jueves, 27 de octubre de 2022

GP de EEUU 2022

 



                     Por Dieter Mateschitz




El sábado fallecía a los 78 años de edad el fundador de Red Bull, Dieter Mateschitz, que en 2005 compraba el equipo Jaguar -antes Stewart- y lo renombraba como Red Bull. Y aunque ese día su equipo no pudo hacer la pole, como en los grandes días de Vettel, el domingo logró el título de constructores -el quinto- desbancando a la casi invencible Mercedes luego de ocho años de triunfos y, sobre todo, Verstappen les brindó el triunfo más brillante del año luego de remontar siete segundos a Hamilton a falta de veintiuna vueltas cuando su equipo falló en la parada -nadie es perfecto- tardando 11” en la operación, dejando al inglés y a Leclerc, que paró a la vez, por delante.

No liderando exactamente, ya que Pérez primero y Vettel después, lideraron hasta que se detuvieron. Bueno, a Seb lo pasó Ham en pista antes de que parase.

A Leclerc, luego de una bonita -pero breve- lucha de apenas tres vueltas, lo superó pese a la férrea defensa al límite del monegasco. Pero la gran velocidad punta y la habilidad el holandés zanjaron la situación. Eso sí, Leclerc se mantuvo a su estela durante muchas vueltas. Así que con recortes de entre dos y tres décimas por vuelta, a veces ninguno, y otras medio segundo, Verstappen se situó a menos de un segundo vuelta cincuenta. Y para que vean la gran velocidad punta del Red Bull, de cuya superioridad insultante hizo gala sobre todo en el GP de Francia, pudo adelantar a Hamilton en la recta de atrás pese a haber salido a nueve décimas. Vale que hizo una gran apurada de frenada, pero así todo...



Punta sin igual y buena apurada. Hamilton no tenía nada que hacer.


Ham, como Leclerc antes, no se rindió, y apretó a Max por si cometía un error, ya que estaba al límite de los límites -valga la redundancia- de pista. Pero Ham, en su presión, también, y al final nada más pudo hacer, logrando así Max el triunfo más emotivo del año, además del mejor, igualando a Schumacher y Vettel a trece triunfos en un año. Claro que con 19 GGPP por 18 del Kaiser. Pero como le quedan tres, es muy probable marque un nuevo récord.

Antes de centrarme en el GP en sí, quisiera hablar de la estúpida sanción que la FIA impuso a Fernando Alonso -de momento provisional- de 30 segundos al acabar la carrera por haber corrido con un retrovisor roto luego de un impresionante accidente en el que, aparte de hacer un caballito, rozó el guardarail. Haas, de modo oportunista, reclamó aduciendo que un coche debía tener dos retrovisores y que Alonso había finalizado con uno. Una chorrada, aunque la reclamación tal vez la hicieron hartos de que a ellos los hiciesen parar en situaciones parecidas -en su caso el borde del alerón- y a otros, como Alonso, no. Eso y además, el poder sumar más puntos. De hecho, Pérez se libró de parar con su alerón tocado. En ambos casos la FIA no tuvo prisa en sacarles bandera, a diferencia de con Haas en otras ocasiones. Como fuere, 30” son una barbaridad. Sin ir más lejos, por esa regla de tres, ¿que sanción ponemos a Russell y Stroll? El error del primero eliminó a Sainz al perforarle un radiador, mientras que Stroll provocó el espectacular accidente de Alonso, que no abandonó de milagro y que además pudo haberse hecho mucho daño. En ese caso a Russell le debían haber puesto un minuto de sanción y a Stroll no dejarle correr un GP, ¿no? Al fin y al cabo, lo suyo fue mil veces más grave. Y por supuesto, a Pérez otros 30” por correr con el alerón dañado. Con estas decisiones, la FIA se carga la poca credibilidad que le queda. Dicho esto, 5” pueden ser pocos para Russell, aunque está claro fue un error pero, en caso de reiteración, la sanción debería ser contundente, al menos de un stop y go de 10”.



Alex Palou se estrenó en un entreno oficial de F1. Se quedó con las ganas.


Tras comenzar por el final, vayamos al inicio. En esta carrera “debutaban” hasta cinco pilotos, nuevo récord, en los libres 1. Antonio Giovinazzi -este ya había corrido- con Haas, Logan Sargeant con Williams, Theo Pourchaire con Alfa Romeo, Robert Schawartzman con Ferrari y el español Alex Palou con Mclaren, hablando maravillas la prensa española -lógico- de él.

Fuera de los libres, que no aportaron nada, llegó la hora de la verdad. Magnussen, Ricciardo, Ocon, Schumacher y Latifi claudicaban primero y Albon, Vettel, Gasly, Zhou y Tsunoda después. Eso sí, Zhou había pasado el corte, pero por milímetros le anularon la vuelta, heredando Norris su lugar. Como ya he dicho otras veces, muy estrictos con unos límites a veces de modo innecesario, para luego levantar la mano en carrera. Yo creo que si fuesen igual de severos en carrera, esta daba un vuelco total. Al hilo de esto, no es lo mismo salirse de pista ganando tiempo claramente -saltarse una chicane- que ir por el exterior por milímetros en zonas donde antes había barra libre.

