lunes, 14 de mayo de 2018

GP de ESPAÑA 2018


                                Carrera gris






Gris por lo aburrida y gris por el dominio de las flechas de plata -que en realidad son grises- en su retorno -y el de Hamilton-, aunque deberán confirmarlo. Quizá les beneficiaron los nuevos Pirelli o, sencillamente, fueron imparables.








Antes de entrar en materia, quisiera hablar un poco de lo que significa para mí el GP de España en Montmeló: es una carrera que no me gusta. Los motivos son varios, aunque lo primero de todo, como carrera en mi querido país: España, estoy encantado de que se celebre, aunque últimamente por motivos políticos, la verdad es que casi prefiero que no -no en cataluña-, pero eso es un tema aparte.
Han sido el diseño de pista y la forma de obtener el GP -por la prepotencia-, lo que no me ha granjeado simpatía alguna por parte de los miembros del “circuit”.
Las carreras suelen ser aburridas, en procesión, siendo el peor circuito del calendario -y de la historia- para adelantar. De 28 ediciones sólo 3 veces ha ganado alguien que no ha partido desde la primera fila y de no ser por el DRS y, sobre todo, por unos neumáticos Pirelli poco consistentes, aquí no adelanta ni Dios. Hasta Montecarlo es mejor para esto, que ya es decir.
Eso por un lado, por otro está el modo de conseguir la carrera, “arrebatándosela” a Jerez. No voy a entrar en el tema en profundidad, si Bernie Ecclestone incumplió el contrato con Jerez en favor de Barcelona o no. Según Pacheco, alcalde de Jerez, ellos tenían contrato hasta 1992.
El caso es que Jerez, con apenas 10,000 espectadores, era un “desierto”, mientras que Barcelona, por situación y afición, debería tener muchos más, encajando mucho mejor en lo que el señor Ecclestone quería vender como un gran espectáculo. Aunque con 30,000 el primer año no es que tuvieran muchos que digamos.



1991 vio la primera edición del GP de España en Montmelo.



Ya sabemos que negocios son negocios y no es la primera vez que no se obra de la mejor de las maneras -incumpliendo contratos y demás-, pero por si fuera poco, se llenaron la boca diciendo: “la F1 jamás debería haber abandonado Barcelona” o “la F1 en España se debe correr en Barcelona, por la afición”, declaraciones que me tocan mucho la moral, los cojones más bien. Para decir esas chorradas, mejor uno debe callarse, porque los catalanes, que en 1991 tanto reclamaban el GP de España para ellos, estuvieron más de quince años tocándose, como se dice vulgarmente, el “nabo”. Pedro Pacheco, cuando mandó construir el circuito de Jerez -que se construyó en el tiempo récord de apenas 3 meses- lo hizo para que volviese la F1 a España, luego de que inexplicablemente en 1982 el Jarama se cayese del calendario. Y digo inexplicablemente porque ese año se disputaba el mundial de fútbol en España y a ambos -F1 y España- convenía un GP.
Sea como sea, Jerez se convirtió con el paso de los años en la “catedral”del motociclismo, lo cual molestará a los moteros radicales islamistas, que preferirán el término “mezquita”, mientras perdía la carrera para la cual fue creado.
No sé si Barcelona aprovechó el tirón de las Olimpiadas para conseguir financiación para el circuito -Cataluña es una de las regiones más privilegiadas de España- o si lo hubieran hecho de todos modos, pero tras quince años sin hacer ningún esfuerzo por volver a tener una carrera de F1, que vengan luego con esas memeces, molesta. Jerez devolvió la F1 a España y luego vinieron ellos sacando pecho. Pues de eso nada. Y que se hagan mirar el por qué perdieron la carrera, que fue por la dejadez del RACC, que no preparó el GP de 1975 como era debido, dejando guardarraíles sin atornillar. Eso por gandules. Gandules, inconscientes -eso era peligrosísimo, como la muerte de cuatro espectadores (dos funcionarios y dos periodistas) corroboró- e ineptos.



La última carrera en Montjuic fue en 1975, porque ellos quisieron. Por dejadez e incompetencia, la perdieron.



Para redondearlo, haciendo bueno el dicho sobre los catalanes: “la pela es la pela” las curvas de la pista tienen nombres de empresas, lo cual no es muy evocador que digamos, y deja a la pista sin alma.
Que diferencia con Jerez y Jarama, con nombres míticos del automovilismo y motociclismo: Farina, Bugatti, Nieto, Portago, etc... pues en Montmelo: La Caixa, Seat, New Holland... vomitivo.

