jueves, 27 de octubre de 2022

GP de EEUU 2022

 



                     Por Dieter Mateschitz




El sábado fallecía a los 78 años de edad el fundador de Red Bull, Dieter Mateschitz, que en 2005 compraba el equipo Jaguar -antes Stewart- y lo renombraba como Red Bull. Y aunque ese día su equipo no pudo hacer la pole, como en los grandes días de Vettel, el domingo logró el título de constructores -el quinto- desbancando a la casi invencible Mercedes luego de ocho años de triunfos y, sobre todo, Verstappen les brindó el triunfo más brillante del año luego de remontar siete segundos a Hamilton a falta de veintiuna vueltas cuando su equipo falló en la parada -nadie es perfecto- tardando 11” en la operación, dejando al inglés y a Leclerc, que paró a la vez, por delante.

No liderando exactamente, ya que Pérez primero y Vettel después, lideraron hasta que se detuvieron. Bueno, a Seb lo pasó Ham en pista antes de que parase.

A Leclerc, luego de una bonita -pero breve- lucha de apenas tres vueltas, lo superó pese a la férrea defensa al límite del monegasco. Pero la gran velocidad punta y la habilidad el holandés zanjaron la situación. Eso sí, Leclerc se mantuvo a su estela durante muchas vueltas. Así que con recortes de entre dos y tres décimas por vuelta, a veces ninguno, y otras medio segundo, Verstappen se situó a menos de un segundo vuelta cincuenta. Y para que vean la gran velocidad punta del Red Bull, de cuya superioridad insultante hizo gala sobre todo en el GP de Francia, pudo adelantar a Hamilton en la recta de atrás pese a haber salido a nueve décimas. Vale que hizo una gran apurada de frenada, pero así todo...



Punta sin igual y buena apurada. Hamilton no tenía nada que hacer.


Ham, como Leclerc antes, no se rindió, y apretó a Max por si cometía un error, ya que estaba al límite de los límites -valga la redundancia- de pista. Pero Ham, en su presión, también, y al final nada más pudo hacer, logrando así Max el triunfo más emotivo del año, además del mejor, igualando a Schumacher y Vettel a trece triunfos en un año. Claro que con 19 GGPP por 18 del Kaiser. Pero como le quedan tres, es muy probable marque un nuevo récord.

Antes de centrarme en el GP en sí, quisiera hablar de la estúpida sanción que la FIA impuso a Fernando Alonso -de momento provisional- de 30 segundos al acabar la carrera por haber corrido con un retrovisor roto luego de un impresionante accidente en el que, aparte de hacer un caballito, rozó el guardarail. Haas, de modo oportunista, reclamó aduciendo que un coche debía tener dos retrovisores y que Alonso había finalizado con uno. Una chorrada, aunque la reclamación tal vez la hicieron hartos de que a ellos los hiciesen parar en situaciones parecidas -en su caso el borde del alerón- y a otros, como Alonso, no. Eso y además, el poder sumar más puntos. De hecho, Pérez se libró de parar con su alerón tocado. En ambos casos la FIA no tuvo prisa en sacarles bandera, a diferencia de con Haas en otras ocasiones. Como fuere, 30” son una barbaridad. Sin ir más lejos, por esa regla de tres, ¿que sanción ponemos a Russell y Stroll? El error del primero eliminó a Sainz al perforarle un radiador, mientras que Stroll provocó el espectacular accidente de Alonso, que no abandonó de milagro y que además pudo haberse hecho mucho daño. En ese caso a Russell le debían haber puesto un minuto de sanción y a Stroll no dejarle correr un GP, ¿no? Al fin y al cabo, lo suyo fue mil veces más grave. Y por supuesto, a Pérez otros 30” por correr con el alerón dañado. Con estas decisiones, la FIA se carga la poca credibilidad que le queda. Dicho esto, 5” pueden ser pocos para Russell, aunque está claro fue un error pero, en caso de reiteración, la sanción debería ser contundente, al menos de un stop y go de 10”.



Alex Palou se estrenó en un entreno oficial de F1. Se quedó con las ganas.


Tras comenzar por el final, vayamos al inicio. En esta carrera “debutaban” hasta cinco pilotos, nuevo récord, en los libres 1. Antonio Giovinazzi -este ya había corrido- con Haas, Logan Sargeant con Williams, Theo Pourchaire con Alfa Romeo, Robert Schawartzman con Ferrari y el español Alex Palou con Mclaren, hablando maravillas la prensa española -lógico- de él.

