lunes, 29 de mayo de 2017

Ferrari revienta el casino

                                 5 rojo impar








Claro que la ruleta -o la táctica- bien podría haberse decantado por el 7. De haber caído la bola en esa casilla, muchos se habrían alegrado, pero no fue así.
Antes de meternos en materia, unos datos.
Ferrari logró su 9º triunfo en Mónaco 16 años y un día después del anterior, también con doblete (Schumi-Barrichello) en 2001. Curiosamente también habían pasado otros 16 años (15 años, 11 meses y 11 días exactamente) cuando el propio Schumi en 1997 cortó la sequía desde aquel mítico triunfo de Villeneuve en 1981 con el Ferrari 126CK turbo, que fue la primera victoria del Ferrari turbo en F1, y la primera turbo en Mónaco.
Ferrari consiguió su doblete número 82 -que alguien me explique por qué la organización decía que era el 90- 7 años después del anterior (6 años, 10 meses y 3 días), el también polémico de Alemania 2010. Ese del famoso: “Alonso y faster than you”.
Kimi Raikönen logró el sábado su pole número 17, 8 años 11 meses y 6 días después de la anterior (Francia 2008) superando así la marca de Mario Andretti de 8 años y 18 días. Nuevo récord, aunque dudo mucho le importe.



La anterior victoria de Ferrari en Mónaco se remonta al 2001 con el Kaiser.



La carrera en sí se decidió en la única parada. No hubo ningún accidente que la alterara.
Verstappen rompió las hostilidades parando en primer lugar en la vuelta 33, como su dorsal. Bottas cubrió posición y se mantuvo por delante del holandés por poco, gracias a que la parada de Max fue más lenta.
Eso parecía indicar que parar era lo suyo. Y así lo hizo Kimi. Sin embargo Ricciardo y Vettel se mantuvieron en pista a todo trapo. A dos vueltas rápidas sucesivas del australiano respondió Vettel con otras dos.
Cuando pararon, Ricciardo -que antes del baile de paradas era quinto- pasó a su compañero y a Bottas situándose tercero, toda vez que Vettel superó a Raikkönen por la primera.
Eso fue lo que desató la polémica. ¿Se la jugó Ferrari a Kimi? No sé la respuesta, pero entra dentro de lo posible. Lo mismo que entra dentro de lo posible que no.
Para empezar, quedó demostrado que Vettel tenía más ritmo, eso por un lado, por otro, un Kimi demasiado cauto con los doblados -tardó casi tres vueltas en pasar a Button- se dejó casi 5” y permitió al trío Bottas-Verstappen-Ricciardo acercarse. Eso tal vez precipitó las cosas, ya que desde antes de la llegada de los doblados, las diferencias se habían estabilizado. Tal vez en Ferrari pensaron que sus ruedas no daban para más. O tal vez no. La cuestión es si Kimi podría haber impuesto un ritmo con las ultrablandas en su fase final tan demoledor como el de su compañero. Seb bajó hasta 1,15”238 cuando poco antes giraban en 1.16 medios-bajos. Como no lo sé, dejo abiertas las dos hipótesis: la de si se la jugaron, o por el contrario, si simplemente Vettel fue mejor.
A los que se quejan de esta “maniobra”, que en su mayoría ni se plantean siquiera que tal vez no hubo malas artes, sino simplemente dos tácticas -la que cada piloto podía hacer- deberían también quejarse de la de Red Bull. Pero no lo hacen. Ese doble rasero es lo que en realidad no me gusta.
Kimi no pudo ganar, pero tiene pinta de que al final la balanza se decantará a su favor. En el podio -primera vez que hay uno como tal en el casino... perdón, principado- se lo notaba claramente disgustado. 



Doblete de Ferrari, pero Kimi no podía ocultar suu frustración.