La pista en si tiene un mito, se dice que quien va bien en ella, va bien en todas, ya que es un circuito dónde todo cuenta, sobre todo la aerodinámica, y como esta es lo más importante...
Pues puta mentira, el que va bien en Barcelona no tiene por qué hacerlo en las demás citas. Que se lo digan sino a Mclaren en 2009, "reptando" en Barcelona para luego acabar como los mejores, o peor aún, cuando Alonso arrasó en 2013 -su última victoria en F1 hasta la fecha- y luego se diluyó el resto del campeonato ante Red Bull. Ese mismo año los Mercedes fueron doblados en Montmeló y a los 15 días, ganaron en Montecarlo.

Alonso y Sainz corrían en casa por mucho que digan los independentistas, llegando el primero de ellos a tope de moral tras su triunfo en las 6 horas de Spa, que no por previsible, deja de quitarle mérito.



Bottas fue muy fuerte a una vuelta, pero en carrera su compañero Hamilton fue demasiado bueno.



Los libres vieron a unos Mercedes muy fuertes, cuando rara vez suelen estarlo, lo que ya propició que muchos dieran por hecho que se había restablecido la jerarquía. No lo neguemos, muchos piensan que Ferrari -y el resto- están al límite, mejor no lo pueden hacer, pero Mercedes no, que está en dificultades y que cuando funcionen como es debido, dominarán. Lo mismo de Ham respecto a Bottas. Esto tiene su lógica, ya que Mercedes viene de arrasar los cuatro años anteriores y Hamilton de dominar claramente a Bottas en 2017 y es normal darles más credibilidad o, dicho de otra forma, de no enterrarlos antes de tiempo. Pero de ahí a quitar mérito a los rivales, pues como que no. Si Ferrari ha hecho más poles hasta la fecha, es por algo, lo mismo que Bottas poniendo contra las cuerdas a Hamilton. Nadie dice que Mercedes y Hamilton estén derrotados o no sean los favoritos, pero si la tónica se mantiene, no lo serán. De darse el caso, será por el buen hacer de los demás, no por sus deméritos. Claro que tras lo visto en este GP, la razón parecen tenerla quienes pensaban precisamente eso, que Mercedes y Hamilton no estaban sacando el máximo.
De cualquier modo, eso lo veremos en lo que resta de campaña, lo mismo que veremos si la modificación de los Pirelli, con 4mm menos de banda de rodadura, ha influido o no a favor de Mercedes. Ellos dicen que no, lo cual es normal, pero que no vayan de “santitos”, que ya sabemos como se las gastan -test ilegales en 2013, espionaje a Ferrari en 2007- y puedo seguir bastante más, por tanto, a callar Mr. Mercedes.
Eso sin contar que no sería la primera vez que Pirelli cambia en el transcurso de la temporada de manera radical sus neumáticos -también en 2013 a favor de Red Bull y en contra de Lotus y Ferrari-, alterando la jerarquía. La excusa era la seguridad, pero los cambios fueron demasiado profundos como para acabar de creérselo.
De cualquier manera, dado que esta modificación -a priori- sólo es para España, Francia y Gran Bretaña, para evitar sobrecalentamiento, dudo se haya hecho con el fin de favorecer o perjudicar a nadie. Aunque nunca se sabe. En China 2008 Bridgestone llevó unos neumáticos más duros que favorecían más a Mclaren que a Ferrari. ¿Coincidencias? Seguramente, pero es bueno recordarlo. Soy de la opinión de que no se debe cambiar algo porque a uno, o a una minoría, les vaya mal, pero en la F1 a veces sucede.



Kubica se sentó en el Williams en los libres. Muchos deseamos verlo en carrera, a ver de que es capaz.



Robert Kubica volvió a subirse a un F1 en los libres, siendo claramente más veloz que los pilotos oficiales, e independientemente de las condiciones de cada cual, lo que es indudable es que Williams tiene unos pilotos muy flojitos. Prescindir de Massa, que el año pasado arrasó a Stroll, hace suponer que parte de las malas prestaciones de Williams este año sean debidas a sus pilotos. Subir a otro más cualificado creo les vendría bien, al menos para confirmar si ese es el lugar que corresponde al FW41. Y ser el farolillo rojo, no creo que lo sea. Soy de la opinión de que con un Massa estarían por donde los Force India.

Haas se mostró fuerte aquí, pero los que no parecen tan fuertes son sus pilotos. Grosjean sigue cometiendo demasiados errores, este año dos: Barhein y Baku, este último de traca, estilo del de Brasil 2016 yendo a parrilla. Magnussen tal vez esté más centrado, pero es un piloto muy peligroso. Lo llamaba Marc Gené “duro”, pero creo es un eufemismo, porque se pasa tres pueblos. A su lado Verstappen es una hermanita de la caridad. Verstappen sí es duro -lo malo es que rara vez reconoce sus errores- pero Magnussen no, Magnussen no mide. Le salva que no está en puestos de cabeza, sino acapararía titulares y tal vez sanciones. Esto último con la FIA nunca se sabe.

