miércoles, 2 de mayo de 2018

Era digital




                                  Era vegetal








La llegada de internet a nuestras vidas nos ha dado acceso a multitud de información, con las ventajas que ello trae consigo. Como todo, hay que saber usarlo, pero no es de eso de lo que quiero tratar aquí, sino de su influencia en el ámbito automovilístico, de la F1 concretamente. Huelga decir que a favor.
Gracias a internet podemos acceder a multitud de datos que antes o no podíamos, o nos era mucho más difícil. Antaño, para conseguir algo tan sencillo como fotos del monoplaza -o piloto- que te gustaba, tenías que comprar revistas, dónde había lo que había.
Para los que nos gusta no sólo la actualidad, buscar fotos -y artículos- de F1 de antes era algo que se tenía que hacer con calma, sabiendo buscar y luego, pagando el producto -libro o revista- que las contenía. Que gusto poder comprar esas revistas y libros viejos, antiguos, accediendo a fotos y artículos a los que uno antes no tuvo acceso, bien por ser muy pequeño -o no haber nacido-, por no tener entonces dinero, porque no llegaban a tu ciudad o eran tan escasos, que ni te enterabas.
Esa satisfacción, ese gozo al encontrar dicho material tan valioso, no se ha perdido con le llegada de internet, ni mucho menos. Pero gracias a la red, puedes conseguir muchas fotos -también artículos y vídeos- que de otra manera nunca habrías obtenido. Eso sin contar que internet es un sitio perfecto para poder comprar de segunda mano, esos libros y revistas que uno tanto desea.
Dicho esto, en referencia a la F1, voy a decir lo negativo: las páginas Webs de F1 oficiales, al igual que la del mundial de rallyes, de motoGP y de las marcas de coches en general, son una mierda. Caca de la vaca.



Libros y revistas antiguas no pierden su encanto pese a las nuevas tecnologías.



Y es que para encontrar páginas buenas en este sentido -que las hay, y muchas- tienes que recurrir a la de los aficionados, porque las oficiales, fuera parte de un diseño más o menos guapo, dejan mucho que desear, basándose más que nada en la actualidad, con menús complejos y de paso, faltos de información.
Centrándome en la F1, su página web está a años luz de otras muchas privadas, como Stats F1. No sólo tiene unos menús poco claros, sino que de datos históricos y estadísticas anda muy flojita. Es más, también de datos actuales. Si quieres conocer las velocidades punta -por ejemplo- de un GP, o las vueltas rápidas de todos los pilotos, tienes que ser un “hacker” o algo parecido, ya que no hay manera de encontrarlo con facilidad. Eso en caso de que se publiquen. Porque en algunos sitios aparecen, pero en la web oficial, yo no lo encuentro.
Viene esto a cuento porque los señores de Liberty Media, esos misóginos que quitan a las chicas de las parrillas -eso, o que son unos cobardes que ceden ante minorías que no representan a nadie-, antes de hacerse con el control de la F1 dijeron que querían que la F1 llegase a más medios, para alcanzar a un público más joven. Vale, de acuerdo, ahora entráis en Twitter ¿y? Muy bonito, pero una página web en condiciones no la hacéis.
Pues aparte de los nuevos soportes, que estarán muy bien pero que a mí me importan un bledo, quiero una página en condiciones, con todas las estadísticas de la F1 -TODAS-, donde pueda buscar de todo, desde los tiempos de los libres, hasta las velocidades punta de los circuitos. Si me apetece saber cual es la velocidad máxima que se ha alcanzado en Detroit -por decir algo- debería poder saberlo. No es fácil y hacer eso requiere de mucho trabajo, pero poco a poco se puede hacer. Si a nivel particular ya hay páginas que ofrecen casi todo eso, la oficial debería, como mínimo, estar a la altura. Y no es el caso.



Páginas privadas, como StatsF1, dan al aficionado lo que la oficial no ofrece, ni de lejos.



Pasa igual que con los coches clásicos de las marcas, que de no ser por los aficionados, nadie los habría conservado. Poco a poco las marcas, van dándose cuenta del valor histórico de sus productos y colaboran. Muchas veces porque ven otro negocio ahí, pero también porque sus propios trabajadores -y directivos- son unos entusiastas. No hay más que ver la nave 122 de SEAT, o su participación en rallyes históricos. Pues todo eso que es de agradecer, es lo que deben hacer también los de la F1 -y demás- en sus páginas web: hacerlas buenas de verdad, una referencia, no quedarse en el envoltorio.
Si son tan ineptos -o vagos- para hacerlo ellos, lo mínimo es que pusieran enlaces para acceder a las páginas privadas que sí tienen esos datos. Al fin y al cabo, se trata de lo mejor para todos, ¿no?

1 comentario:

  1. La página oficial de la F1 es tan mala, tan vaga, que sólo es en inglés. Dado que la F1 es un deporte mundial, se debería ofertar en varios idiomas, como hacen muchas otras páginas. Otro detalle más de su incompetencia.

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