Dicho esto, a la hora de la verdad, dos eran los hombres en liza por la pole: Verstappen y Sainz, toda vez que Leclerc, con una sanción de diez puestos, no podía optar a ella. Hamilton se mostró muy incisivo, sobre todo en el primer intento, en el que Leclerc fue el más rápido, pero a la hora de la verdad no tuvo nada que hacer, acabando a seis décimas del poleman Carlos Sainz. Leclerc fue segundo -duodécimo con su sanción-, Verstappen tercero, Pérez cuarto -noveno por sus cinco puestos de penalización-, Hamilton quinto, con Russell, Stroll, Norris, Alonso y Bottas a continuación. Alonso caería a décimo cuarto -su querido número- por lo mismo que los antes citados, tras una Q3 no muy brillante, a diferencia de Norris y Stroll, que sacaron petróleo de sus monoplazas. Las sanciones ubicaron en primera linea a Verstappen y en segunda a los Mercedes. Zhou y Tsunoda, por motor y caja de cambios respectivamente, se ubicaban en las últimas posiciones toda vez que Ocon optaba por salir de boxes al no respetar el parque cerrado.



Diamante: Pole de Sainz el sábado. Piedra: embestido por Russell, abandona el domingo.


La pole de Sainz, tercera de su carrera, era la décimo segunda de Ferrari en un año, que igualaba así su récord del año 2004, aunque esta vez sobre más carreras. De hecho, tienen tres carreras para mejorar el registro. Charles Leclerc, por su parte, al igual que en 2019, acabará como piloto con más poles esta temporada, ya que ahora nadie -Max- podrá alcanzarlo.

A las nueve hora española y dos hora local, comenzaría la carrera, algo lógico. Lo que no lo es es retrasar la calificación a las cinco -medianoche en España-, que se lo miren los organizadores.

Como viene siendo habitual, el segundo le birló la cartera al primero, de modo que Carlos no pudo mantener su privilegiada posición. Pero lo malo vino en la primera curva, cuando un error de apreciación de Russell mandó a Carlos para casa al perforarle un radiador.

Así que tras la primera vuelta Vertappen estaba al comando seguido de Hamilton, Stroll, Russell, Vettel -gran salida-, Norris, Pérez, Gasly, Albon, Leclerc, etc...

La carrera, en la que se preveía una gran degradación, veía a Max comandar sin llegar a alejarse mucho de Hamilton, mientras que Russell se situaba tercero en la vuelta cinco tras superar a Stroll. Pérez lo haría en la siguiente estando Leclerc séptimo.



No ganó, pero Leclerc se divirtió en Austin.


De los de cabeza, en la vuelta trece Hamilton fue el primero en parar cuando estaba a 4”7 de Verstappen que, acto seguido, paraba. Sus posiciones -Max-Ham- eran segundo y sexto, intercalados entre coches que no habían parado, aunque el holandés ganó un segundo de ventaja en la parada.

Pérez, que iba en cabeza, y Stroll, cuarto, se detuvieron, dejando a Max primero, con Leclerc segundo sin parar a 3” y Hamilton a continuación a 6”3. El accidente de Bottas (vta.17) causaría la salida del coche de seguridad y pilotos como Leclerc y Alonso, que no habían parado, lo aprovecharon y así remontaron. De modo que cuando se reanudó la carrera en la vuelta veintiuno el orden era: Verstappen, Hamilton, Pérez, Leclerc -que de haber parado un poco mejor habría salido por delante del Checo-, Russell, Vettel, Stroll, Gasly, Alonso, etc...

El único cambio fue que Alonso se cepilló a Gasly y, acto seguido, en la recta de atrás, iba a hacer lo propio con Stroll que, al cambiar bruscamente de dirección, lo mandó a las “estrellas”. Caballito del Alpine y toque contra las vallas que no acabaron con el indestructible coche del español que, tras parar y reparar, se reincorporaba decimoséptimo y último. Coche de seguridad y vuelta a empezar.



A punto de despegar, Alonso acabó rozando las vallas. Pero ni con esas abandonó. 


Vuelta veintiséis y a falta de treinta, todo comenzaba de nuevo. Verstappen y Hamilton se marchaban, mientras Pérez y Leclerc se enzarzaban. Tras un fallido intento de exterior de Leclerc en la recta de atrás en el giro veintinueve, en la siguiente, esta vez por el interior, se colocaba tercero. Tras los cinco fantásticos: Max, Ham, Leclerc, Checo y Russell, iba un espléndido Vettel, como en sus grandes días, toda vez que Alonso recuperaba y se colocaba tras su compañero Ocon, que iba noveno justo cuando Hamilton, a 2” de Max, paraba en la treinta y cinco. Max paraba a continuación para defenderse, pero sus mecánicos fallaban y tardaban 11”1 y Max se reincorporaba quinto, tras Hamilton y Leclerc -que paró a la vez y lo adelantó en boxes- a medio segundo del Ferrari y a 7”3 del Mercedes. De modo que en caso de no haber fallado, Max incluso habría aumentado la ventaja. A todo esto, en Mercedes le pusieron duras a Hamilton, la opción más conservadora, mientras Charles y Max montaban medios, la opción más lógica visto lo visto, ya que no se degradaba tanto.

