martes, 16 de junio de 2015

GP de Canadá 2015

          Hamilton, como en casa


El gran premio de Canadá llegaba con novedades. Unas son las técnicas de equipos que anunciaban mejoras en los coches, sobre todo en sus mecánicas, algo que desde 2009 estaba prohibido y que poco a poco, va volviendo a su razón de ser. De ese modo Ferrari ponía en pista un motor evolucionado (cámaras de combustión, etc...) con el que pensaban lanzar un órdago a Mercedes. También Honda anunciaba mejoras en sus propulsores (por llamarlos de alguna manera) que buena falta les hace. ¿Se imaginan lo que le esperaría a Mclaren sí no se permitiese evolucionar el motor como desde 2009? Vamos, en ese caso mejor que se retirasen. En ambos casos (Ferrari y Mclaren) las novedades no parecieron dar el fruto esperado.
Las otras novedades venían de la comisión de F1 que planteaba mejoras para hacer los coches más veloces. El borrador de lo que plantean hacer sugería motores más potentes que girasen hasta 18000 vueltas, neumáticos más anchos, menos peso y menos trabas aeródinámicas. Haciendo eso, los récords de los circuitos vigentes desde más de una década, caerían sin problemas, lo cual es de agradecer. Veremos en que queda.
De cara al año que viene también se aprobó que los equipos serían quienes elegiesen los dos compuestos a usar en cada GP de los cuatro disponibles. A diferencia de hoy día, que es Pirelli quién lo hace.
Hamilton llegaba a su circuito fetiche dispuesto a resarcirse del papelón de Mónaco, en el que él tampoco estuvo muy fino, ya que en un exceso de confianza solicitó cambiar las ruedas. Su equipo no supo ver que, de hacer eso, adiós victoria. Pero eso ya lo saben.
Max Versttapen arrastraba una sanción de 5 puestos en parrilla por su incidente de Montecarlo, más la pérdida de dos puntos de su carné de piloto.
Felipe Nasr
Al igual que en Mónaco, hubo lluvia en los libres (en los segundos concretamente) y quien más quien menos tuvo sus problemillas. En el caso de Nasr, con un accidente que obligó al equipo a reconstruir su coche y en el de Button, con vacaciones de cara a la calificación por problemas en su coche. El annus horribilis de Mclaren todavía no ha acabado y no se vislumbra la luz al final del túnel. Un adelantamiento bajo bandera roja de Vettel iba posteriormente a penalizarle de cara a la carrera, pero sus problemas no habían acabado ahí.
En la primera ronda, sin Button, sólo caían cuatro: los inevitables Manor (esta vez con Merhi delante de Stevens por primera vez en la temporada) y, ¡sorpresa, sorpresa! Vettel y Massa, que aquejados de problemas de motor no podían pasar. Este hecho permitió a Alonso y a Felipe Nasr pasar el corte. El Mclaren no daba para más, lo mismo que el decepcionante Sauber recién reparado que no daba la talla pese a la fabulosa potencia de su motor, algo que en el caso del Mclaren no se podía decir.
En la segunda ronda cayeron Nasr y Alonso, como era de esperar, así como el otro Sauber, el de Markus Ericsson, y los dos Toro Rosso de Verstappen y Sainz, que a punto estuvo de pasar a la ronda final.
La pole se iba a dirimir entre los pilotos de Mercedes, y Hamilton no dio opción a un Rosberg que a la hora de la verdad no se sintió nada cómodo sobre su monoplaza, no pudiendo plantar cara. Tras ellos, Raikkönen salvaba el honor de los Ferrari y Bottas el de Williams, que retornaba a la competitividad. Más atrás,  los Lotus de Grosjean y Maldonado lograban su mejor calificación del año, precediendo a Hulkenberg, Kvyat, Ricciardo y Pérez.
Los únicos cambios en la parrilla fueron los retrocesos de Verstappen y Vettel. En el caso del holandés, por varias sanciones (la del accidente de montecarlo y por el uso del una quinta parte en su unidad de potencia), Vettel era sancionado por no respetar la bandera roja y, tras ellos, Button, con el uso del quinto motor, dicho así para simplificar.
Jenson Button de vacaciones forzosas durante la calificación.
El inglés tenía –además- que realizar un paso por boxes por este motivo, al no ser suficiente el retroceso en parrilla (iba a salir el último igualmente)
El domingo se dio la salida con los Mercedes como favorito, con la única duda de si Raikkönen y su Ferrari iban a poder acosarles merced a su gran ritmo del viernes.
Nada más lejos de la realidad. Erre que erre los periodistas y expilotos haciendo caso de los datos del viernes, que nunca son garantía de nada. Y lo mismo para la, según ellos, menor degradación de ruedas de los Ferrari. ¿Es que no han visto más que la carrera de Malasia? (dónde por cierto, Ferrari no ganó por la salida del coche de seguridad, sino que ganó pese a ella). Salvo en el GP Malayo, en el resto de pruebas Ferrari jamás ha mostrado una degradación menor que los Mercedes, y puesto que su ritmo es algo menor, no los han podido acosar, como asimismo sucedió en Canadá.
La arrancada se dio sin problemas y Hamilton mantuvo su liderato, que no abandonaría más que durante una vuelta al realizar su única parada. La idea de todos era ir a una parada y, como este año el GP se vio libre de incidentes, la carrera fue soporífera. De Hamilton y Rosberg nos olvidamos, ya que el primero controló al segundo a la perfección durante toda la carrera no habiendo en ese sentido ninguna emoción.
Las posiciones al finalizar la primera vuelta eran: Hamilton, Rosberg, Raikkönen, Bottas, Grosjean, Hulkenberg, Maldonado, Kvyat, Ricciardo, Pérez, Alonso, Ericsson,  Massa, Sainz, Nasr, Vettel, Verstappen, Merhi, Stevens y Button en última posición. Button pasó por Boxes en la primera vuelta a cumplir la sanción pertinente, mientras que Massa y Vettel iniciaban sus remontadas.
Massa salió con duros y Vettel con blandos, el alemán decidió parar en la vuelta número seis cuando era décimo tercero tras Massa, al verse su cabalgada retenida. Montó duros y se reincorporó último, perjudicado por la lenta parada de sus mecánicos que le hicieron perder unos segundos de más.
Massa se desizo del correoso Ericsson en la vuelta nueve tras un espectacular adelantamiento en el que estuvieron rueda con rueda centenares de metros.









