martes, 29 de marzo de 2022

GP de Arabia Saudita 2022

 



                            Dos súper dos




De los bombardeos a Arabia Saudita por parte de Yemen -y viceversa-, que pusieron en duda la celebración del GP, hablaré en otro artículo, respecto al GP en sí, dado que fue de gran emoción final, creo es acertado decir que esta carrera fue cosa de dos súper pilotos que, al igual que hace una semana en Baréin, nos hicieron vibrar con su intensa, pilla y a la vez limpia contienda.

De los libres, con Max volando con duros en los primeros y los Ferrari tocando muros en los segundos, poco que decir, ya que no fueron significativos, así que al grano.

La calificación empezó con sorpresa, ya que en la Q1 caía nada más y nada menos que Lewis Hamilton, sin excusas, por falta de rendimiento, reconocido por el mismo. Y eso que Tsunoda no pudo participar por avería. Junto a estos dos se quedaron Albon, Hulkenberg y Latifi.

La segunda ronda dejó fuera a los Mclaren de Norris y Ricciardo, al Alfa de Zhou, al Haas de Schumacher y al Aston de Stroll. Destacar que la sesión fue interrumpida casi una hora por el durísimo accidente de Schumacher, que dejó hecho añicos el Haas, causando baja para el domingo, pero no por salud, sino por la imposibilidad de reparar los daños. Güenter Steiner dijo que era irrecuperable. Y eso para un equipo con tan pocos medios no es una buena noticia.



Irreparable. Los accidentes de Schumacher, que no pudo correr, le cuestan muy caro a su equipo.


Y llegó el momento de la verdad en una pista en la que no siempre ir con un juego nuevo era lo mejor -sino que se lo digan a Sainz- y en la que los Ferrari partían como favoritos. Y tras el primer “round” estaban como en Baréin, 1 y 2 Sainz y Leclerc, con un sorprendente Pérez tercero, que daba el primer aviso. El segundo llegaba al final al arrebatar este la pole a Leclerc, que acababa de superar a un Sainz incapaz de sacar partido a las ruedas nuevas, siendo su mejor tanda con usadas y que, por tanto, se quedaba tercero por delante de un Verstappen que tampoco acabó de ir fino.

De ese modo y de manera más que brillante, Checo Pérez se hacía con la pole, la primera para un Mejicano en su 216 gran premio, récord, superando a Webber, que lo ostentaba con 131. Un récord en el que nadie pensó, como otro que me se yo para Alfa y que contaré a final de año para no gafarlo, aunque dudo se consiga.

Ocon, Russell -primer Mercedes-, Alonso, Bottas, Gasly y Magussen completaron los diez primeros. Magnussen declaró que no estaba en forma en esta pista y que se dejó medio segundo, es decir, que habría sido quinto.



Primera pole de Pérez. Sensacional, a 0"7 de la pole de 2021 en su 216 tentativa.


Antes de la salida hubo unos pequeños nervios en Ferrari por un problema en la bomba de combustible que hizo que la realización pusiese, por error, que Carlos saldría desde boxes. Pero sobre todo, antes de la salida, Yuki Tsunoda causó baja por un problema de motor, uniéndose así en la lista de bajas a Mick Schumacher. Seguro que a la mayoría les importó un pito que estos no salieran, como no importó siquiera cuando Kimi Raikkönen, ¡con el Ferrari! no lo hizo en Malasia 2017. Esto se evitaría con un coche de reserva, que no tiene por qué ser obligatorio. La F1, todos unos MEMOS, está esperando a que en una cita decisiva no pueda salir un candidato al título, y será entonces y sólo entonces cuando pongan el grito en el cielo y pidan lo que vengo pidiendo yo desde que en Singapur 2016 Grosjean no pudiera salir: un coche de reserva, los antaño conocidos como muletos.

Todos los pilotos salvo Magnussen, Hamilton y Hulkenberg, que montaron duros, salieron con medios en una carrera que se preveía a una parada.

