jueves, 11 de mayo de 2017

Doblados

      ¡Abran paso!




Piquet y Salazar, tal vez el encuentro con un doblado más sonado de la historia. Alemania 82.



Eso es lo que tiene que hacer un piloto con un doblado, abrirse paso como si se tratase de un rival más, y no esperar a que este se aparte.
Un doblado es un corredor más, y como tal, puede influir en el resultado de una carrera. Pretender que esto no sea así es como querer que nada influya, salvo el talento del piloto. Es decir, que no haya diferencias mecánicas, ni averías, pinchazos, o lo que cuadre. Vamos, jauja. Eso sin contar que una F1 dónde no haya diferencias mecánicas no es F1 ni es ná, es una fórmula de promoción.
Dicho esto, vamos con los doblados. Deben facilitar el adelantamiento, apartarse y no molestar. Pero una cosa es eso, y otra muy distinta pretender como que no están en pista, queriendo que estos cedan paso cuando el vehículo que los va a pasar está en las quinbambas.
Antes, cuando yo veía las carreras y llegaban los doblados, los líderes iban a por ellos, adelantándolos sin esperar a que estos se apartasen. Pero de un tiempo a esta parte -hace bastante tiempo ya- parece que no, que lo que quieren es que el doblado se aparte cuando ellos los tienen a la vista. Y no es así. Hay que ir a por ellos a adelantarlos, y estos ceder posición. No me vale eso de esperar a que se aparten.
No sé uds. pero cuando veo acercarse a un doblado, uno hace sus cálculos y más o menos ya sabe cuando estará a su rebufo. Pero no, una vez están cerca, no quieren acercarse más para adelantar, sino que pretenden que el doblado se aparte sin más, aunque en ello -el doblado- se deje varios segundos. Todo a causa de: “es que me quita el aire limpio” o: “tengo turbulencias y pierdo apoyo”, todo por no acercarse, no vaya a ser que por andar unos metros con aire sucio el coche vaya a fundir los neumáticos, explotar, o algo así. Hay que acercarse y adelantar, punto.



Claro que el de Montoya y Verstappen en Brasil 2001 le va a la zaga



El ejemplo de Verstappen quejándose injustificadamente en el pasado GP de China es bastante ilustrativo al respecto.
Lo que no se da cuenta la gente, es que un coche lento, como podía ser un Manor el año pasado, antes un Minardi, y mucho antes un Osella, es que son coches que pueden ser doblados hasta en más de 20 ocasiones y, si en cada una de ella se dejan un par de segundos o más, ya pueden calcular la sangría de tiempo que pierden al facilitar de manera exagerada el adelantamiento.
Por tanto, que se dejen adelantar sí, pero que se aparten cuando están más de 50 metros por delante de los líderes, como algunos pretenden, no. Acérquense y ejecuten el adelantamiento, que para eso son pilotos de carreras.

Influencia


Un doblado muchas veces ha influido en el resultado de una carrera. Cuanto menos suceda mejor, pero es algo inherente a las carreras y debemos aceptarlo.
Aquí unos cuantos ejemplos al respecto, aparte de los más célebres, el de Piquet con Salazar en Alemania 82 y el de Montoya con Verstappen en Brasil 2001, están los de Senna con Schlesser en Italia 88, Berger con Arnoux en Australia 88, Senna con Nakajima en Brasil 90... y muchos más, no teniendo necesariamente que haber accidente, como el de Tambay con Jarier en Austria 83, dónde sólo hubo pérdida de posición.



Así de justo salió Alonso de su último repostaje en Barhein 2006. Trulli lo cambió todo.




Hay veces que un doblado se aparta mejor -o hace perder menos tiempo a un piloto- porque este lo alcanza en una zona dónde es más fácil apartarse, o simplemente porque no se entera. Para eso tenemos el ejemplo de Barhein 2006, donde Trulli hizo perder a Schumacher medio segundo al ser doblado y luego, tras la última parada, el Kaiser perdió el liderato con un Alonso que no perdió tiempo en el doblaje a Trulli, y que luego se incorporó justo en sus narices.

Hay pilotos que cuando han tenido que ser doblados, o cuando tenían que apartarse en los entrenamientos, siempre han sido unos caballeros, y esos son: Nigel Mansell, Jean Alesi, Jacques Villeneuve y Mika Salo. Por el contrario, hay otros que: ¡cuidado con ellos! como Gerhard Berger y René Arnoux.
Michele Alboreto, entrañable y gran persona como era, a veces tampoco estaba muy a loro en ese aspecto. El resto, en general, normal, aunque nadie está libre de cometer un error alguna vez.
De modo que menos pedir banderas azules, ¿eh Seb? Y más atacar. Luego, si estás cerca y no se apartan, a la yugular. Pero no antes.

Para finalizar, dos apuntes: aunque no era un doblado, la sanción a Fernando Alonso por "estorbar" a Felipe Massa en la calificación de Monza 2006, es de traca. Estaba 200 metros por delante, no le molestó ni  en sueños y, por último, el DRS es para adelantar rivales, o para eso debería ser. El que se permita usar con doblados carece de sentido. Es ilógico que este sistema se active con un coche que se va a apartar y que, muchas veces, lo ha hecho ya antes de la zona de activación, lo que da lugar a un coche con el DRS abierto "por la cara". La FIA debería mirar eso.


3 comentarios:

  1. Hasta Schumacher las pocas veces que le doblaron se quitaba perfectamente, como en Hungría con Alonso

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  2. He omitido, por olvido más que otra cosa, los incidentes de Spa 98 (Schumi-Coulthard) del que ya hablé en un artículo en diciembre de 2015 (GP de Bélgica 1998) y el Alonso con Ralf Schumacher en Mónaco 2004. Y seguro que hay más. Sin llegar a incidente, labor de equipo más bien, Stefan Joihansson no facilitó el adelantamiento a Gerhard Berger en Portugal 87 para favorecer a su compañero Prost. Aunque en este caso, debería revisar el GP para verlo mejor. Un día de estos...

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