El asfalto nuevo y las bajas temperaturas propiciaron una pole récord de Hamilton en 1´16”173, 3” más veloz que en 2017. Claro que también las condiciones acompañaban, pero siempre alegra. Se mejoró un segundo respecto de los test invernales. Si eso hubiera sucedido el año pasado -que fueron más lentos a la hora de la verdad- la mejora hubiera sido de 1”6, lo cual es más razonable.

Por cierto, entre el medio y el superblando, apenas medio segundo, siendo el blando tan veloz -o más- a una vuelta, que el segundo. Follón con los neumáticos.



Alonso entró en Q3 por primera vez en lo que va de año.



Alonso y Sainz entraron en Q3, claro que sin los problemas de Hulkenberg tal vez alguno de ellos no lo hubiera conseguido. Como fuere, Alonso firmó un excelente 8º lugar a 1”5 del poleman. Todavía pronto para ver si el Mclaren -muy modificado- ha dado un paso adelante o no. El año pasado con el lastre de Honda fueron séptimos a 2” de la pole, por tanto, si bien el cambio de motor es a mejor, no lo es tanto como esperaban. El coche sigue sin ser gran cosa. El año pasado si parecía funcionar, pero por lo visto, no era así. Honda era un buen -y merecido hasta cierto punto- chivo expiatorio, pero ahora ya no hay excusas. Eso sí, creo que van a ir mejor en Mónaco que aquí.

La carrera, con la pista lavada y sin previsiones de lluvia, dijese lo que dijese ese cartel que anunciaba un 80% de probabilidades de que llegase el agua, fue un tostón, pero al estar las pista en peores condiciones, se habría la veda más hacia una Red Bull imaginativa frente a una Mercedes sólida y una Ferrari que cada vez que hay que echarle imaginación, no da pie con bola.

Antes de la carrera, España, como es lo que es -hay que vivirlo para entenderlo, que no comprenderlo- dimos el numerito. Un cartelito de los fascistas-independentistas con proclamas a la república “catalina” hubo de ser retirado para luego, al igual que en años anteriores, escuchar el himno catalán -después del español eso sí- con una duración tan larga, que Alonso estuvo a punto de marcharse. No sé si por equivocación, por hartazgo, o ambas. El caso es que poner el himno regional en un evento internacional es una paletada que sólo ocurre aquí. No pinta nada ese himno en un GP, y lo mismo que en el resto de las citas no se ponen los himnos regionales, aquí no se debería permitir. Tonterías las justas, ¿vale?
Lo mismo que poner la bandera catalana a la par de la española, como si de un encuentro de fútbol entre dos selecciones se tratase. ¿Pero esto que coño es?



Sin hacer ruido, como su jefe Prost, Sainz cuajó un brillante fin de semana en casa.



Tras esta disertación, a las 3 y 10, tal vez por esa manía de cambiar de horarios de Liberty o por lo que se alargó el personal con ese himno de segunda que quieren imponer, comenzó la carrera.
Grosjean cometió un nuevo error -vaya año que lleva- en la curva 3 y con él se llevó a Hulkenberg y a Gasly, que pasaban por allí.
Salio el coche de seguridad, que retuvo al pelotón durante seis vueltas. Soy de la opinión de que en casos así -accidentes gordos en la primera vuelta- es mejor sacar la bandera roja y dar una nueva salida. Cierto que se alarga el procedimiento un poco, pero se gana en emoción.

La carrera en sí tuvo, como dije, poca emoción, Hamilton estuvo imperial y no dio la más mínima opción, largándose a razón de casi 1” por vuelta respecto del Ferrari de Vettel.
En Ferrari, visto lo visto, decidieron hacer parar pronto a Vettel -vuelta 17-, a ver si con ruedas nuevas había alguna opción. Pero no la hubo, Ham iba tanto o más veloz que el Alemán, el cual mantuvo la posición con Bottas -que le copió la estrategia- de chiripa, al fallar los mecánicos de Mercedes.
Hamilton, pese a ir como un avión, se lo tomó con calma, parando en la 25 y esperando parase el nuevo líder, Verstappen, que lo hizo en la 33 -como su dorsal- para recuperar de manera definitiva el liderato sin arriesgar. A todo esto, Kimi se había retirado con problemas en una de sus baterías.
La carrera iba así: Hamilton, Vettel, Bottas, Verstappen, Ricciardo, Magnussen, Sainz, Leclerc, Alonso, etc... y parecía que así iba a quedar hasta que la avería de Ocon hizo salir el coche de seguridad virtual y en Ferrari, incomprensiblemente, hicieron parar a Vettel, que cayó hasta la cuarta posición al fallar esta vez sus mecánicos. El año pasado -en análogas circunstancias- debieron parar y no lo hicieron y este, que no tocaba, van y lo hacen. La verdad que hace falta una renovación en el equipo de estrategas de Ferrari, que no dan una. Además, pusieron a Vettel medios, cuando lo suyo hubiera sido montarle blandos.