En la arrancada Pérez y Leclerc mantuvieron posiciones mientras que Sainz retrocedía una siendo superado por Verstappen al verse bloqueado por su compañero. Todos fueron muy respetuosos con los límites de pista, lo que es de agradecer y que habla a favor de la nueva dirección de carrera.



Espectacular, peligrosa, e inutil lucha entre los Alpine.


Los cuatro líderes, o “la banda de los cuatro”, que a mediados de los 80 eran: Prost, Piquet, Mansell y Senna, y que ahora podrían ser -en este GP lo eran- los pilotos de Ferrari y Red Bull, se marcharon sin contemplaciones dejando al Mercedes de Russel, el tercer coche, en tierra de nadie, con los Alpine enfrascados en una bonita, peliaguda y, en el fondo absurda, lucha, con Magnusen y Bottas acechando por detrás mientras poco a poco, más atrás todavía, Hamilton iba remontando sin prisa, pero sin pausa.

Ferrari lanzo un “undercut” de esos con Leclerc a Pérez en la vuelta 15. Fue tan descarado que no sé si la idea era hacer entrar a Pérez. Sea como sea, Pérez entró a defenderse y Leclerc siguió. Las duras del poleman parecía tardaban en calentarse y quizá el Ferrarista podría enjugar los 1”6 que hasta entonces le llevaba el Checo. Entonces vino Latifi, ¿quién sino? Y se estampó provocando la salida del coche de seguridad virtual y, acto seguido, el real, causando la parada en masa de todos -menos de quienes partieron con duros- y la carrera se reordenó así: Leclerc, Verstappen, Pérez, Sainz, Russell, Magnussen, Hamilton, Alonso, Hulkenberg, Bottas, etc...



Leclerc no pudo ganar, pero afianzó aun más el liderato. Y marcó la vuelta rápida.


Pérez había superado ilegalmente a Sainz bajo régimen de coche de seguridad. Normal porque pasaron casi en paralelo por la línea que lo permitía. Lo que no fue normal es que no devolviese posición hasta que se reanudó la carrera. Dejando al margen la posibilidad de ataque de Carlos a Max, ¿y si Russell lo llega a superar? ¿Que hace Checo? ¿Los deja pasar a los dos? Sinsentido total y muy fácil por parte de dirección de carrera haberlo solucionado antes.

Ya con todos lanzados, Leclerc y Verstappen se mostraron a otro nivel distanciando a Sainz y al Checo, que parecía no ir tan bien con duras como con las medias, ya que de marcar el ritmo pasó a estar sin él. De haber ido como al principio se habría ventilado a Sainz, que siempre fue igual, es decir, le faltaba un poco.

Intercambiándose vueltas rápidas, Leclerc y Verstappen, mantenían su lucha particular. Max no lograba entrar en zona de DRS y Leclerc nunca llegó a tener dos segundos. Con 1”6 estaba cuando salió el coche de seguridad virtual, que lo hizo por los abandonos de Ricciardo y Alonso, que obligaron a cerrar los boxes al quedarse los coches parados en la entrada de los mismos, no como Bottas, que sí conseguía llevar su malherido Alfetta a los “stands”. De ese modo, el ansiado coche de seguridad deseado por Ham, Magnussen y Hulkenberg, pasaba de largo. Pararon todos ellos con la carrera lanzada. Ham lo hizo el último y perdió posición con Magnussen. ¿Quien iba a decir a Haas que iba a luchar posición de tú a tú a Hamilton hace unos meses siquiera? Y a rendimiento puro. Magnussen está encantado y con él, su patrón. Con Mick no estará tan contento...



Por delante de su compañero Hamilton, Russell fue un sólido quinto, siempre en tierra de nadie.