Y entonces pasó lo que dije al principio, duro pero breve duelo con el monegasco que, una vez superado en la vuelta treinta y ocho, dejaba al holandés a cuatro segundos y medio del inglés mientras Vettel seguía liderando. Superado por el inglés, Seb paró en la cuarenta y dos y se reincorporó décimo tercero al hacer sus mecánicos buenos a los de Max, al estar detenido nada menos que 16”8. De haber parado con normalidad, habría podido salir incluso por delante de Alonso, autor de una gran remontada tras su “galleta”, marchando entonces en séptima posición por delante de su compañero Ocon.



A diferencia de antaño, Vettel no estuvo fino en calificación. Pero brilló de lo lindo en carrera.


Max ya estaba a 3”5 de Ham y lo pasó ocho después del modo antes descrito. En cabeza acabó la carrera, ya que no hubo más cambios, manteniéndose inamovibles los cinco primeros: Verstappen, Hasmilton, Leclerc, Pérez y un Russell que había perdido comba pero que, con parada gratis, paró en busca de la vuelta rápida, que consiguió.

Magnussen, que llegó a rodar sexto con un único cambio de neumaticos, claudicó ante Alonso, Norris y, en la última vuelta y al final de la misma, ante Vettel, finalizando en novena posición por delante de Tsunoda. Alonso no fue sexto, ya que sin neumáticos, tuvo que ceder en la anteúltima ante Norris, de modo que fue séptimo. Un resultado inimaginable visto lo que le sucedió en carrera. Luego vino la reclamación sin sentido y oportunista de Haas y después, unos comisarios inéptos que lo sancionaron con 30”, sacándolo de los puntos. De hacerse fija la sanción, Esteban Ocon heredaría el último punto, y no Gasly, que también fue sancionado por chorradas.

El francés, en su caso, por dejar demasiada distancia entre cochas tras el “safefty”, fue sancionado con 5” y luego con 10” más al no cumplir bien esta sanción, en este caso por un error del equipo. Lo primero, sancionar con 5” por la parida del coche de seguridad, no a lugar pero, en caso de hacerse, ¿por qué no se obró igual con Pérez en Singapur? En ese caso, tal vez Leclerc hubiese conservado ruedas en lugar de atacar y así, poder imponerse en la prueba. Eso sin contar que hubo reiteración y, en ese caso, otros 5” adicionales, o 10” siguiendo el criterio aplicado en Austin, hubiesen privado al Checo de su merecida victoria. Algo así comentó Mattia Binotto, al que en Austin la FIA ha querido dar la razón, aunque yo no lo comparto. De cualquier modo, la FIA debe actuar de forma coherente y con un criterio. No es serio que ante la misma infracción se actúe de forma distinta según le de el aire al comisario de turno. En mi opinión, en Singapur hasta sobró la sanción pero, si lo suyo por reglamento es aplicarla, mientras no se cambie el reglamento, ha de aplicarse. De modo que, ¿en qué quedamos?



De nuevo en la cumbre, por unas vueltas pareció Hamilton podría ganar. Por unas vueltas...


Por cierto en algunas carreras, por eso de conservar neumáticos, algunos pilotos no fuerzan y mantienen una pequeña, pero confortable ventaja. Bien vale, pero en caso de fallo en boxes, se pierde todo. ¿No es mejor, si es posible, aumentar el margen? Recuerdo a Vettel en 2011 tener ritmo para largarse y contentarse con mantener dos o tres segundos. Nunca me gustó, porque en caso de errar en la parada, pasa lo que vimos en Austin. Y viendo como Max se recuperó, y como fue al principio, creo tenía ritmo para haberse alejado más en las once vueltas que dispuso tras la última reanudación.

Con Max y RB como campeones, se llega en siete días a Méjico, con el Checho luchando por el subcampeonato, pero con más ganas de ganar en casa que de ser subcampeón. ¿Le ayudará Max o irá a por el récord de triunfos en un año? Eso si Ferrari y MB se lo permiten. Lo veremos muy pronto.




domingo, 16 de octubre de 2022

GP de Japón 2022

 



                     En busca de un campeón




Y la propia FIA, burlando su reglamento, lo encontró. Claro que daba igual, Max Verstappen iba a ser campeón este año aunque lo hubiesen descalificado de Japón y alguna carrera más. Pero de lo que se trata es de que la FIA otorgó todos los puntos cuando no debía hacerlo con la excusa, la tergiversación, de que la carrera no se suspendió, sino que acabó con bandera a cuadros. Como bien señalaron algunos, entonces, en caso se disputarse dos o tres vueltas lanzadas, si la carrera finaliza por tiempo, también se hubieran dado todos los puntos. ¡Absurdo total! Ni en Red Bull lo esperaban, Y luego está el tema más importante que nadie ha tocado: Y si hubiera sido la última cita y el dar todos los puntos hubiera cambiado el nombre del campeón. Entonces, ¿qué? Esto no se puede consentir. O que dichos puntos al final hubieran decantado la balanza. Claro que eso importa menos si no es la última cita, como vimos en el robo de Singapur 2008.

