domingo, 6 de septiembre de 2015

GP de Inglaterra 1987

             Mansell, Dios de las carreras





El Gran Premio de Inglaterra de 1987 iba a ser una gran carrera, “una de aquellas…” que permanecen en el recuerdo. Un Gran Premio que pude disfrutar porque Televisión Española no tenía nada mejor que dar ese domingo. Y lo disfruté casi sin darme cuenta, ya que mis queridos Ferraris no pintaban nada, de hecho, ese domingo, sólo los Williams tenían algo que decir. Como muestra un botón, el tercer clasificado acabó con vuelta perdida. Para que luego hablen de dominio cuando un equipo gana por treinta segundos…¡desmemoriados!
El caso es que fue una carrera soberbia, de esas que se dan una o dos veces máximo por temporada, y para que eso suceda lo que hace falta es únicamente que haya dos pilotos que se disputen la victoria hasta el final, y el hecho de que llevan el mismo material, mismos coches, no desmerece nada. Aunque siempre es más bonito que haya más variedad.
El circuito de Silverstone presentaba ese año una nueva chicane, situada antes de la curva Woodcote, que convertía, como dijo el gran Javier del Arco en su anuario (Libro del año 1987), el tramo chicane-Woodcote-Copse, en una carrera de dragsters en la que los Williams-Honda (quién te ha visto y quién te ve don Honda) eran insuperables.
Mansell quería ganar ante su público, y Piquet quería derrotar a su compañero-enemigo en su casa, y para ello nada mejor que hacerse con la pole.
Al inicio de carrera, pese a verse desbordados por Prost en los metros iniciales, los dos Williams comandaban la clasificación, con Piquet por delante de Mansell. Eso sí, sin poder distanciarlo más de dos segundos, y eso que los reglajes del coche de Nelson, con más ala, le favorecían al principio de carrera.
Sobre la vuelta diez, Mansell notó unas vibraciones en una de sus ruedas (se desprendió un contrapeso), y decidió, tal vez influido por lo que sucedió en Adelaida 1986, cambiarlas, cosa que hizo en la vuelta treinta y seis. Eso fue un cambio de planes, ya que tanto él como Nelson, no pensaban cambiarlas. El cambio no fue especialmente rápido (9”54), en aquella época un cambio rápido era de 7”, y se reincorporó a casi medio minuto de su “querido” compañero.  La suerte parecía echada, sin embargo, no era así.
Tras recortar ligeramente la diferencia (cosa normal con ruedas nuevas) con su compañero, el cual no tenía pensado parar “el plan inicial era no cambiarlas, y como iban bien no había motivo para hacerlo…” dijo Nelson; Nigel se disparó. A veces recortaba 1”, otras veces 2”, y el locutor  lo comentaba al borde del colapso. Mansell arriesgaba más a la hora de superar a los doblados, eso y sus ganas, ponían a Nelson contra las cuerdas.
El caso es que a menos de diez vueltas, su ordenador de abordo le “decía” que de seguir a ese ritmo, no acabaría la carrera. Mansell supo eliminar ese dato de su mente, confiando (deseando más bien) que el error estuviese a su favor. Y debía estarlo, porque cuando a falta de dos vueltas superó a Nelson, el ordenador le  marcaba que no había gasolina. Mansell cruzó la meta primero, y dos curvas después se quedó tirado sin gasolina.
Se bajó, besó el suelo como el papa Juan Pablo segundo, y el público, al estilo Monza, invadió la pista. Ese domingo 12 de julio, en Silverstone, vimos una gran carrera, ofrecida por dos grandes pilotos, Mansell “el chico”, por algo corría en casa, y Piquet, el “malo”. Y es que si no hay un buen malo, no puede haber una buena película. Lo mismo para una carrera, en la que hacen falta, al menos, dos pilotos disputándosela. Como muestra de la gran remontada de Mansell, nada mejor que el gráfico de Longines-Olivetti. 



5 comentarios:

  1. Datos sobre la carrera sacados de: El libro del año del automovilismo deportivo 1987-88 4tiempos

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  2. Esa es la carrera donde Piquet intenta cerrar a Mansell y aquél se tiene que apartar porque le pasa como un tiro?

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    1. Si, bueno, Piquet sólo amaga en realidad, porque sabe a lo que se expone si le cierra.

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  3. Grandes recuerdos. EL mundial se lo acabó llevando Piquet, mucho más regular que Mansell.
    Un saludo.

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    1. Y mucho más afortunado. Como Mansell acabó a 12 puntos y Piquet ya era campeón en Japón, pese a ganar 3 carreras por 6 de Mansell, se olvida que Mansell abandonó a poco del final en Hungría al salírsele una rueda mal apretada cuandolideraba por más de 30" siobre Piquet. Su abandono le costó 9 puntos, y Nelson sumó 3 más al pasar de segundo a primero. 9+3=12, sólo con un poco de suerte en Hungría, y el campeón cambia de titular. Saludos.

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