En fín, que se larga el coche de seguridad virtual en la vuelta 41 -había entrado en la 38-, un coche cuyo fin es neutralizar menos tiempo la carrera, no reagruparla, y mantener, más o menos, las distancias. Siempre hay alguien que se ajusta mejor a la velocidad permitida y saca ventaja. Leclerc y Verstappen le metieron 3” al dúo perseguidor -Sainz-Checo-, una diferencia importante, aunque de cara al resultado final diese igual. Sin embargo, el medio segundo que le recortó Max a Leclerc tal vez sí pudo ser decisivo. Se puso a tiro de DRS en una pista de tres zonas y, eso unido a su mayor velocidad punta -más de 10km/h- convertía a Charles en presa fácil. Pero no lo fue, luchó con inteligencia y maestría, dejando pasar a Verstappen en la última zona de detección para luego adelantarlo él con el DRS. No le iba a funcionar siempre, pero el afán de Max de no pasar primero, de nuevo, por la última zona de detección casi le cuesta un plano.

Al final Max superó a Leclerc en la vuelta 46. No lo pudo distanciar, pero la menor velocidad máxima del Ferrari, unido a unas banderas amarillas por el toque entre Stroll y Albon, facilitaron la labor para que Max lograse su victoria número 21, o la 20,5 como digo yo, porque la de Spa 2021 no es victoria ni es ná.



Problemas en su motor Honda, dejaron en blanco a Tsunoda en Arabia. 


Gran duelo de dos grandes que, de momento, se perfilan como candidatos al título. Sainz y Checo, tercero y cuarto, podrían jugar importantes roles a lo largo del año. De hecho, Sainz debería lograr su primera victoria pronto y, si consigue adaptarse al F1-75 como lo hizo con el SF 21, podría también optar al título. Respecto a Ham y Mercedes, sin olvidarnos de Russell, es muy pronto todavía para descartarlos.

Russell fue el quinto, el lugar natural del Mercedes a día de hoy, precediendo a Ocon, que adelantó in extremis a Norris, Gasly, que finalizó con graves dolores intestinales, Magnussen y cerrando los puntos, Hamilton, un Hamilton que ya no se acordaba de si daban puntos por esa posición.

En quince días la F1 regresa a Australia tras la pandemia y el duelo Ferrari-Red Bull, cuyos coches están muy igualados, proseguirá y cualquier mínimo detalle podría decantar la balanza hacia uno u otro lado. Sainz seguirá en su adaptación camino de su primera victoria, y pole.

Vacúnense, no sea se lo vayan a perder.


lunes, 21 de marzo de 2022

GP de Baréin 2022

 



                      Ferrari, el regreso




Luego de 2 años, 5 meses y 26 días, Ferrari volvía a ganar. Tras esa travesía del desierto equivalente a 46GGPP, Ferrari saboreaba de nuevo las merecidas mieles del triunfo. Pudieron ganar -por fortuna, no por velocidad- en Silverstone el año pasado, pero lo de Barhein ha sido inapenable. Fue el coche más veloz, y sólo la gran actuación de Verstappen y su equipo, como de costumbre muy hábil en las estrategias, evitaron el paseo militar de los pilotos de Maranello. Ferrari triunfó merecidamente y Verstappen y su equipo no tuvieron la recompensa merecida, ya que abandonaron.

La “nueva” F1, con coches ala, o de efecto suelo, llegaba a Baréin con incógnitas. Por una vez, los lamentos de Mercedes eran ciertos, al menos en parte; no estaban para ganar, pero tampoco muy lejos.

Los libres vieron a Verstappen marcar músculo, y tiempo, ya que en los libres 2, y con un compuesto dos escalones más duro, se quedaba a sólo “2 de su tiempo de pretemporada. Un tiempo que a mí no me parecía particularmente rápido. Los Ferrari, sobre todo el de Leclerc, no perdían comba.

