lunes, 6 de diciembre de 2021

GP de Arabia Saudita 2021

 



                              Impotencia





Sí, impotencia, eso es lo que impulsó a Max, que no es para nada un alma cándida, sino recuerden Spa 2016 -por poner sólo un ejemplo- a actuar como lo hizo. Y no es sólo que esté luchando con un coche inferior, pese a lo que digan algunas lumbreras, los llorones de MB y Ham, sino que sin duda se acuerda de Catar y Silverstone, donde Hamilton ganó injustamente, en la segunda cita mandando a Max al hospital. Todo eso pesa y, sumado a su carácter, hacen que Max intente lo imposible. Pero no se lleven a engaño, Hamilton haría lo mismo en su situación y, si no lo hace -o no lo ha hecho- es porque nunca ha tenido necesidad. Con un Mercedes superior, sólo luchando contra Rosberg -ni Vettel, ni Ferrari llegaron a ser verdaderas amenazas-, lo ha tenido fácil, el tipo.

¿Creen que con un coche igual Max obraría igual? Ni de coña, porque no le haría falta.

Vayamos al GP en sí. Arabia Saudita se estrenaba en el calendario con un trazado urbano muy veloz, sólo superado por Monza, con muchas curvas a fondo, sin escapatoria y sin visibilidad, es decir, una contradicción. Mónaco tiene su pase por historia y por lentitud pero, ¿esto? Esto es una broma. Osea, que los comisarios sacan coches de seguridad cuando hay un coche en una escapatoria a tropecientos metros de la trazada y luego se permite esta aberración. No tiene sentido, como tampoco lo tiene un día se sancione algo y al siguiente -o ese mismo- no.



En el último suspiro Bottas arrebató el podio a un brillante Ocon.


Parecía que Red Bull, en manos de Verstappen, era mejor de cara a la pole y, según Mercedes -que raro- también en ritmo de carrera. Luego vimos que lo primero sí y lo segundo no. Max perdió la pole por un error suyo y sólo suyo, pero daba igual, porque como se vio el domingo, no había ritmo. Y es que si Pérez estaba quinto a medio segundo de Max, que hubieran sido ocho décimas de no fallar, mientras Bottas estaba a una décima de Hamilton, queda claro cual es el mejor coche. Eso, la gran punta del Mercedes, más las tres zonas de DRS, dejaron la carrera vista para sentencia, aunque entonces no lo sabíamos. Hamilton mantuvo la pole al librarse de unas posibles sanciones por estorbar en los libres 3 a Gasly y Mazepin. En mi opinión, al ser libres y no pasar de ahí, lo veo bien, ya que realmente no perjudicó a nadie. Con un capón basta, para que espabile.

A destacar, negativamente, Alonso y Sainz, el primero falto de ritmo y, el segundo, con un fallo en Q2 que lo dejó ahí. Partirían 13º y 15º respectivamente.

La carrera se inició con calma, manteniendo todos, más o menos, posiciones hasta que en la décima vuelta se estrelló Schumacher, saliendo el coche de seguridad. Los Mercedes entraron en boxes, pero Verstappen no, en una decisión muy arriesgada, quizá suicida en busca de obtener por estrategia lo que no había por ritmo. Eso, y que Bottas ralentizó para hacer hueco y poder parar, algo que en su momento se prohibió y que, ahora, por lo visto, se permite. Se prohibió cuando lo hizo Kimi en Spa 2005 y eso impidió a Schumi ganar en Turquía 2006, lo que motivó una absurda normativa -ya extinta- del coche de seguridad, que dio la victoria a Alonso en Singapur 2008 y de rebote, el título a Hamilton.



Schumacher probocó la primera bandera roja.


