martes, 8 de diciembre de 2020

Sahkir 2020 1&2

 



    George Hamilton y Checo Pérez toca el cielo






Me permitirán el juego de nombres entre George Russell y Lewis Hamilton que es, curiosamente, el nombre de un actor norteaméricano de los 60 y 70. El positivo de Hamilton por Covid 19, ganador de la primera cita en Barhéin, situó a su compatriota George Russell en su coche y, de no haberlo sabido, nadie se habría dado cuenta al ser su actuación, sino tan brillante como la que podría haber sido de Lewis -eso nunca lo sabremos-, sí más que la de su nuevo compañero Bottas, que no quedó en muy buen lugar. Pero eso no fue todo, un error innecesario de Mercedes permitió que la F1 reparase una injusticia: Checo Pérez ganó un Gran Premio de Fórmula 1, y de que manera, recuperando de último a primero, siendo también, la primera victoria de Racing Point.



Russell sustituyó al insustituible y formó, con Bottas, la primera pareja de Mercedes en F1 sin campeones.


La primera carrera se celebró en la pista tradicional, la que todos conocemos, y fue un rollo y, a la vez, divertida. Un rollo porque ganó el de siempre con el coche de siempre (Ham y MB) sin emoción en ello a pesar de que por unos momentos parecía Max iba a poder dar la campanada, pero nada de nada. Y divertida porque, como suele ser habitual en esta pista, en las posiciones intermedias hubo diversidad de tácticas y adelantamientos, en resumen, emoción. Pero no nos engañemos, por mucha emoción que haya atrás, si de cara a la victoria no la hay, casi es igual.

La parrilla fue encabezada por el binomio Mercedes Hamilton-Bottas con el incorregible Mad Max a sus espaldas. Albon, Pérez, Ricciardo, Ocon, Gasly, Norris y Kvyat completaron el “top ten” del que quedaron fuera Carlos Sainz por un problema mecánico y los dos Ferrari (11 y 12), por falta de velocidad. La primera linea de 2019 fuera de los diez mejores. Involución total.



Dos carreras, dos ceros para Ferrari.


La salida, la primera vuelta más bien, fue dramática, al estrellarse y explotar como una supernova el Haas de Grosjean que, al intentar adelantar a su compañero Magnussen, se tocó con Kvyat -que pasaba por allí- y se estampó en una barrera que a posteriori daba la impresión de que no debía estar ahí. No en ese ángulo y sin ruedas o espuma protectoras. Pero visto que la semana siguiente seguía igual, se ve que la siguen considerando buena. Yo tengo mis dudas.

El HALO le salvó la vida y todos los que estábamos en su contra -y yo el primero- nos la hemos de envainar. Pero en lo que no me la envaino, porque tengo razón, es en el tema de no cambiar reglajes en parque cerrado en caso de cambio de tiempo y en los muletos. Es evidente que Grosjean no estaba para salir pero, en caso de poder, al haberse detenido la carrera con bandera roja, podría haberlo hecho en caso de permitirse los muletos. Sigo diciendo lo mismo, el día que le pase a un aspirante al título en una cita decisiva, los imbéciles de la F1 -todos- clamarán al cielo.



Casi indemne salió Grosjean de esta bola de fuego.


Tras esta disertación, vuelta a la carrera que se reiniciaba desde parado pero, ¡o sorpresa¡ Ni con las posiciones de cuando esta se detuvo ni las de partida, sino las de la primera curva. O eso pareció que hicieron. ¿Alguien lo entiende? Yo no.

De ese modo, por ejemplo, Bottas, que era sexto, recuperaba dos posiciones y otros, como Ricciardo y Albon, perdían una. Peor suerte para Gasly y Leclerc, que cedían dos.

Nueva salida y no cambiaba casi nada, los tres primeros se mantenían igual: Hamilton, Verstappen y Pérez, pero por detrás Kvyat tocó y volcó el Racing Point de Stroll. Dos salidas, dos toques, pero esta vez sí era su culpa y lo sancionaron con 10”. Vettel, al evitar ese toque, se hundió, pasando de décimo a décimo sexto. Ni decir tiene que el coche de seguridad neutralizó la carrera. Durante esta Bottas cambio ruedas al pinchar, pasando de cuarto a décimo sexto, justo por detrás de Vettel.



Kvyat puso a Stroll "patas" arriba.


La carrera se relanzó sin problemas con un Leclerc muy agresivo, pero al final el Ferrari no daba para más y fue perdiendo posiciones, toda vez que Sainz las recuperaba.

