miércoles, 27 de noviembre de 2013

GP de Brasil 2013

  Vettel iguala a Ascari en la despedida de Webber



Finales de noviembre, fin de temporada y ¿fin del dominio Vettel?.  Para saber eso tendremos que esperar a 2014. Mientras tanto, nos tocaba disfrutar de la última cita del año, con el majestuoso circuito de Interlagos en Brasil como maestro de ceremonias. Interlagos es un circuito precioso, pero en pro de la seguridad, en 1990 le quitaron parte de sus 7 km, reduciéndolo a poco más de 4. Con esta medida perdió parte de su encanto. Aún así, sigue siendo precioso, aunque a muchos pilotos les encantaría correr en el antiguo trazado. Que se lo digan si no a Kimi Raikkönen. Aquí ganaron los brasileños: Fittipaldi dos veces, Pace una, Senna dos y Massa otras dos, que hubieran sido tres de no tener que ceder en 2007 la victoria a su compañero Raikkönen para que ganase el título in extremis; aunque más in extremis lo perdió al año siguiente él mismo, en uno de los episodios por los que más recordado será este trazado. Barrichello estuvo a punto en 2003, pero se quedó sin gasolina en un gravísimo error de la Scuderia. El otro brasileño, Nelson Piquet, ganó en casa también, pero en el demolido Japarecagua.



Carlos Pace en su única victoria en F1, en casa con el Brabham, era 1975



Este año no iba a haber semejantes emociones, gracias a Vettel y Red Bull, cuyo aplastante dominio tras el parón veraniego se cargó toda emoción posible.

Todos los entrenamientos libres se disputaron bajo la lluvia, y en esas condiciones es muy difícil sacar conclusiones. Sin embargo, era evidente que los grandes iban estar en cabeza aunque quizá la jerarquía cambiase un poco. Como ahora los neumáticos de lluvia (los dos, mixtos y lluvia) están limitados, la actividad en pista se reduce aun más, ya que los equipos guardan las gomas de cara a “la hora de la verdad”. El perjudicado, como siempre, el público, sobre todo el que acude al circuito, que de ese modo apenas puede ver rodar a los coches, y eso que ver un F1 bajo la lluvia es uno de los espectáculos automovilísticos más bellos. Pero por lo visto están por la labor de no dejar que disfrutemos de ello porque, al margen de esto, cada vez se paran antes los entrenamientos y carrera en suelo mojado. Esto está en parte motivado por la reglamentación que impide cambiar los reglajes de calificación a carrera y que, al andar con compromisos, impide la adecuación 100% del coche al agua; y en parte porque Charlie Witting quiere que los coches corran en seco cuando llueve, lo cual es imposible. Eso y las críticas a Pirelli porque sus ruedas no van bien en agua. Pero, ¿cómo van a ir bien si apenas pueden probar? Claro, como los equipos se quejaron en 2004 de que Ferrari probaba mucho porque tenía un circuito propio… sólo que Ferrari tenía el circuíto desde 1972. Hasta que no dominaron como dominaron, nadie dijo ni mú salvo para reirse de ellos: “miralos, con tanta pasta y circuito propio y no se comen una rosca”, pero cuando empezaron a arrasar nadie se reía. En fin, que eso de prohibir las pruebas a los coches es una idiotez mayúscula. Luego que nadie se extrañe de neumáticos que no van bien en agua o que revientan.

Valteri Bottas esta vez no pudo brillar.

Los libres fueron cosa de Rosberg el viernes, y de Webber el sábado, aunque los tiempos variaban mucho en función del estado de la pista.
La calificación también se realizó en mojado, no mucho, de lo contrario se hubiera suspendido. En la Q1 adiós a Caterham y Marussia, lógicamente, y también a Maldonado y a Gutiérrez.

Los que no pasaron de la Q2 fueron los Force India, los Mclaren -Checo Pérez se estrelló al final- el Williams superviviente y Heikki Kovalainen, con el Lotus.
 La Q3 se retrasó porque…¡llovía! y claro,  hubo que esperar a que la pista mejorase, mejoró tanto que los pilotos apenas dieron una vuelta de calificación con los de lluvia-me niego a llamarlos de lluvia extrema, eso no existe, sólo hay de lluvia y mixtos-Grosjean ni eso, y cambiaron a mixtos para batirse el cobre. En el box de Ferrari pareció reinar un poco la confusión, pero al final, todos a la pista. Grosjean, el primero en salir con mixtas, se hizo con la pole provisional, pero Webber se la quitó enseguida y por detrás, un Vettel descomunal puso a todos en su sitio al dejar a su compañero a 1”2.  Esa vuelta nadie la mejoraría, ni siquiera él. Aún así Rosberg, muy brillante durante el fin de semana mojado, se colocó a penas 0”6 y Alonso a 0”8. El Asturiano, de hecho, falló en su vuelta buena, en la que hizo records del primer y tercer parcial. De no haber fallado, la primera línea hubiese sido suya, incluso la pole tal vez, aunque él mismo dijo que no la habría conseguido de ningún modo. Así que con Vettel quitándole la venda a los escépticos, la parrilla quedaba así: Vettel, Rosberg, Alonso, Webber, Hamilton, Grosjean, Ricciardo, Vergné, Massa y Hulkenberg, este último un tanto desdibujado para lo que suele hacer en esas condiciones. Pérez retrocedió de 15º a 19º por sustituir la caja de cambios.

