martes, 16 de enero de 2018

Seguridad, cambios en su percepción



     Cosas que hacer en la F1 cuando estás muerto








La seguridad -y su percepción- en el mundo del automóvil ha ido cambiando a lo largo del tiempo, cambiando a mejor. Antes no sólo era habitual la muerte de uno o varios pilotos a lo largo del año, sino que se lo consideraba algo normal. A día de hoy, nadie considera normal perder la vida por un deporte. Claro que, al menos un poco, hemos pasado de ver morir pilotos -y comisarios y espectadores sin inmutarnos- a ponernos verdes de ira y culpabilizar a todos -al organismo rector principalmente- cuando sucede algo, sin reparar en que son lo que son: accidentes, y que no todo puede estar controlado. Y lo más importante, que nadie corre obligado, justo al contrario.
Durante el GP de Holanda de 1973. por poner un ejemplo -también valen el GP de Italia ´61 o Le Mans ´55- el March de Roger Williamson se estrelló en la vuelta siete, volcando e incendiándose. David Purley paró a auxiliarle, en vano intentó desvolcar el coche y apagar el fuego, mientras los comisarios se limitaban a sacar unas banderas amarillas y los demás seguían corriendo mientras un compañero, un colega, se quemaba vivo. Nadie ayudó a un Purley desesperado, y eso que Williamson estaba ileso.
Hoy día esto es impensable, lo cual está bien, pero no nos creamos superiores, no. No somos mejores que antes, simplemente las cosas han cambiado a mejor. Lo que no me parece bien es culpar a la FIA y jefes de equipo cuando hay un accidente mortal, media un abismo. Ni tanto ni tan calvo.
Como fuere, hoy día no sólo se habría detenido la carrera -lógico- sino que probablemente se habría suspendido -no tan lógico- yo, desde luego, no la suspendería.



Uno de los pilotos más queridos que no pudo sobrevivir a su pasión: Gilles Villeneuve.



Muchos pilotos de F1 perdieron la vida hasta 1982 que es, en mi opinión, el punto de inflexión de la seguridad en la F1. Y en las otras especialidades del mundo del motor, por ahí le andaría la cosa, año arriba, año abajo.
También habría que precisar que muchos pilotos de F1 perdieron la vida en otras categorías: Clark se mató en F-2, Mclaren probando su prototipo de la Can Am en Godwood, etc... y al revés también, claro, como Jo Schlesser.
Lo digo unicamente por si uds. ven una estadistica de pilotos de F1 muertos en aquellos años, que muchas veces asociamos sólo a carreras de F1. Pero la muerte estaba presente en todas las categorías: prototipos, fórmulas de promoción, turismos, etc... y los pilotos de F1 también participaban asiduamente en ellas, algo que se fue perdiendo con el tiempo. El revuelo de hoy con Alonso en la Indy y demás, años atras era un habitual.
Respecto a la F1, 1982 fue, a mi juicio, el último año dónde se veía normal la muerte. No es que en 1983 los coches, pistas y demás, fuesen más seguros de golpe y porrazo, pero es que de 1982 en adelante, la seguridad, que ya entonces era tomada en serio gracias a los esfuerzos de pilotos como Jackie Stewart -sobretodo-, Emerson Fittipaldi o Niki Lauda y de otros, como los "malvados" Bernie Ecclestone -él puso al doctor Sid Watkins- y el histriónico, autoriatario y enérgico Jean Marie Balestre, no hizo sino avanzar. De hecho, en los 80 el tema de la seguridad no era tomado a chiste, nada de enfermeras sexys en los circuitos -las hubo- sino médicos de verdad. Y así con todo. Poco a poco, lento pero seguro.



Fuera de las carreras, en pruebas privadas, De Angelis se dejó la vida.



Desde 1982, donde perdieron la vida Villeneuve y Paletti -y Pironi resultó gravemente herido- hasta el 1 de mayo de 1994, otra fecha fatal de la F1, sólo De Angelis se dejó la vida al volante de un F1 durante unas pruebas privadas en Paul Ricard. Philippe Streiff, salvaba la vida, pero quedaba paralitico tras un accidente en pretempotada en Japarecagua en 1989. Tal vez de estrellarse en un GP habría conseguido recuperarse plenamente. El problema vino porque sus lesiones se agravaron por la falta de asistencia médica adecuada en el circuito, algo que en carrera no habría sucedido. Ya sabemos, en las pruebas nos relajamos todos un poco. Hace no tanto, los pilotos pedían el mismo equipo médico en pruebas privadas que en un GP.
Como fuere, lo que quiero decir es que se pasó de un muerto por año -o más- a ninguno, y vimos también espectaculares accidentes de los cuales, los pilotos salían tan campantes. Y eso fue por los progresos continuados en materia de seguridad. Tal vez eso fue lo que nos impidió ver los avisos que desembocaron el los trágicos sucesos de Imola de 1994. Al igual que en 1982 -sólo que de golpe- desaparecían dos pilotos, los más queridos (Villeneuve-Senna) y los más inexpertos (Paletti-Ratzenberger).
Vuelta a la realidad, se redoblaron esfuerzos en la seguridad, lo que nos lleva a día de hoy, en el que pese a las muertes de María de Villota -en pruebas privadas- y de Jules Bianchi en el GP de Japón de 2014, las carreras son más seguras que nunca.



