martes, 28 de mayo de 2024

GP de Mónaco 2024

 



              El Principito gana en el Principado





Charles Leclerc, apodado en Italia “el Principito”, no sé si con algo de mala leche, logró imponerse en el GP de su casa, siendo el primer monegasco en ganar el GP de Mónaco de F1, aunque no el primero en ganar en las calles del Principado, ya que en 1931 su compatriota Louis Chiron, con Bugatti, también ganó, sólo que entonces no había mundial de F1, ni F1, pero sí Grandes Premios, lo que serían su equivalente, su precursor.

Tras seis intentos y tres poles, al fin Charles Leclerc se imponía en su GP más deseado de forma más que merecida, aunque sólo fuera por la mala suerte que ha tenido en su tierra hasta ahora. El absurdo del reglamento actual le impidió participar en 2021, cuando realizó la pole, a causa de una avería tras estrellarse en la calificación y, un año después, la lluvia y la falta de sentido táctico de su equipo -y suya también- le hizo desaprovechar la segunda pole en casa. Este año no hubo nada que lo apartase de su triunfo, es más, lo aburrido de la carrera, en la que apenas hubo adelantamientos, con los diez primeros de parrilla acabando tal cual, caso inédito en la F1, parece que se aliaron para que Charles no tuviese ningún problema más allá de llevar el coche a la meta. Y sin correr demasiado, porque no hacía falta, ya que había que conservar neumáticos. Estilo a lo sucedido en 2013, en la que todos fueron conservando. Lo malo es que eso casi siempre es un clásico aquí. Una lástima.

Los libres, salvo con Lelcerc, fueron engañosos, ya que Alonso parecía en condiciones de estar entre los cinco o seis primeros y Hamilton ser un candidato a podio, incluso a luchar por el triunfo, pero nada de nada.

En Q1, por un poco de mala suerte con el tráfico, y por no hacer un buen tiempo antes, todo hay que decirlo, Fernando Alonso no pasó el corte. Junto a él: Sargeant, Pérez -otra sorpresa negativa- y los Sauber de Bottas y Zhou. Ocon, Hulkenberg, Ricciardo, Stroll y Magnussen fueron los que se quedaron en Q2.



Piastri fue el que más apretó a Charles con el Mclaren-Senna que parecía un Minardi por delante y Benetton por detrás.



La Q3 fue muy emocionante y ajustada, pero se impuso el favorito, Charles Leclerc por apenas décima y media ante Piastri, que fue una de las sorpresas. Sainz se rehizo de sus malas sensaciones para ser tercero por delante del otro Mclaren, el de Norris. Russell fue quinto precediendo a Verstappen, teniendo este que abortar su último intento al tocar con el raíl en Santa Devota. Hamilton, Tsunoda, Albon y Gasly completaron los diez primeros, siendo la primera vez en el año en la que se metían Williams y Alpine entre los diez primeros.

Destacar que los once primeros fueron más rápidos que la pole de Verstappen del año pasado y que Leclerc se quedó a sólo una décima del récord de la pista en posesión de Lewis Hamilton desde 2019. Yo pensaba podría caer, incluso bajar al 1´09, pero no fue el caso. Tal vez el año que viene.

Después de los entrenamientos los Haas fueron descalificados y mandados al fondo de la parrilla por irregularidades técnicas en la apertura de su DRS. Se reconoció no hubo intención de hacer trampa y que dichas irregularidades no afectaban -mejoraban- el rendimiento, pero al estar los coches ilegales, no hubo piedad, a diferencia de con los Ferrari en Malasia 1999 o del Mclaren de Berger en Canadá 1992, ganadores de dichos GGPP no estando sus coches legales y, al igual que los Haas, ni hubo intención de hacer trampa, ni su ilegalidad suponía ventaja alguna. Pero todo depende de quién seas, la situación en la que te encuentres y de quien te juzgue.



La masacre de K-Mag que destruyó el RB de Pérez. Por suerte, todos sanos y salvos.