A la hora de la verdad se vio que Ferrari y Red Bull estaban a otro nivel, y que Haas y Alfa Romeo volaban. Schumacher no paraba de marcar excelentes tiempos en el primer sector -muchas veces el mejor- toda vez que su compañero Magnussen se mostraba como claro candidato a la Q3. Yo nunca pensé que sus tiempos de pretemporada en esta misma pista fuesen un artificio en busca de patrocinadores, y esto lo demostraba. No es que yo sea muy listo -la he pifiado con Mclaren, de la que no esperaba semejante descalabro, por ejemplo- pero es que los tiempos del Haas no me parecían impresionantes, ya que a mi modo de ver, todos rodaron muy lentos.



Hulkenberg -y el 27- regresaron a la F1, brillante en entrenamientos, en carrera fue de más a menos.


En Q1 se quedaron Tsunoda, el nuevamente retornado Hulkenberg -hasta que Vettel se recupere del covid-, Ricciardo, Stroll y Latifi.

La segunda ronda dejó tirados a Ocon, Schumacher -falló en su último intento-, Norris, Albon y el debutante chino Zhou.

Llegados a la ronda final, la lucha por la pole se preveía entre los dos Ferrari y Verstappen, todo lo que no fuera esto, sería una sorpresa. La primera ronda dejó a los Ferrari comandados por Sainz en 1-2 frente a Verstappen, pero la tanda definitiva ponía a Leclerc primero mientras Max se intercalaba entre ellos al no poder mejorar Sainz al final. Cuarto, relativamente cerca pero nunca con opciones, fue Pérez, por delante de Hamilton, que en su último y titánico esfuerzo de quedó a “68 de la pole. Tras él, el que fuera su compañero, Bottas, sorprendiendo con el Alfa Romeo, a un segundo de la pole. No menos sorpresa fue el séptimo lugar del Haas de Magnusen, precediendo a Alonso y su descafeinado Alpine, más que nada por todo el rollo ese de “el plan”, con Russell, que la pifió con su Mercedes, noveno. Cerrando los diez primeros, Pierre Gasly.



Magnussen volvió, y brilló. Séptimo en entrenamientos y quinto en carrera. De diez.


De la carrera se esperaba más o menos lo mismo que de la calificación: Verstappen frente la los Ferrari, con Pérez como posible rival mientras Mercedes, el tercer equipo, no aspiraba a poder luchar contra ellos, como así fue, aunque luego la Diosa fortuna les sonriese.

Al apagarse el semáforo, en su nueva modalidad, nada de ir poco a poco como en una cuenta atrás, los tres primeros mantuvieron posiciones, Pérez perdía dos en beneficio de Hamilton y Magnussen, toda vez que Bottas se descalabraba pasando del sexto al décimo cuarto lugar. Quizá se vio sorprendido por el semáforo y su nuevo procedimiento. Russell, Gasly, Alonso y Ocon completaban los diez primeros al primer paso por meta.

Leclerc marcaba un ritmo que sólo Verstappen podía seguir. Sainz perdía comba de tal modo que Hamilton llegó a presionarle. Su esfuerzo le costó quedarse sin ruedas, perder ritmo y ser el primero en parar en la vuelta once tras ser superado por Checo Pérez. A todo esto, Magnussen ya había descendido al séptimo lugar al ser adelantado por Pérez y Russell. Ocon, por su parte, se ventiló a Alonso. Un Ocon que tenía una sanción de 5” por hacer trompear a Mick Schumacher.



Excelente duelo Leclerc-Verstappen. Se adelantaron seis veces en tres vueltas.