La muerte de Senna hizo ahondar más en la seguridad. La de Ratzenberger no habría influido tanto. Es el precio de la fama.  



Pero nunca es suficiente, y este año han implantado el Halo, un horrible arco de seguridad enfrente al piloto. Sin duda los monoplazas son más seguros pero, ¿es necesario?
Bajo mi punto de vista no, porque aunque creo tiene más ventajas que inconvenientes -los coches son más seguros con él- las posibilidades de que realmente haga falta son muy bajas.
Claro que tanto Bianchi como María seguramente se habrían salvado en caso de disponer de él sus respectivos monoplazas...
La primera vez que vi el peligro de un F1 descubierto, que por otra parte es como debe ser, es cuando Alex Wurz vio pasar ante sus narices el Red Bull de David Coulthard en el GP de Australia de 2007. Y ha habido -antes y después- situaciones parecidas. La cuestión es sí merece o no la pena.
Estadisticamente este arco no habría hecho mucho más seguros a los monoplazas a lo largo de la historia, pero sin duda se habrían salvado vidas. En ese sentido, tradición aparte, es necesario.
¿Me contradigo y no se lo que quiero? Tal vez, no es un tema fácil, pero como defensor de su no implantación diré que, aparte de que algunos pilotos no están a su favor -Hulkenberg, Verstappen-, no todo puede estar controlado, que riesgo siempre habrá, y que unos F1 con ruedas tapadas son también más seguros que con ellas descubiertas, al reducirse drasticamente la posibilidad de salir catapultado por contacto; las salidas lanzadas -la antisalida, para mí un horror- también son más seguras que las salidas desde parado; lo mismo que no correr en agua es más seguro que hacerlo, por el aquaplaning y, sobre todo, por la falta de visibilidad.



El Halo es un espanto, pero los coches son más seguros. Tal vez quienes estamos en su contra estemos equivocados.



Lo dicho, el riesgo cero no existe, y dado que no vamos a ver F1s no tripulados cual drones, ni carreras virtuales tipo videojuego, la cuestión es encontar un equilibrio. Hoy el Halo, mañana...¿que?
Para finalizar dos cosas: los F1 -como todo- son más seguros en caso de poder adaptarse a las condiciones de la pista, es por ello que veo muy inseguro y una irresponsabilidfad por parte de todos, el no permitir cambiar los reglajes de sábado a domingo en caso de cambio de las condiciones climáticas. Debería de haber ahí una excepción al parque cerrado, no me canso de repetirlo. Los coches serían más seguros sin sobrecoste alguno. Además, en seguridad no reparamos en gastos, ¿verdad?
Y respecto a avisos que no vemos, en el GP de Europa de 2007, Liuzzi casi se estampa contra la grúa que sacaba a Hamilton de nuevo a la pista, y no supimos ver el peligro que eso entrañaba. Siete años después nos dimos cuenta y, en la actualidad, paramos carreras cuando un coche esta a kilómetros del arcén. Lo dicho, extremos: de no parar bajo ningún concepto, a hacerlo por tonterías.
Sea como sea, y salvo la incongruencia del parque cerrado y poco más -Whiting que te veo...-, en el tema de la seguridad se está obrando muy bien. Es hora de que los aficionados lo reconozamos y no culpemos a nadie cuando hay un accidente, porque lo que sucede en la F1 son eso, accidentes producidos por diferentes causas: errores, negligencias, etc... pero nunca son intencionados, no hay nadie en la F1 -ni en las carreras-, que busque hacer daño a un rival o permita correr en condiciones inasumibles.







En resumen, que bajo mi punto de vista, las carreras ya son lo suficientemente seguras, incluso sin el Halo.

Yo prefiero que este sistema pase a mejor vida. Y a los defensores de él, decirles dos cosas, que tienen razón a la hora de defenderlo y que seguramente este ha llegado para quedarse, pero que de primeras, no tiene por qué gustarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario