domingo, 24 de julio de 2016

GP de Hungría 2016

                        Magiar Hamilton








El GP de Hungría es la carrera que marca el ecuador del campeonato, de hecho lo marcará a mitad de gran premio, ya que al tener este año un número impar de carreras no hay mitad exacta.
Lo más destacable antes de la celebración de esta carrera fueron las declaraciones de Sebastian Vettel al respecto de las ayudas por radio a los pilotos y la de las supuestas “no vacaciones” de Honda.
Vettel decía que los coches son muy complejos y que no dar información acerca de determinados parámetros por radio era una idiotez, que sí querían evitar eso se tenía que volver a los cambios manuales y al uso de mucha menos tecnología. Tiene toda la razón el germano. Y añado, Rosberg por recibir información de como “reparar” el coche, que no es ninguna ayuda a la conducción, fue penalizado con 10 segundos y su lugar lo heredó Verstappen, el cual tuvo dos salidas de pista en las que apenas perdió tiempo gracias a las enormes escapatorias. Rosberg no se salió de pista nunca, entonces ¿quien de los dos tuvo ayudas a la conducción? Para mí está claro y ojo, esto no es contra Verstappen que no tiene culpa alguna, sino contra un reglamento mal hecho.
En referencia a Honda, he leído -tal vez sea un bulo- que pensaban no irse de vacaciones y que el periodo obligatorio era para fabricantes de chasis, no de motoristas, ¡tócate los huevos!, y que Renault y Ferrari, al estar “de otra manera” no les incluía.
Supongo que se tratará de una de tantas noticias absurdas, pero por si acaso no lo es, lo comento. Para empezar, las vacaciones forzosas, así como otras muchas cosas (régimen máximo, consumo, etc...) desconozco como se las apaña la FIA para controlar que se cumplan, pero al respecto de las vacaciones, es para que los equipos descansen prohibiéndoles trabajar en el desarrollo del coche. Ahí van todos incluidos. Motoristas también. ¿Por qué Honda no? Vaya una mamarrachada, eso sería darles ventaja. Por cierto, que a Mercedes no lo incluyeron en la noticia, como si ellos no se fabricasen sus propios motores.



El coche de seguridad de nuevo por sus fueros en los entrenos. Nos pasamos de seguros para lo que queremos.



El circuito estrenaba reasfaltado, aunque no se notó gran diferencia, al menos en cuanto a los tiempos por vuelta. La FIA por su parte prometía ser más severa con los pilotos que no respetasen los límites del circuito. A ver si lo hacen bien, porque de estos uno se puede esperar cualquier cosa. En esta carrera la cosa pareció funcionar.
Los libres del viernes vieron un accidente sin consecuencias de Hamilton mientras que Rosberg, recién renovado, marcaba territorio. Los Red Bull se mostraban fuertes al igual que los Mclaren, que ya poco a poco van mostrando su nivel: el que se suponía que deberían haber tenido hace un año. Ferrari, justa ganadora aquí el año pasado, estaba al acecho.
Los meteorólogos daban lluvias para el viernes y lunes, pero el viernes no llovió, a diferencia del sábado, que sí lo hizo.
Ya sabemos lo que pasa cuando llueve, que nos la cogemos con papel de fumar y no se corre. Bueeeeno, vale, al final se corrió, pero con retraso. La Q1 se retrasó 20 minutos sin necesidad, y eso, junto al chaparrón que cayó y las banderas rojas, nos dieron una sesión de casi dos horas.
Con retraso salieron los coches a pista ¡y con ruedas de lluvia! Menos mal, Pîrelli estará contenta. Los pilotos de Force India y Alonso fueron los más veloces hasta la interrupción por el accidente de Ericsson. Bandera roja y al cabo de un buen rato, de nuevo a pista. Pero sólo durante un minuto, ya que un gran chaparrón obligó a sacar de nuevo la bandera roja.
Ante este chaparrón, poco que decir, creo que estuvo bien detener la sesión por la mala visibilidad. Respecto a la bandera roja, no hacía falta, banderas amarillas y a sacar el coche deprisa y punto.
A todo esto, se reanuda la sesión con sol y Nasr lidera la tabla audazmente gracias a su monta de intermedios cuando de esta se tuvo que detener de nuevo de manera totalmente innecesaria al chocar Massa. Su coche no molestaba en absoluto, pero ya sabemos como actúa dirección de carrera. A este paso llamarlo dirección de carrera cuando llueve va a ser un eufemismo. Que digan los pilotos de una vez que les parece tan detestable espectáculo. Si están de acuerdo, al menos ya sabemos a que atenernos: a que cuando haya más de cuatro gotas no se salga.
Total, que para cuando se vuelve a salir, ya todos con intermedios, porque la pista estaba casi seca.
A poco más de un minuto del final de laQ1, sacan la tercera bandera roja del día por el accidente de Haryanto, lo que impidió dar el último achuchón a muchos pilotos. Una pena, pero así fue. Con tan poco tiempo, ya no se iba a reanudar la sesión. Se quedaron a verlas venir: Palmer, Massa, Magnussen, Ericsson, Werhlein y Haryanto.



