El sofá de la F1: Despedida de Alfa Romeo

Sin pena ni gloria.

En su segundo regreso como… ¿constructor? Alfa Romeo firmo su tercer periodo en la F1, siendo este el peor de todos, de largo.

No pongo entre signos de interrogación lo de “constructor” de forma gratuita, es que Alfa regresó alquilando todo y con motores cedidos de Ferrari. Alfa no realizó nada y se limitó a dar apoyo financiero y a decorar los coches, “poner pegatinas” como dijeron sobre su posibilidad de renombrar a Haas, tras dejar Sauber: “no queremos sólo poner pegatinas” que fue, más o menos, lo que estuvieron haciendo estos últimos cinco años.

Kimi fue el que consiguió la mejor posición de Alfa en carrera, 4º en Brasil 2019.

Nada que objetar respecto a ingresar en F1 adquiriendo un equipo, casi todos lo hacen, siendo esto más barato, mucho más barato, que partir de cero haciéndolo todo en casa. También es más efectivo. Ningún problema a no fabricar sus motores, más bien unidades de potencia, dada la complejidad de estas, pese a la gran historia del fabricante como motorista, siendo razonable usar sin renombrar -también se podría haber hecho- motores del mismo grupo, Ferrari; pero lo que no es de recibo es su escasa implicación en el proyecto. Más que un equipo, actuaron como un patrocinador que no encontró ningún lugar mejor donde promocionarse, pareciendo tener muy poco poder de decisión. Daba la impresión de que estaban en la F1 por estar. Y eso es algo que una marca como Alfa Romeo, por su historia, no se puede permitir. El fracaso, sí, pero el no intentarlo siquiera, no. Lo que motivó este regreso de Alfa a la F1, pareciendo más un equipo B -o C ya que estaba antes Haas- de Ferrari, no tiene sentido y los aficionados no se lo perdonamos a sus dirigentes; con Alfa no se juega.

Expuesto esto, los datos: Alfa disputó 104 GGPP en cinco temporadas, logrando dos vueltas rápidas con Guanyu Zhou en Suzuka 2022 y Baréin 2023. No hubo victorias, ni mucho menos títulos, como en su primer periplo, ni tampoco podios y poles, como en el segundo, en el que además se pudo ganar. Aquí nunca hubo opciones de nada. Sus mejores puestos en parrilla fueron las quintas plazas de Raikkönen en Alemania 2019, la de Bottas en Miami 2022 y la de Zhou en Hungría 2023. En carrera lo mejor fue la cuarta plaza de Raikkönen en Brasil 2019, en la que su compañero Giovinazzi fue quinto, firmando el mejor resultado conjunto del equipo.

Bottas fue décimo en el mundial en 2022, la mejor clasificación de Alfa en su regreso.

2019 no fue el mejor año del equipo, ese fue 2022 cuando acabaron sextos, pero sí el año que más puntos sumaron y en el que volvieron a liderar después de 36 años, desde el GP de Bélgica de 1983 con el malogrado Andrea de Cesaris. Fue un compatriota suyo, Antonio Giovinazzi, el encargado de tal honor al liderar durante cuatro vueltas el GP de Singapur.

Octavos en 2019 y 20, sextos en 2022 y novenos en 2021 y 23 fueron sus clasificaciones en el mundial sumando un total de 149 puntos que, bajo el sistema por antonomasia de la F1 en la sólo puntuaban los seis primeros habrían sido unos escasos 9, y 35 en la época en la que puntuaban los 8 primeros. Si nos vamos a los primeros años, que sólo puntuaban cinco más la vuelta rápida, habrían logrado también 9, al compensar sus dos vueltas rápidas los dos sextos puestos del equipo de Baréin y España 2022 con Bottas al volante. El décimo puesto de Bottas en 2022 con 49 puntos fue la mejor clasificación en el mundial por parte de los pilotos de Alfa.

Como ven, todo muy pobre para Alfa. Cierto que en su segundo periodo, con muy mala organización y demás, no había más que abandonos, pero así todo, hubo destellos de brillantez, cosa que no hubo en estos últimos cinco años. Para esto, ¿qué necesidad había de volver? Yo digo que ninguna.