Red Bull estuvo cerca, de hecho, fue mejor que Mercedes, pero los Ferrari, sobre todo el de Vettel, estaban fuera de su alcance.
Todavía es pronto, a mi juicio, para incluirlos en la lucha por las victorias de no mediar problemas por medio. El año pasado, de no ser por la parada en boxes -las ruedas no estaban preparadas- y la permisividad de los comisarios, que no sancionaron a Hamilton por saltarse la chicane del túnel, hubieran ganado la carrera. Pero el resto del año no volvieron a ser tan competitivos. Por eso no comparto el optimismo de Pedro Martínez de la Rosa. Hay que esperar y ver.
Sainz, con el Toro Rosso, fue sexto, el primero de los demás, toda vez que su compañero Daniil Kvyat siguió con su mal fario. Rapidísimo en los libres, no pudo entrar en Q3 tal vez por ser estorbado por un Ferrari -echo del que apenas se habló- y luego en carrera, fue eliminado por un excesivamente fogoso Checo Pérez, que marcó con ultrablandas nuevas al final la vuelta rápida. Fue el único en bajar a 1,14 (1,14”820), aunque el récord de Schumi de 2004 en 1,14”439 aguantó el asalto otro año más.
Mclaren tuvo su mejor fin de semana del año. El sábado sus dos coches entraron en Q3, a apenas 1” de los líderes. Claro que Vandoorne, que se estrelló a poco del final -e impidió el pase de Lewis a la ronda final- no pudo disputarla. Button calificó noveno a 1”2 de la pole, empatado a tiempo con el octavo. Pero por sanción, saldría al final. Elucubrando, se podría decir que que se podrían haber quedado a 1” de la pole en el mejor de los casos, ya que Vandoorne solía estar un par de décimas por delante de Button. Con Alonso al “manillar” tal vez menos, incluso superando a Ricciardo. Pero son sólo eso, elucubraciones que nunca se sabrán. Y tal vez sean demasiado optimistas. Como fuere, con las sanciones y demás, Alonso no se perdió nada en Mónaco. De hecho, salvo Ferrari y Mercedes por el título, y Red Bull por una posible victoria, nadie se perdió realmente nada en Montecarlo. No entiendo a qué tanto revuelo por irse Alonso a Indianápolis. Algo que antes era relativamente habitual y que es muy bueno para ambas disciplinas. Y más aún para el deporte.



Alonso no tuvo motivos para echar de menos Mónaco



Alonso acabó la Indy como la F1 ultimamente, abandonando a poco del final por rotura de motor. La diferencia es que allí se divirtió, llegando a luchar por la victoria, no como en la F1. Sin duda volverá.
Ya sabemos a este respecto, que al mundo de la F1 no le gusta ceder ni una pizca de su protagonismo. Un mundo bastante snob este de la F1, sin duda. De hecho, la FIA ya zancadilleó otras disciplinas en el pasado cuando estas ganaban popularidad y amenazaban a la F1. Me refiero a los sports y a los rallyes.
Respecto a los tiempos, y es que me encanta que se batan récords de velocidad, decir que la pole de Kimi en 1,12”178 es la vuelta más rápida jamás dada a Mónaco, pero antes de que nos emocionemos, si hacemos caso a las palabras de Toni Cuquerella, que dice que un F1 gana, a lo largo del año, 2 segundos por vuelta, los F1 bajo la reglamentación del año pasado, ya deberían haber girado este en 1,11 y los actuales, que son mucho más rápidos, ni te digo. Lo comento para recalcar como la gente muchas veces habla por hablar. Datos que muchas veces se dicen sin más, y que deben ser explicados más en profundidad, más aún cuando lo dicen ingenieros de F1. Sin duda lo dicen por algo y tiene su aquel. Pero a falta de más explicaciones, los que no sabemos nada y nos atenemos a los datos, vemos claramente que esto no es así la mayoría de las veces. La mejora está ahí, cierto, pero no ha sido significativa.

Al final Mercedes sufrió, tal y como vaticinó Lauda, y Hamilton, aún más. Eso le vino “al pelo” a Vettel que amplió su liderato a 25 puntos toda vez que Ferrari se puso líder de constructores. En Canadá seguirá el pulso entre los dos colosos de la F1 actual.


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