miércoles, 9 de abril de 2014

GP de Barhein 2014

                                       Duelo


Llegamos a Bahréin, tercer GP de la temporada, al que se llegaba con un clima de tensión en el cual se iban a reunir Luca Montezemolo, Jean Todt y Bernie Eclestone para “resolver” los problemas de la F1 actual.  Es decir, su falta de emoción. Teniendo en cuenta que estas reglas ya llevaban mucho tiempo anunciadas resulta muy extraño el revuelo actual. Han tenido mucho tiempo para ver los pros y los contras, hacer sugerencias y poder cambiar algunas cosas, no teniendo que esperar hasta ahora con la temporada en marcha. Todt,  indudablemente acudió porque es su trabajo, Bernie, vete a saber –quizá crea que esta F1 le hace ganar menos dinero- y Luca de una manera totalmente interesada para poder sacar un beneficio para su equipo. No me cabe duda de que con un Ferrari al más alto nivel el señor Montezemolo no formaría parte de esta reunión.

Todt, Ecclestone y Montezemolo.

Ciertamente las dos primeras carreras han sido aburridas y, para mí, una decepción, pero no por las carreras en sí, que han estado en la línea de la F1 de los últimos 20 o 25 años, sino porque me esperaba algo más, sobre todo en cuanto a la fiabilidad. Está claro que los F1 de hoy día, no van a ser nunca como los de los años 80, ni tampoco los de los 90, es decir, coches poco o muy poco fiables –los 80- o con algún que otro problemilla –los 90-, sino que son indestructibles. Esto hace que las carreras, llegados a un punto, pierdan toda emoción.
Este circuito no era el más adecuado para quejarse de la falta de emoción de la F1 ya que, a poco que uno haga memoria – y dado que este GP apenas tiene 10 años no hay que hacer mucha- uno sabe que este circuito es el más dado a los adelantamientos y luchas rueda con rueda de toda la temporada. De modo que estaba casi asegurado una carrera mucho más interesante que las dos anteriores, o las once anteriores me atrevería a decir. Lo que nadie se esperaba es que fuese el espectáculo tan bonito que luego resultaría ser. Para ello hubo varios factores que ayudaron y que les comentaré a lo largo de este pequeño resumen de carrera.
Este GP iba a disputarse de noche, moda iniciada en Singapur en 2008 y que a mí no me gusta especialmente. No le veo encanto alguno,  y además no casa con la F1 “verde” que nos quieren vender. Ahí coincido plenamente con Jacques Villeneuve (campeón del mundo de 1997), que dice que  la F1 no es ni tiene porqué ser “verde”. Tal vez merezca la pena el uso de tecnología híbrida para aplicarla luego a los coches de calle, pero a mí no me gusta. Donde esté un buen motor de toda la vida que se quite todo lo demás.
Los entrenamientos libres no dijeron gran cosa, de hecho engañaron bastante, ya que parecía que Ferrari estaba en forma, algo que la carrera se iba a encargar de desmentir.
En la Q1 se quedaron los de siempre –Catreham y Marussia- más Sutil con el Sauber y Maldonado con el Lotus, ¿quién te ha visto y quién te ve? Sutil fue penalizado por obstruir gravemente a Grosjean y partiría último.
En las Q2 las mayores sorpresas fueron Vettel y Hulkenberg que no pasaron el corte, el primero por problemas con el cambio –bajaban mal las marchas- y el segundo tal vez no tuvo su día. Junto a ellos se quedó el otro Lotus (Grosjean) y el otro Sauber (Gutiérrez) así como ambos Toro Rosso. A destacar la excelente actuación de Sergio Pérez. Por primera vez en Q3 esta temporada.
En la clasificación final el duelo por la pole se libró, como era de esperar, entre los Mercedes, imperiales en este circuito, y fue Nico Rosberg quien se hizo con la pole contra pronóstico, ya que Hamilton había sido el dominador en todas las sesiones. El primero del  resto fue Ricciardo, aunque de poco le iba a servir ya que tenía una sanción de 10 puestos por lo de la parada en boxes de Malasia, de modo que al final partiría 13º. Su posición la heredaría Bottas, y tras él, un formidable Pérez, Raikkönen, Button, Massa, Magnussen y Alonso. El español tuvo problemas de potencia. No necesariamente del motor tal y como lo conocemos, ya que con tanto motor eléctrico y cosas así uno ya no sabe que falla (a veces no lo saben ni ellos).



Sergio Pérez sensacional estuvo en los entrenamientos (cuarto) y en carrera (tercero)