Salvo en Brasil, a Massa nunca le ha gustado el agua.



La Q2 empezó con intermedios para acabar con ruedas de seco. El apurar más –y el arriesgar- iba a ser decisivo, y ahí Alonso estuvo magistral y los pilotos de Ferrari, no tanto. Raikkönen hizo su vuelta rápida definitiva muy pronto -para esas condiciones- poniéndose primero cuando el resto iniciaba la suya con el asfalto un poco mejor. Eso, y que ni Kimi ni Vettel se mostraron muy eficaces en estas condiciones, hizo que el finlandés pasase de primero a décimo cuarto. Hamilton también falló, aunque por los pelos, décimo, pasó el corte.
Junto a Kimi se quedaron: Grosjean, Kvyat y Pérez por delante de este; y por detrás Gutiérrez y Nasr.
La Q3 era de seco 100% aunque había charcos, sobre todo uno a la salida de la última curva que permitió a los pilotos dar espectáculo, sobre todo Vettel y Ricciardo.
Hamilton fue el primero en golpear, superando a su compañero y a los Red Bull de Ricciardo y Verstappen. Vettel era quinto, aunque parecía poder inquietar a los Red Bull, al menos al de Verstappen.
Alonso era un gran sexto hasta que su compatriota Sainz le superó. Claro que Sainz agotó sus intentos y Alonso -como al resto- le quedaba uno.
Y salió el primero apurando el tiempo de sesión. Y sí el apuró, el resto ni te cuento. Tanto es así que Verastappen pasó con el semáforo en rojo y no pudo defender posición. Pero no le iba a hacer falta, ya que el trompo de Alonso y las banderas amarillas consiguientes evitaron la mejora del resto, a excepción de Rosberg y Ricciardo. Rosberg pasó con las banderas amarillas ondeando, pero el coche de Alonso ya se había retirado y no había necesidad de ellas, por tanto se le respetó el tiempo que, contra pronóstico, fue el mejor. Y es que para Hamilton fue un duro golpe el ver arruinado su último intento y no poder defenderse. Al menos Ricciardo no pudo con él. Sus quejas llevaron a dejar en suspenso la pole de Rosberg, que finalmente mantuvo.
La carrera se presentaba interesante entre los Mercedes y Red Bull, sin descartar a Ferrari que no va tan mal como algunos creen. Bueno, el Ferrari de Vettel, ya que Kimi saliendo décimo cuarto lo tiene un pelín crudo.
Tras los cinco primeros Sainz mantuvo su sexta posición, ayudado por el error de Alonso, que fue séptimo precediendo a su compañero Button a Hulkenberg y a Bottas.
Como dato interesante destacar que es la primera vez desde Abu Dabi 2014 que vemos dos Mclaren en Q3.
De cara a la parrilla, Ericsson partiría de boxes al tener que reparar el coche, como en Silverstone.



Séptimo Alonso y octavo Button, los dos Mclaren por fin en Q3



El domingo hacía sol, esta vez acertaron los meteorólogos, y la salida se dio con normalidad. Contra todo pronóstico Hamilton superó a Rosberg, y ambos lo fueron por Ricciardo, que lo que ganó en la salida lo perdió en las siguientes dos curvas.
Todos más o menos se mantuvieron donde estaban, Alonso superó a Sainz y Bottas a Hulkenberg. Raikkönen, que resultó ser el mejor piloto el día de la carrera, fue superado por Nasr en los primeros metros, pero lo arreglaría en la vuelta inicial. Pérez y Gutiérrez fueron las siguientes víctimas del finlandés, que se colocó undécimo en la vuelta cinco ayudado por los problemas de Button. Un Button que para solucionarlos recibió instrucciones del box y recibió una penalización. Ya saben lo que pienso de eso. ¡Tonterías! Una cosa es que de digan donde frenar y otra que te ayuden con elementos electrónicos del coche. Total, que en la vuelta once cumplió su paso por boxes como castigo.
Los cinco primeros: Hamilton, Rosberg, Ricciardo, Verstappen y Vettel mantenían un ritmo similar y se iban distanciando poco a poco de Fernando Alonso y su Mclaren que era, al menos en esta carrera el cuarto equipo, aunque por poco.
De los cinco líderes el primero en parar fue Vettel en la vuelta catorce, parando a continuación Hamilton y Ricciardo, y los últimos Verstappen y Rosberg. Eso hizo a Vettel ascender a la cuarta posición y a Raikkönen, que no había parado, a la quinta, defendiéndose con uñas y dientes de un Verstappen que no pudo con él.
Los dos Mercedes mantenían una prudente distancia entre cinco y siete segundos sobre Ricciardo y este, un par más sobre Vettel. Raikkönen mantuvo a raya a Verstappen hasta su parada en la vuelta treinta, el último en parar. Como había salido con blandos, montó los superblandos y pese a reincorporarse séptimo a 1” de Alonso, se ventiló a su excompañero a la voz de ya, marcó la vuelta rápida y a por Max.