También me sorprendió que Hulkenberg no fuese sancionado tras estorbar a Ocon. Cierto que lo hizo de forma involuntaria y que había poco sitio para apartarse -esto es Mónaco-, pero la verdad es que lo molestó más que en el GP pasado Piastri a Magnussen. Quizá no hubo sanción por ser la primera vez-no hay reiteración-, y porque no influyó en el resultado de Esteban. Si es así, me parece correcto.

La carrera, con Charles en pole y en seco tenía buena pinta. Los cuatro primeros partían con medios en una carrera a una parada. En la arrancada Sainz casi pasa a Piastri, pero no pudo con él. Pareció no querer arriesgar en la primera curva, pero por lo visto no podía apurar más. Y así todo tuvieron un leve toque en el que el 90% de las veces no pasa nada. Pero pinchó y parecieron haber finalizado ahí sus posibilidades. Pero no, gracias a Magnussen, que se chocó con Pérez al meterse en un hueco inexistente, se sacó la bandera roja. En el accidente, el coche descontrolado de Pérez se llevó al de Hulkenberg, quedando de ese modo tres pilotos fuera. Bueno, cuatro, ya que Ocon realizó un arriesgado adelantamiento a su compañero en Portier, tocándose y dañando tanto su coche que en los casi 40´ de bandera roja, no lo pudieron reparar. Esteban´s style. Y es que el tipo tiene la mala costumbre de liarla con sus compañeros sin necesidad, sino que se lo digan a Pérez y a Alonso. En su favor decir que, dadas las escasas oportunidades de adelantamiento, era quizá su única oportunidad de progresar. En su contra, que era su compañero. Suerte de que no se quedaron los dos ahí. Otra cosa que no fue lógica es que la FIA sancionase a Ocon -la cumplirá en Canadá- y no a Magnusssen. Vale que fue primera vuelta, pero creo que ambos casos merecieron castigo, más aún el de Magnussen, que eliminó a dos coches de la carrera, aparte del suyo. Ocon, por su parte, se autoeliminó, de modo que ya tuvo castigo. Quizá la FIA no quería que K-Mag se perdiese una carrera, pero si no quieres que eso suceda, no metas un carnet por puntos.



Ocon fue muy optimista, y agresivo también, con su compañero.


En la segunda salida Sainz recuperó su tercer lugar al no haber pasado todos los pilotos -faltaba Zhou- por el primer sector, tomándose las posiciones que había en la segunda linea del coche de seguridad. Para eso también podían haber dejado los puestos de la salida, digo yo. El único beneficiado, aparte de Sainz, fue Stroll, que había pasado a Ricciardo. Algunos -los de Mclaren- no se mostraron de acuerdo con esta decisión, en este caso de modo parcial, no por lógica. De cualquier modo, antaño, cuando había bandera roja, si no se habían dado dos vueltas de carrera, esta se reiniciaba de cero con las posiciones iniciales y, en caso de más vueltas, con la de la anterior a la detención, así que no veo motivo alguno de molestia, ya que en este caso se trataba de un inicio nuevo. Otra cosa hubiera sido de haber sucedido con varias vueltas lanzadas, en cuyo caso no hubiera sido justo recuperase la posición. Como tampoco lo es, y no me canso de repetirlo, permitir cambiar ruedas y reparar en bandera roja sin sanción alguna. Si tocas el coche, al fondo del pelotón. En este caso, al ser la salida, veo normal dejar mantener posiciones, reparar y demás.

Y como se puede hacer eso, se hizo, aprovechando esa laguna reglamentaria. De ese modo casi todos cambiaron ruedas -los de medias por duras y viceversa- con la intención de hacer la carrera sin detenerse, ya que la FIA sólo obliga a usar más de un compuesto, no a que te detengas a cambiarlo.

De esa guisa se inició la carrera, sin más cambios salvo que en la segunda salida Alonso superó a Ricciardo y Bottas a Sargeant. Leclerc impuso el ritmo que le dio la gana, entre 3” y 4” más lento de lo que podía con el claro interés de conservar ruedas -y posición- hasta la meta, como así fue.