A 3”9 de Leclerc, Verstappen paró en la vuelta catorce, defendiéndose el monegasco a continuación. Salió en las narices del holandés que le recuperó más de 3” en una vuelta, el famoso “undercut”: parar antes y ser más veloz con ruedas nuevas. Leclerc mantuvo el tipo, pero en la siguiente vuelta, en la curva 1 y con DRS, Max le adelantó espectacularmente, pero el de Ferrari no se asustó y contraatacó en la curva 4, también con DRS, haciéndole un sensacional exterior. Vuelta siguiente y lo mismo, sólo que esta vez Leclerc le hace un interior a Max en la 4. Otra vuelta más, y casi a la desesperada, Verstappen adelanta de nuevo en la 1, pero iba tan pasado, que Charles no tuvo que esperar a la cuatro, lo adelantó allí mismo y con esas, dejó al holandés sin DRS y volvió a escaparse poco a poco, como al principio. A destacar de este duelo -parecía MotoGP más que F1- la limpieza entre ambos contrincantes. Deseo esta sea la tónica a lo largo de la temporada.

En ese momento de carrera, Sainz y Pérez eran tercero y cuarto respectivamente, aunque el mejicano llevaba medias por blandas del español, eso no pareció influir. Aunque Sainz lo tenía controlado, esto era relativo, ya que el Checo estaba a unos dos segundos, lo que dejaba al español con el “culo al aire” en caso de parar antes el mejicano.

Los Mercedes rodaban quinto y sexto en tierra de nadie, sin inquietar, ni ser inquietados, a más 25”, con Magnussen como un sólido séptimo mientras Gasly, Ocon, Alonso y cía se disputaban el octavo lugar.



Con el tercer coche, Hamilton subió al podio tras una gran actuación y un poco de suerte.


La segunda parada de Max, en la vuelta 31, estando a 4” de Leclerc, no le permitió salir tan cerca, entre otras cosas porque esta vez los mecánicos de Ferrari fueron más veloces. Y como no llegó a tener DRS, el Ferrarista volvió al guión inicial, marchándose entre dos y tres décimas por vuelta del “redbuliano”. Por detrás, sin novedades.

En la vuelta 44, famoso numerito en la F1, Max paraba por tercera vez -en principio se preveían dos paradas- y al estar a 5” de Leclerc, en Ferrari optaron por parar a Sainz para defenderse de Checo. Les salió bien la cosa porque unos problemillas en la dirección asistida de Max le impidieron a este “volar”, pero bajo mi punto de vista, estando Sainz a 18” de Charles, deberían haber hecho una parada doble, porque en dos vueltas lanzadas lo mismo Max se hubiera puesto por delante.

Así todo, el abandono de Gasly con el coche en llamas favoreció al Ferrari nº 16 en primera instancia, ya que paró bajo régimen de coche de seguridad virtual, lo que le hizo aumentar a más del doble su distancia pero, como el Alpha Tauri no se podía tocar y, por tanto, retirar, no sea pegase un calambrazo de “agárrate y no te menees”, salió el coche de seguridad real, y se reagruparon todos. Adiós distancia.



Zhou, primer chino en F1, adelanta a Schumacher camino de su primer punto el día de su debut.


Aparte de Leclerc, varios pilotos pararon bajo el coche de seguridad virtual, entre ellos Valtteri Bottas, que recuperaba de ese modo del décimo primero al octavo lugar.

De esta guisa estaban los pilotos de cara al reinicio de carrera a falta sólo de siete vueltas: Leclerc, Vestappen, Sainz, Pérez, Hamilton, Russell, Magnussen, Bottas, Ocon y Schumacher. Leclerc salía con brío y se largaba con facilidad, en parte gracias a los problemillas del Red Bull de Verstappen que, pese a ellos, mantenía a raya a Carlos Sainz hasta que, tres vueltas después, estos se agravaron de tal modo que tuvo que abandonar.

Los Ferrari eran 1 y 2 acariciando su 85 doblete mientras Pérez se defendía de un inspirado Hamilton, que aprovechaba los males del otro Red Bull para luchar por el podio. Justo cuando parecía el Checo lo tenía hecho, en la última vuelta su motor se bloqueó y este abandonó. El doble abandono de los Red Bull colocó quinto y sexto al “Jas” de Magnussen y al “Alfetta” de Bottas, amén de dejar a los MB de Ham y Russell tercero y cuarto. Ocon ascendía al séptimo, mientras que Tsunoda, Alonso y el chino Zhou, ocupaban el resto de puestos con derecho a puntos habiendo superado al final al otro Haas, el de Schumacher, que se quedó con la miel en los labios.



