lunes, 21 de agosto de 2023

Parón veraniego

 



          La única forma de parar a Verstappen





Y a Red Bull, claro, ya que sin lo uno, no hay lo otro. Esta temporada es la segunda de los coches ala, que no de efecto suelo, ya que esta es una propiedad de cualquier cuerpo que, al desplazarse genera una diferencia de presiones encima y debajo de él. Dinámica de fluidos.

Y es como la anterior pero en peor. Peor porque Red Bull no tiene ninguna oposición, al menos el año pasado Ferrari plantó cara al inicio, aunque luego se diluyera. Y peor porque Ferrari no está y no nos engañemos, la mayoría siguen -seguimos- a Ferrari.

Red Bull tiene una ventaja irritante, y digo irritante porque no es insultante. Muchas veces los rivales están cerca, pero les falta un pelo para poder ganarlos. No es como el dominio de Mercedes antes y, antes aún, el de Ferrari, en el cual la ventaja era abrumadora. Esta ventaja es menor y, de hecho, en carreras como la de Barcelona, Mercedes era tan bueno, incluso mejor, que Red Bull, no hay más que ver como remontaron más los MB que el RB de Pérez. En Mónaco, con un poco de fortuna -la pole o no hacer un cambio de ruedas innecesario- podrían haber dado el triunfo al Aston de Alonso y, en Silverstone, los Mclaren de Norris y Piastri apretaron -sobre todo el primero- de lo lindo a Max, un Max que, como el año pasado, vio como en las primeras carreras su compañero Pérez ponía en duda su jefatura. Pero dónde el año pasado el Checo dio una lección a Max, en Mónaco, este año, tras dos brillantes e incontestables triunfos -Arabia y Baku- empezó su calvario. Total, que red Bull no mete un segundo por vuelta a sus rivales, ni monopoliza primeras lineas y demás, pero no falla, y eso irrita más que un dominio insultante, porque parece puedes alcanzarlos...pero no.



Y cuando no gana, Hamilton se queja de su mala fortuna. Precisamente él, el más laureado.


Ferrari pasó de segundo equipo y de reinar los sábados, a la nada, o casi nada, tres de podios y un par de poles, todo de Leclerc, y gracias, cebándose la mala fortuna en Sainz, aunque visto la escasa competitividad del coche, lo mismo da.

Mercedes no confirmó los progresos que mostró a finales del año pasado y siguen en su linea -ellos y Hamilton- de lamentar su mala fortuna, olvidando que han disfrutado de la era de dominio más prolongada de la historia de la F1, desde 2014 a 2021, este último año ya con la férrea oposición de Red Bull. ¡Y ahora se quejan del dominio de los energéticos! Hay que ser muy caradura y desmemoriado para hacerlo, pero nada, van y te lo cascan y se quedan tan campantes.

Aston Martin ha sido, es y será la sorpresa del año. Durante mucho tiempo han ido segundos en la clasificación, han logrado seis podios y pueden acabar terceros del mundial, todo depende de su final de temporada y el de Ferrari. El equipo ha trabajado de maravilla, pero sin Alonso, que ha estado colosal, el rendimiento hubiera sido mucho menor y no habrían tenido ni la mitad de repercusión. La treinta y tres podría llegar, aunque a medida que pasan las carreras, esta se ve más lejos por la merma en prestaciones del Aston. A ver que tal tras el descanso.

Tras un inicio irregular, a veces pésimo, Mclaren resurgió en Inglaterra y Hungría con fuerza -algo menos en Bélgica- y podrían obtener algún buen resultado en el final de temporada. ¿Una victoria quizá? Tanto ellos, como los antes citados, si evolucionan bien, tienen opción a ello y, de ese modo evitarían el pleno de Red Bull, algo nunca visto en la historia de la F1. Marchan quintos y es difícil pasen de ahí, pero con tantas carreras por delante, todo es posible.



El fichaje de Alonso por Aston ha supuesto un nuevo amanecer en la carrera del asturiano.


El resto a comerse las migajas, con una Alpine en desbandada -despidos y demás-, que marcha sexta y ahí se quedará, aunque siempre podrá lograr algún buen resultado cosa que, a priori, el resto no. Léase resto como: Williams, Haas, Alfa y Alpha. De Williams destacaría sobremanera a Alexander Albon, que está poniendo al Williams en posiciones que no le corresponden. Haas destaca en calificación, sobre todo con Hulkenberg -y más con la pista traicionera-, toda vez que en carrera no aguantan el ritmo -ni la degradación- siendo en este aspecto más competitivo Magnussen.

Alfa y Alpha, Romeo y Tauri respectivamente, poco tienen que destacar, aunque dada la relativa igualdad que hay, a veces están bastante arriba. De Alfa me quedo con la vuelta rápida de Zhou en Baréin y de Alpha con el regreso de Ricciardo tras el despido fulminante de de Vries. Y es que la escuela Red Bull es implacable y, algunas veces, injusta, sino que se lo digan a Alguersari y Buemi.

Y poco más que decir, Max y RB a lo suyo, pero los demás intentarán pararle los pies, y como lo hagan en su casa, no le va hacer ni pizca de gracia.


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