Tampoco se puede consentir que no se corra en agua. Sí, ya sé que no se ve y que “el antes se corría” no es un dogma sagrado pero, ¿qué quieren les diga? Es una vergüenza para el público, sobre todo el que asiste al circuito. Los que estamos en casa, aunque nos jodamos -sobre todo si toca madrugar “pa na”-, es lo de menos. Pero no para quienes hacen un gasto y sacrificio y luego se les ríen en las narices. Y encima siguen diciendo algunos que se juegan la vida. ¡Pero si cuando de verdad toca jugársela no salen!



Excepción a la regla: Ricciardo pide a la FIA fléxibilidad en los horarios.


Dirán que me paso, y puede así sea, pero en todo caso, que no digan se juegan la vida ni chorradas por el estilo en un deporte que, pese a sus incongruencias -limitar ruedas de agua, no permitir cambio de reglajes-, es ultra seguro, nada que ver con el pasado. ¡Pero si por un coche a 50 metros de la trazada se detiene una carrera! Por favor.

Max Verstappen se coronó campeón, pero la búsqueda del campeón sigue. No veo a ningún piloto dando la cara ni aportando soluciones. Sólo dicen que no se puede correr, que no ven. Estaría bien que alguno se indignara por estas situaciones -lo de Spa 2021 ya ni lo cuento- y propusiese soluciones hablando claro. Sólo un verdadero As como Nigel Mansell aportó alternativas válidas, pero los actuales, ni mú, no sea les riñan o les bajen su abultado sueldo que, no se dejen engañar, no es por el riesgo que corren, es por lo que generan. Negocio puro y duro. No se les paga tanto por jugarse la vida, de lo contrario, ¿por qué en otras disciplinas del motor se cobra infinitamente menos? ¿Acaso no se la juegan también esos pilotos de pago tan criticados por algunos? Esos no cobran -pagan- y salen a la pista igual que los demás. ¿Pagan por jugarse el tipo? Para nada, pagan por correr, pasión pura y dura.

Creo que si los pilotos consideran no se debe correr en estas condiciones, deben decirlo y aportar soluciones, no quedarse callados esperando el director de carrera de turno suspenda la carrera.



Nuevo accidente de Mick que se desquitó liderando el domingo.


Una alternativa sería variar los horarios previendo mejores condiciones, no es tan difícil hoy día. Pero claro, están las televisiones, la pasta, ¿no? Pues que corran y, el que no quiera, que le eche un par y se vaya a boxes, como Lauda, como Prost.

Vale que para hacer eso sin consecuencias hay que tener un caché, pero si tanto riesgo dicen que hay, ya saben a que atenerse. Antaño se corría en lluvia y no había tantos accidentes. Y menos ahora, con tantas medidas de seguridad. Pero la culpa no es sólo de la FIA y miembros del negocio -equipos, pilotos-, sino también de los aficionados y periodistas. Muchos de ellos pasan de la indignación por no correr, al dramatismo si, en caso de hacerlo, hay un grave accidente. Entonces se olvidan de sus deseos -exigencias- de que se corra y pasan directamente a criminalizar a la FIA y a quien toque. Normal que la FIA, por si acaso, sea más que timorata. Sea como sea, deberían tener más en cuenta estas circunstancias y dejar bien claro como piensan actuar, no estar vendidos a los caprichos del destino. De la climatología en estos casos. Que pregunten a los pilotos y que estos decidan. Pero sin chorradas. Y sobre todo, que los horarios, en esos casos, se puedan flexibilizar, como bien dijo Ricciardo.

Tras esta disertación, el GP en sí. Tras el despido de Latifi, los últimos movimientos en el mercado de pilotos dejan sólo dos huecos: en Haas y Willians. Piastri acabó en Mclaren, como ya sabíamos, dejando a Ricciardo sin asiento de cara a 2023. En Alpine el hueco de Alonso lo ocupará Gasly y el de este, en Alpha Tauri, Nick de Vries. La parrilla 2023 ya está casi definida.



Latifi logró sus primeros puntos del año demostrando que en agua hay que contar con él.


Los libres 1 y 2 fueron en mojado, y como en esos casos hay menos coches y no hay necesidad de ir siempre a fondo, no hay problema, todos a pista. A pista, eso sí, procurando no gastar muchas ruedas, que están limitadas. Los tres ya fueron en seco con Max avisando de sus intenciones.

La calificación, también en seco, parecía mostrar a un Max por encima de sus rivales, pero bien es cierto que, a la hora de la verdad, los Ferrari a una vuelta son temibles. Lástima que luego no mantengan el ritmo en carrera.