Y poco más en esta carrera. Sólo hubo un atisbo de emoción cuando, tras la primera parada,Verstappen montó duras por medias de Hamilton, y pareció que el holandés iría a una parada menos. Pero no fue el caso. También hubo un momento en el que pareció que Hamilton tuviese problemas, al recortarle casi 4” en dos vueltas -tras la primera parada- Verstappen. Pero no pasó de ahí. Lo mismo pasó al hacer la segunda parada. En ambos casos, Hamilton ganó tiempo en boxes. La primera vez por parar antes y, la segunda -cuando lo hizo Max- por tardar casi 3” menos.

Checo Pérez, autor de una gran salida, de quinto a tercero, estaba haciendo una gran carrera e iba a acabar en el podio cuando, a tres vueltas del final explotó su motor Mercedes. Se ve que el único a prueba de balas es el de Hamilton. Muy mala suerte para el Checo, que merecía de sobra este podio y seguir en F1 -sin asiento de cara a 2021- al ser merecedor de una verdadera oportunidad. ¿Quién nos iba a decir que se iba a resarcir en siete días? Lo mismo hasta le ficha Red Bull.



Una imagen extraña en la F1 actual: un  motor en llamas. Pérez se quedó sin podio.


Volviendo al GP, este se reagrupó al salir el coche de seguridad. Si hubiera habido tiempo para relanzar la carrera, quizá habría habido emoción pese a que en los relances el Red Bull no suele ir muy bien, pero el hecho de tener unas blandas nuevas -hizo una parada extra de cara a la vuelta rápida- por duras usadas de Lewis, quizá le habría ayudado, pero la bandera a cuadros cayó con los coches en fila tras el de seguridad.

Albon heredó el podio por delante de los Mclaren de Norris y Sainz, que bien podrían haber acabado en orden inverso sin la avería del español el sábado. Gasly, Ricciardo, Bottas Ocon y Leclerc fueron los otros pilotos que acapararon los puntos.

La carrera de Bottas, incapaz de remontar, fue muy lamentable. De vez en cuando hace una gran carrera siendo capaz de batir a Hamilton, pero también de vez en cuando se mete en tráfico y hace una carrera paupérrima. Es en estas condiciones cuando se ve el verdadero talento. Sin duda Hamilton habría acabado mucho más arriba.



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Cara y cruz para Hamilton, de ganar a causar baja.


Con la victoria número 95 de Hamilton, 74 con Mercedes, esta logra la 115 y se coloca tercera de todos los tiempos tras Ferrari (238) y Mclaren (182) al superar a Wiliams. Ahora toca ser tercero en poles. Están a dos de Williams, hasta 2021 habrá que esperar.


La segunda cita de Barhein se hizo en un trazado diferente, algo que en Austria no se podía hacer, a diferencia de Silvertone pero, a saber por qué, no se hizo. El trazado perimetral de Barhein es el tercer trazado de esta pista. Aparte del habitual, está el de 2011 de más de seis kilómetros que sólo se usó esa vez y donde ganó Alonso en su debut con Ferrari. La vuelta se hacía casi en dos minutos, y ahora en menos de uno. La duda de si se batiría el tiempo por vuelta más corto de la F1, en posesión de Niki Lauda desde 1974 en Dijon con Ferrari en 58”79 quedó disipado desde los primeros libres. Todos rodaron más rápido que ese tiempo. Se dio la circunstancia de que la mejora de tiempos desde los libres 1 a calificación fue de poco más de 1”, es decir, la menor de los últimos años. Del siglo me aventuro a decir. Pero como para comprobarlo...



El nuevo trazado de Sakhir dio lugar a grandes emociones.


Antes de empezar el fin de semana de carrera, saltó la sorpresa al dar positivo por Covid Lewis Hamilton, que decía adiós al récord de victorias por temporada así como a lograr este mismo año 100 poles. Sería sustituido por George Russell, de Williams y su lugar, a su vez, sería ocupado por otro inglés: Jack Aitken. Dentro de lo malo, los deberes ya los tenía hechos, de modo que muy “destrozado”, como decía, no debía estar. En estos casos, por supuesto, la salud es lo primero.

En Haas el convaleciente Grosjean dejaba su asiento al brasileño de origen estadounidense, Pietro Fittipaldi, nieto del mítico Emersson. Es el cuarto piloto con ese apellido que corre en F1 tras “Emmo”, su hermano Wilson y su sobrino Christian.

De cara a 2021, Haas confirmó a sus pilotos: el ruso Nikita Mizapin y el alemán, por todos esperado, Mick Schumacher, hijo del legendario y gravemente enfermo Kaiser que ese mismo fin de semana se proclamó campeón de F2.



Mick Schumacher, anunciado como piloto de Haas para 2021, cerró el año como campeón de F2.


El trazado, pese a ser menos revirado, en promedio apenas era 11km/h más rápido, al lograr Bottas la pole a 238,957km/h justo por delante de su flamante nuevo compañero. Sólo 26 milésimas dejaron sin pole a Russell. Y a 56 se quedó Verstappen.

