miércoles, 22 de marzo de 2023

GP de Arabia Saudita 2023

 



                          Poker del Checo




Checo Pérez ya ha ganado en cuatro trazados urbanos del mundial: Yeda, Baku, Singapur y, el más emblemático: Mónaco. Australia, Abu Dabi, Miami y el nuevo de Las Vegas tendrán que esperar. Con su triunfo en el trazado corto de Baréin ya suma cinco, nada mal para un piloto que antes de su primer triunfo estaba fuera de la F1 y que ahora está en su mejor momento.

Gran victoria del Checo, pero difícil saber si es la mejor de todas ellas, al fin y al cabo, la de Montecarlo el año pasado fue sin problemas mecánicos de Max, aunque el holandés se quejase amargamente de no poder realizar su último intento de vuelta entonces -de ahí dicen su cabreo con Checo en Brasil 2022-, tras el trompo de su compañero, un compañero que lo había superado hasta entonces. Me recuerda este equipo Red Bull de Max y Checo al Ferrari de Schumi y Barrichello. Los unen ciertos paralelismos: al mejor coche se le une un genio -Max- con todo el equipo volcado en él, y un número dos, el Checo, muy bueno. Y aunque les dejen correr, está claro en quién depositan la confianza. Checo lo está apretando pero, ¿podrá hacerlo durante un año entero? Rubens no pudo. Casos similares que sí pudieron: Webber con Vettel en 2010 en RB y Rosberg con Hamilton en MB, llegándole a ganar el título en 2016.

Volviendo a Arabia, en Yeda, sin embargo, Mad Max parecía intratable hasta que un palier lo alejó de la lucha por la pole, dejándolo fuera de la Q3. Sin tiempo, partió décimo quinto. Checo Pérez no lo desaprovechó, haciéndose con la pole. Una pole que, visto los tiempos de los libres, pensaba no sólo iba a mejorar la de 2022, sino la de 2021. Pero ni lo uno, ni lo otro. Tampoco mejoraron en ritmo de carrera. A todo esto, unos libres muy raros.



Podio 100 de Alonso en su carrera 358. Este año podría volver a ganar.


En carrera Pérez se repuso de su mala salida y de no ser por un coche de seguridad que los reagrupó a todos, se habría paseado. De ese modo, Verstappen, que había ido recuperando hasta el cuarto lugar, vio como la desventaja se desvanecía, recuperando de golpe los más de 20” que lo distanciaban de la cabeza.

Tras la reanudación, en cuatro vueltas se puso segundo, a 6” de su compañero, faltado la mitad de la carrera. Fue a por él, pero no lo alcanzó. Quizá era un pelo más veloz, pero insuficiente para alcanzarlo. De ese modo, arrojó la toalla, aunque se guardó un as para el final, marcando la vuelta rápida en la última vuelta, pillando desprevenido a Pérez. Y eso lo mantiene como líder en solitario por un punto.

Alonso fue tercero, logrando un emotivo y merecido podio número 100, librándose de una sanción estúpida tras cumplir otra. La cosa fue así, Alonso se situó mal en parrilla y le cayeron 5” que cumplió en su primera parada, pero un gato tocó el coche y Mercedes reclamó justo al final para no dar margen de maniobra al español. De ese modo la tercera plaza la “heredaba” George Russell, para perderla poco después cuando los comisarios se la devolvieron a Fernando. ¿Retorcieron el reglamento? ¿Se lo saltaron para devolvérsela? Quizá, pero es que la segunda sanción era de una estupidéz mayúscula, un sinsentido. ¿Un mecánico se apoya en el coche y lo consideran trabajar? Pues eso, no hubo trabajo y se impuso la lógica.



Negro sobre blanco para Russell. Superó a Hamilton, estorbó a Sainz y quiso "robar" el podio a Alonso.


Sobre la primera sanción, poco que decir, estaba mal situado. Pero una cosa es situarse mal -a un lado, en su caso, y otra adelantado. Llama la atención una sanción por un posicionamiento en el que no se gana nada y otros, como el de Verstappen en Mónaco 2021, con las ruedas por delante de la linea que delimita posición, con la que sí se ganaba algo, libre de sanción. Y eso era y es mucho más grave. Si empezamos a sancionar esto de Alonso, cualquiera que se cruze o desplaze un poco, cosa relativamente habitual, será sancionado. Veremos si hay más casos, tras los d Alonso y Ocon este año.

