martes, 1 de mayo de 2018

GP de Azerbaiyán 2018




                                Villeneuves








Hubo tres pilotos me recordaron, por sus acciones, al astro canadiense: Raikkönen, Alonso y Verstappen. Y las acciones fueron las siguientes:
-La derrapada de Kimi el sábado, con el Ferrari de lado cual Lancia Stratos, fue tan espectacular como poco efectiva (adiós pole), pero bonita de ver. De haberla hecho con el Ferrari número 27, en lugar de con el 7, hubiera sido para enmarcar junto a una de tantas de Gilles.
-La entrada a boxes de Alonso con dos ruedas pinchadas recordaba a la de Gilles en Zandvoort 1979, aunque en este caso el coche llegó casi intacto -al fin y al cabo Alonso continuó y fue más rápido que su compañero-, mientras que el Ferrari llegó destrozado.
-La defensa al límite, y más allá de él, de Verstappen con su compañero, no dando jamás su brazo a torcer. Fue una lucha épica, aunque quizá se pasó un poco, más aún siendo su compañero de quién se trataba. Al final acabó en choque, lo cual no sorprendió a nadie.

Entrando en materia, el GP de Baku al principio no me gustaba nada, ya que consideraba su trazado peligroso y aburrido. Solo el primer año. El segundo cambié de opinión. No creo sea peligroso -o no tanto- y mucho menos aburrido. Es un circuito peculiar y en el que pasan cosas. El año pasado, y este ha habido de todo, ganador sorpresa incluido.



Vettel perdió otra oportunidad de ampliar su ventaja en el mundial pese a salir de la pole por tercera vez consecutiva.



Vettel y Ferrari se hicieron con la tercera pole consecutiva de la temporada, de cuatro posibles, lo que viene a demostrar que el Ferrari este año puede luchar de veras por el campeonato. Pero cuando el rival, Mercedes, ganador de los últimos ocho títulos, está tan cerca, es pronto para considerarlo como favorito. Claro que de ahí a dar por sentado que el Ferrari va bien porque el Mercedes “no entiende” las ruedas, es una parida de cuidado. Es como decir que cuando gana alguien que no son los de la estrella, es porque estos han fallado, no por los méritos de la competencia, y de eso nada. Ferrari ganó con potra en Australia, pero ha sido la potra la que ha permitido a Mercedes ganar aquí. Una por otra se podría decir. Las poles de Ferrari son justas, los Mercedes no fallaron, sencillamente fueron más lentos. Y en carrera están muy igualados. A todo esto, sin olvidar a Red Bull, que está francamente cerca.



Nadie como Alonso para sacar partido de un coche... partido. Sólo él es capaz de estas proezas.



Este año los coches han sido más lentos que el anterior. Era de esperar bajar al 1´39, pero al final han sido 0”9 más lentos en calificación y 1”7 en carrera. Sorprendente lentitud. Claro que a veces las pistas están en peores condiciones, pero no deja de ser menos cierto que Pirelli anuncia ruedas cada vez más blandas, y no lo parecen en absoluto, durando una barbaridad.
Al hilo de esto, creo que el tema de la duración de las ruedas es el punto flaco del Ferrari, gestionando mejor este aspecto tanto Mercedes -para que luego digan que no entienden las ruedas-, como Red Bull.

La carrera


Al principio, tras su relanzamiento luego de varios toques en la primera vuelta, se vio a Vettel y los Mercedes a otro nivel. Los Red Bull, sorprendentemente iban lentísimos, tanto, que los Renault de Sainz y Hulkenberg se los cepillaron. Vale que llevaban ultrablandas por superblandas, pero aún así...
Hulkenberg demostró que la F1, como la vida, no es justa, un pequeño error de conducción acabó con su carrera, pero Hamilton -por ejemplo- cometió dos y así todo ganó. La suerte, como reconoció el actual campeón, le sonrió esta vez.



Sin hacer ruido pero con gran efectividad, Pérez volvió al podio dos años después en el mismo escenario.



La carrera, fuera Hulkenberg y con Sainz habiendo cambiado de neumáticos, quedó dirimida en dos frentes en cabeza: el duelo por la victoria entre Vettel-Hamilton y el de los Red Bull por el cuarto lugar, mientras Bottas era un cómodo tercero y Raikkönen hacía una lenta y gris progresión. Seguramente montarle blandas tras su accidente de la primera curva con Ocon, donde el francés se autoeliminó de poder lograr un gran resultado, no fue la mejor opción.