A poco más de dos décimas quedo el héroe del sábado: Charles Leclerc que, en una vuelta extraordinaria, rompió todos los pronósticos. De una Ferrari en dificultades para llegar a Q3 pasamos a un piloto que, en momentos, rozó la pole. Y en un sólo intento. No volvió a salir, quizá porque al igual que Prost en Portugal ´88, pensó que ya no había forma de mejorar. La explicación es que no le quedaban más ruedas. Pues menos mal, porque sus primeros intentos fueron con medias, al igual que Verstappen pero, como el holandés, tuvo que recurrir a las blandas para evitar caerse de la ronda final. Quienes si pasaron con medias fueron, como no, los Mercedes.

Pérez fue quinto, precediendo a un Kvyat -que se dio el gusto de superar a su compañero- Ricciardo, Sainz, Gasly y Stroll.

Décimo tercero fue Vettel, que de estar a milésimas con su compañero Leclerc, pasó a hundirse en sus dos últimos intentos de Q2. Su cambio de motor al final de los libres 3 no le afectó para nada, ya que no penalizaba.



Pietro Fittipaldi (Haas) y Jack Aitken (Williams) debutaron en la máxima.



La primera linea de Mercedes pareció verse comprometida al principio, pero se debió a que salieron con blandas usadas. Luego hicieron dos tandas con blandas nuevas. Quizá por lo corto del trazado, hubo varios pilotos que hicieron en un momento u otro, tres intentos.

Jack Aitken calificó décimo octavo, justo por detrás de su compañero Latifi, a apenas una décima. A quien no le fue tan bien fue a Pietro Fittipaldi, último a siete décimas de su compañero Magnussen, que fue décimo sexto.

Sainz, octavo, no pudo igualar su tiempo de Q2, pero adujo se debió a que entonces cogió un buen rebufo por un lado y, por otro, que en Q3 tenía un lateral del alerón delantero dañado. Su compañero Norris fue décimo quinto -décimo noveno por sanción-, al correr la misma mala suerte que Sainz corrió aquí hace siete días.

El día de la carrera, Geroge Russell realizó un “salidón” desde la segunda posición, superando con autoridad a Bottas, que partía de la zona limpia. No es que eso de las zonas limpias y sucias me lo crea mucho, pero en pistas como estas, parece ser que si cuenta. Pues para Russell no.



Montonera en la curva 4. Leclerc fue demasiado optimista.


Bottas, además de ceder ante su compañero, se vio acosado por Verstappen y Pérez, de nuevo autor de una brillante salida. Mantuvo el tipo, no así Pérez, que fue tocado por Leclerc y, Verstappen, que por una vez fue prudente, se fue contra el muro al esquivar el coche del Checo, que había hecho un semitrompo y quedaba último.

Leclerc fue sancionado con tres posiciones de cara a la siguiente cita, a mi parecer de modo injusto, ya que fue un incidente de carrera. Otra cosa es que lo sancionaran por reiteración, ya que también la “armo” en la primera vuelta del GP de Estiria, siendo el perjudicado en esa ocasión su compañero Vettel. Es evidente en ambos casos fue su culpa -reconocida por él- así como se trató de fallos, no de mala fe.

La carrera se quedó sin dos grandes aspirantes, bueno, casi uno viendo el nivel del Ferrari en Vettel y se relanzó en la vuelta siete por este orden: Russell, Bottas, Sainz, Ricciardo, Kvyat, Stroll, Gasly, Ocon, etc...



Sainz brilló en Sakhir, pero el podio se le volvió a escapar.


Sainz fue momentaneamente segundo, pero se pasó en la curva 3 y Bottas volvió a su posición “natural” mientras Russell se le distanciaba poco a poco. Por detrás, Vettel se salía de los puntos al ser superado por Norris y Albon. Checo Pérez mostraba un gran ritmo y pasaba de décimo octavo y último a noveno tras superar a: Raikkönen, Fittipaldi, Aitken, Giovinazzi, Latifi, Magnussen, Vettel, Norris -esta al parar- y Albon.

Se dudaba entre ir a una o dos paradas. Tras Norris, pararon los Alpha Tauri y desataron las hostilidades del grupo que marchaba tras Sainz luchando por el tercer lugar. De ese grupo, salvo Ocon -que había salido undécimo con medias- y Stroll, todos iban a dos paradas. Poco más atrás, Albon y Pérez eran incógnitas toda vez se esperaba Mercedes fuese sólo a una.



Ocon, a una parada, logró su primer podio.