La salida vio cómo Hamilton desbordaba a Rosberg y cómo un Massa espléndido pasaba de 7º a 3º. Raikkönen perdía posiciones no por salir mal, sino por verse entorpecido por el tráfico. Estuvo en el sitio equivocado en el momento equivocado, de modo que cayó al 9º puesto. Alonso por fin mejoró la salida y se colocó 7º, Hulkenberg pasó de 11º a 8º (emparedado entre los Ferrari) y de los demás poco que contar.
Hamilton y Rosberg se fueron marchando poco a poco de un pelotón muy animado con luchas apretadas. Hulkenberg pasó al Ferrari de Alonso como si este fuera un GP2 y se colocó 7º y siguió tirando. Los Williams, con mucha degradación, fueron los primeros en parar en condiciones normales –en la vuelta uno lo hizo Vergné por un pinchazo- parando primero Bottas y poco después Massa, que acababa de ser superado por Sergio Pérez.
La cosa estaba entre dos y tres paradas y los Williams y los Ferrari iban a ir a tres mientras que el resto se iban a apañar con dos. Vettel estaba haciendo una buena carrera, lo mismo que su compañero Ricciardo, y poco a poco iban ganando posiciones y acosaban a los Ferrari. Estos últimos eran lo más: los que más consumían, los que más degradaban y los que más lentos iban en las rectas. Sus pilotos bastante hacían manteniéndose dónde estaban. Ciertamente ver como a los Ferrari les superaban en recta era bastante triste.
En cabeza, tras unos escarceos entre Hamilton y Rosberg, paraba el inglés en la vuelta 18 y ponía blandos. Incomprensiblemente a Rosberg lo mantenían en pista tres vueltas más y, al detenerse a cambiar ruedas le pusieron duras, con lo cual no sólo salió a más de 5” de Hamilton, sino que este aumentó poco a poco la distancia hasta 9” dejando la carrera vista para sentencia… o eso creíamos.
 Por detrás, los Williams se colocaron brevemente como primeros del resto,  pero  al tener que realizar una parada más, su posición era ficticia. Por tanto, eran los dos Force India los que luchaban por el tercer escalón del podio realmente. Hulkenberg precedía al checo Pérez, pero en su intento de superar a Massa se vio sorprendido por su compañero que le ganó la posición.
Button se mantenía al acecho por detrás, delante de Vettel y Ricciardo, que ya habían dado cuenta de los Ferrari. Ricciardo tuvo que sudar lo suyo para superar al de Kimi, mientras que al de Alonso lo superó cuando este hizo su tercera parada en boxes. A destacar que a estas alturas de carrera a Vettel se le estropeó el DRS, lo cual iba a tener sus consecuencias.
Todo parecía más o menos decidido hasta que Maldonado decidió darle emoción de nuevo a la carrera, cuando al salir de boxes  calculó mal y se llevó por delante al Sauber de Esteban Gutiérrez haciéndolo volcar y provocando la salida del coche de seguridad. Afortunadamente, Estaban salió ileso del lance y Maldonado fue sancionado con tres puntos del carnet y 5 posiciones cara a china. Si no lo hubieran dejado correr allí tampoco me hubiera parecido exagerado. Corrió un riesgo muy grande sin necesidad.



"Toque" entre Maldonado y Gutiérrez.



Bueno, a lo nuestro: Con el “safefty” en pista los que no habían hecho su última parada aprovecharon para hacerla –incluso Kimi, que parecía ir a dos paradas, realizó la tercera- y de cara al sprint final las cosas estaban así: Hamilton, Rosberg, Pérez, Hulkenberg, Button, Vettel, Ricciardo, Massa, Bottas, Alonso, Raikkönen, Kvyat, etc…
Cuando el coche de seguridad se fue –muy tarde, norma de la casa- los Mercedes se piraron a razón de más de 1” por vuelta y se enzarzaron en una batalla rueda con rueda escalofriante, ayudados por un escenario que se presta a ello y por la ausencia de Ross Brawn en el equipo. No duden de que con él la lucha no se hubiera permitido. Rosberg adelantó en varias ocasiones a Hamilton, ayudado por sus neumáticos más blandos, pero este se defendió de maravilla y, ayudado a su vez por un trazado que permite una defensa tan buena como la posibilidad de adelantar, le recuperó siempre la posición. A dos vueltas del final, Rosberg se resignó.



Rosberg lo intentó, pero no pudo con Hamilton.



Los de detrás también se dieron a base de bien. Pérez se mantuvo imperturbable. Button fue perdiendo posiciones poco a poco –era evidente que tenía problemas- hasta abandonar poco antes del final. De los Ferrari, con decir que Montezemolo se fue antes de finalizar la carrera queda todo dicho. Los Williams, con ruedas frescas y tal, pintaban bien, esperándose de ellos una remontada que no llegó, aunque Massa apretó un poco a Vettel.
Así que la lucha se centró en el Force India de Hulkenberg y los Red Bull de Vettel y Ricciardo. Vettel, sin DRS, sucumbió ante su compañero, el cual pudo con Hulkenberg. Y fin de la historia. Ya no hubo más cambios. La carrera acabó así: Hamilton, Rosberg, Pérez –que firmó el 2º podio de la historia de Force India- Ricciardo, Hulkenberg, Vettel, Massa, Bottas, Alonso y Raikkönen completaban los diez primeros puestos.
Buen ambiente entre los hombres de Mercedes y gran carrera, en contraste con las dos anteriores. Pero que nadie se lleve a engaño, ni antes era tan aburrida, ni ahora tan divertida, es lo que es, F1, para bien y para mal. Desde 1984 hasta ahora la emoción en la F1 viene como las mejores esencias, en frascos pequeños. La próxima cita será en China, escenario en el cual un tal Michael Schumacher logró, allá por 2006, su 91ª y última victoria en F1. Del heptacampeón sabemos poco, aunque por lo visto parece que su estado es mejor. Esperemos que siga así. Saludos.

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