Los Renault fueron los grandes animadores del principio de carrera



Hamilton, tras pasarse de frenada por segunda vez en su persecución a Vettel, arruinó sus ruedas y paró a cambiarlas. Fue entonces como, al no poder ir más deprisa que el Alemán y, a su vez, ser Bottas el más veloz en pista -salvo por los destellos puntuales de los Red Bull, ya fuera de toda opción- como la cosa cambió para Hamilton. De luchar por la victoria con Seb a disputarse el segundo lugar con su compañero Bottas.
Vettel paró en la vuelta treinta y uno, nueve después que Hamilton, mientras Bottas seguía, seguía y seguía... a un ritmo sino endiablado, casi. Eso no lo iba a poner luchando por la victoria, pero lo hacía favorito de cara a la segunda plaza y dependiendo de como le fueran los ultrablandos, con opciones de apretar a Seb al final, como en Barheín. Fue entonces cuando los de Red Bull la liaron y salió el coche de seguridad, esta vez favoreciendo a Valteri.
Yo era de la opinión de que Vettel, a 20 vueltas del final, podía haber montados “ultras”, pero al no hacerlo -quizá era arriesgar demasiado sin necesidad- tuvo que parar de nuevo porque, con Bottas detrás con “ultras” nuevos, no tenía nada que hacer con sus blandos usados. Hamilton también paró a poner “ultras”, igual que Kimi y muchos otros, aprovechando la ocasión.
El coche de seguridad estuvo más de lo previsto, por el absurdo toque de Grosjean calentando ruedas y, cuando se retiró, apenas quedaban cuatro vueltas. Tal vez hubiera sido mejor haber sacado bandera roja y correr más vueltas.



Vettel-Bottas, duelo por la victoria. Ninguno de los dos la lograría.


En el relanzamiento, Vettel, antes con la carrera en el bolsillo, quería recuperar lo que consideraba suyo y “achicharró” una rueda al pasarse de frenada atacando a Bottas. Ese error le supuso verse superado por Hamilton y Raikkönen primero, y  por Pérez después.
Bottas pinchó una rueda al pasar por los restos de un monoplaza la vuelta siguiente y Hamilton heredó una victoria que parecía tener claramente perdida a media carrera.

A destacar, por la cola, la gran carrera de Chalres Leclerc, que logró un magnífico sexto lugar con el Sauber. Ya había sorprendido en calificación con su décimo cuarto lugar, pero en carrera fue todavía mejor, con un gran ritmo y la práctica totalidad de la carrera entre los diez primeros.
Pérez logró un merecido tercer lugar saliendo de la nada, mientras que Alonso fue rapidísimo con un coche que se tiro casi media vuelta rozando el fondo plano con el suelo, logrando un meritorio séptimo lugar, y ya van tres.



Las chispas entre Verstappen y Ricciardo acabaron en incendio.



Respecto al incidente entre Verstappen y Ricciardo, creo fue más culpa de Max que de Daniel y no hubiera dejado de ser un mero lance de carrera de no ser por la dura lucha que lo precedió y, sobre todo, porque Max la lleva armando, en mayor o menor medida, desde que llegó a la F1. No siempre es culpa de él, pero cuando se es tan agresivo y se está envuelto en tantos accidentes -este año lleva uno -al menos- por carrera, queda claro que debe calmarse. Y como no lo hace, es el organismo rector el que debería calmarlo. Un aviso del tipo: “a la siguiente que hagas, en un periodo de prueba de, digamos, 3-4 meses, te vas un GP para casa”, sería de lo más recomendable. Luego, si provoca un accidente grave, no nos echemos las manos a la cabeza porque avisar, ha avisado.
La verdad, no creo que nunca vaya a provocar un accidente grave, pero si creo que puede provocar alguno más, y esas no son formas. Agresividad sí, peligrosidad no. Su estilo me gusta, es el más espectacular de los pilotos de F1 a día de hoy, pero debe conocer sus límites. Hasta Villeneuve los conocía. Pero claro, es que Villeneuve era mucho más sano.



Príncipe tapado. Charles Leclerc brilló con luz propia en Baku.



Dato curioso, tres de las cuatro carreras que llevamos disputadas este año, las decidió el coche de seguridad. En Australia debía haber ganado Hamilton, en China Bottas y aquí Vettel. Así es la vida con el “pace car”.

La siguiente carrera España, donde los equipos ponen las primeras evoluciones “gordas” del año. Veremos si varía o no la jerarquía. A día de hoy, Ferrari y Mercedes son los favoritos, siendo Vettel el primer espada de Ferrari, ya que Kimi parece falto de ritmo carrera, pese a su gran velocidad en calificación, pero en Mercedes, Bottas está haciendo un gran inicio de campaña. Claro que muchos no lo ven así, sino que piensan que es Hamilton el que no lo está haciendo bien.
A nada que espabile, Red Bull puede ser candidata a todo, todavía es pronto y la temporada es larga.
En cuanto al resto, en principio sólo aspirarán a las migajas que dejen estos tres equipos, a menos que consigan una gran progresión. Nunca se sabe.
Lo iremos viendo.







1 comentario:

  1. Aunque no lo comenté en la crónica porque no le di mucha importancia, Verstappen se saltó una curva y luego, parece ser se dejó pasar por Sainz, que venía detrás, de una manera muy pícara, para así luego aprovecharse del rebufo y recuperar el puesto. Por algo parecido sancionaron a Hamilton en Spa 2008, perdiendo la victoria, claro que en ese caso él adelantó incorrectamente, se dejó pasar lo justo y volvió a adelantar. Max ya iba por delante cuando cometió el error. Aunque debería ceder posición, lo mismo no se lo ordenaron -ya que en estos casos se suele hacer la vista gorda- y lo que hubo fue una lucha sin más.

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