Como fuere, al final a Max le salió bien, ya que sacaron bandera roja y pudo hacer el cambio de ruedas gratuito. Es algo que desde 2013 en Mónaco, cuando me enteré de que se podía hacer, me he mostrado siempre en contra porque es injusto y no tiene sentido. Si un coche, en bandera roja, cambia ruedas o repara -por seguridad, dicen- debe tener sanción, en este caso, irse al fondo del pelotón. Pero es lo que hay, lo mismo que no permitir cambiar reglajes de seco a mojado -estupidez peligrosa-, no permitir muletos, etc, etc...

Nueva salida, con Max primero y Ham segundo -como hubiera sido la primera de no estamparse Verstappen el sábado- y Ham toma la delantera, arrincona a Verstappen fuera, para que no lo adelante y Max, sin tener a donde ir -para que luego vaya de limpio Hamilton, el de Japón y EEUU 2015, por no citar muchos más ejemplos-, adelanta por fuera a Hamilton que, aparte de ceder ante Max, se ve superado por Ocon. Inmediatamente se detiene la carrera al chocar Checo Pérez, George Russell y Nikita Mazepin.

Se reanuda la carrera con Ocon en pole seguido de Ham y Max, al que hicieron ceder posición ante Ham, decantándose el holandés, de manera arriesgada, por medias, como Sainz, toda vez que el resto llevaba duras. Max apura sensacionalmente la frenada y se pone primero por delante de Ocon y Hamilton que pasa al francés inmediatamente, como si este llevase, como dijo Alonso en 2015: “un motor de GP2”, y se fue tras un Max que no podía distanciarse. Ver como en la recta, sin DRS y a más de un segundo, Hamilton le recortaba tres décimas vuelta tras vuelta, hacía presagiar que, cuando lo tuviese, sería presa fácil. Y así fue. Max luego, de pura impotencia, apuró lo inapurable y, como en Brasil, mantuvo posición sacando de pista a Hamilton. No hay justificación, como no la hubo en Brasil y como en estos casos -como en la segunda salida esta vez con Ham como culpable- nunca la hay. Suerte de escapatoria, aunque es evidente, que sin ella, no lo habría -habrían- hecho.



Leclerc no pudo evitar a Pérez que, al abandonar, dejaba el título de marcas casi sentenciado para MB.


Y es entonces cuando le mandan ceder posición y Max quiere hacerlo en una zona para tener DRS, sin apartarse de la trazada, para no ensuciar las ruedas -como le pasó en Catar-, seguramente acordándose de ese robo y aprovechando que ahora, se permite, no como en Spa 2008, cuando por eso mismo, Ham perdió la victoria ante Massa al adelantar a Kimi de forma pícara.

El caso es que Hamilton, reconoció ver la jugada, y no quiso pasar, Max deceleró para que lo hiciera, y casi acaban los dos ahí. Uno por listo y otro por listísimo. Más culpa de Max, sin duda, pero que no se haga, de nuevo, la víctima Hamilton. Vamos a ver... Fuji 2007 y Baku 2017 son dos carreras en las que, por un motivo u otro, Ham obró de forma similar a Verstappen, provocando en Fuji, el abandono de dos coches -Webber y Vettel- y en Baku, el cabreo de Vettel que, encima, acabó como el malo.

Y yendo por las ramas, un toque a ese listillo de Antonio Lobato que decía que lo de ayer de Max le recordaba a otras acciones similares de Michael Schumcher. ¡Y lo contaba como si lo hubiera vivido! Vamos a ver, caradura, que eres un caradura, además de no ser imparcial y no tener ni puta idea, tu empezaste a seguir la F1 en 2005, reconocido por tí, de modo que no lo cuentes como si entonces siguieras la F1. Eso por un lado, por otro, si hubieras seguido la F1 esos años, y no fueras un zote mental, recordarías Spa 1998 cuando, yendo a ser doblado y bajo lluvia torrencial, Coulthard le frenó en las narices a Schumacher, sólido líder que tuvo que abandonar mientras David se iba de rositas y le quitaba los 10 puntos del triunfo a Schumi ayudando a su compañero Hakkinen en la lucha por el título, que había abandonado. ¡Que no te enteras de nada! Porque más allá de Alonso y la actualidad, tu no ves nada.