El domingo Raikkönen fue el piloto Ferrari que todos queremos ver, un superclase.



De los cuatro líderes Vettel era el que más comba perdía y Ricciardo, que estaba relativamente cerca de Rosberg, a un par de segundos en esos momentos, adelantó su segunda y definitiva parada con el fin de superar a Rosberg parando en la vuelta número treinta y cuatro.
En Mercedes no picaron y sus pilotos pararon, al igual que Vettel, entre las vueltas cuarenta y uno y cuarenta y dos.
La clasificación en ese momento era: Hamilton, Rosberg, Ricciardo, Raikkönen, Vettel, Verstappen, Alonso, Sainz, Bottas, Kvyat (que tuvo una sanción por exceso de velocidad en boxes) Palmer, etc...
Hamilton y Rosberg, pese a rodar casi siempre separados por no más de dos segundos, no tuvieron lucha alguna, y en la parte final de la carrera se fueron distanciando poco a poco de Ricciardo, mientras que Raikkönen se acercaba al australiano y Vettel parecía no tener buen ritmo. Claro que peor lo tenía Verstappen, que ya estaba totalmente descolgado.
Raikkönen hizo su parada definitiva en la vuelta cincuenta y uno (superblandos), se reincorporó sexto tras Verstappen, marcó la vuelta rápida definitiva en la cincuenta y dos (ya lleva 43 y es el segundo del ranking de todos los tiempos) y a por el holandés de moda.
Lo alcanzó y tuvo una dura lucha de la que pudo salir victorioso, pero no pudo redondear el día al no poder con Max. En mi opinión le faltó un poco de picardía, o tal vez jugó demasiado limpio y no quiso meter el coche a lo bestia, como en Rusia el año pasado, aunque yo creo que podría haberlo hecho con éxito. Al final dañó su alerón y así todo atacó a Verstappen hasta el final, al igual que Vettel hizo con Ricciardo, sólo que en ese caso, ya se sabía que Vettel no tenía nada que hacer en condiciones normales, mientras que Max siempre estuvo en jaque.
El caso es que la táctica de Raikkönen : blando-superblando-superblando frente a la de superblando-blando -blando de los primeros funcionó a la perfección. Claro que de haber calificado bien no hubiera partido con el blando, pero seguro que hubiera podido usar al final de nuevo el superblando a tenor de lo bien que conservó los neumáticos. Otra oportunidad desperdiciada.



Carlos Sainz ha tomado el liderato de Toro Rosso y muestra su gran nivel carrera tras carrera..



Hamilton, pese a una ligera pasada de frenada, controló la carrera sin problemas y cruzó la meta como brillante -y aburrido- vencedor y de paso, se ponía líder del mundial.
Tras él entraban: Rosberg, Ricciardo, Vettel, Verstappen, Raikkönen, Alonso, Sainz, Bottas, Hulkenberg, etc...
Red Bull se quedaba a un punto en constructores de Ferrari, una Ferrari que está pagando un alto precio por sus malas elecciones estratégicas y su falta de velocidad en calificación, ya que hoy, como en Barcelona, eran más rápidos que los Red Bull pero no lo pudieron demostrar. Hubiera estado bien ver a Kimi saliendo delante, creo que hubiera sido un claro tercero y además, podría haber incordiado más a los Mercedes de lo que lo hizo Ricciardo. Al final los Mercedes abrieron hueco, pero casi siempre tuvieron a los Red Bull y Ferrari cerca, y eso para la F1 es una buena noticia.

La próxima semana en Alemania Rosberg intentará ganar en casa y recuperar el liderato antes de irse de vacaciones. Pero Hamilton no se lo pondrá nada fácil, y tal vez Ferrari y Red Bull tampoco.

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