Fuera de los libres, que no aportaron nada, llegó la hora de la verdad. Magnussen, Ricciardo, Ocon, Schumacher y Latifi claudicaban primero y Albon, Vettel, Gasly, Zhou y Tsunoda después. Eso sí, Zhou había pasado el corte, pero por milímetros le anularon la vuelta, heredando Norris su lugar. Como ya he dicho otras veces, muy estrictos con unos límites a veces de modo innecesario, para luego levantar la mano en carrera. Yo creo que si fuesen igual de severos en carrera, esta daba un vuelco total. Al hilo de esto, no es lo mismo salirse de pista ganando tiempo claramente -saltarse una chicane- que ir por el exterior por milímetros en zonas donde antes había barra libre.

Dicho esto, a la hora de la verdad, dos eran los hombres en liza por la pole: Verstappen y Sainz, toda vez que Leclerc, con una sanción de diez puestos, no podía optar a ella. Hamilton se mostró muy incisivo, sobre todo en el primer intento, en el que Leclerc fue el más rápido, pero a la hora de la verdad no tuvo nada que hacer, acabando a seis décimas del poleman Carlos Sainz. Leclerc fue segundo -duodécimo con su sanción-, Verstappen tercero, Pérez cuarto -noveno por sus cinco puestos de penalización-, Hamilton quinto, con Russell, Stroll, Norris, Alonso y Bottas a continuación. Alonso caería a décimo cuarto -su querido número- por lo mismo que los antes citados, tras una Q3 no muy brillante, a diferencia de Norris y Stroll, que sacaron petróleo de sus monoplazas. Las sanciones ubicaron en primera linea a Verstappen y en segunda a los Mercedes. Zhou y Tsunoda, por motor y caja de cambios respectivamente, se ubicaban en las últimas posiciones toda vez que Ocon optaba por salir de boxes al no respetar el parque cerrado.



Diamante: Pole de Sainz el sábado. Piedra: embestido por Russell, abandona el domingo.


La pole de Sainz, tercera de su carrera, era la décimo segunda de Ferrari en un año, que igualaba así su récord del año 2004, aunque esta vez sobre más carreras. De hecho, tienen tres carreras para mejorar el registro. Charles Leclerc, por su parte, al igual que en 2019, acabará como piloto con más poles esta temporada, ya que ahora nadie -Max- podrá alcanzarlo.

A las nueve hora española y dos hora local, comenzaría la carrera, algo lógico. Lo que no lo es es retrasar la calificación a las cinco -medianoche en España-, que se lo miren los organizadores.

Como viene siendo habitual, el segundo le birló la cartera al primero, de modo que Carlos no pudo mantener su privilegiada posición. Pero lo malo vino en la primera curva, cuando un error de apreciación de Russell mandó a Carlos para casa al perforarle un radiador.

Así que tras la primera vuelta Vertappen estaba al comando seguido de Hamilton, Stroll, Russell, Vettel -gran salida-, Norris, Pérez, Gasly, Albon, Leclerc, etc...

La carrera, en la que se preveía una gran degradación, veía a Max comandar sin llegar a alejarse mucho de Hamilton, mientras que Russell se situaba tercero en la vuelta cinco tras superar a Stroll. Pérez lo haría en la siguiente estando Leclerc séptimo.



No ganó, pero Leclerc se divirtió en Austin.


De los de cabeza, en la vuelta trece Hamilton fue el primero en parar cuando estaba a 4”7 de Verstappen que, acto seguido, paraba. Sus posiciones -Max-Ham- eran segundo y sexto, intercalados entre coches que no habían parado, aunque el holandés ganó un segundo de ventaja en la parada.

Pérez, que iba en cabeza, y Stroll, cuarto, se detuvieron, dejando a Max primero, con Leclerc segundo sin parar a 3” y Hamilton a continuación a 6”3. El accidente de Bottas (vta.17) causaría la salida del coche de seguridad y pilotos como Leclerc y Alonso, que no habían parado, lo aprovecharon y así remontaron. De modo que cuando se reanudó la carrera en la vuelta veintiuno el orden era: Verstappen, Hamilton, Pérez, Leclerc -que de haber parado un poco mejor habría salido por delante del Checo-, Russell, Vettel, Stroll, Gasly, Alonso, etc...

El único cambio fue que Alonso se cepilló a Gasly y, acto seguido, en la recta de atrás, iba a hacer lo propio con Stroll que, al cambiar bruscamente de dirección, lo mandó a las “estrellas”. Caballito del Alpine y toque contra las vallas que no acabaron con el indestructible coche del español que, tras parar y reparar, se reincorporaba decimoséptimo y último. Coche de seguridad y vuelta a empezar.



A punto de despegar, Alonso acabó rozando las vallas. Pero ni con esas abandonó. 