Sin suerte. Max Verstappen abandonó tras luchar al MAXimo.


Leclerc firmaba así su tercer triunfo como piloto de F1, y su primer “hat trick”, al lograr la pole y la vuelta rápida.

A pesar de la contrariedad en el gesto de Sainz, todo eran alegrías en Ferrari, volviendo a sonar las campanas en Maranello gracias a su nuevo triunfo, el 239 de la Scuderia. Ferrari ha vuelto y ha cumplido su primer objetivo de 2022, que era volver a ganar. Hecho esto, está claro no se van a conformar e irán a por el premio gordo si el coche se mantiene a lo largo del año como en este GP, que fue el mejor. Red Bull está ahí y los Mercedes parece llegarán, lo que podría dar lugar a un campeonato disputado entre tres equipos y, al menos, tres pilotos. Mucho mejor que lo que llevamos viendo, al menos desde 2010. Sea como sea, es pronto y no hay que lanzar las campanas al vuelo.

En siete días, Arabia Saudita.









lunes, 14 de marzo de 2022

Previo 22-2

 


                             Mar de dudas




La tabla de tiempos de los últimos test no han aclarado nada, aunque esto carece de importancia, ya que de los test de pretemporada no siempre se pueden sacar conclusiones definitivas, aunque a veces sí.

Antes de nada, las novedades. Empezaremos por Haas, equipo que, logicamente, ha prescindido de su patrocinador ruso: Uralkali, debido a la invasión rusa a Ucrania, injustificable se mire por donde se mire. Sin dicho patrocinador, que sustentaba al polémico Nikita Mazepin, este se quedaba sin asiento en el equipo. Normal, porque no demostró nada. El no menos polémico Kevin Magnussen regresa al equipo, lo cual es una buena noticia, para ellos, la F1 -a pesar de ser un guarreras- y para Mick Schumacher, que tendrá a un buen referente del que aprender y compararse.

Los “agonías” de Mercedes, que por enésima vez se descartan de la lucha por la victoria -para luego arrasar-, estrenaron una nueva versión de su W13 casi sin pontones. Se habla de tecnología aeroespacial para su sistema de refrigeración, permitiendo reducir este. De momento no parece impresionar, aunque con ellos nunca se sabe. Quizá por una vez podrían acertar en sus lamentos y no ser candidatos. De cualquier modo, ningún imperio es eterno, como tampoco una gran innovación es sinónimo de éxito. Y tampoco sería el primer coche campeón que al año siguiente naufraga. Alguna vez les tocará.



El nuevo Mercedes sin pontones. En principio no impresionó pero...


Sobre el peso de los monoplazas, del que hablé en un artículo reciente, y que no los llamé “ballenas” porque no se me ocurrió entonces, salta el rumor ahora de que dicho peso mínimo no lo es tanto y que de lastre nada, monada. Sólo Mclaren y, sobre todo, Alfa, estarían por debajo del peso mínimo, y los demás, por arriba. Y bajo varios pretextos los equipos dicen buscar consenso -palabra muy de moda-, para subir el peso mínimo. La verdad, no veo por qué. El que no llegue, ya llegará, como todo. La verdad es que me sorprende sean tan pesados, pero bueno, también me sorprende lo de que las ruedas de 18” hacen a los F1 del orden de 2” por vuelta más lentos, según James Allison, así que...

Red Bull, que protestó contra Mercedes por la legalidad de su coche, tema en el que me pierdo, no veo por qué se duda de ella, acabó los test como el coche más rápido, como antes hiciera Mercedes en Montmeló, ambos con el compuesto más blando, que no se suele llevar a dichas pistas. Siempre por delante de una Ferrari que calzó compuestos más duros.