Pero Fernando, que lideró las tres primeras vueltas, se rehízo, sacó más de 5” a su perseguidor, Russell, y así no perdió la posición en boxes. Luego le metió otros cinco que, de haberlo necesitado, hubieran podido ser diez y, en ese caso, la reclamación de Mercedes no habría servido de nada. Gran ritmo de Fernando y nuevo ridículo de Mercedes, que demuestran, una vez más, su escaso señorío. Para los que los vimos correr en el DTM contra Alfa y luego como motoristas en Mclaren, tenemos muy presentes los hechos de Singen 1995 y Spa 1998, sin olvidarnos del espionaje en 2007 a Ferrari. El equipo Mercedes es, simple y llanamente: marrullero, de los peores perdedores que hay en la F1. Totalmente antideportivos.

Y de Mercedes, que fue el tercer equipo, decir que Russell dominó a Hamilton sin paliativos pero que, aparte de casi subir al podio sin merecerlo, se libró de una sanción más que merecida en la calificación cuando estorbó a Sainz en su vuelta rápida. Curioso, a Alonso le llamaron la atención por salirse de pista para no estorbar en los libres en la misma zona y a George, que no lo hizo y estorbó en la cuali, le dejaron irse de rositas. Nada extraño para una F1 que deja sin sancionar hechos como los de Hamilton en México 2016, cuando se saltó, en la salida, tres curvas. No sorprende, pero es lamentable.



Intocable a una vuelta, las circunstancias perjudicaron a Leclerc en carrera, que no pudo con Sainz.


Como lamentable es la fiabilidad y ritmo de los Ferrari. Siempre nos quedará que es el coche más bonito y que deportivamente no hacen las marrullerías de otros, vean sino Singapur 2022 con la victoria por medio o, mejor aún, mi artículo: “El señorío de Ferrari”, de ese mismo año.

Leclerc fue un cohete en calificación, demostrando sus innatas cualidades de sprinter, siendo quizá, el piloto más rápido a una vuelta. Pero de poco le sirvió su exhibición personal, porque con la sanción que traía de Baréin de diez puestos, tuvo que salir atrás décimo segundo. De los primeros todos partieron con medios menos Hamilton -duros- y él, blandos. Su ritmo fue muy bueno, mejor que el de Sainz con medios. Luego pararon muy pronto -sigo sin entender el por qué- y tuvieron un coche de seguridad que no les ayudó. Así todo, poco habría cambiado, aunque tal vez hubieran podido superar a Hamilton. Como fuere, tras la parada, se encontró tras su compañero Sainz y, a igualdad de neumáticos, su ritmo fue equivalente y no lo pudo inquietar en ningún momento. Y parece no le hizo mucha gracia...

El momento del día lo dio Lance Stroll en la primera vuelta, cuando le hizo un exterior fabuloso a Sainz en la 13, una horquilla de 180º. Pero luego no hizo nada más destacable. Picó e anzuelo de Ferrari y entró a boxes muy pronto, para posteriormente abandonar provocando la la salida del coche de seguridad, él único que hubo. Y hete aquí otro detalle, puso duras e iba lento. Un motivo más para no parar en Ferrari. Y pararon. Como consuelo que hicieron la parada más veloz en 2”1 y que, visto lo visto, el resultado dificilmente hubiera sido mejor.



Buena carrera de los Haas, sobre todo de Magnussen -el primero- que se llevó el último punto.


Tras los mencionados, acabaron los Alpine de Ocon y Gasly, demostrando ser el quinto equipo tras Red Bull, Aston Martin, Mercedes y Ferrari, aunque estos tres últimos están bastante cerca entre si.

En una buena lucha con Tsunoda, Magnussen arrancó el último punto para Haas, toda vez que su rapidísimo -de momento a una vuelta- compañero Nico Hulkenberg, parece ir mejorando en carrera.

Y poco más que añadir de interés, a excepción de que Mclaren, pese al fallo de Norris en cuali, se mostró muy veloz en entrenamientos, pero en carrera su nivel bajó muchos enteros, siendo de los más lentos.

Nos vemos en las antípodas.

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