En Q1 se quedó Albon, que sólo pudo realizar un intento por problemas mecánicos, Gasly, Magnussen, Stroll y Latifi. En la siguiente ronda los premiados fueron: Ricciardo, Bottas, Tsunoda, Zhou y Schumacher.

La Q3 y, por tanto, la pole, fue para Max Verstappen por apenas 10 milésimas sobre Leclerc, lo que le permite -aunque no le importe- tener la posibilidad de igualar el número de poles del monegasco este año. Si en las cuatro citas que quedan, Max falla en una, el Rey de la pole -al igual que en 2019- será Leclerc, que a día de hoy atesora 9 poles por 5 del vigente bicampeón. A quién no alcanzará Max es a Schumacher, que logró 13 victorias de 18. Max ha conseguido 12, aunque claro está, en las citas que quedan superará esa marca y se convertirá en el piloto con más triunfos por temporada.

A 57 milésimas se quedó Carlos Sainz que, como bien apuntó De la Rosa: “si los Ferrari juntasen sus tres mejores sectores, la pole hubiera sido suya”, pero no es menos cierto que Max falló un poco en el último.



Lo mejor de la carrera fue el duelo Ocon-Hamilton.


Cuarto y bien lejos de este trío, Checo Pérez, quinto un gran Esteban Ocon precediendo a Hamilton, Alonso, Russell, Vettel y Norris. A destacar la gran clasificación de Vettel, que marcó un tiempo increíble para el coche que dispone y, para mal, un Alonso que no acaba de redondear las calificaciones. Debería haber superado a Ocon, pero últimamente, las décimas finales las coge el francés y no él. De cara a la parrilla, la única modificación fue que Gasly partiría desde boxes por no respetar el régimen de parque cerrado. Latifi arrastraba una sanción de cinco puestos, pero como salía último, no le afectaba.

La carrera se disputó en agua. Se dio la salida con normalidad y, en ella, Leclerc salió mejor que Verstappen, pero este aguantó y, apurando por fuera, mantuvo la primera posición. No así Sainz, que cedía la tercera a Pérez. Ocon, Hamilton y Alonso venían a continuación. Alonso casi de chiripa, ya que arrancó mal e iba a ser superado por Vettel -que arrancó fenomenal-, pero lo tocó y este trompeó cayendo al puesto dieciséis. No fue el dieciocho por los abandonos de Sainz por accidente y Albon por un problema de refrigeración. A destacar la gran arrancada de Stroll, de décimo octavo a undécimo. Verlo desde su cámara realmente impresiona. Valor no le falta al muchacho.

El accidente de Sainz -y ya van unos cuantos- causó la salida del coche de seguridad primero, y de la bandera roja después. En ese intervalo una grúa apareció por la pista, ¡precisamente aquí! Donde murió Jules Bianchi por eso mismo. Cierto que había coche de seguridad, así todo fue un riesgo innecesario, ya que debió salir con todos reagrupados y la situación controlada. En lugar de eso, salió en el intervalo en el que todavía andaba la cosa liada y Gasly se cruzó con ella a unos 200 km/h, lo que le valió una sanción de 20”. Yo creo que antes que sancionar a Pierre, habría que sancionar al responsable de que dicha grúa saliese.



De nuevo una grúa en Japón. A veces parece no escarmentamos.


Ya con todos los cochecitos en boxes, parecía se iba a repetir lo de Spa el año pasado y, dado que la carrera tardó más de dos horas en reanudarse, tal vez se podrían haber reparado los coches de Sainz y Albon. De haber muletos, no habría problema, ya que en estos casos se podría reanudar la carrera desde cero, cosa que no sé por qué no se hace, la verdad, ya que así hay más posibilidades de que salgan todos. Al fin y al cabo, no se había corrido ni una vuelta. Antes, si había bandera roja y no se habían disputado un par de vueltas, se empezaba de nuevo.

Pues lo dicho, que tras jorobar al respetable con tanta espera, al final se dio la salida. Fue lanzada y con las ruedas adecuadas, las de lluvia. Algunos se habían quejado de que estas ruedas no son buenas, pero lo que pasa, al margen de que no se prueban , es que como rara vez hacen falta porque no tienen huevos a correr cuando hay agua y son necesarias, no quieren usarlas para un “par de vueltas”, prefiriendo salir con intermedias y aguantar hasta que estas ruedas sean las adecuadas, ahorrándose así una parada. Entonces que no se quejen.

Y pasó lo típico, se había esperado tanto, que no hacían falta las ruedas de agua -en la primera salida seguramente sí- y Vettel y Latifi fueron los más listos, parando nada más arrancó la prueba, mientras los líderes lo hicieron dos después. Russell perdió tiempo en su doble parada y Alonso, al que mantuvieron en pista una más en Alpine precisamente por eso, también, pero no tanto. Eso le permitió liderar una vuelta. Quien también lideró pero no lo registró el cuenta-vueltas fue Mick Schumacher, que no había parado, al igual Zhou.



De foto-finish. Por un pelo salvó la sexta posición Vettel ante Alonso.