Fue lo mejor de la carrera. En ese momento Sainz adelantó a Alonso y se situó décimo tercero.
Las remontadas de Massa y Vettel prosiguieron con relativa facilidad pese a algún que otro piloto que les resistió un poco más de lo esperado, hasta que llegaron las primeras paradas de los líderes. Raikkönen fue el primero en hacerlo en la vuelta veinticinco. Al salir, realizó un trompo en la horquilla (idéntico al del pasado año como él mismo dijo) y ahí perdió el podio.







Los líderes pararon en las vueltas veintiocho (Hamilton) y veintinueve (Rosberg) sin ninguna variación en cabeza. Massa y Vettel pararon unas vueltas después a realizar su segunda detención, Vettel en la vuelta treinta y cuatro y Massa la primera en la treinta y seis. Los justo para que el alemán lo pasase y se situara octavo.
En ese momento la clasificación estaba así: Hamilton, Rosberg a 1", Bottas a más de 30", Raikkönen a 40", Grosjean, Maldonado, Hulkenberg, Vettel, Massa, Kvyat... Sainz décimo tercero, Alonso décimo quinto y Merhi décimo noveno tras pasar a su compañero Stevens.
El duelo Hulkenberg-Vettel se resolvió a favor de este último en la vuelta cuarenta y dos cuando el Ferrarista logró pasar a Hulkenberg. Los dos apuraron tanto que por poco se tocan, teniendo Vettel que saltarse la chicane y haciendo Hulkenberg un trompo al forzar la trayectoria para no tocarse. Eso permitió a Massa superarlo también.






