lunes, 13 de marzo de 2023

El señorío de Ferrari

 



                           ¡Gracias Bernie!




Y gracias también a Mercedes, Red Bull... y Mclaren, al menos la Mclaren de Ron y, por supuesto, Renault.

Todo esto viene a cuento de unas recientes declaraciones del ex-mandamás de la F1, Bernie Ecclestone, en las que habla del “Crashgate” de Singapur 2008 diciendo lo que muchos pensamos: que esa cita nunca debió contar para el campeonato del mundo, y que ya lo sabían desde el primer momento y lo ocultaron “por el bien del deporte”, o simplemente por el suyo, o por no tener polémica. Y bien es sabido que, de no contar esa cita, el campeonato habría cambiado de manos: de las de Sir Lewis Hamilton a las del no Sir Felipe Massa.

Cuando se destapó el caso, cuando se fue de la lengua Nelsinho Piquet, despechado por haber sido licenciado de Renault, salieron más datos a la luz: que ya se sabía -o sospechaba- desde el principio, pero que lo dejaron correr. Y por si había dudas, Bernie lo confirmó con sus recientes declaraciones. Lo que el organismo rector debía haber hecho era investigar y, una vez hecho esto, sancionar duramente a TODO el equipo Renault, no sólo a dos cabezas de turco: Briatore y Symonds, en primer lugar y, en segundo, eliminar la carrera del calendario, lo mismo que se hizo en 1980 con la del Jarama y con la de Sudáfrica de 1981. No lo hicieron.



Firma del pacto de la concordia de 1987 en Maranello: Ecclestone, Balestre, Enzo y Piero Ferrari y Franco Gozzi.


Y si Ferrari sospechó algo, nunca dijo nada y, cuando todo salió a la luz, tampoco. Ninguna queja del titulo arrebatado por la bromita de Renault. Sólo Massa alegó, sin mucha convicción, llevarlo a los tribunales ordinarios. Derecho tenía, que no lo hiciera le honra, lo mismo que a Ferrari, que mantuvo una posición de lo más digna.

En mi opinión, quitar ya pasado el año el título a Hamilton me parece fuera de lugar, se ha de actuar rapidamente, y si no, por injusto que sea, debe prescribir. Lo que hicieron con Amstrong en el Tour no tiene sentido, ni debe repetirse.

Por ejemplo, en el tercer título de Vettel, el de 2012, Ferrari pudo reclamar porque el teutón adelantó bajo bandera amarilla y la correspondiente sanción les hubiera dado el título a ellos. Ferrari no reclamó en el momento, pero lo señaló al día siguiente de la finalización de la carrera, aclarando que no pensaban tomar ninguna medida, pese a lo cual, en RB se rebotaron. Tal vez pudieron remover más la cosa, pero no lo hicieron. Tal vez se dieron cuenta de que al no haber reclamado en su momento, no había nada que hacer. ¿Hubieran reclamado como hizo Mercedes en Abu Dabi 2021 con Masi? ¿O cómo hizo Mclaren en 2007 con la temperatura de la gasolina de BMW y Williams? Todo ello para hacerse con el título, aunque los jetas de Mclaren dijeron que era sólo para aclarar la norma... Pues no sé si Ferrari, con todo el derecho del mundo, hubiera reclamado o no -lo mismo no se dieron cuenta- pero luego no se estuvieron lamentado hasta la saciedad como Mercedes y Hamilton, cuya pataleta de 2021 aún colea. Otro punto a su favor.



Inicial y posteriormente, Massa y Ferrari aceptaron la derrota de 2008 con una clase que ni Hamilton, ni Mercedes, demostraron tener, sino todo lo conrario, en Abu Dabi 2021.


Tampoco se lamentaron y reclamaron cuando la FIA, en varias ocasiones, decantó la balanza a favor de Mercedes, como en Italia 2015 y Canadá 2018. El primero por la presión ilegal de las ruedas y el segundo por una salida de pista de Vettel que, en análogas circunstancias, a Ham se lo pasaban por alto; como tampoco reclamaron a Red Bull una sanción de 10” a Checo Pérez en Singapur 2022, que legalmente era lo que le tenían que haber metido, y no hicieron, aunque fuese por una chorrada. Pero si se regulan chorradas, se tienen que aplicar, sino, que se quiten.

Y con Mclaren, lo más destacado y execrable, lo acaecido en Spa 1998, cuando Coulthard provocó el accidente de Schumacher cuando este le iba a coger vuelta, o la exclusión a Mansell del GP de España de 1989 por no ver una bandera negra en Portugal que Senna, que lo precedía, tampoco vio.

Y a esto podríamos añadir el cambio de los Pirelli en 2013 a media temporada, cambio que beneficiaba a Red Bull y los perjudicaba a ellos y a Lotus... ¡y lo que me dejo en el tintero!

Cierto que Ferrari no es una hermanita de la caridad, también tiene lo suyo. Reclamaron todo lo que pudieron y más a Renault en 2006, sin contar con la actitud, al límite y más allá de él, de su piloto estrella, Michael Schumacher, durante sus años en la Scuderia, a lo que habría que añadir las irregularidades de su motor en 2019, que se resolvió entre bambalinas de forma en absoluto transparente, alimentando, con toda la razón, trato de favor. O como cuando amenazaron con irse de la F1 a la F-Indy, aunque en este caso sólo pedían les dejasen usar motores V12, en lugar de la absurda limitación de atmosféricos de 8 cilindros que pretendía la FIA de cara a 1989. Ganaron y usaron sus legendarios y emblemáticos V12 y, gracias a ello, Honda y Renault se decantaron por los V10, que demostraron ser la mejor opción.



Ferrari 637, el Ferrari de la Indy que hizo temblar los cimientos de la F1.


Y seguro hay más, pero a lo que me refiero, es que nunca se las dan de victimas, ni andan llorando a quien les quiera escuchar, por los títulos que pudieron ganar y no hicieron, como el de 2008, al estilo de Mercedes y Hamilton, ni amenazan cada dos por tres con irse, como Red Bull, ni reclaman paridas para hacerse con el título, como Mclaren con la temperatura de la gasolina, etc...

Por eso agradezco las palabras de Bernie. Muchos ya lo sabíamos, pero se agradece alguien de su categoría y posición, lo recuerde.


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