La carrera se estabilizó a falta de poco más de media hora para el final en la vuelta nueve -cuarta “de verdad”- con Verstappen como sólido líder con más de 4” sobre Leclerc, ventaja que adquirió en una gran vuelta de salida, con Pérez, Ocon, Hamilton, Vettel, Alonso, Latifi, etc... por detrás. No menciono a Schumacher y Zhou, entonces intercalados entre ellos, ya que al no haber parado e ir lentísimos, no contaban. Poco después, tras parar, irían los últimos.

Leclerc marcó la vuelta rápida y parecía poder responder a Verstappen cuando se impuso la realidad, el Ferrari es tan rápido o más que el Red Bull durante unas pocas vueltas pero luego, con la degradación, se va para atrás. Eso fue lo que le pasó a Leclerc, que de ir a por Max, pasó a defenderse de Pérez.

La lucha por la cuarta posición fue lo mejor de la carrera, con un Hamilton con más ritmo que Ocon intentando durante practicamente veinte vueltas, adelantarlo. Sin éxito. La defensa de Ocon fue de libro, para enmarcar. Aguantó y fue tan limpio, que Hamilton no tuvo más remedio que felicitarlo, a la vez que ambos reconocieron haber disfrutado un montón.

Russell, por su parte, lastrado por la primera parada, fue casi el único piloto que remontó, superando a rivales en las “eses”, ya que su falta de velocidad punta le impedía hacerlo en las zonas, digamos, lógicas. Iba a por Alonso cuando este paró a cinco vueltas del final. El asturiano remontó hasta donde estaba, faltándole sólo 11 milésimas para superar a Vettel, que mantuvo posición por los pelos.



La presión de Pérez indujo a Leclerc al error.



En cabeza Max ni se despeinó y Leclerc perdió el segundo puesto al final al saltarse la chicane. La FIA le impuso una justa sanción de 5”, y suerte que no había nadie más cerca, que si no, se queda sin podio. No hubo tiempo de hacerle ceder posición, que hubiera sido lo más justo. Las quejas de Binotto, no a lugar. Argumentaba que tomaron muy deprisa la decisión, a diferencia de Singapur, cuando al Checo tardó en ponérsele la sanción y Leclerc gastó sus ruedas atacándolo y luego no pudo sacar provecho. Como fuere, la sanción de Japón fue justa y la de Singapur no. Checo no debió palmar tiempo. Aunque lo mismo se la pusieron porque daba igual...

Como sea, en Ferrari volvió a faltar astucia. Si hubieran parado a Leclerc cuando lo pidió, se hubieran asegurado el segundo lugar y quizá hubieran podido acosar a Verstappen, aunque eso ya lo veo mucho más difícil. Pero al menos le habrían obligado a salirse del guión.

Tras los mentados Verstappen, Pérez, Leclerc, Ocon, Hamilton, Vettel, Alonso y Russell, llegó Latifi que, despedido de Williams, realizó una gran carrera en agua, logrando sus primeros y merecidos puntos del año. Sin duda se le da bien correr en malas condiciones. Norris cerró los puntos.

Max se proclamó campeón por la incomprensible decisión de los comisarios de dar todos los puntos y, poco después de finalizar la carrera, se supo que Red Bull y Aston habían superado el límite presupuestario el año pasado. Red Bull en menos de un 5% y Aston por meras formalidades. Es decir, tardó en dar datos, pero no superó dicho límite. Red Bull sí, por unos 7 millones de “pavos”. Aunque ellos digan que eso fue en “catering” y otros que con eso se hacen piezas para todo un año, el caso es que no influye en el resultado. Sino, valdría con gastar más para ganar. Y no funciona así. Hace falta pasta, pero sólo con ella no ganas.



Cada día más en forma, Zhou se hizo con la vuelta rápida. Primer chino en lograrlo.


Como detalle, a Alonso le faltó una milésima para hacerse con la vuelta rápida, que se quedó en manos del Chino Zhou -primero de su nacionalidad que lo consigue- y que lograba la décimo quinta de Alfa Romeo treinta y nueve años después tras la del malogrado Andrea de Cesaris en Spa 1983.

Nos vemos en quince días en Austin, ¡sayonara!




lunes, 3 de octubre de 2022

GP de Singapur 2022

 

                        Checo urban cowboy





Sin duda al Checo se le dan bien los trazados urbanos. Tres de sus cuatro triunfos han sido en ellos: Baku, Mónaco y Singapur, y su única pole también, en Arabia Saudita. Este año ha ganado en las dos pistas más complicadas, Mónaco y Singapur, siendo esta última quizá su mejor victoria, más que nada por las dificultades que el Checo arrastraba últimamente con su RB18.

La F1 regresaba al Singapur tras dos años de ausencia, en la pista nocturna por excelencia -el primer GP nocturno fue este, en 2008-, donde Vettel ganó en F1 por última vez y como vimos, el tiempo no iba a acompañar.

Esta carrera podría ser un duelo a tres, ya que a los dos habituales, Red Bull y Ferrari, se les podía unir Mercedes en esta carrera, sobre todo Hamilton, a sus anchas en la difícil pista de singapur.