A todo esto, Alonso ya había abandonado tras una gris carrera y su compañero Button no iba a ir más lejos, lo cual no está mal teniendo en cuenta que llevaban camino de perder dos vueltas respecto a los líderes.
Raikkönen paró de nuevo a cambiar ruedas en un desesperado intento de superar a Bottas montando blandos, pero no lo consiguió. Como consuelo se quedó con la vuelta rápida, la número 42 de su carrera desaciendo el empate que tenía con Alain Prost, que le situa segundo absoluto en el ranking tras Schumacher, con 77. Pequeño consuelo para el finlandés.
En la vuelta cuarenta y ocho, Grosjean, en un exceso de confianza al doblar a Stevens, le tocó pinchando su rueda trasera derecha y rompiéndole el alerón al piloto de Manor. Eso le hizo retroceder al puesto décimo primero y ganarse una sanción de cinco segundos. De paso eso situaba a Vettel y Massa sexto y séptimo, respectivamente. Sólo les faltaba superar a Maldonado para situarse tras sus respectivos compañeros, cosa que lograron en las vueltas cincuenta y cinco (Vettel) y sesenta y dos (Massa). Ya estaban situados como si no hubieran partido desde atrás, y no hubo más cambios en la clasificación. Entre medias, Merhi abandonó.
El banderazo dió a Hamilton como brillante ganador, seguido de Rosberg, Bottas (primer podio del año para él y Williams), Raikkönen, Vettel, Massa, Maldonado, Hulkenberg, Kyvat, Grosjean, Pérez, Sainz, Ricciardo, etc...



Bottas, primer podio de la temporada, para él y para su equipo.



La carrera canadiense dejó claro que difícilmente se les va a escapar el título a los pilotos de Mercedes. La puerta que se abrió en Malasia se puede dar definitivamente cerrada salvo sorpresa mayuscula. Ferrari apostó y falló. No se les puede pedir más, ahora lo suyo será buscar alguna victoria más. Mclaren sigue su vía crucis particular. No es que en este GP hayan dado un paso atrás, están más o menos dónde estaban desde China: sólo delante de Manor y muy igualados con varios equipos de cola. Dependiendo del circuito, están por delante o por detrás de ellos. Si mejoran como es de esperar teniendo en cuenta los medios de que disponen, así como de los pilotos, no tardarán en estar mucho más arriba, aunque de ahí a plantar cara a Williams o Ferrari media un abismo. Si logran estar a la altura de Red Bull (que lleva también un año glorioso) se darán con un canto en los dientes.
A destacar la gran carrera de Carlos Sainz, que superó a Daniel Ricciardo (ganador el año pasado) y negativamente, la mala carrera de Sauber en un circuito en el que su motor Ferrari debería haberles situado más arriba.
Ahora viene el GP de Austria, y Williams lo espera con más optimismo que nadie, ya que allí pueden dar la sorpresa. El año pasado apretaron tanto a los Mercedes en los entrenamientos, que estos fallaron. En carrera, no ganaron porque en su equipo hicieron una táctica de manual de como NO ganar una carrera. Fue un doble error gravísimo, pero como sólo se habla de los errores de últimas carreras y eso, pues se tiende a olvidar o a minimizar. Tal vez este año se resarzan. A priori, en ese circuito tienen posibilidades de superar a los todopoderosos Mercedes. Ferrari estará ahí arriba, tal vez con ellos, y por detrás el resto. El resto es precisamente lo que Mclaren y Honda van a echar con mejoras en Austria. Veremos hasta dónde pueden llegar. Por cierto, Alonso: con Ferrari no estarías siendo quinto o sexto, sino que pisarías  el podio constantemente y logrando alguna que otra victoria. Esto es preferible a no marcar puntos. Que te quieras engañar a ti mismo no quiere decir que nos engañes a los demás. A toro pasado es muy fácil decir lo que se hubiera tenido que hacer, pero eso no quita para reconocer que la situación no es la esperada. Te fuiste de Ferrari por hartazgo y porque no creías en ellos, eso es comprensible, pero el irse a Mclaren no parecía una opción mejor, ni a corto ni a largo plazo. Sigo pensando que ese no es tu objetivo, aunque tal vez me equivoque. Lo cierto es que el Mp4/30 lleva camino de ser el peor Mclaren de la historia. Quedan doce carreras para que lo evitéis.
Nos vemos en el tirol.







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