El domingo amaneció nublado y se preveía lluvia durante la carrera, no así al principio, lo cual está muy bien, porque ver una salida detrás del coche de seguridad es como para ponerse a llorar. Si al menos salieran en paralelo como en la Indy…pero no, aquí en fila, como en el colegio. Podrían revisar eso de cara a la próxima temporada, así, al menos, no fastidiarían al 100% la salida, solo el 50.



Última arrancada del año, Rosberg líder. No aguantaría ahí ni una vuelta...




Se apagaron los semáforos y los Red Bull, como viene sucediendo últimamente, no arrancaron bien. Webber sólo cedió una plaza, lo mismo que Vettel, ante Rosberg, pero es que si el alemán no cierra a Alonso como lo hizo, hubiera partido tercero. Hamilton se aprovechó de esa maniobra y adelantó a Fernando. Massa arrancó muy bien y pasó de 9º a 6º. Tras la primera curva, Rosberg lideraba, seguido de Vettel, Hamilton, Webber, Alonso, Massa, Hulkenberg y Grosjean. Al acabar el primer giro, tanto Vettel como Alonso, ganaban una posición. Una vuelta después, era Webber quien la ganaba, siendo Hamilton su víctima casi a la vez que Grosjean destruía su V8 Renault en un avance de lo que podría ser el año que viene.
Vettel se empezó a largar a modo de 0”8 por vuelta de Alonso, el cual dejaba tirado a Rosberg que, al inicio de la séptima vuelta, cedía ante Webber, y este, empezaba su persecución al asturiano. Dado que Rosberg no andaba muy fino, dejó pasar a su compañero en la vuelta 10 y, en la 13º era Alonso quién caía ante Webber, que ya estaba a más de 9” del líder. Massa, bastante a tono en esta carrera -no así en calificación- también adelantó a Rosberg en la 14 y se colocó 5º.
Los Mclaren, que partían 14 y 19 (Button-Pérez), a la chita callando iban ganando posiciones y, sin llamar la atención, en la vuelta 15 ya estaban 7º Button y 9º Pérez con Hulkenberg emparedado entre ellos.
La carrera que había empezado en seco, amenazaba lluvia. Cada equipo tenía sus propias predicciones, y algunos aguantaron un poco más de lo debido en pista con ruedas gastadas a la espera de la lluvia para cambiar. Eso permitió a Massa, que fue de los líderes el primero en parar, adelantar a Hamilton cuando este realizó, unas vueltas después, la suya. Lo mismo le pasó a Alonso con Webber, en este caso ayudado por la lenta, 5”1 seg, parada del australiano.
Tras la primera ronda de paradas la cosa estaba así: Vettel, Alonso a 10”, Webber a sus talones, Massa, Hamilton, Button, Rosberg, Pérez, Hulkenberg, etc…

Como el tipo de neumático a elegir no resultó determinante, no hablaremos de ellos. Alonso apenas aguantó dos vueltas a la apisonadora Red Bull de Webber y volvió a su posición natural, 3º, y así teníamos dos Red Bulls y dos Ferraris al mando de la carrera, con los renacidos Mclaren 6º y 8º, nada mal y que con un poco de lluvia podrían dar un alegrón al viejo Ron, que es quien manda en realidad. ¿Alguien se cree que manda Martín Whitmarsh?. Pues lo mismo que Christian Horner en Red Bull: nada de nada. En Mclaren esta Ron y en Red Bull Dieter Mateschitz, que manda a su lacayo Helmut Marco para que vigile bajo su atenta mirada de cristal, lo que sucede en su (sus) equipos.

Tras esta disertación, la carrera seguía y Massa y Hamilton estaban librando un bonito duelo por la cuarta posición cuando la dirección de carrera decidió volver a hacer “una de las suyas” y sancionaron a Felipe Massa por pisar la raya divisoria entre la pista y los boxes. No me cabe duda de que en esa acción Massa debió de ganar unos 40 segundos o así, de modo que drive-troought y adiós a un buen resultado. La carrera en que los comisarios no sancionen una tontería será para enmarcarla.