Max se quedó a 2”7 de su pole de 2021 en Barhein y Hamilton a 2”5 de la suya en Barcelona, de modo que eso de que en España se “pasearon”, a pesar de blocar frenos y demás... y que en Barhein iban a dar el todo por el todo, na de na. Ni lo uno, ni lo otro. Verstappen dijo no haber ido a fondo, ni él, ni nadie. Pero ya verán como luego, a la hora de la verdad, los registros de pretemporada no son pulverizados. Me da la impresión de que los nuevos F1 no serán 3” por vuelta más lentos que los de 2021, pero de entrada, estarán a más de 2”. Personalmente esperaba 1´30s en Barhein, de modo que me quedé un poco decepcionado.



Magnussen retorna a Haas y con él, sus colores, estos por falta de patrocinio.


Dicho esto, dado que los tiempos no aclararon nada -no tienen por qué hacerlo- hacer conjeturas es difícil. Sea como sea, Red Bull parece fuerte y a Mercedes, de entrada, no se le debe descartar. Estos son, a priori, los favoritos y Ferrari, que ha realizado unos sólidos test, podría ser el aspirante.

Por detrás, lio total que podría variar mucho de pista a pista, aunque Mclaren y Alpine deberían comandar el pelotón tras los tres citados, más que nada por los medios de que disponen. Sorprendió negativamente Mclaren en estos últimos test, luego de haber brillado en los primeros, un poco a la inversa de Alpine.

Sin dejar Mclaren, su sonriente -y a veces algo cargante- piloto australiano Daniel Ricciardo, no pudo realizar los últimos test al dar positivo por covid y es duda de cara al inicio de temporada. Su compatriota Oscar Piastri, que sería cedido por Alpine, podría ser su sustituto en caso de no curarse a tiempo el bueno de Daniel.

Y tras esta parrafada en la que no aclaro nada, porque no tengo nada claro, los dejo a días vista del inicio de la temporada más incierta desde 2014. Saludos.

domingo, 13 de marzo de 2022

Alonso y Ferrari

 



                      Los títulos perdidos




Cuando Fernando Alonso fichó por Ferrari, fueron muchos españoles los que se pensaron se iba a comer el mundo. Tenía su lógica, puesto que la gran mayoría de ellos empezaron a ver la F1 a la llegada de Fernando y entonces eran Ferrari y Schumacher quienes dominaban las carreras y claro, a Ferrari ya la conocían de sobra, aunque fuera de oídas -¿y quién no?- por algo es la marca más prestigiosa y Schumi, por bueno que fuera, tenía un Ferrari, pensaban ellos. Pero no era así de simple.

Alonso arribó a Ferrari tras una espera de dos años, que no fueron tres porque esta despidió -e indemnizó- a Raikkönen, tras el polémico paso de Alonso por Mclaren: “el mejor equipo de F1 y el de mis sueños”, más o menos llegó a decir. Lo primero es falso, ya que ese es Ferrari, por historia, resultados y popularidad y, lo segundo, sí bien puede ser cierto -claro que sí-, no lo ratifico porque no es la primera vez que un piloto dice eso para hacer la pelota a su nuevo equipo.

El caso es que las expectativas de Alonso y sus seguidores -y de los tifosi- con Ferrari, no se cumplieron, simple y llanamente, porque Ferrari no dio la talla, a diferencia de Alonso, que estuvo sensacional. Tanto, que nadie dudó entonces de que el español era el mejor piloto de la parrilla y que él y sólo él hubiera podido hacer lo que hizo: rozar el título en dos ocasiones con un coche que era el tercero de la parrilla.



Alonso llegó a la F1 en la mejor era de Ferrari, y le dio a Renault la mejor suya.


