sábado, 24 de mayo de 2025

GP de Imola 2025

 



                             Max sI mola





Ahora llamado gran premio de la Emilia Romana, para los nostálgicos está será la carrera de San Marino, siempre celebrada en el autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola que, en su primera edición puntuable -en 1979 hubo una fuera de campeonato ganada por el Alfa de Niki Lauda-, fue nada más y nada menos que la sede del GP de Italia, la primera y única vez que este no se disputó en Monza.

La gran novedad de esta carrera fue la sustitución en Alpine de Jack Doohan por Franco Colapinto. No es que el australiano lo hiciese mal, es que Colapinto deslumbró el año pasado en Williams. Aunque su regreso a la “máxima”, como dicen ellos, no fue afortunado y no dio muestras de la velocidad que se le supone, no mejorando a Jack. Veremos más adelante. De momento correrá cinco GGPP y luego veremos que decide Alpine.

Otra novedad, esta menor, fue la introducción por primera vez este año del compuesto más blando de neumáticos, seguramente para hacer la carrera más entretenida, ya que la pista, con un trazado genial para pilotar, no lo es para los adelantamientos. Sin embargo, pese a ello, la carrera no estuvo mal.

Lo que sí estuvo mal fue el retraso del inicio de la Q2 por las dudas respecto de si Bearman había pasado el corte al mostrarse bandera roja al final por el accidente de Colapinto, antes hubo otra por Tsunoda, pasando justo Bearman meta justo cuando esta salía. Sigo pensando que, al igual que si hay bandera amarilla sólo se decelera en la zona de la misma, en caso de bandera roja, se debe permitir acabar vuelta a los pilotos que estén delante de la zona afectada. Lo mismo que a Bearman le pasó a Sainz en Australia 2022.



Gran mejora de prestaciones en Aston Martin, luego no concretadas en carrera.


El caso es que el inicio de la Q2 se retrasó un montón por esta duda. La FIA, que pega “multones” por chorraditas, se lo tiene que hacer mirar, por incompetentes. Claro que si solo fuera eso…

Total, que la Q2 vio a Sainz liderar, pasando tanto él como su compañero y ambos Aston a Q3, ¿quién lo hubiera dicho tras el GP de Miami? Nadie, por muchas novedades que llevasen. La gran sorpresa fue que los Ferrari no pasaron, once y doce Charles y Lewis respectivamente. Mal resultado en casa.

La pole se la adjudicó Piastri por milésimas ante Verstappen, con Russell tercero por delante de un tanto decepcionante -y decepcionado- Norris, Alonso, Sainz -a una milésima-, Albon, Stroll, Hadjar y Gasly. De Alonso para atrás, ninguno mejoró sus tiempos de Q2, destacando que los Aston, tanto en Q2 como en Q3, marcaron sus registros con la goma media.

La carrera se preveía un paseo militar de los Mclaren, visto lo visto en Miami, pero si nos atenemos a Arabia, pues no. Y el ritmo de Max, que le pegó un pasadón a Piastri apurando la frenada de la primera chicane tras la arrancada, disipó cualquier duda. El resumen de su carrera fue sencillo: iba en cabeza y los Mclaren tenían un poco menos de ritmo. Al principio algunos, como Tony Cuquerella, pensaban Piastri estaba cómodo detrás de Max dejando pasar la vueltas, pero nada de nada; se empezó a quedar descolgado y decidió para en la vuelta trece, muy pronto. Pero Max no picó el anzuelo y siguió a su bola, entre otras cosas, porque el undercut nunca le iba a funcionar al aussie por ir Max a muy buen ritmo y tener él que superar a rivales, ya que cayó de segundo a décimo segundo. 



Colapinto regresó a la F1, de momento sin la velocidad esperada.


Su posición la heredó Norris, que había adelantado espectacularmente a Russell en la vta. once, el cual paró a continuación, junto con Sainz. Alonso lo hizo una después. La verdad es que pararon pronto, aunque no tanto como Leclerc -en la nueve- que, curiosamente, era al único al que parecía funcionar dicha táctica. Al final fue sexto, pero de no haber habido dos coches de seguridad, lo mismo es cuarto. No hay drama porque dicha posición la ocupó su compañero Hamilton que partió, a diferencia de la mayoría, con duros, siendo quinto Albon, que cuajó una gran carrera al acertar su equipo con la estrategia, a diferencia de con Sainz. Su lucha final con Leclerc, teniendo este las ruedas en las últimas, se resolvió a su favor de manera justa: Charles le cedió el puesto para evitar una sanción -se lo pidió el equipo- y la verdad es que tenía que hacerlo, porque había sacado de pista al tailandés.

La carrera tuvo un coche de seguridad virtual y otro real, totalmente innecesarios -el primero por Ocon y el segundo por Antonelli- que, de cara al ganador no influyó -Max iba a ganar sí o sí-, pero, lógicamente, benefició a unos y perjudicó a otros. Entre los del podio, lo que hizo fue favorecer a Norris, el cual, con mejores ruedas, superó a poco del final a su compañero Piastri, lo que, de cara al campeonato, ayuda a Max. Los Aston fueron otros de los perjudicados, aparte de no acertar en la táctica. Fuera de los puntos habiendo metido sus coches en Q3 es un resultado decepcionante.

Tras los citados, Russell fue séptimo con un Mercedes poco competitivo en carrera, no así en entrenamientos, justo al revés que el Ferrari; octavo Sainz, noveno Hadjar y décimo Tsunoda con el coche “oficial”. Veremos a este respecto si no hay más cambios de piloto entre RB y Racing Bulls.



Ferrari lo pasó mal en casa, pero el domingo mejoraron bastante y rozaron el podio.


Y ahora Mónaco, donde el año pasado Ferrari se mostró muy fuerte, pero este año la cosa no pinta ni la mitad de bien.


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