Hamilton se quedó sin la diversión de su duelo con Massa y accedió a la cuarta posición, Felipe bajó a la octava y los Mclaren ya eran 5º y 7º, bien por ellos.
 Todo estaba más o menos estabilizado pero los pilotos, en su afán de hacer sólo dos paradas -quizá tres era más rápido pero no se querían arriesgar- pero sobre todo, esperando que llegase la lluvia que parecía inminente, aguantaban en pista yendo cada vez más despacio. Vimos algo inédito: cómo los pilotos doblados se desdoblaban de los líderes con gran facilidad. Y no hablamos de un puntero retrasado por alguna incidencia o de una carrera en agua, simplemente los coches que circulaban fuera de los puntos eran, en ese momento, los reyes del mambo gracias a sus neumáticos nuevos. En una de estas, al desdoblarse Bottas de Hamilton, se tocaron, abandonando el finlandés y …¡han acertado! sancionando con un drive-trougth al inglés, que unido a su pinchazo, dijo adiós a un buen resultado. Cierto que tuvo más culpa Hamilton que Bottas, pero no dejó de ser un lance de carrera. Como es de esperar, no se sancionan maniobras peligrosas o antideportivas, sino accidentes. De no haber sido más que un toque sin consecuencias, no lo habrían sancionado.
Eso sucedió en la vuelta 48, en la misma en la que los tres primeros entran a cambiar ruedas. Las de Vettel no estaban preparadas y tardó más de 12”, con lo que se reagruparon, siendo el imperturbable Vettel líder, con el dúo Webber-Alonso detrás a apenas 6” y acercándose, marcando (ambos) varias veces la vuelta rápida. Al final esta fue para Webber, que ganó el duelo  al correoso ferrarista y Vettel, siempre “al loro” para estos registros, decidió no hacer el indio e ir a por ella. La pista no estaba para bromas y sus ruedas tampoco, aún así, controló la (aburrida) carrera magistralmente, ya que la temida y deseada por muchos, lluvia, no llegó. Con Massa finalmente séptimo gracias a las desgracias de Hamilton, las posiciones en la vuelta 57 eran: Vettel, Webber, Alonso, Button, Rosberg, Pérez, Massa, Hulkenberg, Hamilton y Ricciardo entre los diez primeros. De ahí al final (vuelta 71) nada cambió. Vuelta de honor para Vettel, con “ceros”, para Massa, con “ochos” y con Webber sin casco y sin guantes, quien se encargó de poner la nota emotiva. La verdad es que da gusto ver vueltas de honor así, con los pilotos sin casco, como antaño hicieran Pironi, Arnoux o Berger, entre otros.

Massa se despidió de Ferrari  en casa y dando espectáculo.

Mclaren estuvo a punto de lograr el podio, pero a pesar de haber realizado la mejor carrera de la temporada, no pudieron, ¡tal vez con lluvia y la intuición de Button!
Así que se quedaron sin pódio por primera vez desde 1980.
 En el podio, Vettel quiso tener un gesto con Webber, dejando que hablase primero. Lo cierto es que no estuvo mal el detalle, pero, ¿qué quieren que les diga? Después de su robo en Malasia, lo menos que podía hacer era dejar que Webber se despidiera con victoria, lo demás son poses. Es muy fácil hacer gestos y tener buenas palabras encima del pedestal. Algunos dirán que no tenía por qué hacerlo, pero en ese caso, razón de más para que lo hiciera y haber quedado así como un señor. En mi opinión, no lo hizo porque le pudo más su afán de batir records. Al menos es el único que lo reconoce abiertamente. De no haber estado ese caramelo ahí, tal vez hubiera tenido ese detalle con su “amigo” Webber. Con 13 victorias, 9 de ellas seguidas en la temporada, iguala a Schumacher (que las logró con un GP menos) y con Ascari, aunque en la época de Ascari las temporadas eran de 7 u 8 Gps, sin contar Indianápolis. Quien logró otro record fue Max Chilton, que se ha convertido en el primer debutante en acabar todas las pruebas de la temporada.



Mark Webber, (el de los carburadores) en su emotiva vuelta de honor sin el casco, como antaño.




Despedimos la F1 hasta el año que viene y, al igual que Webber, nos dejan los motores V8 y Cosworth. En 2014 veremos si con las nuevas reglas sigue el dominio de Vettel, que ha pilotado como los ángeles. Sólo el hecho de que Alonso hiciera lo mismo impide que se le considere el mejor de la actualidad, entre otras cosas porque siempre se le coge un poco más de afecto a quienes corren en inferioridad de condiciones.
 Estoy deseando que legue 2014 y espero que la FIA no vuelva a hacer de las suyas y “congele” los motores. Una vez  basta, esto no se ha de repetir. Es contradictorio que, en lo que se vende como la “máxima expresión de tecnología del mundo del motor”, este no se pueda tocar. Es lamentable, pero claro, pese a Ferrari la F1 es inglesa, y como los ingleses no saben hacer motores pues…
 Veremos que tal se las ingenian los equipos con sus nuevos sistemas propulsores, KERS el doble de potente y durante más de 30 segundos por vuelta, eso, junto a la “ley seca”,  120 litros, mas o menos, de gasolina (es que el reglamento dice 100kg, que listos) promete una temporada apasionante.
 ¡Hasta el año que viene!

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