Bottas se detuvo a cambiar ruedas en la catorce y se reenganchó a la cola sin problemas marcando la vuelta rápida del momento casi 2” más veloz que cabeza de carrera.



La poca vidilla en cabeza la pusieron Max y Ham al cambiar ruedas.


Y en esta cabeza de carrera, Ferrari y Mclaren, como en los viejos tiempos, lideraban, con Russell, Verstappen y Hamilton perdiendo comba. Tsunoda, Albon, Gasly y Stroll hacían lo propio con los antes citados y Alonso, Ricciardo, Sargeant, Zhou y Bottas con estos. En este caso Alonso hacía labor de equipo para que Stroll tuviese hueco para hacer una parada gratis.

Y ese hueco con parada gratis era lo que podía aprovechar Norris en caso de que Russelll cediera mucho tiempo. Rozó dicho margen, pero Sainz ralentizó delante de él lo justo para que no se abriera esa ventana, una ventana que tenía en caso de coche de seguridad, pero este no apareció.

Era la vuelta cincuenta cuando Stroll paró gracias al hueco por Alonso creado y, dos después, lo hizo Hamilton, que hacía mucho tiempo que lo tenía con Tsunoda. Estaba a 1”8 de Max, y este a lo mismo de Russell. Al intento de “undercut” de Mercedes respondió Max parando en la siguiente tras haber acelerado en su vuelta de entrada. Mercedes pudo haber usado a Russell para parar a Max y detenerse a la vez, con lo que Lewis los hubiera podido pasar a ambos y, de paso, dejar parada gratis a Norris. Pero no lo hizo y Lewis no pudo superar al holandés y, como los doblados primero y el acelerón de Russell después -aparte de la ralentización previa de Carlos- no dejaron ventana de parada a Norris, en cabeza no hubo ningún movimiento, ni emoción. Por detrás sí, con Max y Lewis repartiéndose las vueltas rápidas -al final se la quedó Ham-, toda vez que fundían la distancia que los separaba de Russell, el cual, con medias, parecía presa fácil, al menos para Max. Pero una vez este lo alcanzó, aguantó el tipo y luego aumentó el ritmo de forma sorprendente, siendo ocasionalmente el más rápido en pista -sin contar los que cambiaron ruedas-, para mantener a Max a raya. Traducción, que de haber podido poner Norris ruedas nuevas, no hubiera podido adelantar a Sainz.



Una bandera roja salvó a Sainz en Mónaco. 


Y así, tal como salieron los diez primeros, sin ningún adelantamiento, acabaron, en un GP de Mónaco la mar de aburrido. Menos mal que Lewis cambió ruedas, que si no…. Claro que si hubiera habido algún coche de seguridad, como cuando tocó el raíl Stroll a la salida del túnel, la historia podía haber sido diferente. Pero como en los cuentos, el hada buena impidió que eso sucediera, no fuera que el “Principito” se quedara sin el triunfo en “su” Principado.

La ceremonia de premios de Mónaco, en la que antaño no había podio, siempre me ha parecido la más anodina de todos. Este año, con el triunfo de Leclerc y con el Príncipe Alberto saltándose el protocolo -la situación lo merecía-, regando con Champan a los pilotos, me gustó mucho.

Merecida victoria de Charles y de Ferrari que abren la ventana, justo a los buenos resultados de Mclaren, a que haya campeonato. Lo veremos en las próximas citas, ya que quedan muchas, dieciséis concretamente, lo que antaño era una temporada completa. Y eso a pesar de que ya llevamos ocho, nada menos.

Antes de despedirme de cara a Canadá en el Gilles Villeneuve, debo decir que me gustó el gesto de Mclaren pintando sus coches con los colores del casco de Senna, en su memoria. Pero más allá de ello, que siempre me gusta, me gustó porque dichos colores: amarillo, negro y verde, hacían que al ver un Mclaren de frente, me recordase a un Minardi de 1988 o 1991, por su combinación negra y amarilla y, al verlo por detrás, por el verde y el amarillo, a un Benetton de 1992-93.





Hasta Canadá, donde tendremos más pistas sobre si hay, o no, campeonato.

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