Vuelta veintiséis y a falta de treinta, todo comenzaba de nuevo. Verstappen y Hamilton se marchaban, mientras Pérez y Leclerc se enzarzaban. Tras un fallido intento de exterior de Leclerc en la recta de atrás en el giro veintinueve, en la siguiente, esta vez por el interior, se colocaba tercero. Tras los cinco fantásticos: Max, Ham, Leclerc, Checo y Russell, iba un espléndido Vettel, como en sus grandes días, toda vez que Alonso recuperaba y se colocaba tras su compañero Ocon, que iba noveno justo cuando Hamilton, a 2” de Max, paraba en la treinta y cinco. Max paraba a continuación para defenderse, pero sus mecánicos fallaban y tardaban 11”1 y Max se reincorporaba quinto, tras Hamilton y Leclerc -que paró a la vez y lo adelantó en boxes- a medio segundo del Ferrari y a 7”3 del Mercedes. De modo que en caso de no haber fallado, Max incluso habría aumentado la ventaja. A todo esto, en Mercedes le pusieron duras a Hamilton, la opción más conservadora, mientras Charles y Max montaban medios, la opción más lógica visto lo visto, ya que no se degradaba tanto.

Y entonces pasó lo que dije al principio, duro pero breve duelo con el monegasco que, una vez superado en la vuelta treinta y ocho, dejaba al holandés a cuatro segundos y medio del inglés mientras Vettel seguía liderando. Superado por el inglés, Seb paró en la cuarenta y dos y se reincorporó décimo tercero al hacer sus mecánicos buenos a los de Max, al estar detenido nada menos que 16”8. De haber parado con normalidad, habría podido salir incluso por delante de Alonso, autor de una gran remontada tras su “galleta”, marchando entonces en séptima posición por delante de su compañero Ocon.



A diferencia de antaño, Vettel no estuvo fino en calificación. Pero brilló de lo lindo en carrera.


Max ya estaba a 3”5 de Ham y lo pasó ocho después del modo antes descrito. En cabeza acabó la carrera, ya que no hubo más cambios, manteniéndose inamovibles los cinco primeros: Verstappen, Hasmilton, Leclerc, Pérez y un Russell que había perdido comba pero que, con parada gratis, paró en busca de la vuelta rápida, que consiguió.

Magnussen, que llegó a rodar sexto con un único cambio de neumaticos, claudicó ante Alonso, Norris y, en la última vuelta y al final de la misma, ante Vettel, finalizando en novena posición por delante de Tsunoda. Alonso no fue sexto, ya que sin neumáticos, tuvo que ceder en la anteúltima ante Norris, de modo que fue séptimo. Un resultado inimaginable visto lo que le sucedió en carrera. Luego vino la reclamación sin sentido y oportunista de Haas y después, unos comisarios inéptos que lo sancionaron con 30”, sacándolo de los puntos. De hacerse fija la sanción, Esteban Ocon heredaría el último punto, y no Gasly, que también fue sancionado por chorradas.

El francés, en su caso, por dejar demasiada distancia entre cochas tras el “safefty”, fue sancionado con 5” y luego con 10” más al no cumplir bien esta sanción, en este caso por un error del equipo. Lo primero, sancionar con 5” por la parida del coche de seguridad, no a lugar pero, en caso de hacerse, ¿por qué no se obró igual con Pérez en Singapur? En ese caso, tal vez Leclerc hubiese conservado ruedas en lugar de atacar y así, poder imponerse en la prueba. Eso sin contar que hubo reiteración y, en ese caso, otros 5” adicionales, o 10” siguiendo el criterio aplicado en Austin, hubiesen privado al Checo de su merecida victoria. Algo así comentó Mattia Binotto, al que en Austin la FIA ha querido dar la razón, aunque yo no lo comparto. De cualquier modo, la FIA debe actuar de forma coherente y con un criterio. No es serio que ante la misma infracción se actúe de forma distinta según le de el aire al comisario de turno. En mi opinión, en Singapur hasta sobró la sanción pero, si lo suyo por reglamento es aplicarla, mientras no se cambie el reglamento, ha de aplicarse. De modo que, ¿en qué quedamos?



De nuevo en la cumbre, por unas vueltas pareció Hamilton podría ganar. Por unas vueltas...


Por cierto en algunas carreras, por eso de conservar neumáticos, algunos pilotos no fuerzan y mantienen una pequeña, pero confortable ventaja. Bien vale, pero en caso de fallo en boxes, se pierde todo. ¿No es mejor, si es posible, aumentar el margen? Recuerdo a Vettel en 2011 tener ritmo para largarse y contentarse con mantener dos o tres segundos. Nunca me gustó, porque en caso de errar en la parada, pasa lo que vimos en Austin. Y viendo como Max se recuperó, y como fue al principio, creo tenía ritmo para haberse alejado más en las once vueltas que dispuso tras la última reanudación.

Con Max y RB como campeones, se llega en siete días a Méjico, con el Checho luchando por el subcampeonato, pero con más ganas de ganar en casa que de ser subcampeón. ¿Le ayudará Max o irá a por el récord de triunfos en un año? Eso si Ferrari y MB se lo permiten. Lo veremos muy pronto.




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