Tras unos libres en seco y mojado, donde Ferrari y MB dominaron, la calificación se disputó en una pista húmeda que iba secándose muy poco a poco. De ese modo, tanto la Q1 como la Q2 se disputaron con intermedios. Bottas, Ricciardo, Ocon, el retornado Albon y Latifi se quedaban en el primer corte, mientras que en el segundo lo hacían Russell -apeado por milésimas por el Haas de Magnussen-, Stroll, Schumacher, Vettel y Zhou, de nuevo más veloz que su compañero Bottas.

La ronda final fue muy emocionante, todos con lisos blandos y sin detenerse. La pole se la llevó Leclerc, más por errores ajenos que por aciertos propios. Su vuelta buena, la última, se cimentó en un gran tercer sector, el más delicado eso sí, en una vuelta en la que sus dos primeros sectores no fueron buenos, pero compensado en el tercero. Y eso que fue de los primeros en cerrar vuelta. De haber juntado sus mejores sectores, habría bajado cuatro décimas. Dudo nadie o hiciese.



El Rey de los sábados, Charles Leclerc, suele quedarse sin premio el domingo, como en 2019.


Pérez fue segundo en una vuelta más homogénea, y más al final, precediendo a un Hamilton que pareció tenerlo en su mano, para al final morir en la orilla. Marcó el récord del segundo sector, pero no pudo con Charles. Tampoco pudo el otro “Charles”, en este caso Sainz, que se quedó a 171 milésimas -Checo a 22 y Ham a 52-, pero que cruzó la meta tan justo -por centésimas- que pensó no le daba tiempo a dar otra vuelta. Y como el equipo no le avisó...

Quinto un gran Fernando Alonso precediendo a Norris, Gasly, Verstappen, Magnussen y Tsunoda. Con nueve décimas de ventaja iba Max en el segundo sector cuando el equipo le dijo que abortara por falta de gasolina. Esta vez no le iba a salir todo bien al campeón. De cara a la parrilla, Russell partiría desde boxes -en lugar de undécimo-, por cambiar reglajes bajo régimen de parque cerrado.

La carrera se retrasó mas de una hora por la lluvia, aunque al menos se disputó, ya que cuando se corrió aquí por primera vez, había dudas de si se podría correr de noche en agua. Y está claro que sí. Fue una vergüenza, otra más, el retraso de la salida, pero al menos se corrió, a diferencia de Spa el año pasado. La FIA, con sus retrasos y anulaciones por “cogérsela con papel de fumar”, hace que cada vez sea menos atractiva la F1, y no digamos ya acudir a un GP en directo. Si no quieren se corra en lluvia, que lo digan de una vez y dejen de tomarnos el pelo. Es ridículo no correr en lluvia, pero si ellos lo quieren así, que lo digan.



Carrera 351 para Alonso, récord que no pudo celebrar al abandonar cuando iba sexto.


El mensaje que sacamos por parte de la FIA es que los F1 no corren si llueve, sólo con pista húmeda, por tanto, es absurdo Pirelli haga ese tipo de ruedas, ya que luego su uso es innecesario a causa de las banderas rojas, retrasos y suspensiones. Todos los directivos de la FIA que permiten esto deberían irse a la cola del paro.

Y como la carrera se disputó bajo suelo húmedo, se nos privó de una carrera mucho mejor en agua, con más incertidumbre y posibilidades. Porque sí, la pista estaba difícil y la carrera tenía más alternativas que en seco, pero menos que en mojado. Y al final no pasó nada. Bueno, sí, unos coches de seguridad, la mayoría virtuales, que no aportaron nada.

En la arrancada se decidió todo. Pese a arrancar bien, Leclerc perdió tracción al subir velocidades -como Hamilton- y ambos fueron superados. Él por Pérez, y Ham por Sainz, en una acción un tanto al límite. Ham se quejó y no le faltó razón, pero dadas las circunstancias, no pasó de ahí.

Checo y Charles estuvieron toda la carrera por encima de los demás. Sólo Verstappen hubiera podido mantener el ritmo de haber estado ahí -pero no estaba , estaba en tráfico- y quizá Ham, al menos en parte y de media carrera en adelante, cuando quedó claro que tenía más ritmo que Sainz.



Todo pundonor, la Diosa fortuna le fue esquiva a Hamilton en Singapur. Ya le sonrió bastante.


Verstappen, que arrancó mal perdiendo cuatro posiciones, fue de los pocos que adelantó en pista. Iba noveno a más de 31” del líder cuando el choque entre Latifi -como no- y Zhou causó la salida del primer coche de seguridad en la vuelta ocho. Nada cambio salvo el reagrupamiento y, gracias a él, Max pudo superar a dos coches: Vettel y Gasly, situándose a estela de Alonso, con quién no pudo pese a su mayor ritmo.