De nuevo en los puntos, noveno, Giovinazzi realizó su mejor carrera del año. Tarde quizá.


Y ya puestos, de maniobras antideportivas, no hay sólo Schumi, también tienes a Senna, del cual no dices ni mu- y, de las que sí has vivido, tienes, entre otros, a Hamilton.

En fin, disertaciones a parte, la carrera acabó ahí y Max, sin ritmo por quedarse sin ruedas, no pudo hacer una parada en busca de la vuelta rápida porque, de hacerlo, al haberle caído 5” de sanción, perdía posición, de modo que esta se la quedó Hamilton.

El podio lo completó Bottas, que superó en la linea de meta a un brillante Ocon, que se quedó sin su merecido podio en una acción que me recordó al propio Bottas en Baku 2017, superando en la linea de meta a Lance Stroll por el segundo lugar.

Por detrás, Ricciardo, Gasly, Leclerc -que superó en la última vuelta a un Sainz sin neumáticos-, Giovinazzi y Norris.

Ahora, a la última carrera, la 22, donde huelga decir que el que acabe delante gana. De dominar los Mercedes, quizá Hamilton, que ha descrito a Bottas como el mejor compañero del mundo, podría devolverle el favor que este le hizo en Rusia 2018, aunque lo más probable es que no pueda y, si el RB está en mejor forma en Abi Dabi, la balanza se decantará por Verstappen, que está haciendo lo imposible por ganar con un coche inferior al que además, en tres carreras -Catar, Inglaterra y Hungría- lo han, simple y llanamente, jodido. Todo parece estar a favor de Hamilton, más afortunado en los lances de carrera, penalizaciones y demás, al que le viene de perlas este sea el campeonato más largo de la historia porque, de lo contrario, ya lo habría ganado Max.



En memoria de Frank Williams, fallecido pocos días antes, en el país que le permitió destacarse en la F1 gracias al apoyo de la linea aérea Fly Saudia.


Respecto al resto, duelo entre Leclerc, Norris y, en menor medida, Sainz, por ser el primero del resto, toda vez que en constructores, salvo que haya una carrera loca, todo parece ya decido y lo único que queda, es el premio gordo, el título de pilotos.

Me despido dejándoles un enlace en el que estoy bastande de acuerdo y que se sale de la linea habitual.

https://www.marca.com/motor/formula1/gp-arabia-saudi/opinion/2021/12/06/61ade0bf22601df7278b456c.html?fbclid=IwAR2-oO4zUanCAQH5r5bZYhA6chJvfyV26RHkXOCq7IEhdYdQuAvegHB_40I

3 comentarios:

  1. Buena crónica, me parto cómo pones a caldo a Lobato, "el gran defensor" de los "buenos" y ¡gran azote! de los !malvados!... (nótese la ironía, gracias), jajaja

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  2. Lo de Lobato clavado y añado que da vergüenza como confunde pilotos, jefes de equipo...yo creo que ni ve las carreras...si no que va soltando ahí a lo que salga (y van varias carreras que sucede). Y los otros dos palmeros, sin datos y sin esperar a ver otra toma o algo, casi fusilan a Max, para ya luego al final ir matizando. La de Michael con Coulthard la recuerdo, y como fue a por él a "solucionarlo" jijiji. Nada de postureos ni peliculas a lo Ham, que al final de la carrera parecía el Dalai Lama meditando. Y Bottas...bueno Russell si vio el final estaría pensando menudo inutil que casi no puede con un Alpine...que me lo den a miiii

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    1. Exacto, un buen ejemplo de la "empanada" de Lobato es que no se entera al final de carrera cuando Leclerc pasa a Sainz...
      Y por el resto también de acuerdo;)

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