¿Cómo lo hizo? Bueno, por su parte, él estuvo un paso por delante de sus rivales, y estos lo compensaban con un material más veloz, pero no tan fiable. Eso y que pese a ser el tercer coche, la diferencia con el primero no era muy grande, lo que permitía ciertas “heroicidades”. El nivel del real del Ferrari quizá no era tan pobre como lo que se veía con Massa, que apenas destacó -con él sólo se habrían ganado un par de carreras en cinco años-, pero con Alonso tampoco, ya que lo colocó por encima de dónde en realidad estaba. Sus quejas, que no lo fueron tanto, estaban más que justificadas.

Se pudieron haber ganado dos títulos, lo que hubiera maquillado las cosas, pero al final no se ganó ninguno. Toda una pena, porque de haberse ganado al menos uno, quizá Alonso no se hubiera ido en 2015 y, visto lo visto, tal vez hubiera llegado un título más. Porque si este año Verstappen se coronó campeón con un coche ligeramente inferior al Mercedes, cosa que fue el Ferrari en 2017-18, con Alonso al volante, tal vez el título habría caído en Maranello.

Respecto a los títulos perdidos, algo hable de ello en mi artículo de junio de 2016: “Errores tácticos en Ferrari...”, del que pondré un enlace al final y, por tanto, no es necesario repetirlo aquí. Pero sí diré que Alonso y Ferrari merecieron más el de 2012 que el de 2010, por extraño que pueda parecer.



Al igual que en 2010, en 2012 Alonso tuvo que ceder ante Vettel.


Lo explico. Es sencillo, pese a perder en 2010 por “acongojarse” en la última cita, no es menos cierto que de no ser por la lucha entre los pilotos de Red Bull: Vettel y Webber -que se restaron puntos entre ellos-, así como por las averías del primero cuando lideraba en Barhein y Corea del Sur, Alonso habría llegado a Abu Dabi sin opciones. En Barhein Vettel perdió la carrera, que ganó Alonso, y acabó cuarto, dejándose 20 puntos, mientras que en Corea, al abandonar mientras lideraba, se dejó 32, es decir, 52 en total. Vale que la fiabilidad cuenta y todo lo eso, sólo digo que Seb tuvo ahí unos problemas que muchos olvidan.

También los tuvo en 2012, pero en menor medida y Alonso, que volvió a “heredar” en Valencia el triunfo a Seb, volvió a luchar contra los elementos y mereció el título aún más que en 2010, simple y llanamente, porque hablando de suerte, Alonso no la tuvo y Vettel sí. Y no hablo de fiabilidad, errores tácticos, o fallos de pilotaje. Hablo de suerte, de la mala. Y Alonso la tuvo. Fue eliminado sin ninguna culpa en las salidas de Spa -Grosjean- y Suzuka -Kimi-, que le costaron valiosos puntos. En Spa habría acabado sin lugar a dudas por delante de Seb -con eso ya hubiera sido campeón- y, en Suzuka, no, pero sí segundo tras el teutón, que también le habría valido por si solo para ser campeón. 



En esos años, no sólo el Red Bull era más veloz que el Ferrari. El Mclaren también.


Si Seb hubiera corrido esa “suerte” alguna vez -casi le pasa en Brasil, la cita final- el título hubiera sido de Fernando. Y esa mala suerte no la tuvo Alonso en 2010, por eso, independiente de los abandonos o averías de Seb -que forman parte de las carreras- pero que mencioné por estar olvidadas, Alonso y Ferrari merecieron más el título de 2012 que el de 2010. Y eso sin mencionar el adelantamiento de Seb en Brasil 2012 bajo bandera amarilla que, ilegal o no, al no haberse denunciado en su momento, hay que dejarlo correr.

Al final, no se trata de quién lo merezca más o no, y mucho menos de lo que algunos -yo entre ellos- opinemos, gana el que gana y punto, pero apuntar ciertas razones ayuda... y entretiene.

http://elsofadelaf1.blogspot.com/2016/06/errores-tacticos-en-ferrari.html