En cabeza, Leclerc parecía tener más ritmo que Pérez, que así todo iba como una flecha, pero cuantas más vueltas pasaban, quizá por la degradación, las tornas se ponían a favor del Checo, que empezaba a distanciarse poco a poco cuando el abandono de Alonso -para “celebrar” su 351 GP de récord-, provocó la salida de un “virtual” en la vuelta veintidós, que aprovechó Russell para parar y poner lisas (medias) perdiendo menos tiempo. Decisión arriesgada pero que en su situación se lo podía permitir. Se relanzó dos vueltas después y cuatro vueltas más, otro “virtual”, esta vez por el accidente de Albon y casi al unísono, el abandono de Ocon, ralentizaba el GP.

Vuelta treinta y uno y de nuevo a todo meter. El Checo y Charles a toda mecha con Sainz perdiendo comba y Hamilton la paciencia. Tanto es así, que en la vuelta treinta y tres se fue largo en la curva 7 empotrándose contra las protecciones, aunque salvó el abandono. Se reincorporó quinto, solo perdiendo un lugar, con el alerón dañado justo en las narices de Verstappen.



El error del sábado del equipo impidió a Max luchar por el triunfo. Así todo, el domingo no estuvo muy fino.


Y fue prácticamente entonces cuando Russell empezó a hacer funcionar sus neumáticos y los de cabeza comenzaron a parar. Leclerc lo hizo antes que Pérez en busca de un “undercut” de esos, pero a su mala parada -5”3-, en parte por posicionar él mal el coche, habría que añadir que le costó calentarlos, con lo que Pérez, que paró a continuación, salió más lejos. Y prácticamente pararon todos, con Ham cambiando el alerón.

El accidente de Tsunoda con lisas en la treinta y cuatro provocó la salida del último coche de seguridad de la noche, esta vez real, con lo que la carrera de reagrupó y Pérez se quedó sin la ventaja que había acumulado sobre Leclerc toda vez que Norris mantuvo posición con Verstappen al aprovecharse del coche de seguridad.

En la cuarenta se relanzaba de forma definitiva el GP por este orden: Pérez, Leclerc, Sainz, Norris, Verstappen, Ricciardo -que había remontado desde el décimo séptimo lugar-, Stroll, Vettel, Hamilton, Gasly, etc...

Max atacaba a Norris en la siete y se iba largo tras una bloqueada morrocotuda, saliendo delante de Ham, aunque por poco tiempo, ya que acto seguido paraba en boxes para cambiar sus dañadas cubiertas, poniendo blandas, cayendo a la décimo tercera posición.

En cabeza, mientras se calentaban las ruedas y la pista estaba más delicada, Leclerc ponía contra las cuerdas a Pérez, que se defendía bien en gran parte por la enorme dificultad para adelantar en esta pista, pese al DRS del monegasco, que si no... ¡otro gallo cantaría!



Mclaren, que estrenaba decoración -nada agraciada- pescó en río revuelto.


Pasado el apuro y una vez que un pequeño falló dejó a Charles, luego de unos emocionantes giros, sin DRS, el Checo se distanció ayudado por su menor degradación y quizá por haber castigado más las ruedas a su rebufo el Ferrarista. O simplemente, que el RB es mejor. Pero como pesaba sobre el Checo una posible sanción por conducir mal tras el coche de seguridad, tuvo que tirar al máximo para distanciar a Leclerc a más de 5“. Dicho y hecho, al final ganó el pulso, y es que el Red Bull sigue siendo en carrera un coche superior, y el Checo lo demostró.

Por detrás Verstappen fue remontando hasta situarse tras Ham, al cual pasó cuando este falló en su intento de superar a Vettel. El que no falló fue Max, que lo hizo en la última vuelta para acabar séptimo.

Y así quedó la carrera: Pérez, Leclerc, Sainz -muy flojo-, Norris, Ricciardo, Stroll, Verstappen, Vettel -autor de una arrancada fenomenal-, Hamilton y Gasly como hombres en los puntos.

Al final al Checo le impusieron una sanción de 5“ que no cambió nada, pero Ferrari no pareció conforme ya que consideran hubo dos infracciones. Y las hubo. Pero francamente, creo no es manera de ganar. Checo no ganó nada, no hizo perder nada a los demás y tampoco puso en peligro a nadie. No es lo mismo que una actitud errática tras el coche de seguridad, saltarse una chicane para adelantar o evitar serlo, etc... por tanto, creo la Scuderia obró muy mal al reclamar, lo mismo que creo en estos casos la FIA debería multar, no castigar con tiempo. Otra cosa sería hubiera reiteración, una constante de hacerlo mal el mismo piloto.



Eclipsado por su compañero, lejos de la zona de puntos, Russell se consoló con la vuelta rápida.


En esta carrera Hamilton brilló de nuevo y machacó a su compañero, sacando el campeón que es, aunque en carrera no estuvo afortunado. Quizá por intentar alcanzar lo inalcanzable, que es cuando se comenten los errores, y cuando un piloto forja su leyenda, corriendo en inferioridad de condiciones.

Y ahora a Japón, donde Verstappen puede cantar el alirón. Ferrari y Mercedes tratarán de impedírselo, simplemente para ganar ellos, ya que los títulos están más que finiquitados. Hasta Suzuka.