Grosjean y su melé.



Pues esa bromita le impidió atacar a un excelente Verstappen, que pese a dañar su alerón delantero en un toque con Sirotkin, siguió como si nada. Para que luego hagan unos alerones tan elaborados, si resulta que funcionan igual cuando están dañados. ¿Alguien lo entiende? Yo no.
Por detrás no hubo mucha historia, Magnussen fue en solitario toda la carrera sin problemas y Sainz casi. Estuvo en tráfico algunas vueltas mientras se las veía con Ericsson, pero una vez este paró, fue un séptimo fácil, beneficiado por los problemas de Alonso en la salida, que las tuvo tiesas durante casi ¾ partes de carrera con el que puede ser la revelación del año: Charles Leclerc.
El monegasco de nuevo imponente, como en Baku. Al final Pérez, a dos paradas y con la ayuda del coche de seguridad virtual, le arrebató in extremis el noveno lugar. Sea como sea, excelente, no olvidemos se trata de un Sauber, lo que era hasta hace nada el peor monoplaza en parrilla. No hay más que ver dónde está Ericsson y dónde él.
De modo que doblete de Mercedes -Hamilton-Bottas, seguidos de: Verstappen, Vettel, Ricciardo, Magnussen. Sainz, Alonso, Pérez y Leclerc.

Daniel Ricciardo se hizo con la vuelta rápida en 1´18”441, ¡5”1! más veloz que el año pasado. Sin duda que las condiciones ayudaron y quizá tengo que dar la razón, o parte, a Sainz, por el nuevo asfalto, ya que él decía que el reasfaltado hacía la pista 2” más veloz por vuelta. Dudo veamos progresos así el resto del año. De hecho, los de las primeras citas fueron pírricos. Eso cuando los hubo.
La organización tuvo el detalle, esta vez sí, de poner siempre la vuelta rápida cuando se hacía, aunque el hecho de que se tratase del récord de la pista tal vez fue el motivo, lo iremos viendo el resto del año. Hasta diez monoplazas -y sin los abandonos hubieran sido más- mejoraron el récord del trazado.
Hubo récord en carrera -el primero del año- pero también es cierto que en esta pista, los monoplazas más veloces en carrera, los del periodo 2003-05, no corrieron en esta configuración.



Verstappen desatado. Con menos "mariconadas" en el coche él corre igual. 



Lo mejor del GP para mí, que Alonso y Sainz llevaron la bandera de España con orgullo, durante la vuelta de honor, entrevistas y demás, hasta que se fueron a sus motor-homes. Como debe ser.
Y si a los miembros del “circuit” no les gusta, que les vayan dando, que lo primero que tienen que hacer es dejarse de hacer propaganda política. Si no queréis saber nada de España, sed consecuentes y no celebréis el GP, gilipollas, pero claro, "la pela es la pela", y está muy bien eso de aprovecharse del estado español para lo que conviene. Me aprovecho y te insulto, eso es lo que hacéis. Dais asco.
Vaya GP de mierda en casi todos los sentidos. Y que esto tenga que pasar aquí...











1 comentario:

  1. Aunque desconozco el motivo real de los cambios en las Pirelli, tanto ahora como, sobre todo, en 2013, estos vinieron luego de protestas de determinados equipos punteros (Red Bull y Mercedes) que curiosamente, luego de ellos, han salido victoriosos. Muy oportuno, mucha casualidad, ¿no? No niego que cada cual mira por sus intereses y que el culpable -de haberlo- no son ellos, sino quienes ceden a sus presiones (Pirelli). No me cabe duda de que todos presionan a su favor, y que Ferrari tiene mucho poder, pero dado que Ferrari, mientras la cosa no cambie, "siempre va a estar en la F1" su poder siempre será menor que el de otros equipos, como los antes citados, que en cualquier momento pueden dar "puerta" a la F1, la cual cede para tenerlos contentos porque quiere que se queden. De modo que en mi opinión, cuando alguien se queja de algo, lo cambian y le va bien, que luego diga que no ha influido, me parece de una caradura del copón.
    ¿Cuantos titulares habría de haber cambiado Pirelli las ruedas a petición de Ferrari resultando luego esta ganadora? Miles, millones.

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