ha logrado eso estos dos últimos años cinco veces, y habría sumado el equivalente a siete míseros puntos. Sin victorias desde 2012 y con apenas dos podios desde entonces, los de Australia 2014, cuando contaban con el mejor motor, el Mercedes, y ayudados por el abandono de Hamilton y la descalificación de Ricciardo, queda claro que en Mclaren algo no funciona desde hace mucho. Y no sólo el motor Honda. Mclaren está saliendo del mayor bache de su historia, pero todavía les queda camino por delante, si el año que viene logran podios, será la repera.
Ferrari, tras su desastre de aquí, es difícil prever lo que podrá lograr en los GGPP venideros.
Por su parte, Hamilton y Rosberg seguirán pugnando por el título, ¿tendrán árbitros?
En siete días la respuesta.