El líder, Russell, que tenía a Bottas a casi 3”, paraba en la vuelta 45 y Bottas, inexplicablemente, cuatro más tarde, dejándose ahí cinco segundos más. Algo recortó después, decía habría una gran lucha final, pero yo albergo mis dudas. De cualquier modo, no lo pudimos comprobar porque, tras un coche de seguridad virtual que no cambió apenas nada al abandonar Latifi, salió otro a causa del toque de Aitken en la última curva. De virtual se pasó a real y fue entonces cuando en Mercedes se liaron y la liaron. Sin necesidad ninguna y a falta de 25 cortas vueltas, volvieron a hacer una de esas paradas dobles que tan bien les salen. Hasta ese día. Por un problema de comunicación en la radio no salieron los mecánicos de Russell y este montó las ruedas de Bottas -prohibido- y el pobre Valtteri, tras un girigai, salió con las mismas en quinto lugar tras una parada de 27”. Una vuelta después Russell para de nuevo para poner las suyas y se reincorpora quinto, tras su compañero Bottas. Mercedes fue multado con 20,000$ por su error, un error que puede llevar a descalificación pero, tal y como fueron las cosas -no hubo mala fe y no ganaron nada, al contrario- la cosa quedó en sanción económica, que es lo justo. Tampoco pasa nada porque salga mal una parada de este tipo, pero a diferencia de otras veces, no había motivo para ello, al igual que no tocaba parar a Hamilton en Mónaco 2018. Y ese es el verdadero problema, hacer cosas sin sentido.



Mercedes la lio en boxes y perdió un más que seguro doblete.


Este impás fue aprovechado por todos para efectuar las paradas que faltaban y de cara al sprint final el líder era... ¡Checo Pérez! Que previamente había dado cuenta de su compañero Stroll así como de Ocon.

Tras Pérez iban: Ocon, Stroll, Bottas, Russell, Sainz, Ricciardo, Kvyat, Albon, Gasly, etc... La carrera se relanzó a menos de veinte vueltas para el final y fue Russell el que puso la emoción al ventilarse en un santiamén -cuatro vueltas- a Bottas, Stroll y Ocon, situándose a falta de catorce vueltas a 3”4 de Pérez. La lucha estaba servida. Tenía más ritmo e iba a por él, los dos camino de su primera victoria, pero un pinchazo del de Mercedes a falta de nueve vueltas zanjó la cuestión: Checo ganaría por primera y merecida vez, ¡y eso que en la primera vuelta era último!

Russell se reincorporó décimo quinto y recuperó brillantemente hasta el noveno lugar, triste recompensa para su gran actuación, al superar a: Raikkönen, Giovinazzi, Vettel, Gasly y Norris, justo tras su compañero Bottas, que tuvo un final gris, muy gris, no pudiendo siquiera mantener la posición. Fue superado por Sainz, Ricciardo, Albon y Kvyat.



La ya de por si dañada imagen de Bottas, no salió nada reforzada de Sakhir con dos octavos.



George Russell se hizo con la vuelta rápida, su primera y, como en la pole, se batió la vuelta rápida más corta de la historia, en poder de Jody Scheckter con Tyrrell de Dijon 1974 en un minuto justo. Todos fueron más rápidos que ese tiempo.

De ese modo Pérez cruzó la meta en primera posición, seguido Ocon, que obtenía su primer podio, Stroll, Sainz -una vuelta más y le pasa-, Ricciardo, Albon, Kvyat, los antes mencionados Bottas y Russell, y décimo Norris como último piloto dentro de los puntos.

Pérez por fin ganó, algo que merecía y que yo deseaba desde hace mucho tiempo -desde Malasia 2012-, y él, ni te cuento, al igual que sus compatriotas. Lo logró en su 190 intento, nuevo récord, dejando atrás a Webber, que lo hizo en el 130. Se ha convertido así en el segundo piloto mejicano en ganar un Gran Premio de F1 tras el legendario Pedro Rodríguez -ojos de gato, por lo bien que iba de noche- que ganó dos: Kyalami 1967 con Cooper y Spa 1970 con BRM. Es decir, que no ganaba un mejicano desde hacía 50 años. Un hermoso broche para este fin de semana doble de Barhéin.



Desde el firmamento, Pedro Rodríguez veía con orgullo como su compatriota Checo Pérez le sucedía, 50 años después, como ganador en F1.


Siete días más y fin de curso 2020, a ver que si nos trae tantas sorpresas como este último GP.

1 comentario:

  1. Los récords de vuelta en menos tiempo incluyen la anomalía de la Indy 500, que muchas veces se intercala en cifras récord, dando lugar a interpretaciones. Por ejemplo: ¿Son nueve o siete las victorias consecutivas de Alberto Ascari? Si quitamos la Indy son 9, pero si la incluimos, 7. Allá cada uno.

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